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GLOBAL INVESTOR 2/06 Básicos — 29
Los bienes agrícolas,
¿la próxima moda?
Aunque los bienes agrícolas han sido desatendidos en las últimas décadas, creemos que la veloz
alza de la demanda en China y los mercados emergentes (ME), las cuestiones climáticas y
medioambientales, la demanda de bioenergía y el efecto indirecto de los altos precios energéticos
convertirán este activo barato y sin interés en una rareza a medio-largo plazo.
Hervé Prettre, Head of Equity Trading Research, Tobias Merath, Commodity Analyst
Los bienes agrícolas han sido descuidados en las últimas décadas
debido al estancamiento de la demanda, el exceso de oferta y la
escasa inversión en ese campo por parte de los ME. Limitamos
nuestra cobertura a bienes agrícolas como maíz, soja, trigo, algodón,
café, cacao, zumo de naranja y aceite de palma. Prevemos
que el veloz aumento de la demanda china, el enriquecimiento de
los ME, los trastornos climáticos, las cuestiones medioambientales,
la demanda de bioenergía y el efecto indirecto de los altos precios
energéticos tendrán un fuerte impacto. Creemos que su potencial
de sorpresa es similar al del petróleo en los últimos 10 años.
En el pasado, el incremento de las actividades de I+D de las
industrias ha perjudicado a los bienes agrícolas. Han creado alternativas
más baratas a una serie de productos hechos a partir de
estos bienes: soja (sustituida por comida artificial para el ganado),
algodón (sustituido por fibras sintéticas), azúcar (aditivos bajos en
calorías) y bebidas (zumo de naranja, café, cacao sustituidos por
bebidas aromatizadas), gracias a los avances tecnológicos y a un
entorno de bajos precios del petróleo (uso directo o indirecto para
cocina/procesamiento de alimentos). La mejora de la productividad
y la concentración de las empresas en el valor añadido también
han reducido la demanda y, lo que es más importante, dismi-
nuido el volumen de materias primas en relación con el valor
añadido. Aunque esta tendencia ha existido siempre, se ha acelerado
por el alza de la inversión a partir de los años 80. Entre tanto,
los nuevos métodos agrícolas y fertilizantes permiten obtener más
rendimiento de las cosechas y llevar la producción a nuevos territorios.
A diferencia de la merma de las reservas de petróleo, las
crecientes posibilidades de aumento de la producción han reducido
el poder para fijar precios de los productores de bienes
agrícolas. Estos también han sufrido por la internacionalización de
importantes compañías. En los últimos 30 años, la economía mundial
ha eliminado varias barreras y las empresas se han internacionalizado,
por lo que el poder negociador de las principales empresas
que usan bienes agrícolas como insumos (Nestlé, Danone y
McDonald’s) ha aumentado mucho, y presionan a los productores
independientes. No obstante, junto con la internacionalización de
compradores de productos básicos, el alza de las capacidades en
el área del transporte internacional ha reducido la demanda potencial
en algunas regiones, limitando así las presiones sobre el precio
en varios mercados de bienes. Por último, los bienes agrícolas
han sufrido por el descenso del interés de los inversores. Cuando
empezó a disminuir la parte del valor aportado por los bienes agrí-