Descargar - Nodo 50

Grandiosas son las páginas donde se relata los viajes que
hace, en una balsa, al buque desmantelado que permanece a
escasa distancia de la isla. Cómo aprovecha todo lo que puede
necesitar más adelante: comida, armas, pólvora, licor,
herramientas, ropa, cuerdas, maderas…La mayor parte del libro
se dedica a narrar cómo organiza Robinsón su vida en la isla,
desde la excavación de una cueva-habitación hasta la siembra de
arroz y trigo, gracia a unas semillas que había encontrado en un
saco. La caza y luego domesticación de cabras, para leche y
carne, el secado de uvas para hacer pasas, la construcción de una
segunda vivienda en el otro extremo de la isla, la captura de
tortugas, la distribución de sus pertenencias en la cueva, la
elaboración de tablas de madera con las pocas herramientas de
que dispone, la creación de sillas, mesas, cestos de mimbre, pipas,
cacharros de cerámica, las anotaciones en forma de diario con el
papel y la tinta que había encontrado en el camarote del capitán;
las fiebres que contrae y que cura a base de tabaco y ron; en fin,
la vida de un hombre solo que debe sobrevivir gracias a su
constancia, a sus propios recursos, con pocas cosas y con la única
compañía de algunos loros, gatos, un perro y los animales de la
isla.
El libro no deja de tener un gran valor didáctico, no sólo por
contraponer los designios de la vida contra la voluntad o libertad
humana, sino que es un canto al trabajo personal, a la superación
de uno mismo y de las adversidades. Yo soñaba de pequeño con
una isla desierta, con ser como Robinsón, con poder vivir al
margen de todo y no tener más ley ni más amo que yo mismo. En
aquella isla, al margen del tiempo y de la Historia, Robinsón era
su propia ley, su propio juez y sus propias normas. Aunque se
hacen referencia a la época, el mensaje de autarquía y creación
de un orden nuevo, de autoabastecimiento y libertad, se me
presenta ante mí como algo claro y rotundo, como sustrato de
esta obra. También la enseñanza cotidiana, la soledad y la
obligación de pasar el tiempo con uno mismo, el autoconocimiento
y, por fin, el encuentro de la paz interior, la reflexión sobre la