20.06.2013 Views

Ejecución penal y derechos humanos - Ministerio de Justicia ...

Ejecución penal y derechos humanos - Ministerio de Justicia ...

Ejecución penal y derechos humanos - Ministerio de Justicia ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LA REHABILITACIÓN NO REHABILITA<br />

mas a puñaladas. David hizo dos cosas que no puedo olvidar. La una fue<br />

poner sus excrementos en su cabeza para llamar mi atención un día; y la otra<br />

fue simular un ataque epiléptico para que lo llevaran al <strong>de</strong>partamento médico<br />

y así tomar agua y acostarse un rato en un colchón. David también, el<br />

día que llegué con la boleta <strong>de</strong> libertad, me puso los pies sobre la tierra y me<br />

<strong>de</strong>mostró lo irreal <strong>de</strong> la rehabilitación. Yo tenía la costumbre <strong>de</strong> dar un sermón<br />

moralista cuando llevaba la boleta <strong>de</strong> libertad (por su parte, mi madre<br />

solía tratar como gente importante a los liberados en su primer día <strong>de</strong> libertad<br />

dándoles un banquete en la mesa <strong>de</strong> comedor y con la mejor vajilla que<br />

tenía). Mi discurso <strong>de</strong>cía algo así:<br />

- David no te he cobrado un centavo y ¿sabes cuál es la forma <strong>de</strong> pagar<br />

por mi trabajo?<br />

- No Ramirito, diga usted no más lo que hay que dar.<br />

- La paga <strong>de</strong> mi trabajo es que me jures que no vas a volver a robar.<br />

David, como nunca otra persona me había dicho antes (siempre me<br />

juraban que no iban a robar y, por supuesto, siempre me mintieron y yo<br />

siempre les creí), mirándome firmemente a los ojos, me dijo:<br />

- Ramirito, míreme, míreme –bajaba con su mirada a sus zapatos, pantalones,<br />

camisa– esto que ve usted es todo lo que tengo en la vida, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> esta cicatriz en la cara y este color negro que me jo<strong>de</strong>. Yo le prometo a<br />

usted no robar, salgo ahorita a buscar trabajo y le juro que no lo encuentro.<br />

Y déjeme preguntarle ¿si mañana a la noche no puedo conseguir trabajo,<br />

contésteme, qué hago?<br />

No tenía respuesta y tenía algo parecido a las ganas <strong>de</strong> llorar. Dosis <strong>de</strong><br />

realidad, pues.<br />

- ¿Qué hago, Ramirito? Dígame, pues, ¿qué hago?... No me queda otra<br />

que robar.<br />

De ahí en a<strong>de</strong>lante nunca más volví a <strong>de</strong>cir mi cantaleta <strong>de</strong>l mandamiento<br />

que dice “no robarás” y más bien me atrevía a <strong>de</strong>cir que, como<br />

157

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!