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“comodidades” y “adelantos” que tenemos ahora, también es
verdad que no las necesitaban. No era mejor o peor, era
diferente. Grandes sabios, sin duda, que utilizaban el medio sin
agotarlo y que se integraban en el ambiente, sin contaminantes,
estrés, enfermedades “modernas” o afanes superfluos,
protocolos y cosas así. Todo su universo giraba en torno a
necesidades reales y naturales: cazar y recolectar para comer,
conseguir agua, construir todo tipo de útiles, cacharros o cestos
necesarios, aprender y conocer las plantas curativas,
confeccionar prendas para el invierno, conseguir leña… Nada es
innecesario, todo tiene una finalidad y un sentido. Incluso los
rituales y acontecimientos sagrados satisfacen la parte
espiritual, mágica y metafísica, tratan de responder a las
preguntas acerca del origen, de los sucesos, de la vida y la
muerte, del mundo que les rodea.
El paso del Paleolítico al Neolítico supone un cambio en las
sociedades. El contacto con la Naturaleza y el fin de las
glaciaciones han hecho observar al ser humano más ampliamente
los ciclos de las plantas. Ya no se trata sólo de recolectar, sino
de controlar todo el proceso: sembrar, regar, abonar y esperar la
cosecha. Si suponemos a la mayoría de hombre cazando animales,
quizás tendríamos que atribuir a las mujeres el invento de la
agricultura y la domesticación de animales que, por otro lado,
está más en consonancia con sus ciclos naturales, tanto la
menstruación como la gestación. Una labor de observación propia
y exterior, que va a posibilitar la independencia de la incierta
caza y evitar los desplazamientos o nomadismo siguiendo las
manadas, por un lado, y por otro la sedentarización, la
construcción de aldeas, la mayor especialización de los oficios, la
complejidad de la sociedad y, a la larga, los problemas derivados
de las luchas de poder y la obtención de recursos: la aparición de
las castas militares y sacerdotales, la guerra y los intentos de
organizar las cada vez más polivalentes sociedades.
No obstante este cambio, es de suponer que en un primer
momento, los beneficios superaron a los inconvenientes. Poco a