Global Investor - Credit Suisse eMagazine - Deutschland

GLOBAL INVESTOR 2/06 Básicos — 30
Figura 1 Fuente: Credit Suisse
Comparación del rendimiento a largo plazo de los
principales componentes del GSCI
En el pasado, los bienes agrícolas apenas han interesado a los inversores.
El GS Agriculture Index alcanzó un mínimo histórico en noviembre de 2005.
En %
160
140
120
100
80
60
40
20
0
05/83 05/86 05/89 05/92 05/95 05/98 05/01 05/04
GS Agriculture Index CRB Index
Figura 2 Fuente: International Food Policy Institute, Washington DC, 2000
Tierra cultivable en China
China ha perdido mas del 10% de su tierra cultivable en los últimos 50 años,
mientras que su población se ha más que duplicado en ese periodo.
En millones
114
112
110
108
106
104
102
100
98
96
94
92
90
1952
1961
1966
1968
1970
1972
1974
1976
1987
Tierra cultivable en China (millones)
1980
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
colas al proceso industrial, los inversores dejaron de considerarlos
interesantes alternativas de inversión y las sustituyeron por tecnología,
Internet, materiales, inmuebles, bonos y, más recientemente,
bienes industriales y metales preciosos. Esta clase de activos
también se percibe como de riesgo por el poderoso efecto del
clima sobre los precios y por el efecto de la inestabilidad política
en los países en desarrollo. Ya en el pasado, las grandes oscilaciones
han disuadido a los clientes privados, por lo que los bienes
agrícolas les interesan poco y la industria apenas los ha analizado,
además de tener fama de aburridos y no rentables.
Como resultado, el índice más antiguo de bienes agrícolas, el
Goldman Sachs Agriculture Index (creado en 1969), alcanzó un
mínimo histórico en noviembre de 2005, antes de recuperarse algo
después, como señala la figura 1 . El índice, compuesto de varios
bienes y con una fuerte inclinación a la soja, no refleja fuertes
movimientos únicos como los del azúcar o el zumo de naranja, pero
puede verse como un sustituto de toda la lista de los bienes agrícolas.
En el mundo, estos bienes han sido los que han obtenido los
peores resultados. A diferencia del movimiento correlativo de la
energía, los metales preciosos o los metales base, el auge de una
minoría de bienes agrícolas no provocó un gran cambio en esa
clase de activos. No creemos que esto cambie a corto plazo pero,
a medio-largo plazo, están surgiendo algunos factores que podrían
darle impulso a esos bienes.
Rápido aumento de la demanda en China
y los mercados emergentes
Asistimos a una tendencia creciente de la demanda y a una merma
de la tierra cultivable en China. El crecimiento económico y
demográfico chino ha elevado el nivel de vida y la demanda de
bienes agrícolas. Al mismo tiempo, China ha dado clara prioridad
a la energía y los metales en su desarrollo, sacrificando tierra
cultivable y equipamiento en sus planes de inversión. Dado que
muchas tierras agrícolas estaban situadas en torno a las ciudades
para alimentar a la población urbana, gran parte se ha sacrificado
en beneficio de fábricas y edificios, por lo que ahora solo el 30%
del suelo chino puede destinarse a uso agrícola. Por la escasa
inversión en esos suelos y los crecientes trastornos climáticos
(contaminación, inundaciones, etc.), solo el 14% es cultivable.
Como muestra la figura 2 , China ha perdido mas del 10% de su
tierra cultivable en los últimos 50 años, mientras que su población
urbana ha ascendido del 14% al 28% . En 2004, China comenzó a
importar trigo e incluso algodón, una de sus principales exportaciones
(textiles), y duplicó con creces sus importaciones de soja
en 2004. Es poco probable que se invierta esta demanda internacional
de bienes agrícolas dado el previsto crecimiento del PIB per
cápita, así como problemas locales como la contaminación del
agua, sistemas de irrigación anticuados, falta de infraestructura
de transporte para enviar comida de las regiones agrícolas a las
principales ciudades. En la actualidad, China importa solo el 2%
de sus necesidades alimenticias. El potencial de crecimiento de
las importaciones de bienes agrícolas chinas es inmenso; Exane
Paribas calcula que este porcentaje podría aumentar a 25% e incluso
a 35% en los próximos años. La tendencia ya ha comenzado,
como muestra la figura 3 con el ejemplo del maíz: +50% interanual
el maíz en enero de 2006, y +70% el algodón. Esto recuerda a
otra historia: China no importaba petróleo hace 10 años; ahora
importa el 25% de sus necesidades de petróleo y es un factor
clave en sus precios.