Descargar - Nodo 50

Venezuela, Hugo Chávez, cuando éste acusaba al expresidente
Aznar de fascista. Ese “¡¿Por qué no te callas?!” expresa a la
perfección el sentimiento del ciudadano medio hacia los
habitantes del “Tercer Mundo”. “¿Por qué no te callas? ¿Por qué
no te largas a tu país? ¿Por qué vienes a molestarnos, a
invadirnos, a contagiarnos…?
En fin. No tengo donde caerme muerto. Tengo familia y
casa, y no me falta la comida y el techo o el vestido, pero aparte
de eso, poco puede quitarme nadie, venga de dentro, de fuera, de
arriba o de abajo. Así que estoy vacunado contra esa epidemia
que, esta vez sí, parece invadir nuestras latitudes: el odio y el
malestar hacia culturas diferentes a las que estamos
acostumbrados. Que la amenaza se llame Marruecos, Colombia,
Ecuador, Nigeria o Rumania me trae sin cuidado. No me siento
especialmente atacado por gente de estos países y creo que el
ser humano es bastante similar en culturas como, por ejemplo, la
islámica, la sudamericana, la china, la subsahariana o la que se os
ocurra.
Es cierto que cada vez se están revolviendo las tripas y las
conciencias de muchas personas, pero personalmente me importa
poco. Creo que compartir, colaborar y ayudar a que la vida sea
más justa y equiparable para todos es el motor que debe regir la
existencia, y no la actitud avariciosa, egoísta y xenófoba de
gente que sólo entienden su vida pintada de un mismo y aburrido
color. La vida, por fortuna, nos ofrece una extensa gama de
colores, que agradezco de todo corazón.
ENERO 2008