1 - Flacso
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DOCUMENTO DE TRABAJO<br />
Julio de 1977<br />
FLACSO
Agradezco la valiosa cooperación<br />
de Norbert G. Lechner y Augusto<br />
Varas F. quienes ayudaron en la<br />
composición general de este trabajo.<br />
En los mismos términos agradezco a<br />
Arturo León B. quien colaboró es-<br />
trechamente en la selección, cons-<br />
trucción y análisis de los datos<br />
estadísticos. Igualmente agradezco<br />
a Carlos de la Fuente por SU valioso<br />
trabajo de campo.
I N D I C E<br />
INTRODUCCION ........................................... 1<br />
CAPITULO lo: CONTEXTO SOCIO-ECONOMICO DE LA SITUACION DE<br />
CESANTIA. ..................................... 7<br />
1. Indicadores generales de desocupación....... 7<br />
11. Manifestaciones de la situación de pobreza<br />
y cesantía ................................. 17<br />
CAPITULO 2O: OFERTAS ALTERNATIVAS DE EMPLEO Y PROGRAMAS<br />
ASISTENCIALES ................................ 27<br />
1. Planes y Programas Asistenciales Oficiales.. 27<br />
11. Planes y Programas no Oficiales ............ 33<br />
1. Incidencias en el ámbito de las relaciones<br />
familiares, en el mundo del joven y del<br />
niño ...................................- 93<br />
11. Visiones complementarias: educación y salud. 101<br />
ANEXO: Cuadro 1: ComposiciÓn de la población en el Gran<br />
Santiago y tasas de desocupación<br />
1965-1977 ...........................-o... 123<br />
Cuadro 2: Empleo y salarios en el PEM, salarios e<br />
ingresos mínimos familiares. 111-1975-<br />
IV-1977 .................................. 127
1. Objetivus: El presente trabajo pretende ser un estudio exploratorio<br />
ybde nivel descriptivo referido a las diversas estrategias<br />
de supervivencia diseñadas por aquellos sectores populares que se<br />
encuentran en situación de pobreza o cesantía. Sus objetivos .<br />
son por consiguiente descriptivos y exploratorios. Descriptivos,<br />
en cuanto intentamos la construcción de una tipologh que nos defina<br />
en líneas gruesas las estrategias de supervivencia más generales<br />
y sistemáticas diseñadas por estos sectores. Exploratorios,<br />
en cuanto esperamos -'a través de su análisis - adelantar<br />
algunos elementos que eventualmente se ordenen a la construcci~n<br />
te'órica de esta problemática.<br />
- El carácter complejo y determinado de nuestro objeto, expresión<br />
de las características que asume una concreta y definida<br />
situaci6n socio-económica, y a la vez del correspondiente y<br />
particulan comportamiento,de un determinado sector social, nos<br />
exige aproximarnos - . a cada una de sus dimensiones con diferenciales<br />
grados y niveles de profundidad. . _ ,.<br />
En el desarrollo de nuestro trabajo intentamos abordar - - . -<br />
con las restricciones señaladas - las .dimensiones de nuestro<br />
objeto que - -. consideramos- más, significativas y relevantes .- Por .<br />
consLi&ente, desde ya adelantamos que en referencia a determi-<br />
nadqg aspectos de este estudio nos limitaremos a proporcionar .<br />
A - ,<br />
datos muy generales y someros aunque suficientemente sintéticos<br />
como -para que nos .permitan tener una visión de conj:unto - del . -<br />
fenómeno en estudio. , -<br />
. , .- En esta perspectiva, abordamos en nuestro capítulo inicial<br />
el anausis de los principales indicadores referidos a la situación<br />
ocupacional de la fuerza de trabajo en el Gran Santiago,a<br />
través del estudio de las tasas de.kdesocupaciÓn y. , ,<br />
ces.antía,<br />
- . y - ' 5<br />
su evolución en el tiempo, etc. Pensamos así bosquejar<br />
. la-S<br />
,, , .<br />
características más gruesas y generales que definen el contexto<br />
estpuctural del mercado de trabajo a partir del.cual son diseñadas<br />
.-
las diversas estrategias de sobrevivencia. Sin embargo, el<br />
carácter de nuestros objetivos nos exige - en un segundo nivel<br />
-< de -ariáS4siS '-' intentar apreciar más 'allá' de esta 'generalidad,<br />
la ;prcipi& paPticularidad con que estos indicadores se manifies-<br />
'tan eneP-contexto e~lstencial y cotidiano de'la -vida personal,<br />
familiar y .poblacional de los sectores afectados ;<br />
a .<br />
' En un segundo capítulo analizamos, en esta misma perspectiva,<br />
las ofertas de empleo alternativo suministradas a estos<br />
sectores tanto en términos pfiblic6s - y oficiales<br />
- - Plan del Empleo<br />
Mínimo, -contrato .~dicional de la Mano dé obra, . etc. - como en<br />
términoq privados - Bolsas de trabajo, Comedores infantiles, Po-<br />
l . .<br />
liclínicas, etc. - intentando appeciar muy globalmente su signi-<br />
ficación y cobertura así como las políticas generales en que dichos<br />
programas se inscriben. A través del análisis de estos aspectos<br />
esperamos bosquejar los parhetros que -caracterizan las concretas<br />
condiciones de vida de estos sectores así como perfilar el hori-<br />
zonte de expectativas formal y estrucixralmente ofrecido.<br />
A partir de este marco contextual entramos a analizar con<br />
mayor detención las estrategias de supervivencia más general y<br />
sistemáticamente desarrolladas en el seno-de'estos sectores,<br />
buscando detectar su especificidad y características, sus condicionamientos<br />
socio-culturales, su funcionalidad e implicancias,<br />
etc. Del mismo modo procuraremos detectar los flujos y desplazamientos<br />
que se van dando .en la adopción de estas estrategias,<br />
así como las diversas combinaciones adoptadas en funeiÓn del'<br />
deterioro socio-económico, su difereficial composición social,<br />
calificación, antigua situación ocupacional, etc.<br />
. ..<br />
Por Gitimo nuestro' andiisis se orienta a relevar y destacar<br />
las diversas incidencias en el plano de ¡.a familia, el mundo del<br />
joven y del nifío, en los niveles de educ&i~n y salud, determidas<br />
por esta lucha por la supervivencia desarrollada en estas'<br />
concretas y 'particulares condiciones de vida.- .. - , .-<br />
-<br />
< L
. Finalmente, en nuestras conclusiones intentamos rescatar<br />
una visión global y de conjunto de este proceso de supervi-<br />
vencia, cuy;s dimensiones mas significativas hemos debido dis-<br />
tinguir analíticamenre con anterioridad.<br />
2. Metodología: En función del carácter de nuestros objetivos<br />
y por razones de factlbilidad operatoria, recurrimos como estrategia<br />
metodológica a la selección de un grupo de veinte tttesi<br />
tigosvt o "jue :ost' calificados, que en razón de su vincuiacibn<br />
al medio popular, de su trabajo especifico y de su experiencia<br />
de vida en este ámbito, nos pudieran transmitir su propia percepción<br />
desde ángulos diversos y complementarios. Con este<br />
grupo - trabajadores sociales, personal asistencia sectoral y ,<br />
local, de educación y salud, líderes de opinión, etc. - reali-<br />
zamos diversas en-t~evistas en profundidad, de una o varias sesiones,<br />
durante los primeros meses del presente año (1977).<br />
Paralelamente obtuvimos en te~reno, mediante identico procedimiento,<br />
alrededor de 25 historias ocupacionales que en cierta<br />
medida vienen a controlar y complementar la información anterior.<br />
En este sentido, es obvio que nuestro trabajo no pretende poseer<br />
. .<br />
una representatividad de caracter estadístico, sino más bien .<br />
tentativo y exploratorio que-apunta m ás que a dar razón de una.<br />
generalida?, J. proporcionar una determinada información suficien-<br />
temente calificada respecto de nuestra en estudio,.<br />
de sus caracter~&cas, sÚs proyecciones y principales tendencias.<br />
3. 'Campo.-de estudio: Nuestro campo de estudio estg- constituido. -,<br />
por un conjunto de alrededor de 25 poblaciones de una zona mar-'<br />
ginal de -Santiago. Constituye un sector de graii heterogeneidad-;<br />
en t6mninos urbanlsticos, de infraestructura, antiguedad, formasde<br />
acceso a. la vivienda, estratificación social, etc. siempre .<br />
dentro de los parametros generales.que-definen nuestras zonas<br />
.-. poblaciopales perisfgricas. Dicho conjunto representa aproxi-<br />
madamente Qna pobiacih de 80 a 100.000 habitantes.
Se-disti~guen en este &bit0 cirrco grandes grupos de pobla-<br />
cionec súficientekente diferenciableo entre S?. , si bien su . horno- .<br />
geneidad in.cc$rra es 5astante relativa en cuanto a densidad, tipo<br />
de vivienda, infraestructura, etc:-<br />
. 2-<br />
9 - - .<br />
Tipo A: Agrupa aquellas poblaciones .particulares, tipo , ,<br />
bungal-ow construida al--ededor de 19 6 3 por medio de asociaciones<br />
de ahorro y prbstmo. Consiituida por empleados particulares<br />
y:semifiocales, personal subalterno de Fuerzas Armadas, profe-<br />
sores, bancarios, etc. Rep~esenta el 10% del número de.pobla-<br />
ciones y el 2-3% de habitantes. ' - , -<br />
Tipo R: Poblaciones Corvi , viviendas de construcci6k selida,<br />
terrenos de 2.0 x 2 O, pequeño ante- j ardín y patio, generalmente<br />
con ampliaciones de construccih sólida o de madera. Acceso me-<br />
diante puntajc de selección. Distingue un primer subtipo de . s : '<br />
edificios de-departmontos, de 3-4 pisos, y otro de construcciones<br />
de mdera. Predominio de einpleados, pequeños comerciantes<br />
y artesanos y obreros calificados. Algunos grupos de casas han<br />
sido entregadas a obreros de Civersas industrias. El nivel promedio<br />
que define este tipo estaría representado por el obrero<br />
calificado, aunque se observe una proporción de un 30% aproximadamente<br />
de obreros no cal-ificadcs. Este tipo de poblaciones .<br />
repp9scnta 81 6% de nuestra muestra, y el 32% de sus habitantes. '<br />
Tipo -- C: Poblaciories Corvi, del tipo original y más antiguo<br />
(finales de la década del 5P). , Viviendas de construcción semi .<br />
sÓlida,-tipo pi-bies, aunque oohprende sectores de construcciÓn .<br />
sólida y de bloques o de;~artamentos. Constituida por empleados,<br />
comerciantes ambulantes, artesznos, suplementeros y obreros de<br />
la construcción, etc. En gencral, predomina el obrero sin ca-<br />
lificación. Representa el 4% del número de poblaciones y el<br />
mayor porcentaje de habitates, 36%. -<br />
Ti-<br />
- Poblaciones formadas por loteos, generalmente a partir<br />
de cooperativas de corstiucciir~. Pcblaciones en su mayoria an-<br />
tiguas (1940-3-9501. Construcck5n sólida, dotada de infraestruc-<br />
. -<br />
),
tura básica. Distingue un primer subtipo de casas-quintas,<br />
construcción sólida y de madera, sitios de 50 x 10. Muchos<br />
de ellos en arriendo. Un segundo subtipo, de construcciÓn<br />
sólida, muchas veces incompleta. Sitios pequeños agrupados en<br />
manzanas separadas'por estrechos pasajes. Constituye el grupo<br />
más heterogéneo en cuanto a su composición social: empleados,<br />
comerciantes y artesanos, obreros municipales y de servicios,<br />
obreros de industrias y de la ccnstrucción. El nivel que define<br />
a las poblaciones más antiguas y más importantes en tamaño, es-<br />
taría representado por el empleado y el obrero calificado. Este<br />
tipo representa el 46% del número de poblaciones y el 24% de sus<br />
habitantes.<br />
Tipo E : Constituido por 'lvillasll o T1campamentos". Viviendas<br />
de emergencia, algunas de tipo l'media-agual', techos de pizarreños<br />
o fonolita, electrificación provisoria, agua potable en común<br />
(un pilón cada cinco o seis casas), pozo septico o letrina<br />
(en algunos casos en común). Origen de tomas de terrena o de<br />
erradicaciones recientes. Predominio de obreros sin calificación,<br />
suplementeros, recolectores o "cachureros", pololeros, etc. Representa<br />
el 4% del total de poblaciones y concentra el 5% de sus<br />
habitantes.<br />
Las poblaciones comprendidas en los grupos B,C y D, parti-<br />
cularmente los dos primeros, concentran toda la amplia gama de<br />
organizaciones comunitarias típicas, vale decir: Juntas de Vecinos<br />
(una por cada sector de población), Centros de Madre (20-30 por<br />
grupo), Clubes Deportivos (15-251, Centros Culturales (1-101,<br />
Centros Parroquiales (uno por sector), Cultos Evangelicos (3-5<br />
por sector), etc. Este tipo de organizaciones es más escaso pre-<br />
cisamente en los grupos extremos, A y E, vale decir en las pobla-<br />
ciones de nivel socio-económico más alto y más bajo respectiva-<br />
mente.
Ei. córijun+a "ae -la %íf%de.$.tructura de gervicios , escuélas<br />
básicas, 'cbchas depo&vas, centros comunitarios, policlinicos , .<br />
bomberos~~centros ~omerciáleB,'etc.. se encuentran c6ncent~ados - .<br />
de @eferericii en las p&laci~nes Corvi (tipos B--y C, Colin- :
. ,<br />
En este primer capítulo nos limitaremos a reseñsar aquellos<br />
indicadores más gruesos y generales que apuntan a perfilar las<br />
principales características de la situación ocupacional de la<br />
fuerza de trabajo en el, Gran Santiago. Con ello pretendemos<br />
describir - en su especificidad y en su evolución en el tiempo -<br />
el marco estructural en el cual se- inscribe nuestro objeto de<br />
estudio ,<br />
En Un segundo nivel de análisis procuraremos detectar la<br />
significación social concreta y cotidiana que tales indicadores<br />
representan en la realidad laboral, familiar y vecinal de nues-<br />
tros sectores en estudio.<br />
~ndicadores generales de desocupación:<br />
1. Tasas l<br />
_ S '<br />
Examinando los resultados de la Encuesta de Ocupación y . -<br />
Desocupacibn en el Gran Santiago realizada por el Departamento -<br />
de Economía de la Universidad de Chile, en los Últimos años<br />
(1965-1977)observamos que las tasas de desocupacián y cesantla , .. .<br />
manifiestan un similar y correspondiente. comportamiento tanto<br />
en el rango de sus fluctuaciones como en la dinámica de su evo-<br />
1/<br />
lución en ,el .tiempo- .<br />
.En relación a egte comportamiento se perciben tres.períodos.<br />
claramente diferenciables ,en el tieppo. .El pripepo de ellos - .<br />
- marzo- de -1965 a ,marzo de 1971 - muestra un leve incremento de .<br />
las tasas de desocupaciÓn y cesantía, elevándose de un 6$ y un<br />
5% a un 8,2% y un 6,7% respeetivamentg. En un segundo mqmento -<br />
.a partir.de este Último mes y hasta junio de 1973,cqbia la<br />
dirección de este movimiento, observándose un claro descenso ,.<br />
-- - -- - - i<br />
-<br />
1/ Cfr. Cuadro 1, Anexo 1.
de estas tasas que decrecen ,a un 3,1% y un 2,1%. Correspondientemente,<br />
la tasa de los que 'buscan trabajo por primera<br />
vezv!&' dada la fluctuación paralela de las tasas precedentes,<br />
muestra un valor prácticamente constante, fluctuando en el<br />
entorna d&l 1%.<br />
En un tercer momento, desde junio. de 1973 en adelante, este t<br />
1<br />
comportamiento observado se altera bruscamente. En una etapa '<br />
inicial, entre .septiembre y diciembre, que podríamos denominar<br />
etapa de transiciÓn, se observa un notorio incremento de las<br />
tasas reseñadas que se elevan a nn 3% y un 5% respectivamente.<br />
Dicho incremento no puede considerarse como el reflejo de un<br />
nuevo ordenamiento económico, sino más bien como el producto de<br />
las alteraciones generales del proceso nacional ocurridas entonces.<br />
Distinta es la situación durante la etapa que transcurre<br />
entre los meses de febrero de 1974 y abril de 1975 donde puede<br />
observarse un importante y significativo incremento de estas<br />
tasas que ascienden de un 7% y un 5% a un 13,3% y un 9,1% y que<br />
corresponden ya a la aplicación de un programá de desarrollo<br />
econdmico suficientemente definido - política gradualista del<br />
Ministro Leniz. Dichas tasas reflejan las contracciones del<br />
gasto público, el traspaso de las empresas estatales al área<br />
privada, la racionalizacl6n de la Administración Pública, etc.<br />
propiciadas por esta política.<br />
Este proceso de fuerte y progresivo incremento de las<br />
- . r<br />
indicadas alcanza sus topes máximos a de la apli-<br />
cación del "shock treatmentl' que comienza a implementarse, -<br />
bajo la gestión del Ministro Cauas en abril de 1975. Durante<br />
-. ,<br />
estos meses hasta marzo de 1976, las tasas que examinamos alcanzan<br />
sus valores máximos de 19,9% y 14,8% respectivamente.<br />
Finalmente y correspondiendo a la etapa denominada de recuperación<br />
dichas tasas tienden a decrecer alcanzando en diciembre-de 1976<br />
a un 13,6% y un 10%. Los Últimos datos publicados a la fecha<br />
4
. .<br />
- marzo de 1977 - nos entregan valores de 13,9% de desocupación<br />
y 9,5% de cesantía. .<br />
A lo largo de todo este Último lapso de tiempo - junio del ,<br />
73 a marzo del 77 - la tasa de los que "buscan trabajo por pri-. . .<br />
mera vezff muestra un progresivo incremento que va de un 1,2% a<br />
un 5% en marzo de 1976. En septiembre de ese mismo año desciende<br />
a un 3,5%, volviendo a subir en marzo de 1977 a un 4;4%, alterándose<br />
definidamente la uniformidad constante y tradicional de<br />
su tendencia.<br />
2. Significación en términos reales.<br />
, . Si bien las tasas reseñadas constituyen habitual y general-<br />
mente 'los indicadores más frecuentemente utilizados para des- .:<br />
cribir la situación ocupacional de la fuerza de trabajo y sus<br />
tendencias en el tiempo, sin embargo, no'dan razón del volihen '<br />
de individuos directamente afectados por esta situación. De<br />
al
del orden de 49.800 desocupz.dos, -'elviendo a las cantidades<br />
de mar& dz '1965, e ficlusc, ~ej~r~ndolss. . .. ,., -<br />
-<br />
de desocÚ$aci~n represorí-i-a?3 parc. 2971 U: pvomedio anual de<br />
.-<br />
115.800 de8m?upa&s, :@le si;heri c. 2CO. RGU cm10 promedio en ,1975,<br />
para alcanza~ a 2" 9.237 -en 2-1 -5c 7376. Comparando los meses .<br />
. -<br />
que delid-tm es% teroer ~~meri-o,. vale decir los meses de junio<br />
. .<br />
de 1973 y marzo de 1377, Vbsenvanos que e lo lwgo de estos tres<br />
-años y medio-se ui? ir,l:r~me~ito de la desocupación que al-<br />
canza a un 426,i%. ñ su vez la cesantía crece en un 44L,O% y ,<br />
los que buscan trabajo por primera vez, en un 396,6%.<br />
. -<br />
- Las cifras.consignadas pala el mes de marzo de 1977: 185.200<br />
desocupados distribuidos en 126.500 cesantes y en 58.600 que<br />
buscan trabajo por primera vez, de ningún modo c~nsideran el total<br />
de personas afectadas p o ~ esta situaciGn, vale decir no j<br />
incorporan<br />
,<br />
los familiares depenk:'.:--n-tes c'e estos desocupados. En este sen-<br />
tido, consid~rando sÓin a los cesaqtes, y suponiendo 3,5 depeni,'<br />
.<br />
dientes pcir cadz unc dc ellos- ,. 2 ;aixi,--?es conuignados se<br />
elevan a 443,100 oersonas ayectadas.<br />
. *<br />
El análisis de estas cifras noz demuestra que los volúmenes<br />
de desocupaciÓn existentes m la üc-kualidad sobrepasan y exceden<br />
. -<br />
la evolución y 6i.ceccic:l dz L.5 tenciencias opservadas en las<br />
últimas &cadas. Las fzsas v vol-hlc-iies de desocupación que se<br />
8 .<br />
obsepvan a pmtk? de mz~zo de 1g76 hasta la fecha, es decir<br />
Ir<br />
durante el perfic-5.; ?_~~.arll~d~ de rcc7cl~e?a-f6n", si -bien manifkstan<br />
un progrecim ?esce~is3~ sin enhmgo, en ningún sentido log-ran<br />
aún recupersr 19s í-aLorrL: t;7adicio~op a+i&li.os que incñnporen por primera vez al<br />
trabajo. En efzc-co, si exanfn-anos los seis primeros años del<br />
- 1/ Seguimos el crite~io sdoptzdo por los Informes Económicos<br />
de OT>EPuN.
periodo analizado (marzo del 65 a marzo del 711, observamos un<br />
incremento de la fuerza de trabajo de un 45,6% que representa<br />
un aumento de 206,200 personas. - . De ellos, el 83,17% pasan a -<br />
ocuparse y el restante 16,83% quedan en situación de cesantías,<br />
. .<br />
o en búsqueda de trabajo por primera vez. Por otra parte se<br />
observa un incremento de un 54,4% de inactivos, 149.700 en<br />
números absolutos. En cambio, en los Últimos tres años y medios<br />
considerados (junio del 73 a marzo de 1977) hay un aumento de<br />
201.600 personas en la fuerza de trabajo -57,37% - aumento<br />
. ,<br />
superior al del período precedente, sin embargo sólo el 25,6% -<br />
de estos pasan a ocuparse, como desocupados el 74,4%<br />
restante. Consecuentemente el volúmen de inactivos baja en un<br />
21.06% en relación al período anterior. A la vez, el porcentaje<br />
de cesantes y de los que buscan trabajo por primera vez - cuyoincremento<br />
en los primeros seis años fue de un 54,7%-y"de un<br />
. r-<br />
134,4% se eleva en este Gitimo ~erfodo a un 441,03% y a un<br />
396,61% respectivamente.<br />
Es esta constatación la que nos demuestra-que el fenómeno<br />
de la desocupación existente. presenta caracteres totalmente dis-<br />
tintos a los observados, tradiciÓnalmente, no tan sólo por sus '<br />
- *<br />
volúmenes y proporcionessino por la diferente composici~n social<br />
de los sectores afectados. ¿1 fenómeno actual exceda los efectos<br />
v -,<br />
de las alzas y bajas propias de las economías de 10s'~aíses sub-<br />
. '<br />
desarrollados $ dependientes. ,Lo característico de la &tuación<br />
actual estriba en-que los nué
. En función de estos mismos objetivos, nos resta referi nos<br />
a dos aspectos complementarios. El primero de ell~dice releción<br />
al diferencial impacto determinado por esta crítica situación en<br />
las diversas actividades econÓmicas, el segundo, a modo de nota<br />
metodológica se remite a la representatividad de la encuesta que<br />
ha servido de base para este análisis.<br />
Dentro del conjunto de las diversas actividades económicas<br />
- productoras de bienes, de servicios, transporte, comunicaciones,<br />
etc. - tradicionalmente los grupos más afectados por la situación<br />
de cesantía son aquellos pertenecientes a las actividades de la<br />
industria manufacturera, la construcciÓn, el comercio y los ser-<br />
vicios personales y de los hogares. En efecto, y considerando<br />
sólo - - el año 1976 y el primer trimestre de 1977, del promedio<br />
de 156.985 cesantes existentes en este lapso, los grupos indicados<br />
concentran el 79,75%, porcentaje que se distribuye en los<br />
siguientes t6rminos: Industria manufacturera, 32,04%; Construcción,<br />
18,7%; Comercio, 12,98% y Servicios personales y del hogar,<br />
16,03%. Al interior de estos grupos, y considerando la fuerza<br />
de trabajo ocupada en cada uno de ellos, la Construcci6n concentra<br />
el 33,0% de cesantía; los Servicios personales y del<br />
hogar, el 12,2%; la Industria manufacturera, el 14,6% y el Comercio,<br />
el 9,8%. Son los grupos de estas ramas los que sufren<br />
con mayor intensidad el fuerte impacto de esta situación. Es<br />
por ello que en reiaci6n al análisis de las estrategias de supervivencia,<br />
la conducta desarrollada por estos sectores constituirá<br />
un objeto preferencial de nuestro analisis.<br />
3. Nota metodol6gica.<br />
La situación descrita, que en términos generales nos define<br />
el contexto estructural de la situación ocupacional de la fuerza<br />
de trabajo en el Gran Santiago, en nuestra interpretación no cons-<br />
tituye una expresión suficientemente representativa de la real<br />
magnitud que asume el problema del desempleo. En efecto, más<br />
allá de la utilidad, seriedad y corrección de este trabajo del<br />
t
- 13 -<br />
Departamento de ::L xmrnía de IU 'Universidad de Chile que se viene<br />
realizandc desde décadas, a nuesrro ju:icio los indicadores reseñados-<br />
tienden a subvaluar la mzignitud del. fen6rnmo en estudio.<br />
Esta subvaluacióri se refieie princt;~almente a determinades<br />
caracter%~t'-x-c del instrumento icetodol6gico utilizado en la<br />
confección de estos datos.<br />
En primer tsrmino, esta encuesta que cubre alrededor de<br />
3.500 grupos faniliares del Gran Santiago - 15.000 personas -<br />
recoge la infornaoión sobre la base de una muestra de hogares<br />
considerado como universo marco muestral. Aun cuando las<br />
cifras expandidas a esa población han sido actualizadas por el<br />
Depto. de Economía, utilizando las cifras del Último censo de<br />
población (19701, e!. propio marco :.~:isliil o definición del uni-<br />
verso del Gpan Santiago no 3a sida actualizado con posterioridad<br />
al censo. Elid Iinplicü neccsa~iamente yzo importantes sectores<br />
poblacionales perisfór~icos o "marginales" de la urbe - donde se<br />
concentra fuertemente c1 rneyor crecimiento poblacional - no<br />
estén ~epresentaclos en la muestra. rsto, obviamente introduce<br />
sesgos en las estimaciones y? par~icuisrrnente,:en la estimación<br />
de las tasas y vol&nanes ds-población ac-civa o fuerza de trabajo<br />
cesante y desocupadas. -Estas eubestímaciones se explican por<br />
cuanto en esos sectores. &e población ''nueva" -ciende% a concentrarse<br />
la , , fuerza de trabajo 2elativamente m6s joven (rnigrwtes ruralurbano,<br />
por ejemplo: y con menores posibilidades de empleo estable.<br />
A lo anterior se agr2ga el hecho de que,en esas goblaciones<br />
"marginales1' - Ee emplazaniento bs'-itacional más difuso - es<br />
más proSüb1.e que haya suberumaración de viviendas y hogares y .<br />
se subestime el total de cesantes, los que por su propia condición<br />
de desocupados son altamente . "móviles"<br />
. con sus familias.<br />
:<br />
. Hay sin emb:i.go otras fuentes ae subvaluación o subestimación<br />
dels volÚmen y tasas de cesantía y dssocupaciÓn, Tal vez la más<br />
importante al respecto, dice relación con el csrscter extraordinariamente<br />
esbicfo de 1& definición de llcesante". El 1nstit6to<br />
de Economía - siguiendo 12s definiciones ya tradicionales en -la
materia - considera como cesante a aquellas personas que en la<br />
semana de referencia de la encuesta estaban de- pero que<br />
habían trabajado antes y habían perdido su empleo y que ademgs<br />
durante esa misma semana habían hecho gestiones concretas para<br />
encontrar trabajo. De allí que, en nuestra interpretación, un<br />
porcentaje importante de los que normalmente debersan aparecer<br />
como cesantes pasan a engrosar las filas de los "inactivos con<br />
deseos de trabajar", toda vez que los resultados infructuosos<br />
en la búsqueda de empleo va generando un ej&rcito de "desalentados"<br />
o "cesantes potenciales1'. Por cierto la encuesta los<br />
detecta, pero no como parte de la fuerza de trabajo. Por-otra<br />
parte, aquellos que perdieron sus puestos de trabajo y que durante<br />
algunas encuestas aparecieron o pudieron aparecer como cesantes,<br />
según esta definici6n estricta - se acomodan de alguna manera en<br />
. -<br />
la actividad productiva en trabajos esporádicos, inestables y<br />
de baja remuneración. Cuando este es el caso, y esas mismas<br />
personas continuaron haciendo gestiones para encontrar trabajo<br />
mejor remunerado, la encuesta los considera "cesantes con pololof';<br />
desgraciadamente los datos proporcionados no presentan esta infor-<br />
mación desagregada del conjunto de cesantes. Por cierto, el<br />
resto, vale decir aquellos que se encontraban haciendo pololos<br />
y no buscaron trabajo en la semana de referencia, aparecen como<br />
ocupados. en la encuesta: son aquellos que engrosan las filas de<br />
los subocupados, conjuntamente con aquellos que estando ocupados<br />
reciben remuneraciones por debajo de la remuneración media de<br />
las distintas actividades.<br />
Por Último, se encuentran los desocupados abiertos entre<br />
los inactivos - en parte ya considerados entre los que denomi-<br />
namos "desalentados1' o "cesantes potenciales:'- que son todos -<br />
aquellos que en la semana de referencia no hicieron gestiones<br />
para encontrar trabajo pero que declararon que sí tenían deseos<br />
de trabajar una jornada parcial o total. Su evoiuci8n en los<br />
Últimos tres años, indica que hay un crecimiento importante que<br />
se debe tanto a la necesidad de que parte de la población inactiva
se incorpore a la fuerza de trabajo a fin de complementar los<br />
ingresos familiares, como al incremento d-e los cesantes "poten-<br />
ciales'' o "desalentados" que aparecen fuera de la fuerza de<br />
traba j o.<br />
En síntesis, la encuesta referida entrega tasas de cesan-<br />
tía abierta que con toda propiedad puede afirmarse que consti-<br />
tuyen un límite inferior del realmente existente en el Gran<br />
Santiago. En cuanto a la desocupación abierta entre los inac-<br />
tivos, la encuesta hace estimaciones en las que no es posible<br />
determinar si se trata de "cesantes potenciales1' o inactivos no<br />
incorporados previamente a la fuerza de trabajo. Tampoco permite<br />
distinguir a los cesantes con "pololou del resto de cesantes.<br />
Por Último, los datos no son los más apropiados para estimar el<br />
subempleo que determina el grado de desocupación abierta equi-<br />
valente.
1<br />
11. MANIFESTACIONES DE LA SITUACION DE POBREZA Y CESANTIA.<br />
Luego.de haber bosquejado en términos gruesos y generales<br />
el contexto estructural de la situación laboral de la fuerza de<br />
trabajo en el Gran Santiago, en la actual coyuntura, circunscribiremos<br />
nuestro análisis descriptivo a las formas y modos en que<br />
esta situación general se expresa concreta y existecidmente en nuestro<br />
universo de estudio.<br />
En nuestro desarrollo entregaremos para cada uno de 10s<br />
aspectos a tratar una breve síntesis descriptiva y luego - de<br />
forma preferencial - recurriremos a consignar la propia percep-<br />
ción e interpretación de nuestros entrevistados. Pensamos que<br />
de esta forma logramos aproximarmos a nuestra problemática desde<br />
variados y complementarios ángulos de enfoque, respetando al mismo<br />
tiempo el valor intrínseco de los datos.<br />
1. La, cesantía y sus tendencias. . .<br />
Las tendencias que se perciben en la situación de cesantía<br />
son consideradas en función de tres distintos niveles de análisis.<br />
Un primer nivel describe este proceso vinculándolo a las principales<br />
alternativas que se manifiesta la aplicación de la-polgtica<br />
económica a lo largo de estos años: el > . momento inicial . - de reorientación<br />
general del sistema, su etapa gradualista y el período<br />
del f'schock treatment". En un segundo nivel se visualiza eoe<br />
proceso en función del progresivo estrechamiento del mercado de<br />
trabajo, 'considerando como indicador la percepcidn que el cesante<br />
va desarrollando frente a los organismos asistenciales y las distintas<br />
m'odalidades que manifiesta este acceso. Finalmente ge<br />
considera . . esta sitkción de cesantía desde el punto de vista del<br />
progresivo desplazamiento de las necesidades que.pretenden satisfacerse<br />
y de los contenidos de sus expectativas. Reseñaremos<br />
a continuac.iÓn cada uno de estos enfoques:<br />
"La ces&&a como fenómeno generalizado, comienza a . . .<br />
manifgstarse en estas poblaciones unos 8 6 9 meses<br />
con posterioridad a septiembre de 1973, y ya en forma<br />
grave a partir de la política de Cauas. Existe una
diferencia cuantitativa y cualitativa: de pocos casos<br />
conocidbs comienzan a conocerse más y más, ahora ya no<br />
se trata de jefes de familia alcohÓlicos despedidos del<br />
trabajo, de fracasados o sin habilidades o de casos<br />
aislados de injusticia, sino del tipo especializados,<br />
con muchos años de trabajo, con capacidad y habilidad.<br />
' Esto con altos y 'bajos alcanza su culrnbre a partir de<br />
los meses de invierno de 1976. Del mismo modo aumenta<br />
el tiempo de cesantia. Normalmente, antes del 73 existía.<br />
. cesantía en la construcciÓn a fines de año, ahora se<br />
nota mucho más. Ahora existe dificultad en los 'Ypololos"<br />
habituales, se pinta menos, se repara menos, etc. Antes<br />
podían esperar y buscar algo mejor, ahora cualquiera a-<br />
cepta cualquier cosa".<br />
"En 1973 la cesantía era por motivos políticos; por mo-<br />
tivos econÓmicos es hacia fines de 1974 con las conse-<br />
cuencias de la politica económica, y siguió en 1975 ade-<br />
lante",<br />
. .<br />
, , "Cuando se.desarrollÓ con f.uerza la situación de cesant5a<br />
- no habia conciencia de lo que esto podría durar. Además<br />
estaban las promesas: la nueva política económica.. .<br />
que esto se va a arreglar, etc. Esto, mal que mal le<br />
llegaba al trabajador ... esta situación, siempre en ~Ús-<br />
queda de trabajo es por lo demás ha3itual en la familia<br />
obrera".<br />
- , Viene luego un primer acceso-del cesante a los organis-<br />
mos asistenciales existentes entonces. Este primer acceso<br />
era digno: el pedir trabajo, una recomendación, no es<br />
humillante. Esto duró un tiempo, cada vez con menos po-<br />
sibilidades de conseguir algo y cada vez aumentando la<br />
frustración. Dicen, "estos organismos nc pueden ayudar<br />
mucho, es algo, una recomendación, una ayuda!'. Al ver .<br />
lo limitado de estas posibilidades, el cesante considera<br />
esta ayuda pero por si acaso, por no dejar un camino po-<br />
síble, para que no le digan que había esa posibilidad y que<br />
la dejó. Incluso en la actualidad cuando se conoce la po-<br />
sibilidad de algún tipo de trabajo existente, pasa lo mismo<br />
que. antes y se extiende la informacibn como una mancha de<br />
aceite. Este interés, al igual que en la primera etapa,<br />
' Z versitarios,<br />
alcanza a obreros calificados, maestros, empleados, uni-<br />
ingenieros, técnicos, gente con conciencia<br />
de tener algo valiosa, que ha seguido cursos de Inacap,<br />
especialistas, con responsabilidades"<br />
"En síntesis, hay un desplazamiento de la esperanza, primero<br />
se busca trabajo, después si pide ayuda es para movilizarse<br />
y buscar trabajo, luego, lo mínimo para hoy: movilizaciÓn,<br />
remedios, alimento mínimo para Los ni5a.s ese día. Este<br />
desplazamiento de la esperanza eszun indicador importante1'.
Manifestaciones generales: --<br />
Las manifestaciones o expresiones generales del problema de<br />
la cesantía son consideradas en función de las condiciones socio<br />
econÓmicas~concretas que tradicionalmente han caracterizado la<br />
situación de vida de estos sectores. En este contexto que agudiza&us<br />
repercusiones, se destacan las dificultades de la bÚsqueda<br />
de trabajo, las insuficiencias de los mecanismos alternativos<br />
que se adoptan, las alteraciones y privaciones en los h6bitos.de<br />
consumo,--etc. Por otra parte, estas manifestaciones<br />
son referidas a la diferencial situaciÓn laboral de los grupos<br />
afectados : cesantes '~crÓnicos" o trabajadores marginales, y<br />
cesantes' "reales" o trabajadores habituales. Finalmente se<br />
entrega una apreciación general y sectorizada del voiúmen de<br />
cesantía existente en estos sectores.<br />
- -<br />
"El nivel socio económicos ha sido siempre bajo en estos<br />
sectores, con problemas de alimentación, vivienda,<br />
salud, etc., determinados por el problema económico.<br />
'Tras un fenómeno de cesantía estamos enfrentando<br />
muchos otros problemas de tipo socials'.<br />
"Gente que nunca ha tenido necesidad de'trabajar, ahora<br />
busca trabajar en lo que venga, ni siquiera eso es sa-<br />
-1ida circunstancial o de parche, pues si se encuentra<br />
el pololo es tan miserable que no alcanza para el ali-<br />
mento ni para el pago de agua, luz, arriendo, ni recetas,<br />
incluso ni para movilizaciÓn. Las necesidades básicas-<br />
no se están satisfaciendo en el sector". , - . - , . . ( .<br />
"Ahora se le da prioridad a los niños, los adultos comen<br />
cuando queda ... El adulto pasa a puro té, les pregunto . - .<br />
-cqué comen y qué número de comidas, responden: papas,<br />
zapallo, tallarines, sin plata para verduras, comen<br />
sopas de pan y trigo cocido"; "Hay gente que prefiere<br />
,<br />
-'dormir para no sentir hwre. - Gente que no come en el<br />
dia es mucha, comen una vez al día, a veces una sóla vez<br />
en todo el fin de semana, el resto lo pasan a té y pan.<br />
-Comida a base de papas sol?s, cuando estaban baratas.<br />
Algunos plantan en su jardin (les dura 15 días, o un mes<br />
en el año). Gente que come una vez al día es frecuente".<br />
"Hay diferentes tipos de personas con problemas. Primero,<br />
los cesantes crónicos: gente que desgraciadamente<br />
nunca ha podido trabajar en forma estable, por capa~itación<br />
laboral mínima, por problemas culturales y condiciones de<br />
vida y el bajo nivel socio económico que determina todo
esto. Cesantes crónicos hay, siempre han existido,<br />
pero no un niirnero tan importante como ahora. Esta<br />
situación actual hace que eso se desarrolle, incluso<br />
>-cesantes crónicos que habrían podido salir de esta<br />
- -situación ahora están imposibilitados de ello. Han .-<br />
ido en aumento y se va notando más. Segundo, el ce-- - %<br />
.sante real, o común. Gente que siempre ha tenido - -<br />
trabajo y salario y que por problemas de tipo eco-<br />
nomicos no está trabajando y tampoco tienen ninguna ,-<br />
posibilidad de encontrar trabajo. . En esta población hay<br />
treínta o cuarenta industrias impo~tantes que por quiebra<br />
: están cesantes recientemente o desgraciadamente han<br />
quedado en condiciones bastante malas, incluso, sin los<br />
beneficios sociales y laborales mínimos, tramitando sub-<br />
sidios, jubilaciones que no se las han pagado. Sólo<br />
excepcionalmente han respetado esos derechos. La mayoria;,<br />
prácticamente en la calle y con trámites burocráticos<br />
crecientes por subsidios, asignaciones, incluso sueldos<br />
atrasados y sin libreta, lo que les impide acceder a<br />
otros trabajos y al S.N.S. Situación bastante mala, s.in<br />
posibilidades de trabajo. y sin ninguna perspectiva por<br />
el momento, y sin haber sido respetados sus derechos como<br />
traba j ador<br />
"Hemos tratado de tener cifras de cesantía, pero es di-<br />
ficil medirlo. En algunos campamentos alcanza a un &O%,<br />
eso pensado fríamente es una cifra horrorosa, no cuenta:<br />
ese 80% con ningún ingreso económico para subsistir",<br />
"Recogiendo diversos dates generales de esta zonaY2se<br />
calcula un 30% de cesantía, porcentaje que considerado<br />
en los~campamentos, villas y poblaciones mas pobres, sube<br />
al 60% y el 80%".<br />
3. En Poblaciones:<br />
En nuestra intención de apreciar - los contenidos sociales<br />
subyacentes a las cifras generales de desocupación y cesantía,<br />
y tal cual-ello se manifiesta en los sectores urbanos y marginales,<br />
entregaremos - en un'segundo nivel de concreción - al?<br />
gunos rasgos que definen las modalidades que este fenómeno d&<br />
la cesantSa asume en concyto en las poblaciones previamente<br />
descritas en nuestra introducción. Ello nos permitirá apreciar<br />
en mejores condiciones la situación real a partir de la cual<br />
se implementan las diversas estrategias de supervivencia que<br />
analizaremos más adelante. La información que consignaremos -<br />
si bien no cubre todo nuestro universo - nos demuestra que e<br />
incluso en poblaciones de niveles socio econÓmicos relativamente<br />
aceptables, el problema de la cesantía y de sus consecuencias
adquiere importante significación.<br />
Población 1. (cfr. Tipo D, subtipo 2) "Son tres poblacio-<br />
nes con casas definitivas, sitios particulares. No funciona<br />
La Junta de vecinos, la gente no quiere participar, ni re-<br />
ciben ayuda. Los intentos de reorganizaci8n no han te-<br />
nido éxito, esto implica basura en las calles y graves<br />
problemas de salud. Acaba de crearse un prostíbulo.<br />
Cuando hay catástrofes - cuatro casas incendiadas hace<br />
poco - no hay ningún tipo de ayuda a pesar de las visitas<br />
. de los funcionarios, sólo ayuda de vecinos. La situación<br />
' económica es crítica, muchos casos de jóvenes que salen<br />
a trabajar por la comida en casas particulares. Muchos<br />
postulantes al PEM que no quedan aceptados. Varios llegan<br />
a los Comedores, sólo quedan los casos más urgentes1'..<br />
Población 2. (cfr. Tipo D. subtipo 1) "Es un sector de<br />
casas-quintas de propietarios. Es la población más ant$pa<br />
del sector, tiene de 30-40 años. La mayor parte son .:<br />
allegados y arrendatarios, es muy variable. Hay casas<br />
sólidas y de madera, generalmente las casas de arrenda-<br />
tarios y allegados son de madera., - Hay gente de buen<br />
nivel económico. En esta población hay un comedor in-<br />
fantil con 56 niños, hijos de cesantes. Hay un 70% de<br />
desnutricih, madres abandonadas, viudas, padres cesantes<br />
y gente del PEM. Muchas veces, gente que era de buena<br />
posición tienen que vender lo más valioso. Representa<br />
esta realidad la situación de un 30-40% del sector por<br />
blacional. En esta Población hay un grave problema. La<br />
Nunicipalidad midió los terrenos y construcciones de todo<br />
tipo a fines de 1976, este año están cobrando los derechos<br />
de construcciÓn que van ae $250 hasta $8.000, con plazos<br />
de tres meses para pagar, incluso cobran por los galli-<br />
neros. Mucha gente debe, desarmar piezas y galpones por<br />
no tener con que pagar". -<br />
Población 3. (cfr. Tipo B. ' subtipo 2 1 "Esta cuadra ' por ,<br />
ejemplo; es una cuadra como cualquier otra de la po-<br />
blación. Aquí al lado esth cesantes, la señora 'se pros-<br />
tituye y también Ia'hija mayor. En la otra está cesante<br />
el hijo y el marido de la hija. El otro señor es iapatero.<br />
Más allá uno que est4 cesante desde hace seis meses.<br />
Su vecino trabaja. Trabajan en dos casas más. En-otra<br />
casa son 12 hermanos, dos-se fueron a Argentina,-otro<br />
está en el servicio militar, la mamá sale a trabajar a<br />
las 5.30 de la mañana y llega a las 11 de la noche. En<br />
esa otra casa trabaja la madre. En esa otra están cesan-<br />
tes desde hace'ocho meses, en la Última la señora tra-<br />
baja en un restaurante de 7 de la mañana a 11 de ,la .<br />
noche" . . .
4. En Campamentos:<br />
Las expresiones de la situación de cesantía y de bajos<br />
. t i<br />
ingresos ya-reseñadas, adquieren en estos conglomerados - cam-<br />
pamentos o-villas - sus caracteristicas más ,graves y extremas.<br />
-r<br />
. <<br />
Hambre-, desnutriciÓn, desintegracih familiar,, inseguridad<br />
incluso en los pololos, conductas desviadas,. etc. son algunos<br />
de los elemento; que configuran esta realidad y que unidos a<br />
las precarias condiciones de la vivienda, bajos niveles culturales<br />
y de caiificación, tornan más agudo y permanente el problema,<br />
as% como mas dificultosa su eventual~superaciÓn. Esta situaci6n<br />
.<br />
cobra mayor significación<br />
, . aún, si se consideya que no, es patrirnonio<br />
bico y exclusivo de este cbnglomerado de viviendas, toda<br />
vez que este mismo tipo de condiciones de vida se encuentra.<br />
representado en mayor o menor grado en cada uno de los res-<br />
. --<br />
tantes s&tores poblacionales.<br />
~ab~amento ¡. "Es un campamento que se 6riginÓ de una<br />
toma de terreno. La mayoría son subproletarios, es un,<br />
c+rnpamento bastante pobre. Más del 50% son madres aban-<br />
donadas ... el m#ido se va a trabajar a otro lado, o se<br />
aburre. Alto índice de alcoholismo., El problema de<br />
salud es grave en niños y adultos. Las casas son tipo<br />
"media-aguait. Se ve resignación y apatía bastante fuertes.<br />
Esfán como hundidos, muchos enfermos de neurosis. Algunos<br />
'se curan con-cualquier clase de-alcohol, se vuelven locos -<br />
uno incendió su casa. En una casa, conozco una mujer de<br />
24 años con 7 niños desnutridos y el marido tuberculoso.<br />
Debieron quemar las sillas y pedazos de tablas de-las<br />
paredes para calentarse. La gente para vivir vende-todo<br />
lo que tiene, empeñan enseres -y.nunca lo recuperan. Es<br />
general que cambien el pizarreño por fonolas,. Se xoban<br />
bastante entre ellos, incluso muchos medidores de agua.<br />
,. -Temen los robos aun de día".<br />
Campamento 2. "Aquí hay 600 familias, 3000. habitantes<br />
aproximadamente. Sin pavimento ni áreas verdes ni luz.<br />
Un caño o pilón de agua cada 25 casas. Un pozo negro..<br />
para cada 5-6 familias. Casi todos son postulantes a<br />
viviendas, la mayoría con muy pocas cuotas Corvi.(10-20).<br />
Casas de, madera tipo "media-aguaft generalmente de dos<br />
piezas, techos de fonola, patio pequeño. Sólo existen,<br />
negocios chicos, una Escuela y un ~ ardh Infantil parroquial.<br />
Aquí existe gran índice de cesantía, casi todos<br />
del gremio de la construcción, muchos pequeños artesanos<br />
también. Muchos casos sociales crónicos: ciegos, mendigos,
madres abandonadas y viudas con hijos, ancianos solos.<br />
Ingresos bajos o no existen, 80% de cesantía. Existe<br />
todo tipo de patología social: alcoholismo, enfermedades<br />
mentales, mendicidad, etc. Delincuencia hay, pero no<br />
es tan notoria, es difícil dar porcentaje pues es muy<br />
variable su situación. Las madres deben trabajar como<br />
lavanderas o como obreras en industrias si hay vacantes,<br />
muchos viven de ayudas o de la caridad de vecinos o de .<br />
asistencia en la Iglesias. Muchas familias viven de allegados,<br />
hay una enorme cantidad con hermanos, con hijos,<br />
abuelos, etcl'.<br />
Campamento 3. "N.N. es un obrero cesante de la construcción.<br />
La madre es dueña de casa, el grupo familiar es de 10<br />
personas. Dos de los ocho hijos estudian. El mayor de<br />
15 años dejó el estudio y hace pololos ocasionales. No<br />
- existeingreso estable. El padre hace pololos ocasionales.<br />
Tres niños con problemas de nutrición asisten a un Comedor.<br />
La casa es una g'media-agua's, luz cortada desde hace un año;<br />
agua de pilón común, pozo sépkico. Tienen sólo tres<br />
,camas en mal estado para estas 10 personas, es el Gnico<br />
mobiliario existente. No tienen enseres. Una hija de<br />
12 años es enferma mental. Los vecinos están en igual<br />
situación, se ayudan a su manera entre ellos. General-<br />
,- mente se concentran las familias. Muchos van al campo,<br />
a su lugar de origen, vuelven porque allá la situación<br />
está peor. Este caso representa el término medio de este<br />
campamento. Muchos padres alcohÓlicos, mucha epilepsia".<br />
Campamento 4. "En este campamento hay como 500 familias a-<br />
- proximadamente. Desnutrición infantil y de adultos. Alcoholismo.<br />
Machismo muy fuerte, sólo el hombre habla en<br />
las.entrevistas. Fuerte deserción escolar por falta de<br />
ropa, graves problemas de salud. Hay prostitución, en<br />
dos Comedores hay mujeres que se han prostituido y mandan<br />
a sus hijos allí. Apatia frente a las actividades- vecinales,<br />
antes todos participaban, ahora nadie. Los niños<br />
pasan en la calle todo el día. Gran espíritu de sacr.ificio<br />
en la mujer. Fuerte sentido de-solidaridad ante<br />
- hfermédades , muertes, etc. " .<br />
, . 5. VisiOn &iplementaria: - r'<br />
información anterior se agrega un enfoque complemen-<br />
taf3 q¿e observa la realidad en cuestión desde un punto de vista<br />
más particular - el ámbito escolar - pero que necesariamente por<br />
su misma representatividad en la que se cruzan los niveles con-<br />
siderados, puede suministrarnos una visión más totalizante y<br />
comprensiva. En efecto, las diversas escuelas del. sector-por<br />
razones de su misma variedad y especialización no sólo absorben
el estudiaqtado.de la población en que están ubicadas sino que<br />
extienden su radio de acción hacia otros conjuntos habitacionales.<br />
A partir tanto del proceso de selección de alumnos qke pos-<br />
tulan al almuerzo escolar, como de las diversas conversaciones<br />
con padres y apoderados, nuestros entrevistados delinean el si-<br />
guiente cuadro ilustrativ~ de-,la situacisn socio económica' de<br />
las familias del alumnado y de las, principales manifestaciones<br />
de la situación de cesantsa. Se trata, evidentemente, de un<br />
cuadro ilustrativo, que combina una heterogeneidad de datos, a<br />
veces poco comparables, parciales e incompletos, pero que en su<br />
conjunto nos suministra una'visión global de esta realidad, con-<br />
firmándonos las informaciones precedentes:<br />
Escuela A. (cfr. Sector Poblacional Tipo B) "En su gran<br />
mayoria las familias del alumnado están constituidas por<br />
obreros de la construcción. Existen muchos problemas de<br />
cesantía y casos de padres alcohólicos. La inasistencia<br />
en invierno alcanza al 30%, muchos van casi desnudos, con<br />
sólo pollerita y blusa, o pantaloncitos ykamisa. Se ven<br />
los niños bien presentados pues la Escuela lo exige, pero<br />
con mucha pobreza 'y muchos apenas vestidos".'<br />
~kcuela B. (cfr. Sector Poblacional Tipo B, subtipo 2. ) "En<br />
su mayoría obreros. En un curso de 50 alumnos hay 15 'entre<br />
cesantes y familias de bajos salarios. Para el conjunto de<br />
la Escuela se calcula una proporción de un 30% de familias<br />
eniigual situación. Hay casos de desmayos, esto coincide<br />
con situaciones de cesantía, pero a veces es por mala d'istribución<br />
- les dan plata para dulces y bebidas y no para<br />
leche - y porque realmente los salarios son bajos9'.<br />
~scuela'c. (cfr.Sector Poblacional Tipo D, subtipo 1.) "En<br />
7<br />
su mayorla obreros. En un Primer Año de 37 alumnos hay<br />
5 con graves problemas socio económicos, 25 con problemas<br />
y 7 sin problemas. En un Octavo de 36 alumnos, 27 con problemas,<br />
8 en situación regular y 1 sin problemas; - Se calcula<br />
un 75% del alumnado como pertenecientes a familias en situación<br />
de pobreza. Hay poca cooperación, poco interés de<br />
los apoderados, los casos de extrema pobreza o alcohólicos .<br />
crónicos no van a las reuniones por complejo. Los niños<br />
de extrema pobreza -3 a 4 por cursJ - vienen a pies pelados.<br />
El medio.ambiente es pobrísimo, les alcanza sólo para comer.;<br />
Hay casos de desnutrición, algunos cursos realmente catastróficos,<br />
hay cursos completos en que parece que juntaron<br />
a los, más pobres, en los Primeros C., Cuarto C., Quinto C., .-..<br />
Esto es así en casi todos los cursos C y D. No llevan<br />
C i
Útiles, en la Escuela funciona un Ropero- Esco,lar para<br />
vestir a esos cursos. De los 1.300 alumnos se calcula<br />
un 50% de desnutridos, esto se ve bien, y se sabe que<br />
están a ración de té o de un pan - a veces la madre es<br />
cómoda y no les da el Fortesan, etc.".<br />
Escuela D.(cfr. Sector Poblacional Tipo D., subtipo 2.)<br />
"La mayoría hijos de obreros, pequeño número de comerciantes.<br />
20% de madres separadas, 30% de convivientes.<br />
Bajo nivel educacional de los padres, Tercero Básico<br />
como promedio. En Cuarto C de 47 alumnos, 16 pertenecen<br />
a familias de bajo nivel socio económico. Los apoderados<br />
con poca participación en la Escuela. Por necesidades de<br />
trabajo de los padres es frecuente que los hijos menores<br />
vayan quedando a cargo de los mayores en edad escolar. En<br />
estos Últimos dos años se ha notado un aumento de cesantía<br />
o de cesantía disfrazada - venta de dulces, helados, verduras,<br />
etc. Durante 1975-1976 casi la mitad de los padres<br />
dejan de pagar la cuota del Centro de Padres, por no tener<br />
cómo, igualmente no cancelan la cuota de la manipuladora<br />
$1,50. Existe gran porcentaje de alcoholismo. Influye y<br />
pesa la cesantía en los hogares, el padre abandona la casa<br />
para ir en busca de trabajo a otras ciudades mientras que<br />
la mujer debe buscar el sustento por otro lado. En relación<br />
al almuerzo escolar, en 1973 a pesar de haber una cuota<br />
baja disponible, costaba que los alumnos lo utilizaran, .<br />
pues tenían alimentos en sus casas, A-partir de 1974 esta<br />
situación fue variando, hasta la fecha en.que.10~ niños pelean<br />
para ser mandados a almorzar. Existe el problema de desnutrición<br />
en el alumnado; al realizar el pesaje de ellos se<br />
puede comprobar que más de un 90% se encuentra bajo su peso<br />
normal. En un curso, exactamente el 2% estaba en su peso<br />
normal. En el año se realizaron tres controles en los<br />
cuales no varió fundamentalmente esta situación. La fatiga<br />
y desmayo son corrientes en los cursos, especialmente en<br />
los Primeros y Segundos años. En cada curso hay 2 Ó 3 con<br />
problemas de deficiencia mental. Lo más frecuente es que<br />
recurran a la Escuela para que sus hijos reciban almuerzo,<br />
puesto que en el hogar muchas veces sólo consumen una taza<br />
de té o de yerbas. Se sabe de casos en que familias matan<br />
perros o gatos para alimentarse".
Lo hasta aqui desarrollado, constituye una primera apro-<br />
ximación a las modalidades concretas que asume la situación de<br />
cesantia y de bajos salarios en estos sectores sociales. Hemos<br />
intentado detectar aquella situación de realidad que las cifras<br />
inicialmente entregadas y referidas a las tasas de desocupación<br />
y cesantía, montos de salarios, capacidad de consumo, etc.,<br />
sólo pueden indirectamente sugerir en el mejor de los casos. Del<br />
mismo modo, este breve anglisis tiende a mostrarnos la fuerte<br />
ponderación que dichos indicadores asumen en el seno de estos<br />
sectores concretos y determinados. Por otra parte nos revela<br />
que existe un conjunto aún mayor de situaciones no consideradas<br />
ni representadas en estos cálculos: familias de bajos ingresos,<br />
inactivos, etc.y que se encuentran en circunstancias similares.<br />
Ambos- conjuntos, si bien con diferencias de grado y particular-<br />
mente de status y de autovaloración, deben compartir similares<br />
condiciones habitacionales, de consumo, estreches del mercado<br />
de trabajo formal e informal, acceso a la educacion y cultura,<br />
etc. En este sentido pensamos haber delineado a grosso &do el<br />
contexto estructural y existencia1 dentro de cuyos marcos van<br />
siendo generadas e implementadas las diversas estrategias, de su-<br />
pervivencia que' permitan adecuarse o phl2ar las concretas con-<br />
diciones de vida de nuestros. sectores en estudio.<br />
. .<br />
. ,<br />
. ,
CAPITULO 11 ., OFERTAS ALTERNATIVAS DE EMPLEO Y PROGRAMAS<br />
ASISTENCIALES.<br />
estudio.<br />
1s descrl-<br />
- idas<br />
.A -..<br />
Nuestro análisisal respecto, por las propias limitaciones<br />
de nuestro trabajo y por la naturaleza misma de sus objetivos,,<br />
no Pretende de ningún modo profundizar el estudio de estas di-,<br />
versas alternativas ofrecidas, sino más bien proporcionar un-'<br />
cuadro general de sus características, alcances y significacj- ión .<br />
Más adelante volveremossobre estos aspectos en función de SU<br />
percepción y evaluación en el seno de nuestros sectores en estudj<br />
v dentro del marco del amplio abanico de estrategias asumidas.<br />
J --<br />
1- Planes y Programas Asistenciales Oficiales<br />
lo Plan del Nuevo Empresario: ,<br />
. .<br />
Como uno de los expedientes diseñados para enfrentar las .<br />
consecuencias sociales de la primera etapa de la nueva politica<br />
económica - etapa gradualista - y en especial el .-:<br />
problema de la reducción de personal de la AdministraciÓn<br />
Pública, se pone en marcha durante el año 1974 el llamado;<br />
'Plan del Nuevo Empresario"? Dicho plan que destina cré-%<br />
ditos, estudios de proyectos de creación de pequefias empresas<br />
y talleres, etc. a los sectores en referencia,(se<br />
ha demostrado poco operativo debido a las demoras y tramitaciones<br />
para su implementación y a la propia situación de<br />
recesión económica producida en 1975. En la práctica no -<br />
se ha tenido noticias fii informacih estadística al res-<br />
. pecto.<br />
.O
2O -n @ adicional de mano de obra: 1<br />
La política de "schock treatment1! inaugurada desde comienzos<br />
de abril indujo una fuerte dismi;uciÓn de la<br />
actividad econ6mica. Los sectores más afectados fueron<br />
la construcción que tiene una caida del 40% respecto -<br />
de 1974, y el manufacturero que se reduce, según datos<br />
*de la SOFDFA en un 23,4%. Todo ello se traduce en un<br />
--importante incremento de la tasa de desocupación que,<br />
según tuvimos oportunidad de apreciar, asciende de un .<br />
13,3% en marzo de 1975 a un 16,l en junio y a un 16,6<br />
-en septiembre, alcanzando sus topes máximos en diciembre<br />
de ese año con un 18,7 y en marzo de 1976 con un,l,9,8%.<br />
Uno de los expedientes destinados a paliar tal situación<br />
dictación del Decreto Ley NO1030 del 29 de abril<br />
. de 1975 sobre contratación adicional de mano de obra, reglamentado<br />
por el Decreto NO317 del Ministerio del Trabajo,<br />
t<br />
- b<br />
i<br />
J<br />
-<br />
el 11 de julio de ese mimo año. Dicho texto establece: ;<br />
"una asignación de contratación adicional de mano de obra<br />
a todos los empleadores del país, excluidos los del sector<br />
público, las empresas del Estado o en las cuales éste o<br />
sus empresas tengan aporte o representación y las empresas<br />
señaladas en el DFL NO1 del Ministerio de Minería. Dicha<br />
asignación será equivalente al 50% del ingreso mínimo vigente<br />
por cada trabajador que se contrate en exceso al número de d<br />
dependientes que tuviere el empresario al 31 de marzo de'<br />
1975". - l/.<br />
;. es~la<br />
Al respecto, las cifras entregadas por ODEPLAN para<br />
e; mes de diciembre de 1976 y para la re ión metro Litana in-<br />
&can una contrataclon por este concepto de 3.82 emplea&% y 8.81-5<br />
0breZDs.<br />
3O Plan del Empleo Xznimo.<br />
Paralelamente, y como medida complementaria a las anterior-<br />
mente indicadas, se establece un sistema de subsidio de ce-<br />
santía para los trabajadores de los sectores público y pri-<br />
vado. El Decreto Ley N0603 del S de agosto de 1974 esta-<br />
blecía su régimen en los siguientes términos:<br />
arz. 13.- "Las Municipalidades organizarán un régimen de<br />
trabajo mínimo asegurado al cual podrán acogerse los tra-<br />
bajadores en goce de subsidio de cesantía, para cuyo efecto<br />
deberán declarar su voluntad de realizarlo. Dicha opción<br />
podrán manifestarla en el momento de acogerse al subsidio<br />
o al solicitar una ampliación de éste. El trabajo mínimo<br />
asegurado consistirá en el desempeño de aquellas labores<br />
que, de acuerdo con las condiciones y capacidades del respec-<br />
tivo trabajador, les asignen las Municipalidades u otras<br />
autoridades, en todo caso, dicho trabajo no podrá exceder<br />
de 15 horas semanales y deberá realizarse en la comuna en que<br />
el trabajador tenga su domicilio o en la que haya desempeñado<br />
su último empleo".<br />
1/ ODEPLAN, Informe Social, 2O -<br />
Semestre 1976, págs. 25 y SS.
art. 14. "La remuneración por el trabajo mínimo asegurado<br />
será equivalente a un tercio del ingreso mínimo y no será<br />
imponible ni se considerará renta para ningún efecto<br />
legal. . . ''<br />
En síntesis, el PEM es alternativa al subsidio, un trabajo<br />
en relación a condiciones y capacidades del trabajador,<br />
organizado por la Municipalidad, con una jornada de 15<br />
horas semanales, realizado en la comuna del domicilio del<br />
trabajador o de su Último empleo, con un ingreso de un<br />
tercio del ingreso mínimo, sin descuentos ni otros bene-<br />
ficios.<br />
Tal sistema se pone en práctica a partir del l0de abril<br />
de 1975 y se inicia con un financiamiento de 25 millones<br />
de pesos, pretendiendo absorber 35.460 personas en el<br />
país.<br />
Los requisitos que se establecen para su adscripción son:<br />
ser jefe de fdlia o scstén principal, ser habitante de<br />
la comuna, estar cesante, cédula de identidad, tarjeta del<br />
SENDE o cualquier otro documento que acredite la cesantía.<br />
Las tareas inicialmente asignadas comprenden: mejoramiento<br />
y peparación para el invierno en poblaciones, perfiladura<br />
y enripiado de calles, despeje y extracción de escombros y<br />
basuras, limpieza de acequias y canales, prevención de<br />
aniegos, aseo de calles.<br />
Este programa ha venido siendo modificado y ampliado a par-<br />
tir de la fecha de su inauguración. Es así como:" a partir<br />
de noviembre de 1975, cada trabajador recibe además del<br />
ingreso mínimo, una asignación de alimentación compiemen-<br />
taria equivalente a 634 calorías y 24 gramos de protelna<br />
S l . Además: "se ha desarrollado un sistema de<br />
4-.<br />
ayuda economlca o tlseguro" que se proporciona a los trabajadores<br />
del empleo mínimo que resulten víctimas de accidentes<br />
del trabajo o aue se enfermenft L/. -<br />
Por otra parte se ha planeado reorientar esta fueroa laboral<br />
hacia sectores productivos como son la forestaci6n y obras<br />
de regadiÓ 3/ . Este mismo Informe indica en el mes<br />
de julio de-1976 las nuevas priaridadee que dichotgrograma<br />
incorpora: 1. Urbanización de poblaciones: electrificación,<br />
alcantarillado, agua ~otable; 2. Cooperacibn a la<br />
atención de niños: mantencih y reperación de escuélas públicas,<br />
jardines infantiles, policlínicos, etc.i 3. Saneamiento:<br />
eliminación de basurales y escombros, limpieza de<br />
canales, etc.; 4. Viviendas de emergencia; 5. Forestación
. . -yiáíieas verdes; 6.' Aseo y ornato.<br />
; .- .Se implementa igualmente un programa de capacitación<br />
a través de INACAP y se estan perfeccionando convenios<br />
con distintas empresas públicas y privadas que repre-<br />
sentan una expectativa de trabajo definitivo. Final-<br />
mente, en el Informe Social de ODEPLAN del Z0 Semestre<br />
de 1976 se establece que Oicho programa "se considera<br />
Üna so&igiÓn transitoria mientras el trabajador encuen-<br />
tra empleo estable, y en la medida que los niveles de acti-<br />
, vidad y empleo vayan aumentando aicho programa deberá<br />
tender a desaparecer. En forma consecuente con la<br />
política económica y social el PEM no es? ni debe ser<br />
- una alternativa de empleo permariente".<br />
' Dada la significación de este programa en cuanto a su<br />
demanda como estrategia concreta de supervivencia, nos<br />
: t. interesa recalcar ciertas variaciones de ~u~régirnen que<br />
tienden-progresivamente a instjtucionalizarse.<br />
c .<br />
Un primer cambio dice relación a la duración de la<br />
I jornada de trabajo. Inicialmente se estipulan 15 horas<br />
., , .<br />
- semanales, sin embal-go en el corto plazo dicho lapso<br />
a ' >.se extiende- hasta cubrir la jornada completa. Parale-<br />
'. % ?amente, de una postura inicial ratificada por el Minis--<br />
-terío del Interior que excluía de este regimen a la mano<br />
de obra especializada, dicho programa comienza progresivamente<br />
a abrirse a la incorporación de personal cali-<br />
.ficado, según se desprende de numerosas y reiteradas declaraciones<br />
públicas de alcaldes y autoridades de diversas<br />
comunas del pazs. En estrecha correspondencia<br />
con lo anterior, las funciones del PEM se van reorientando<br />
hacia el ámbito de la competencia de diversos<br />
organismos públicos y municipales, lo que unido al<br />
carácter más permanente que comienza a asumir, tiende a<br />
producir inquietud en diverscs niveles de las organizaciones<br />
sindicales que ven en ello.una amenaza para sus<br />
intereses específicos.<br />
'Un Último aspecto que entraremos a considerar dice relación<br />
a la extensi6n y cobertura de este sistema en<br />
términos de-la magnltud y evolución del volÚmen de<br />
personal a 61 adscrito y delos salarios percibidos.<br />
Tal como puede apreciarse en el Cuadro 2 (Anexo 11) el<br />
volben del personal adscrito al PEM', en el Gran Santiago,<br />
de una cifra inicial en marzo de 1975 de 4.700<br />
trabajadores, se incrementa en marzo de 1977 a 40.500,<br />
vale decir, en un 762%. Dicho incremento considerado<br />
como proporci6n de la fuerza de tpabajo, significa<br />
que si inicialmente 3,9 de cada mil trabajadores pertenecían<br />
al PEM, en la actualiaad - narzo de 1977 - y según<br />
datos provisorios de 03EPLAN, esta proporción alcanza a<br />
30,3. Ello es un claro indicado?? de la significación<br />
que progresivamente asume su demanda.
En relación a la magnitud de sus salarios, la estipu-<br />
lación inicial que establecía qae el salario del PEMs&a<br />
de un tercio del salario mínimo, prácticamente desde que<br />
dicho programa se pone en marcha, se innova en beneficio<br />
de este personal que pasa a percibir como término medio<br />
alrededor de un 83% de este salario mínimo. En cuanto<br />
a su evolución, en términos nominales, de un monto inicial<br />
de $86,2 el salario del PEM se eleva, en marzo de 1977<br />
a $ 700, vale decir, un incremento de un 712,1%. En<br />
términos reales, es decir deflactando estos valores por<br />
el incremento del Indice de Precios al Consumidor a lo<br />
largo de estos dos años, observamos como tendencia ge-<br />
neral que dichos salarios mantienen su poder adquisitivo,<br />
especialmente debido a los reajustes trimestrales del<br />
salario mínimo.<br />
Dado que el propio reglamento del PEM estipula como re-<br />
quisito para su adscripción, por lo menos en su práctica,<br />
que el trabajador cesante sea el sostén principal de<br />
su familia y que tenga alrededor de cuatro cargas, si<br />
queremos apreciar el salario obtenido en este sistema<br />
de trabajo mínimo asegurado, en términos de su capacidad<br />
de consumo, debemos considerarlo en función del Salario<br />
Mínimo Familiar legalmente estipulado. Dicho salario,<br />
tal como lo establece ODEPLAN en su Informe EconÓmico<br />
noviembre-diciembre 1976, supone 1,3 asalcriados por<br />
familia y 3,s cargas familiares, así como asignaciones<br />
familiares, asignación de locomoción y de colación.<br />
Comparando el salario del PEM con este salario mhimo<br />
familiar, observamos que como término medio en estos dos<br />
años, el salario del PEM representa aproximadamente un<br />
40% de este Último. Debe consldérarse, sin embargo<br />
-que esta proporción se incrementa debido a1 otorgamiento<br />
' de una cuota de alimentos de 23;4 kilos que incluye<br />
harina, cuaquer, trigo bulger-, WSB (producto protéico),<br />
CSM (producto similar a la chuchoca). y 1,s litros de<br />
de aceite, estimándose su costo en aproximadamente<br />
US$ 8,20 por persona. Desafortunadamente no poseemos<br />
datos del porcentaje de adscritos al PEM que reciben esta<br />
cuota, salo la informaci6n pública de que este otorga-<br />
miento favorece sólo al personal que desempeña obras de<br />
utilidad comunitaria directa.<br />
4. Programa nacional de alimentación complementaria:<br />
Sus objetivos son "mantener y mejorar los niveles de<br />
nutrición de la madre y el niño, especialmente en los<br />
s.ectores de menores recursos " . Dicho programa consiste<br />
en la distribución gratuita de alimentos a niños de<br />
O a 6 años, nodrizas y embarazadas previo control rngdico.<br />
Cubre el 95% de los lactantes de O a 2 años, el 85% de<br />
los pre-escolares (2-6 años) y el 80% de las embarazadas
y nodrizas. Las cantidades mensuales de alimentos<br />
proporcionados, según este mismo informe son las<br />
siguientes:<br />
Categorías Kilos/mes Tipo de alimentos<br />
Iactantes menms de 6 meses 3 leche, 26% de materia grasa<br />
Lactantes de 6-23 meses 2 leche, 26% de materia gmsa<br />
Población de 2-6 &S 195 alimento sustitución láctea<br />
IinbaMzada 2 leche, 12% de rrateria &rasa<br />
Durante 1976 se entregó a niños, embarazadas y nodrizas<br />
la cantidad de 31.000.000 de kilos de leche y otros<br />
Sustitutos de mayor valor calórico protéico, con lo<br />
cual el programa se ha ampliado, respecto del inicio<br />
de la década del 70, en casi 50%.<br />
Igualmente se han desarrollado programas de acidificación<br />
de la leche, enriquecimiento de la leche con sales de<br />
fierro, etc. Por otra parte se ha puesto en marcha la<br />
constitución de diversos Centros de desarrollo integral<br />
del preescolar en áreas de mayor pobreza (30 centros y<br />
130 Jardines Infantiles, pretendiendo implementar 1.100<br />
centros en el plazo de 5 años; Programas de recuperación<br />
integral del niño con desnutrición grave - los desnutridos<br />
graves existentes en el país se estiman en 8.200,<br />
el 100% de ellos menores de 2 años y el 73% menores de<br />
6 meses -; Programas de recuperacih del niño con desnutrición<br />
avanzada, en su propio medio familiar, etc.l/<br />
5. programa de almazo escolar (JUNAEB):<br />
Desde hace aproximadamente 6 años se ha venido de-<br />
sarrollando un programa de alimentación escolar dirigido<br />
por el Estado con la colaboración de CARE que propor-<br />
ciona 750.000 desayunos y 550.060 almuerzos para apro-<br />
ximadamente 4.000 escuelas a lo largo del país. Para<br />
la región metropolitana durante 1975 de un número pre-<br />
visto de 283.307, desayunos se cumplió en un 99,48%.<br />
Igualmente respecto al número de almuerzos estimados<br />
en 178.375 secUbmenun75.99%. Las escuelas atendidas<br />
por estos programas, en Santiago, alcanzan a 711 en el<br />
rubro desayunos, y 963 en el de almuerzos.<br />
1/ Para un desarrollo de estos aspectos, ver "Antecedentes y<br />
- acciones para una política nacional de alimentación y nutri-<br />
ción en Chile". (Eds. Monckeberg-Valiente). Publicación<br />
CONPAN-INTA. Editora Gabriela Mistral, Santiago-Chile,<br />
1976.<br />
-
, Por otra parte, considerando el gasto que este pro-<br />
' - grama representa como proporción sobre el total del<br />
gasto efectivo del Ministerio de Educación, en los<br />
Últimos añcs 1974-1976 se aprecia la siguiente evo-<br />
lución: 1974: 6,59%; 1975: 5,50% y 1976: 5,03%.<br />
, Las necesidades de reducción del gasto público han deter-<br />
minado, particularmente durante el año de 1976, que dicha<br />
merma de recursos afecte muy significativamente la co-<br />
bertura y extensión de estos programas.<br />
Los programas previamente reseñados se inscriben en los<br />
marcos de la política de desarrollo económico y social definida<br />
por el Gobierno y cuyos objetivos fundamentales son: "lograr<br />
un crecimiento económico alto y sostenido e impulsar un desarrollo<br />
concordante con el desarrollo económico y que elimine las desigualdades<br />
extremas" - 1/ .<br />
El plan de acción social elaborado por este Gobierno<br />
se está implementando a través de las siguientes politicas: ,<br />
- Combatir la marginalidad activa y pasiva hasta<br />
' ,<br />
lograr en definitiva la erradicación de la extrema pobreza. - a.<br />
; >.<br />
u*.# -<br />
- Zstructurar jurídicamente y fomentar la organizacion<br />
comunitaria.<br />
. ,<br />
Fortalecer y apoyar' la participación de la comunidad -. -<br />
en la-planificaci8n y ejecución de los programas de desarrollo<br />
socio-ki@nÓmicos- a nivel comunal, provincial y regional.<br />
>%y - .<br />
. _,. 2<br />
.-n Capacitar, asesorar y canalizar a los sectóres pobla-'<br />
cionales , de extrema pobreza para su integracióp a la comu-<br />
21 ,,- . -<br />
nidad nacional- y<br />
- .<br />
. --<br />
11. planes,'<br />
, -<br />
y mogramas no oficiales. - 1 -<br />
Siempre en función de los objetivos prácticos-de-nuestro<br />
trabajo hemos considerado dentro de toda aquella gama de programas<br />
asistenciales no oficiales, especialmente los programas desarrolla-<br />
dos por la Iglesia católica, tanto por su magnitud, difusibn, -<br />
- 11 ODEPLAN, Informe Social. Segundo Semestre 1976, Introducción.<br />
-<br />
2/ Ibidem.<br />
. .
cobertura, e-ic., como por constituir una de las acciones más<br />
. .<br />
generalmente demandadas por nuestros sectores en estudio.<br />
Los progranas en referencia cubren variados rubros y ni-<br />
veles, y rep-nesen.La.n iniciativas de diverso origen - locales<br />
(zonas o parx>oquj.cis) o centrales (Vicaria de la Solidaridad) -<br />
que bien puedzn o no estar coordinados.<br />
Nos ~~efe~iremos en particulm a los programas asistenciales<br />
dirigidos y coordiazdos por la Vicaria de la Solidaridad, institución<br />
que cubre el grueso de estas acciones.<br />
a ' 1. Programzs de Bolsas de Cesantes y actividades para la<br />
subsistencia:<br />
Sus objetivos son promover la creación de Bolsas de cesantes<br />
y asesorarlas pma que logren sus objetivos, otorgar asistencia<br />
técnica y financiera, z7ealizar actividades de producción y servicios<br />
para la subuis4!encia de sus integrantes, actividades de<br />
capacitación, cic.<br />
En las aistjntas zonas atendidas en Santiago (Avda. Matta,<br />
Centro, Norte, Oriente, Poniente, Rural-Costa y Sur) se han constituido<br />
56 bolsas 57 1-35 talle13es. Estas 56 bolsas trabajan con<br />
un promedio de 40 2ersonas (2.240 cesantes).<br />
Durante se hm Zinm2iado 100 proyectos de producción<br />
presentados pa? las bolsas da las Zoncs, alcanzando el aporte<br />
financiero 2. iJ8$ 2C.000 entre junio y diciembre de ese año.<br />
El apoyo a la cczer~kiliz~aci5n de los productos elaborados por<br />
los talleres de . estas -. bolsas (bodegaje, clasificación, distribución,<br />
comerzia ízacióv centralizada, etc.) ha significado<br />
un aporte fi;?ar,ci..pro de USS 17.200 entre estos mismos meses.<br />
Sus objetivds son: otorgar a las organizaciones comunitarias<br />
el financiacen-tr> coniple~neritario . . para la instalación y equipamiento<br />
de ccmedores, sui?-n:-strar el complemento d.e alimentos<br />
indispensables, ssesoraraíento en aspectos de organizacih, administraciGn,<br />
recreaci6n, abastecimiento, higiene y nutrición,<br />
capacitacih, etc.<br />
Los comedores apoyados por este programa alcanzan a 294,<br />
en las zonas ya ccnsignadas, atendiendo alrededor de 30,000<br />
niños. Los zlmt!é~;;os proporcionan un promedio de 500 calorías<br />
y de 15 gramos de potehas !bajo los estándares de la FA0 que<br />
indican 1.603 calorlas p a preescolares ~<br />
y 2.300 para escolares).<br />
.:
Se ha complementado la ración alimenticia con el abasteci-<br />
miento de cinco alimentos básicos: leche, azÚcag, porotos,<br />
quinua y aceite. Este programa ha financiado aproximadamente<br />
200 proyectos de infraestructura y equipamiento.<br />
Se pensó prioritariamente en la atención de los preesco-<br />
lares, pero dadas las restricciones - estimadas en un 60% - del<br />
programa oficial de la Junta de Auxilio Escolar y Beca (JUNAEB),<br />
se incorporó la atención también de escolares.<br />
La comunidad aporta los alimentos perecibles: verduras y<br />
frutas; y algunos no perecibles: arroz y tallarines. Para ob-<br />
tener estos aportes la comunidad organiza comisiones de reco-<br />
lección de alimentos "puerta a puertat', festivales artístico-<br />
recreativos,~campañas de confección de vestuario y tejido ar- ,<br />
tesanal, etc. Se ha promovido igualmente la organización de<br />
las pnopias madres para desempeñar su papel como encargadas de<br />
comedores.<br />
3. Programa de Salud:<br />
Sus objetivos son otorgar atención médica, humana, eficiente<br />
y de buena calidad técnica en las ~oliclhicas de la Vicaria,<br />
. a.eesantes integrados en organizaciones solidarias y/o miembros<br />
de comunidades cristianas (no excluyendo casos calificados de<br />
cesantes no incorporados en tales organismos), y niños asistentes<br />
a comedores infantiles.<br />
Tales programas otorgan atención de medicina interna, pediatría,.ginecología,<br />
obstetricia y dental, igualmente entrega<br />
atenciones complementarias de medicamentos, leche, exámenes de<br />
laboratorio, etc. Del mismo modo otorga atención especializada<br />
de pslquiatría, psicología, dermatología, oftalmología, otorrinolaringología,<br />
traumatología, etc. Efectúa, adeds, el control' '<br />
tipo "niño sanov a los niños de los comedores infantiles,<br />
Y'Est~~ programas cuentan con 8 Policlfnicas en las Zonas' -<br />
mencionadas. El total de beneficiarios inscritos y de atenciones<br />
otorgadas puede observarse en los siguientes cuadros:<br />
Categoría . *<br />
Nhero de, beneficiarios<br />
1975 - 1976 TOTAL , : .<br />
t<br />
Familias .<br />
Adultos<br />
Niños<br />
9.092, 7.276<br />
9.186 13.148<br />
7.131 9.337<br />
16,368<br />
22.334<br />
16.528<br />
TOTAL (adultos<br />
más niños) . 16.317 22.545 . 38.862<br />
s. . . .
Categoría<br />
< .-<br />
. -<br />
Total atenciones médicas 11975 y 1976).<br />
~Úmero<br />
1975 - 1976 TOTAL<br />
Medicina interna : - 14.099 25.419 39.517<br />
Pediatría' 14.460 -22.683 37.143<br />
Ginecó-obstetricia 3.401 - 7.447 10.848<br />
Dentales 6.631 ' 8.314 14.945<br />
Atenciones complemen-<br />
tarias (curaciones, .<br />
cirugia menor, etc) 7,242 17.796 25.038<br />
TOTAL'. - 45.832 81.658 127.491<br />
Los kilos de leche~proporcionados en estas policlínicas - no<br />
en calidad de alimentación complementaria, sino como alimento<br />
terapéutico - alcanzan a 6.607 en 1975 y 18.168 en 1976.<br />
Los diversos programas asistenciales que hemos bosquejado<br />
recieptemente, se inscriben en los rmnos de la a cch solidaria desarmllgda<br />
principalmente por la Iglesia Católica. En estaperspectivala<br />
ltsolidaridadl1 es definida como "Dependencia mÚtua entre los<br />
hombres que hace que no puedan ser felices unos si no lo son<br />
los demás...". - La acción solidaria en este contexto-es conce-<br />
bida como un atributo no sólo de las personas sino también de ,<br />
las comunidades y aún de los pueblos entre sí, lo que implica<br />
"compartir con amor y con sacrificio1'. Del mismo modo esta<br />
acción exige la 1ucha.por la justicia: "el deber de la solidaridad '<br />
no se agota en el simple compart-ir con los necesitados. La<br />
lucha por la justicia es también una auténtica forma de amor.<br />
solidario que puede vivirse tanto en el ámbito de los conflictos<br />
sociales y políticos como por el camino de la acción no vio-lenta<br />
y la actuación en la opinibn pública, así lo proclama explicita-<br />
mente el Sínodo de los Obíspos de 1971".<br />
En este contexto, los diversos programas reseñados, tienen<br />
como objetivos, "enfrentar - en conjunto con la Comunidad Cris- .<br />
tiana - los problemas vinculados a la cesantía, el hambre y la<br />
desnutrición, la salud y todo aquello que afecte los derechos<br />
fundamentales de los pobladores".
estos programas "se llevan a cabo con las organizaciones solidarias<br />
de cada sector pobalcional y se pretende que los integrantes<br />
de tales organizaciones conozcan las causas de los<br />
problemas y sepan solucionarlos con creciente autonomíaTTl/<br />
.<br />
por los elementos de servicio asistencial, pero en los marcos<br />
de la organización y participacih comunitaria, lo que implica<br />
aspectos de capacitación y vinculación con los organismos afines<br />
correspondientes.<br />
- 1/ Ver, "Vicaría de la Solidaridad: un año de laborT1,enero 1977.
, -<br />
CAPITULO 111. ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA. -<br />
Dentro de los límites irnpl;estos por los propios objetivos<br />
que presiden nuestro trabajo, hemos intentado destacar en primer<br />
término di.versos elementos que se ordenan a proporcionarnos una<br />
descripción general de la situaci6n de cesantía: sus mar5festaciones<br />
generales, tendencias en el tiempo, etc. Con ello<br />
h-os pretendido establecer el contexto general, tanto en , - términos<br />
estructurales como existenciales de la situación de vida<br />
de los sectores afectados por esta problemática.<br />
En segundo término,.presentamos los diversos mecanismos de<br />
solución ofrecidos - oficiales y privados - que-se encuentran a<br />
disposi&ón de estos sectores : sus programas, alcances y cober- -,<br />
tura, y las respectivas políticas dentro de las cuales dichps<br />
programas se inscriben. a _<br />
En el presente capítulo pretendemos entregar, siempre en<br />
términos gruesos y generales, una descripción de las diversas .-<br />
alternativas de supervivencia generadas en el seno de estos seCtores<br />
afectados por la cesantía o la situación de'grave pobreza. -<br />
En otros términos,.pretendemos pecisar cuáles son aqueXlos .-<br />
mecanismos más generales, sistemáticos y recurrentes diseñados<br />
por estos sectores para adaptarse o intentar supe~ar sus proble- -<br />
mas bá+i-cos ,de sobrevivencia, : -<br />
-. ,<br />
-. , - -<br />
. I -<br />
Tras la generalidad de estos objetivos, se esconden di-<br />
- ferentes problemas .de diverso orden - teórico, metodológico-,<br />
práctico - (que si bien no estamos en condiciones de resolver; . - '<br />
sin embargo creemos conueniente explicitar.<br />
. .<br />
En primer lugar, sería de interés poder precisar en qué<br />
medida nos &contramos frente a "ektrategiasv 'de supervivencia<br />
. .<br />
- entendiendo por estrategia un proceder relativamente ragio-<br />
nal que implique la consideración y adecuación de fines y medios -<br />
0 más bien, frentea conductas más o menos mecánicas, determinadas
por la propia gravedad de la situaciSn vivida. En este mismo i<br />
orden de problemas, podríamos preguntarnos en qué medida in- @<br />
fluyen en esta elección racional o mechica, las diversas varia- 9 ).<br />
bles relativas a la situación laboral de los sujetos, formas de<br />
inserción en la estructura productiva, tipo de calificación, . p<br />
etc.; o bien aquellos aspectos relativos a la participación . .<br />
organlzacional, grado de conciencia, etc.<br />
En segundo término de igual interés serla poder determinar<br />
la influencia ejercida por las transformaciones operadas a partir<br />
del actual contexto socio-económico nacional, en orden a los<br />
canales y mecanismcsde información relativa al mercado de trabajo:<br />
tipode canales, competencia, tipo de redes de información, etc.<br />
, - . .<br />
Del mismo nodo, y en relación con los aspectos precedentes,<br />
convendría intentar aproximarse a las grandes tendencias que se<br />
perfilan en relación a la situación de los grupos proletarios y- sub proletarios, determinada por el contexto laboral, así como<br />
a sus diferenciales conductas y alternativas de solución adoptadas.<br />
Desde otro ángulo, aparece sugerente el análisis de la problemática<br />
de la ausencia o limitación de los canales estructurales de-:<br />
solidaridad. Al respecto cabe preguntarse por los efectos de esta<br />
limitación o'ausencia, luego de una dinámica histórica de progresiva<br />
institucionalizaciÓn de las formas organizativas vecinales,<br />
sindicales y políticas, en términos tanto de las consecuencias sociales<br />
del problema de la cesantía, como de las nuevas formas de<br />
solidaridad que se van desarrollando.<br />
Estos aspectos reseñados, entre muchos otros, por las razones<br />
reiteradamente entregadas, no serán abordados directamente y en<br />
profundídad. Sin embargo, estaremos muy atentos a maximizar el<br />
análisis de nuestros datos en la perspectiva de intentar aproxi-<br />
marnos a tales problemáticas, en la medida en que la naturaleza<br />
de nuestros objetivos y el carscter de nuestra metodología nos<br />
lo permitan.<br />
E<br />
I<br />
t<br />
1<br />
i<br />
!
?ara el tr~tanien-L'o de cada una de estas est~ategias procederemos<br />
a entr2ga?, primero un breve análisis descriptivo y<br />
luego la síntesis de u.no o varios casos concretos según la complejidad<br />
d? situacimes comprzadidas en cada una de estas estrategias.<br />
lo BCsqueda de trabajo:<br />
Consideradas las iixitantes indicadas previamente, redu-<br />
ciremos nuestro saálisis a una descripción general del proceso<br />
.<br />
de búsqueda de trabajo, intentando destacar los aspectos más<br />
significativos que hemos podido inferir tanto de la informaoión<br />
entregada por nuestros jueces o testigos, comd de la observación<br />
de algunas de las historias ocupacionales recogidas en terreno.<br />
Nuestro análisis se referirá a aquellas actividades económicas<br />
más representadas en nuestro .universo, vale decir ma-<br />
' -<br />
nufactura, constrircción, comercio y servicios.<br />
f. .- - .+<br />
"'t-<br />
a. En primer término y en relación al obrero in&&t~ial<br />
calificado obse~vamos un persistente incremento del tiempo de<br />
cesantía que se extiende desde uno a tres meses en las cesan-<br />
tías habidas en los años 1950-1960 para ir ampliándose hasta un<br />
período de dos a cuatro años progresivamente.<br />
En relación con este aspecto, el tipo-de trabajo buscado<br />
paralelamente va desplazándose desde el trabajo &solicitado en<br />
industrias similares al trabajo buscado en industrias afines 9<br />
finalmente a cualquier tipo de trabajo; primero intentando- man-<br />
tener Cu oficio y finalmente abriéndose a la aceptación de cualquier<br />
tipo de trabajo. , -<br />
.<br />
- - .- La<br />
- escasa cobertura de nuestra infirmación nos ha impedido<br />
analizar 91 efecto,..en esta bÚsqued+?.del tipo de calificación,<br />
edad, número de cargas,. etci ,- . -<br />
ii<br />
-'_<br />
-!--: : - -.. v..<br />
-- -<br />
LOS chles de información más recurrentes-aparecen'ser:<br />
~gos, compañeros de trabajó, 'las mismas fuentes de 'trabajo, Y<br />
en muy escasa propo-ción las agencias de empleo y dia~ios. Entre
los mecanismos formales, se destaca algunos casos de acceso al<br />
PEM. Se aprecia una dinhica similar en el caso de los mecanis-<br />
mos de sobrevivencia informales adoptados en las sucesivas si-<br />
tuaciones de cesantía. En este sentido, es frecuente observar<br />
la recurrencia - en los períodos iniciales - a polo lo^^^ direc-<br />
tamente relacionados con el oficio habitual, o a la constitución<br />
de pequefios talleres de su especialidad. M& adelante, al alar-<br />
garse el período de cesantía se busca el pololo afin y final-<br />
mente cualquier tipo dé pololo ofrecido. Consideraremos'a con-<br />
tinuación uno de los casos tjpicos que ilustran ecta situacih.<br />
8 .<br />
S=, de 42 años de edad, santiaguino, alcanzó a Ir0<br />
año primario. De profesión tornero. Su esposa de 37<br />
años y 3O primario. Tienen seis hijos; cuatro niñas de<br />
15, 14, 11 y 10 años, estudiantes de 8O, 72 Soy 3O básico,<br />
y dos niños de 6 y 4 años, el primero estudiante de lo<br />
básico.<br />
Su historia ocupacional se remonta al año 1952, cuando<br />
Pedro de 17 años entra a trabajar en una industria de<br />
artículos electro-dom6sticos (fabricación de jugueras y<br />
planchas). Allí se inicia en elaoficio de tornero y<br />
permanece trabajando hasta el año 1955, fecha en que<br />
debido a necesidades de reducción de personal y por razones<br />
de su poca edad y antiguedad debe cesar en su contratación.<br />
Tras un corto período de cesantía de dos meses<br />
es informado a través de sus ex-cpmpañeros de labores de<br />
una vacante en una industria de la misma línea, en una<br />
fábrica de ventiladores y enceradoras. Allz es contratado<br />
como tornero mecánico y permanece trabajando hasta 1961,<br />
fecha en que la industria va a la quiebra. Esta vez su<br />
situación de cesantía es más comprometedora ya que en ese<br />
mismo año se encuentra casado y con un hijo de meses, y<br />
viviendo can sus padres mientras postula a un sitio Corvi.<br />
El perrodo de búsqueda de trabajo - en empresas afines -<br />
aleanza a tres meses, perZodo en que lo dedica exclusivamente<br />
a esta tarea, a través de conocidos, amigos y compañeros<br />
de trabajo, ya que no tiene necesidad de realizar<br />
ningún tipo de polo10 O trabajo ocasional. Finalmente encuentra<br />
trabajo en una industria de la misma rama (lami- -<br />
nádora de fierro) y como tornero mecánico. En esta<br />
empresa trabaja junto a 35 trabajadores entre empleados<br />
y obreros, desde 1962 hasta fines de 1972, fecha en que<br />
es cerrada esta laminadora por fallecimiento del dueño. '<br />
Durante estos años se ha venido incrementando su familia.<br />
hasta alcanzar 8 miembros.. Ya nan obtenido su casa por<br />
entonces, alcanzando a habilitar tris p5ezas y baño.
Durante este períoao de trabajo en la laminadora y con .<br />
ocasión de un empeoramiento de su producción, intentó<br />
asociarse con su hermano en un taller de cerrajería,<br />
trabajo que ~ealizc durar,+e 8 meses para luego reincor-<br />
porai7;2 a esta laminadora una vez que mejoraron sus con-<br />
diciones de trabajo. Una vez cerrada esta empresa<br />
1<br />
vuelve a trabajar, desde 1973-1975 en este pequeño taller<br />
cerrajero con su hermano y cuatro operarios más.<br />
Dadas, por una parte, las dimensiones de este taller,<br />
la recesión general de la economía, los costos de material,<br />
etc, y por otra, las crecientes necesidades de su numerosa<br />
familia, intenta buscar trabajo en las diversas empresas<br />
de la rama, siempre en su oficio. Sus canales habituales<br />
de informci6n, su búsqueda de empresa en empresa y el<br />
recurso a diarios se muestran infructuosos, presentándose<br />
el círculo vicioso de tener que distribuir su tiempo entre<br />
su trabajo en el taller y la búsqueda de trabajo, incluso<br />
efectuando pololos esporádicos en construcciÓn, como albañil.<br />
Mientras tanto, la situación del taller se torna<br />
insostenible, debiendo recurrirse a su disolución y a la<br />
venta de las maquinarias principales.<br />
En este período - fines de 1975 y 1976 - prosigue la<br />
búsqueda de trabajo decidiéndose a aceptar lo que le<br />
ofrezcan. Lo infructuoso de sus gestiones lo lleva a<br />
invertir su parte del capital del taller en el negocio<br />
de compra y venta de verduras y artículos de paquetería<br />
dedicándose a la venta ambulante. En esta situación se<br />
encuentra desde 1976. . .<br />
Sus ingresos alcanzan en promedio a $ 20 al día. Lo<br />
exiguo de esta entrada sólo le reporta un plato de comida<br />
al día. Esta misma situación determina que su esposa<br />
inici3 la búsqueda de trabajo, logrando colocarse como<br />
empleada doméstica a partir de octubre de 1976, ganando<br />
$120 senanales. Sus niños reciben almuerzo en la Escuela,<br />
pasando la hija mayor de 15 años a hacerse cargo de la<br />
casa y del cuidado de sus hermanos menores, mientras sus<br />
padres se encuentran afuera.<br />
b. ConstrucciOn: La rama de la construcción ha sido una<br />
I I<br />
l I<br />
! de las más afectadas por los canibios ocurridos en la orientación<br />
: económica general dzl país a partir de los Últimos años. Tal<br />
! como observábamos en nuestro capítulo inicial.<br />
Conviene recordar algunas características generales que<br />
definen la especificidad de esta actividad y que tienen estrecha<br />
vinculación con el problema de la búsqueda de trabajo en su in-<br />
terior. Como es sabido, el desarrollo y dinamismo de esta acti-
vidad'tiene estrecha-relación con la inversi6n pública. Igual-<br />
mente su desarrollo 'tiene importantes efectos reactivadores en<br />
orden a diversas actividades con ella relacionadas y orden a<br />
su demanda de ocupación dado su uso extensivo de mano de obra.<br />
Del mismo modo aparece como un importante factor de absorción<br />
de la mano de obra migrante. El mercado ocupacional en este<br />
rubro ofrece particulares características que conviene mencionar.<br />
En relación al tipo de contratación de mano de obra existe F<br />
una diversidad de mecanismos de contratación directa, contra-<br />
tistas que aportan mano de obra, subcontratistas por especiali-<br />
dades, etc., que favorecen en gran medida el tipo de relaciones<br />
clientel~sticas y familiares. Por otra parte existe una amplia<br />
diversidad de oficios, algunos más especializados y un amplio<br />
campo de actividades que no requieren particular calificación.<br />
El trabajador de la construcciÓn, en razón de las mismas<br />
fluctuaciones del mercado, del carácter temporario de su acti-<br />
vidad - limitada a la finalización de las obras - de la diver-<br />
sidad de trabajos realizados y de especialidades requeridas, se<br />
encuentra inserto en una situación estructural de gran fluidez y<br />
variabilidad tanto en orden al período de ocupación - y por con-<br />
siguiente de cesantía - como en orden al tipo de trabajos reali-<br />
zados. Sobre este cuadro se agrega además los diversos cambios<br />
y reorientaciones .en los planes de gobierno. Por Último, es<br />
importante considerar que tradicionalmente ha existido un amplio<br />
campo para la realización de :'pololos" de diversa índole, tanto<br />
en su propio lugar de residencia - barrio, población - como en<br />
"casas particulares".<br />
A partir de este cuadro, es lógico entender que la situación<br />
de reseción de la economía nacional afecte con particular fuerza<br />
a este tipo de actividades..<br />
En este sentido se observa, más que en otras ramas, un pro-<br />
gresivo aumento del tiempo de cesantla entre uno y otro trabajo.<br />
Por otra parte, el clientelismo y paternalismo propio de esta
actividad se encuentra ' d&sticamente reducido no sólo por la . . . S<br />
competencia que se incrementa entre estos trabajadores, sino<br />
además por aquella otra competencia suministrada por el excedente<br />
de- la mano de obra desocupada de las otras ramas, excedente<br />
de-calificados y no calificados. Ello determina que este .<br />
"enrarecimientoí' de su mercado de trabajo se desplace igualmente- -<br />
al-. mercado informal de tlpololoslt, situación que se refuerza- por<br />
la caída de la demanda no sólo en el entorno de su lugar de re- *.<br />
' -<br />
sidencia sino incluso en los barrios altos que tradicionalmente'<br />
han requerido de ellos. De allí que es frecuente observar -r<br />
como tendremos oportunidad de considerar más adelante - que 6l': -<br />
j'<br />
tipo de pololos realizados se aleja cada vez más del campo dé:!<br />
, -<br />
su especialidad, y que adquiere mayw ponderación el recurso a.<br />
otras estrategias que a la larga resultan más problemáticas y .<br />
menos funcionales.<br />
.. -<br />
A' continuación examinaremos algunos casos' concretos que<br />
arafican la diversidad de situaciones al interior de esta acti-<br />
1. Juan: Tiene 57 años, santiagulno, sin estudios. ~e oficio'<br />
enfierrador. Casado y con tres hijos de-22, 18 y 12 años,<br />
los dos menores estudiantes de 8O y 4°básico-respectivamente. '<br />
Juan manifiesta haber trabajado en diversas partes que no ,<br />
recuerda pero siempre como enfierrador. Tomamos~su.hi~ztoria -.<br />
ocupacional a partir de 1970. Durante ese año has.ta 1971 - ..<br />
trabaja en una empresa constructora (construcciÓn de depar- .- '<br />
tamentos) como enfierrador, retirándose a fines de 1971 -'S.para<br />
buscar un mejor trabajo. Durante esta búsqueda - que'le ,<br />
lleva mqiy poco tiempo - no tiene necesidad de trabajar. Se<br />
,ubica,.,siempre como enfierrador, en un Polvorín, cerca de<br />
Santiago. Allí permanece hasta fines de 1972, fecha en: que _<br />
--<br />
termina la obra. Durante esta cesantía - de dos semanas -'<br />
se dedicala descansar. Es informado por amigos de la POS~? .<br />
bilidad de trabajo en-.el Metro de Santiago. Presentándose $:- L<br />
allí- 'es aceptado de inmediato. Allí permanece como enfierriadar<br />
en los ta-lleres, hasta- el mes de agosto de 1-976, mes en que ..finaliza<br />
la obra.. . -<br />
. ..<br />
Durante esta última cesantía intenta encnntrar trabajo en r2:-*<br />
la rama de la construcción y según su oficio, primero a través<br />
de sus amigos y c~nocidos, y luego-recorriendo.1as.diversaB<br />
obras. Simultaneamente busca ofrecimiento .d.epololos, de . $<br />
cualquier tipo en casas particulares, logrando durante- tres
semanas trabajar en la construcciÓn de pilares, con un salario<br />
de $20 diarios. Con lo aue ganavapenas alcanza para mal comer,<br />
muchas veces tomamos agua de yerbas con un pedazo de pan". -<br />
En su hogar se incrementa la tensión, predominando los gritos ,<br />
e insultos. Los dos hijos menores pasan la mayor parte del tiempo<br />
en la calle, y el mayor intenta realizar trabajos ocasionales.<br />
En los Últimos meses, a través de su hermano, se entera del<br />
PFM. Ante la perspectiva "de no tener un peso1' se decide<br />
a postular su admisión, quedando inscrito.<br />
2. ~edro: 37 años, santiaguino, l0de humanidades, de profesión<br />
albañi~Casado. Su esposa tier,e 35 años y cursó 4Oprimario. . ,<br />
Tienen 8 hijos. El mayor de 17 años y cursó 6Oprimari0, los<br />
restantes entre 15.y 4 años, todos estudiando, excepto el menoria<br />
Pedro ha .trabajado siempre ccrno albañil. Tomamos su historia<br />
ocupacional a partir de 1969, año en que trabaja en una empresa<br />
constructora (construcción de edificios, como-ayudante de-al-<br />
bañil). Sale de allí por término de faena en 1970. Luego de<br />
un breve tiempo de cesantía por intermedio de un "compadre" es<br />
contratado en una industria laminadora como maestro pecador,<br />
permaneciendo al15 desde 1970 hasta el término-de la empresa<br />
en 1972. Tras unas semanas de cesantía retorna a su antiguo<br />
oficio, esta vez en la construcción de una Escuela, trabajando<br />
en ella durante 1972 y 1973. Esta vez su tiempo de cesantza se<br />
extiende durante un año, periodo en el que intenta encontrar<br />
trabajo a través de amigos, conocidos y compañeros de trabajo<br />
en diversas obras. Durante este lapso, realiza diversos pololos<br />
como albañil, ocupándose un semestre en esta forma. Luego, a<br />
inicios de 1975 obtiene trabajo en una empresa constructora<br />
(construcciÓn de edificios) hasta mediados de ese mismo año, dejando<br />
de trabajar por paralización de faenas.<br />
Este Último per5odo de cesantia se alarga aproximadamente por<br />
dos años. Luego de intentar proseguir la búsqueda de trabajo<br />
en su ramo y en pololos afines, finalmente logra diversos tra-<br />
bajos ocasionales como pioneta de camión para diversos patrones,<br />
obteniendo por estos trabajos hasta $50 diarios.<br />
En estas circunstancias recibe alguna ayuda en dinero y ali-<br />
mentos de su suegra (montepiada). Dos de sus hijos reciben<br />
almuerzo escolar, y la niña mayor, de 15 años, debe abandonar<br />
sus estudios para trabajer durante 1976 como empleada doméstica<br />
a cargo del aseo, gan?.ndo $300 al mes.<br />
3. Jorge:59 años, nacido en Puerto Saavedra. Se trasladó a los<br />
26 años a Santiago. Cursó 2O básico. Casado. Su esposa de<br />
42 años, cursó 2Oaño básico. Tienen 9 hijos, entre 20 y un<br />
año y medio, excepto el mayor y el menor, todos estudian.<br />
Jorge ha trabajado desde su llegada a Santiago como carpin-<br />
tero. Entre 1967 y 1968 trabajó en la construcción de un Con-<br />
sultorio Dental. Por término de la obra permanece cesante por<br />
un año, lapso durante.el cual trabaja en pololos de carpintería<br />
y pintura por períodos de uno a dos meses. Desde 1969 a 1970<br />
trabaja en una empresa constructora (construcción de casas) y
durante un tiempo de 5 meses vuelve<br />
Entre 1970 v 1972 se desempeña como<br />
a sus pololos habituales.<br />
carpintero en la Escuela<br />
de ' ~edicina; permaneciendo- en este trabajo hasta la finalización<br />
-<br />
;de la ohra.<br />
La búsqueda de trabajo durante esos años es siempre en torno<br />
\la su oficio y a través de amigos y conocidos. En su ÚLtima ce-<br />
santía que se prolonga por 4 años ha realizado diversos pololos,<br />
todos ellos de su especialidad. Finalmente en trabajos de en-<br />
-<br />
eerado .'<br />
Su hija de 17 años y 7Obásic0, trabaja a partir de estos 61timos<br />
meses como empleada doméstica en casas particulares, encargada<br />
de aseo, ganando $300 mensuales. En 1976 había dejado<br />
los estudios para trabajar en este mismo tipo de ocupación, ganando<br />
$150 mensuales, debiendo abandonarlo por no pago oportuno<br />
de sueldo. Se informa de estos trabajos por medio de la radio<br />
y amigos.<br />
Otra hija, de 15 años y 6" básico, trabaja en una casa par-.<br />
ticular cuidando niños, ganando $300 mensuales. Este tipo de<br />
trabajo lo realiza a partir de 1975, anteriormente sólo estudiaba.<br />
Buscó trabajo durante 6 meses, y por medio del diario.<br />
En la actualidad, con lo que obtiene el jefe de hogar y sus<br />
dos hijastvno alcanza, incluso hay días en que no tenemos para un<br />
pant1. Junto con esta incorporación al mercado de trabajo de<br />
sus hijos, y los pololos por él realizados, recibe además la<br />
ayuda de antiguos patrones que le regalan ropa para 61 o sus<br />
hijos; en algunas ocasiones recibe dinero. También en algunas<br />
oportunidades los amigos del barrio le dan alimentos.<br />
'NO recurre al PEM pues lo considera denigrante, y adbás por<br />
tener la posibilidad de recibir trabajos de carpintería y de que<br />
le arreglen su libreta de seguro.<br />
r- '<br />
. LO que interesa destacar en este caso, junto con.10 reciente-<br />
mente señalado, es el hecho - quizás típico - de este.grupo , , . de<br />
.trabajadores de más edad y de numerosa familia ,- - que . $610-buscan<br />
y esperan trabajo de personas conocidas o a quienes ya les han<br />
efectuado trabajos* Vale decir, que en esas circunstancias no<br />
compensa la aceptación de cualquier tipo de trabajo o de ingreso,<br />
con lo-que ello implica de desgaste físico y psicolÓgico, dadas<br />
las necesidades del grupo familiar. De allí que prefieran ..,, es-<br />
Perar mejores oportunidades suministradas por aquellos 9ue puedan<br />
valorar su calificación y experiencia. Los casos consignados<br />
grafican-suficientemente la situación típica de estos trabajadores,<br />
el progresivo alejamiento de su trabajo habitual, la funcionali-<br />
dad de los-pololos, la incorporación al trabajo del núcleo familiar,<br />
y la aceptación del PEM como recurso extremo, así como la Progre-<br />
siva prolongación del período de cesantía.<br />
-.
c. ~&r&antes y vend edores: El rubro Comerciüi, cuyas tasas<br />
- -<br />
de cesantfa- examinaramos -en nuestro capítulo inicial, incluye gf d<br />
diversas actividades como "comercio al por mayor", al "por menorw,<br />
"restau&tes" y "hoteles". En nuestro caso particular en que nos .<br />
refe~imos s6io al comercio al por menor, dadas las caracteris-<br />
?<br />
ticas generales del proceso económico nacional, dicha actividad' . ,. ..<br />
obviamente concentra el mayor impacto de las situaciones de-recesión<br />
... - .<br />
Al respecto quisiéramok p$oporcionar algunas ciracterlbticas '<br />
generales'que esta actividad ofrece en nuestro universo de estudio.<br />
- * -<br />
La actividad más representativa de este rubro en el 6mbito.;'<br />
poblacional está referida principalmente al pequeño comercio -.<br />
("nego~ios~~, !,
Último punto, es frecuente observar que en las actuales circuns-<br />
tancias, este sistema de crédito incorpora, en algunas ocasiones,<br />
la forma de solidaridad de "reciprocidad" (mercaderías por txa-<br />
bajo) como tendremos oportunidad de considerar más adelante.<br />
Por otra parte, esta profusión de actividades suministracanales<br />
de comercializaciÓn a las diversas artesan$as que proliferan<br />
en estos sectores (escobas, ganchos para la ropa, calzado,<br />
vestuario, plumeros, fabricación de calugas, juguetes, etc.),,<br />
muchas de las cuales, en períodos de estabilidad, son absorbidas<br />
por una diversidad de pequeñas y medianas industrias que aprove- -<br />
chan esta mano de obra más barata y relativamente especializada.<br />
. ,<br />
Es obvio que en circunstancias de estrechez económica, esta<br />
Última actividad sufre un importante deterioro.<br />
- ..<br />
Para la generalidad de estas actividades, sólo en aquellos<br />
casos en que existe algún capital acumulado, o más generalmente,<br />
en aquellas -. actividades de tipo familiar, es posible que se mantenga<br />
la posibilidad de relativa rentabilidad. Consideraremos<br />
algunos casos expresivos de esta situación general.<br />
1. Enrique:47 años, originario de loncoche. Vive en Santiago<br />
desde los 23 años. Alcanzó 3O primario. Casado, su mujer ' .<br />
de 44 afios y 3Oprimario. 6 hijos, 4 varones, y 3 mj-S m*<br />
los 19,y 10-años. , ,.<br />
Enrique siempre-había trabajado en la construcciÓn en diversas<br />
empresas y- realizando pololos en albañilería. En su Gitimo<br />
empleo estable trabajó en una empresa constructora (construcción<br />
de casas y: departamentos) con 17 empleados y 100 gbreros, per- .. ,-<br />
mane&i'endo, como cuidador en esta empresa desde L961 a -1966. Por - .<br />
enfermed9cj de las piernas permaneció inactivo durante Ün añ?; . - .<br />
Ya resta,yecido y dado :que la empresa había venido reduciendo -, *<br />
su personal (permanecen sólo ,8 obreros),. busca trabajo en em- ,<br />
presas similares. Finalmente incqsiona en el comercio ambulante;<br />
en la compra y venta de "cachureosft, especialmente diarios y<br />
botellas. Se construye un carretón de mano para dedicarse plenamente<br />
a esta actividad, en la que ha permanecido'desde hace<br />
8 años aproximadamente. ,- .<br />
.<br />
:> 1.<br />
- ? .<br />
- - CL --<br />
.-<br />
.* -
-.r, 8<br />
. -<br />
En esta-ocupación obtiene alrededor de $300 semanales.<br />
Con lo que gana, afirma no alcanzar a mantener a su familia.<br />
De al-= que unO de sus hijos (el mayor de 18 años) que estu- -<br />
diaba, entre a trabajar en una pequeña empresa artesanal, fa-<br />
bricacien de bolsones escolares, con un amigo y 4 operarios<br />
más, como cosedor. Obtiene en este trabajo $150 semanales.<br />
. Igualmente, otro de sus hijos de 17-años que estudiaba, ,<br />
ingresa al PEM informado por amistades. En este programa peri<br />
manece durante un año, siendo renovado su contrato cada 3 meses, $<br />
y ganando $660 al mes.<br />
Además de estos ingresos, reciben alimentos de algunos<br />
amigos de la Vega y del Matadero. La situación por que atra-<br />
viesa, los problemas de inestabilidad de ingresos, etc. le<br />
llevan a considerar al jefe de hogar la posibilidad de emigrar<br />
a Argentina, país donde tiene un hermano que podría ayudarles<br />
inicialmente. Su duda principal estriba en el deseo de sus<br />
hijos mayores de permanecer en el país. De al15 que decida<br />
quedarse ''mientras pueda ganar unos pesos". Esta familia es<br />
profundamente religiosa -evangélicos - y viven en mucha armonía,<br />
resaltando el respeto.de1 jefe del hogar por la opinión de<br />
sus hijos y de su esposa.<br />
2. Miguel:26 años, santiaguino, 3O primario, comerciante. Casado,<br />
su esposa de 31 años y l0de humanidades. Se casaron en 1970,<br />
su esposa había enviudado quedando con dos hijos varones de 18<br />
y 15 años. De su actual matrimonio tiene dos hijos de 4 y 3<br />
años.<br />
Miguel trabajaba desde chico en un puesto de Feria que -<br />
tenían sus padres, hasta el año 1973, fecha en que fallece-su.<br />
padre. A la muerte de él, trabaja hasta el año 1974 haciendo<br />
pololos como albañil en diversas construcciones. Finalmente<br />
vuelve a la Feria, trabajando en un puesto que su esposa habia<br />
logrado obtener hace unos años (el permiso de este puesto lo<br />
habza sacado por consejo de su esposo antes de quedar cesante).<br />
Su esposa había trabajado inicialmente como cajera en una<br />
Panadería desde 1960 a 1966. En busca de mejor trabajo se emplea<br />
como domestica entre 1966 y 1967, retirándose por la misma razón,<br />
Desde 1967 a 1971 trabaja como cocinera en una Fuente de Soda<br />
en el centro, retirándose por embarazo. En 1976 vuelve a tra-<br />
bajaraen su puesto de la Feria en compañía de su esposo. El . .<br />
hijo mayor trabaja como vendedor con ellos desde febrero de<br />
1976.<br />
Con lo que ganan alcanzan para comer y algunos gastos de<br />
casa. Sus comidas son por lo general a base de verduras de su<br />
mismo puesto. Su problema principal es la obtención de capital<br />
que les permita mantener su actividad (capital que en parte<br />
consumen en su propia alimentación). De allí que han debido<br />
recurrir a préstamos. Sin embargo, para alcanzar a cubrir<br />
los intereses de estos préstamos, en ocasiones han debido re<br />
A -<br />
*
ducir sus enseres, tales como juguera, mesa de comedor, televisor,<br />
y Yltimamente radio .y tocadisco. - Ln<br />
En estas circunstancias de creciente deteribro, dan dlo-'.<br />
jamiento y comida a una amiga, a cambio de la atencien de la- -<br />
casá y, Los niños menores a.fin de poder dedicarse con exclusi:'.<br />
vidadr4a su trabajo 'de feriantes. * -<br />
3. GeraFdo: 34 años, €iOprimárib, santiaguino, comerciante. Casado,<br />
su~esposa de 33 años, 4O primario, dueña de casa. Tienen<br />
4 hijos de 16, 14, 11 y 4 años. Con ellos vive su suegra de<br />
78 años, pensionada.<br />
Entre 1961 y 1969 Gerardo trabaja en una Barraca de Fierro<br />
con 3 empleados y 10 obreros, como cargador. Deja este empleo<br />
en busca de un trabajo mejor. Entre 1969 y 1971 se desempeña '<br />
como pecador de materiales en una industria laminadora, retirándose<br />
por tgner la p~sibilidad de un mejor trabajo en la ETCcomo<br />
chofer. Mientras espera trabajo ayuda a un amigo comocargador<br />
y repartidor en una industria de detergentes, durante<br />
alrededor de 7 meses.<br />
:.<br />
Finalmente en compañía dé'su hermano y de su'familia, se<br />
dedica a la fabricacidn y venta de tortillas, desde fines de<br />
1972, actividad que desempeña hasta la actualidad. Con lo<br />
que gaha aloanza para-la casa recibiendo además una pequeña<br />
ayuda de su suegra ($300 al.mes). Sus hijos mayores de 16 y - ,<br />
14 años, estudiantes, ayudan en la fabricación y venta de su<br />
producto, siendo muchas veces retirades dé la Escuela en horasd: -<br />
de clases. Esta familia vive en relativas buenas condiciones<br />
tanto habitacionales-como de ingreso. .<br />
- -- - -,<br />
L. . .'<br />
Lüego de" habbr consignado estos casos, indicad&& dé las t<br />
, +<br />
tendencias generales del grupo - caso de situación estable, de<br />
deterioro, y de relativo éxito,- 6onciderareinos~.un Gitimo cado<br />
también: expneslvo de un importante sector 'de coriierciantes' antbti:'' y<br />
lantes ,.-y?qve-.además: se liga; can ha dltima actividad. de' Servi-.' '<br />
cios que :analizaremos -a cbntinuación. = . - - L L . a ir,r<br />
. .<br />
, . , -. - ,.<br />
I '<br />
.J' 7'<br />
4. María: -- 36 anos, ioprimario, originaria de ~autín. 13 años<br />
de permanencia enísantiago. Separada en 1966. 5 hijos, la- .. \'.<br />
mayor de 18 años,, solterq,con una hijita de, 5 meses colabora ,. ,.<br />
como dueña de casa. Los restantes, entre 16 y 10 años.<br />
. - . , .<br />
Maria -tr'abajaba &&re los años 1967 y 1973 como vendedora 1<br />
ambulante de maní, actividad que a su juicio le permitía vivír<br />
bien., Ese último año le cancelan su permiso de venta, medida<br />
que sé inscribe en la política general de reglamentación comunal<br />
que tiende a supr1:niir la tradicional y creciente profusión de<br />
vendedores ambulantes.
A partir de entonces, luego de 3 meses de bhqueda a través<br />
de la radio y amigos, encuentra colocación en- de 1974<br />
como empleada doméstica, ganando $300 mensuales. Tuvo diversos<br />
conflictos con sus patrones por cuestiones de libreta de se-<br />
guro y pago de asignación familiar, recurriendo a la Inspección<br />
del Trabajo. Luego de conseguir estos pagos fue despedida en<br />
agosto de ese mismo año.<br />
Durante su Última cesantía consideró la posibilidad de<br />
entrar al PEM, incluso inició los trámites. Finalmente desiste<br />
pues estima que como empleada doméstica tiene asegurada la<br />
comida.<br />
En la actualidad no cuentra con entradas fijas. Recibe<br />
ayuda de su hermano y algo de parte de su ex-esposo que le<br />
envía a los niños.<br />
Su hijo de 14 años que estudiaba, se dedica a la venta<br />
de dulces en las micros desde hace un año, ganando $20 al dfa<br />
aproximadamente. Este hijo es el que hace de jefe de hogar<br />
en la familia.<br />
d. Servicios (personales y de los hogares)<br />
En función de nuestro universo nos referiremos a dos principales<br />
grupos de trabajo dentro de esta actividad: servicio<br />
doméstico y cuidadores, grupos que aparecen con fuerte representgción<br />
en estos sectores.<br />
En relación al servicio dom&stico, conviene destacar algunas<br />
de las características que tradicionalmente ha ofrecido esta -<br />
actividad en el ámbito poblacional.<br />
Este trabajo ha sido frecuentemente considerado - entre las<br />
jóvenes de alrededor de 15 años - como una de las principales<br />
alternativas de ingreso que les permitía sufragar sus gastos de<br />
mantención, vestuario (muchas veces donado por sus patronesly<br />
encarar diversos otros gastos imposibles de afrontar con sus<br />
propios medios habituales (gastos de dentista, enseres, etc.).<br />
Por otra parte dicho trabajo se presentaba como un medio de<br />
emancipación de las agobiantes tareas del hogar. En efecto,<br />
las hijas a partir de los nueve o diez años, e incluso antes,<br />
han debido encargarse del cuidado de los hermanos menores, del<br />
aseo de la casa, compras y mandados, etc., cumpliendo el rol<br />
de Únicas dueñas de casa (cuando sus padres trabajan) o de<br />
principales colaboradoras en estas tareas, con todo lo que ello<br />
f<br />
- a,
- &: '<br />
implica de trabajo absorbente, tedioso, agotador y despropor-<br />
cionado a su edad y necesidad de esparcimiento.<br />
Del mismo modo, esta actividad proporciona diversas posi-<br />
bilidades de interacción que tienen especial importancia en<br />
orden al noviazgo y matrimonio. Frecuentemente el matrimonio<br />
contraído a temprana edad refleja, paradojalmente, esta nece-<br />
sidad de independizarse de los trabajos del hogar. Igualmente,<br />
y en relación con lo anterior, este tipo de empleo suministra<br />
la posibilidad de una cierta movilidad social, ampliación de<br />
horizontes, nuevo tipo de interacción, etc., posibilidad que<br />
el trabajo de obrera industrial no estaría en condiciones de<br />
suministrarles en el mismo grado. - -<br />
En la actual situación, las transformaciones de este mar- .<br />
cado, tienden a alterar estos patrones tradicionales. En efecto,<br />
los problemas derivados de la recesión económica en estos.Últimos<br />
años determinan una importante caída de la demanda de esta<br />
actividad 9 una paralela caidda de los ingresos ofrecidbs.. En ,.<br />
este sentido se constata un importante incremento de,--oferta de<br />
trabajo y que dadas las reducciones de ingreso cbntrib~~en a<br />
deteriorar más aún este mercado, tornándolo más compe~itivo.<br />
. .<br />
: , - ' -'<br />
Por otba parte las razones del efnpleo cambian significativamente,<br />
siendo reemplazados los motivos ya considerados por .<br />
la más genéricá'? simple necesidad de subsistencia personal. y<br />
familiar, quedando las anteriores razones reducidas al rubri - .:<br />
de "gastos superfluos". En relaclón con este,aspecto e$ tipo<br />
. *<br />
de . personal &leado tiende '.a contemplar con. frecuencia el casq ,:<br />
de dueñas- de casa que nunca -antes han debido trabajar ,' 7 que ,- ,_<br />
deben recurrir a esta alternativa como Ultimo recurso, con .-. -<br />
todo lo que ello implica de desorganización familiar y de incremento<br />
de la competencia. _ , _-. - .. . --<br />
- - , -<br />
ri * ;+<br />
otro problema derivado de esta situación es la dificultad.;<br />
. '.<br />
que encuentran ciertos servicios domésticos comó son los tra-<br />
bajos de lavandería (en casa o a domicilio, denominados "lavados<br />
. : , ;<br />
. ,
de ropa ajena") dados los incrementos del costo de los materia-<br />
les requeridos: detergentes, implementos, etc., dificultades que<br />
contribuyen a agravar los problemas de este mercado.<br />
En relación a& segundo grupo contemplado: cuidadores , porteros,<br />
rondines, etc. se mantienen las tradicionales características.-..<br />
y requisitos tales como edad madura o avanzada, personal de con-<br />
fianza (generalmente reclutado entre los antiguos trabajadores<br />
de la empresa), etc. A este respecto observamos como tendencia<br />
un creciente uso del tiempo libre - que normalmente debe ser ,<br />
dedicado al sueño y el descanso - en el trabajo de pololos.<br />
Los diferentes casos que consignaremos a continuación, ilus-<br />
trarán y ampliarán este sintético bosquejo general.<br />
1. Flor: 51 años, santiaguina, 2O primario. Tiene 3 hijos, una<br />
hija mayor de 18 años, lobásico, dueña de casa. Un niño de 14<br />
años, estudiante de 5Obásic0, y la menor de 10 años, estudiante<br />
de 3O básico. Flor enviudó en el año 1971.<br />
A la muerte de su esposo realiza lavados en casas particu-.<br />
lares, actividad que desempeña entre 1971 y 1973. Debido a sus<br />
bajos ingresos decide emplearse como doméstica, buscando trabajo<br />
a través de conocidos y del diario. Logra encontrar trabajo<br />
como encargada del aseo en una casa particular, permaneciendo<br />
en esta ocupación desde 1973 hasta 1975, fecha en que los dueños<br />
de casa se van fuera de santiago.<br />
En la actualidad se encuentra cesante, intentando ocuparse<br />
como doméstica. Vive de su pensión de viudez ($330 mensuales)<br />
y de algunos trabajos de su hijo mayor (14 años) quien realiza<br />
encerados y mandados en un restaurante obteniendo entre $20 y<br />
$ 25 diarios. Recibe además alguna ayuda consistente en alimen-<br />
tos, vestuario y Útiles escolares de parte de ex-patrones y cono-<br />
cidos.<br />
Con lo que obtiene alcanza para muy poco. Sus comidas se com-<br />
ponen generalmente de sopas, y en muchas oportunidades sólo té<br />
y pan. -Han ido reduciendo sus enseres progresivamente, los que<br />
se limitan en la actualidad a dos camas, una cocina a parafina<br />
(prestada), una mesa y dos pisos de madera construidos por ellos.<br />
Se destaca en esta familia una excelente relación madre-hijos,<br />
con afecto, respecto y obediencia.<br />
2. Luisa: 32 años, originaria de Molina. So básico, tiene 5 .<br />
hijos, 4 niñas de 12, 11, 9 y 3 meses, y un niño de 8 años, los<br />
cuatro mayores estudian. Separado de su esposo desde hace 5<br />
meses (l'convivía con otra mujer" 1.
Su ex-esposo realizaba trabajo del agro en Molina. Al15 se<br />
conocen y casan. La familia se traslada a Santiago en busca<br />
de mejores oportunidades a principio de 1972, el esposo encuentra<br />
trabajo como ayudante de albañil en una empresa c~nstructora<br />
(departamentos), permaneciendo allí hasta fines de 1972, fecha<br />
en que finaliza la obra. Tiene un período de 6 meses de cesantia<br />
durante el cual realiza diversos pololos en albañilería,<br />
encerado de casa y venta ambulante de frutas. Busca cualquier<br />
-tipo.de trabajo a trav6s de conocidos y diarios. Al cab~ de<br />
estos meses encuentra trabajo en marzo de 1973 en una bodega<br />
de la Vega Central como bodeguero, cargo en el que permanece en<br />
la actualidad ganando $40 diarios. .<br />
Luisa comenzó a trabajar para ayudar a su casa, desde 1975<br />
hasta fines de 1976 como lavandera en casas particulares. Afirma<br />
que no le convenía seguir lavando "puesto que el material está<br />
muy caro y no compensa con lo que pagan". Actualmente se encuentra<br />
cesante y buscando trabajo como empleada doméstica, principalmente<br />
a través de diarios.<br />
Para sobrevivir se dedica a la venta de dulces y frutas en<br />
las puertas de las escuelas cercanas a su casa, ganando alrededor<br />
de $10 diarios. Su ex esposo le entrega algo de diner0.y-se<br />
encarga del vestuario de sus hijos; una de las niñitas ha sido<br />
sorprendida en dos oportunidades sacando dinero de los bolsones<br />
de sus compañeras.<br />
La principal dificultad para encontrar empleo, es a su juicio,<br />
el tener una guagua de pocos meses y no tener con quien dejarla.<br />
3. Silvia: 23 años, - 6°primario, soltera. Su familia de origen<br />
rural se trasladó a santiago en los años 1950. Su padre de 70<br />
años se ha dedicado preferentemente a la jardinerla en el barrio<br />
alto.- Silvia es la quinta hija de un total de nueve. Tiene 4<br />
hermanos casados que poco pueden ayudar a sus padres por su numerosa<br />
familia. Dos de sus hermanas menores estudian, Otro se<br />
encuentra cesante, y el Último trabaja como repartidor en una.<br />
, fábrica de helados.<br />
".<br />
.. ' .<br />
Silvia comenzó a trabajar como empleada doméstica desde los<br />
-15 años, como niñera, encargada del aseo, etc. generalmente ,.<br />
"pueptas afuera" y por diversos períodos de seis meses:arun &O.<br />
,La razón de su empleo era la necesidad de tener para sus gastos<br />
varips (incluido el "arreglo de dientes'' y remedios para sus.<br />
dos hermanas menores aquejadas de una enfermedad nerviosa)..Por<br />
otra parte sus padres eran muy estrictos en sus salidas, amista-<br />
des, incluso hasta en su forma de vestirse y arreglarse. En<br />
la actualidad, debido a la edad de su padre que ya no trabaja,<br />
en-los meses de invierno, su ingreso como empleada doméstica :<br />
(3 días por semana como encargada de aseo en una casa particuzar,<br />
Y dos días lavando y planchando en otra) es practicamente la i<br />
principal entrada familiar, junto con el ingreso de uno de sus<br />
hermanos.
.. . !<br />
-<br />
',<br />
4. Luis: 60 años, santiaguino, 6Oprimario. Casado,. su sefior?a'<br />
, .:-de 52 afios, 3Oprimari0, dueña de casa. V-iven con ellos su<br />
hija mayop. de 28 anos, separada desde hace cinco mesés,.y con '<br />
una hija de 4 años; 4 hijos mas, de 14 a 6 años y dos niños<br />
recogidos (abandonados por sus padres) de 13 y 8 años'.<br />
Luktrabaja desde 1961 hasta 1971 como portero'en una<br />
industria de lana de vidrio. Entre 1971 y 1973 se desempeña<br />
como rondh en Corhabit. Por, un lapso de 4 meses busca tra-<br />
bajo de preferencia en su oficio habitual de rondín, trabajando<br />
simult&earr;ente como cargador de la ECA con un amigo. $Al cabo<br />
de estos cuatro meses obtiene el trabajo de portero y cuidador<br />
en- una. fundición ganando en la actualidad $500 mensuales.<br />
Su hija mayor, trabaja en la actualidad en una fábrica ,<br />
textil como conera, ganando $3011 \semanales y recibiendo ademds<br />
$100 mensuales de su ex es pos^. < _ . l~-<br />
Con lo que Luis gana y con el aporte de $150 de su hija+.,<br />
según su opinión, no alcanza para mucho, comiendo un s620r,plato<br />
de alimentos al: día, generalmente legumbres. (Debe notarse,<br />
-i-como.~car!~cterística general de nuestro medio popular la disponibilidad<br />
,para hacerse cargo de dos niños - abandonados por .<br />
- -<br />
.sus padres- - y en edad escolar).<br />
5. Julio: 55 añÓs , santiaguino ,- 6°primariÓ. casado, su &sposa<br />
de, 37 años y 6Oprirnari0, dueña de casa. Tienen 6 hijos entre<br />
- 16 y 5 años, todos estudiantes excepto el menor.<br />
Julio trabaja como carpintero entre 1968 y 1972 en el<br />
Hogar de Cristo (fabricación de casas). Por reducción de per-<br />
sonal permanece 4 meses cesante, buscando trabajo, según su<br />
oficio, a través de sus propios compañeros. Encuentra ocupación<br />
en una empresa constructora con el cargo de rondin, cargo en el<br />
que permanece desde 1972 hasta 1973. Luego de un largo periodo<br />
de cesantia, durante el cual realiza diversos pololos de carpin-<br />
tería, informado por compafieros de trabajo intenta acogerse al<br />
PEM . Aceptado en este programa continfia haciendo gestiones para<br />
conseguir otro trabajo. Manifiesta que lo que recibe de salario:<br />
"no, alcanza, hay días en que no se tiene para comer", casi todo<br />
lo que se come es a base de papas o fideos . comenzó a recibir<br />
un paquete de alimentos en el inismo LEM, dejando de cecibirlo<br />
en enero de 1977,. .. , , . _<br />
- Su esposa efectGa lavados cada 15 días, a partir de 1975,<br />
recibiendo $150 al mes. En el PEM se desempeña como rondín<br />
(inicialmente como carpintero, pero por pérdida y desgaste de<br />
sus herramientas logra cambiarse a rondín). En su trabajo ac-<br />
- tual de rondín (nocturno) tiene la posibilidad de efectuar po-<br />
lolos de carpintería. Jncluso es tornado a prueba en una em-<br />
presa constructora. Sin embargo este trabajo no le conviene<br />
ya que ganaría igucll salario, perdiendo la posibilidad de ~haeer?<br />
pololos extras. (Debe considerarse el desgaste que significa<br />
desempeñar un cargo nocturno y simultaneamente realizar tra-<br />
bajos diurnos en un contexto de aiimentaci6n claramente defi-<br />
citaria) .
, ;- 8<br />
Á -través, .de' lo hasta áhora erpueit6, más alla di aproximarnos<br />
al*problema- de la bGkqueda de'trabajo de las actividades eco-<br />
- \<br />
n6micas consideradas, conocer a grandes rasgos las'priricipales<br />
.,<br />
. -* , ,<br />
tendencias manifestadas en sú interLorg las cáracterísticas de"'<br />
sus respectivos-mercados de trabajo,<br />
. .<br />
etc. hemos podido detectar<br />
. .<br />
- en e'l- analrsis de cada caso conc&to - diversas expresiones<br />
de ldlvariada<br />
< _ gama de estrategia2 de s&viven&a,' par&cularmente<br />
aquellas eeferidas a la búsqueda de p&olos.~ lkt incorpo&tci6n<br />
al m&cado de trabajo de cónyuges e hijos, solidar?dád fardíiar ,<br />
vecinal, etc .<br />
-, ,e<br />
- ., -<br />
i<br />
,, L - , - .<br />
. . ;r , . ., - ,- - -<br />
- , .. 1 - .. --.7. ' _,-. , .i c-..; .<br />
.- Esta visión general que hemos pbtenido a través del eq&men<br />
L . . - L -<br />
de esta primera y fundamental estrategia - la bÚsque.da de tra-<br />
. .<br />
bajo - nos servirá de marco de fondo para el análisis más por-<br />
menori'zado que seguiremos desarrhlando a cont~nuación<br />
- - C I .r .. -<br />
6 . - - . -<br />
,Trabajo de. "pololos":. . . . . ..-<br />
..ZO<br />
.<br />
5:<br />
L a . ..S;. -:-... , : ... .*<br />
. . - . . . ...-. ..A ..... -...S . . ?: -:-;%!. . . . .<br />
a El 'fpololorr -ha -adquirido en nuestro3 sectores .papulares el :'<br />
carkter de verdad-& ".instituci6r1f, reflejando las -ca+acterhticas<br />
de nuestra economia subdesarr~llada, heterdgénea y depen~<br />
diente*::-En la. actualidad el pololo constituye una de las estrategias<br />
de-supervivencia más sistemática y- recurrentes.- 'De allí<br />
que -os(. pwezca -de. interés referirnos qyy sinteticamente y en<br />
generql S, qsus rasgos distintivos -- por lo demás bastante cono-? -<br />
1. ...<br />
- - -,CCJIIU~: sabida,-.<br />
cidos, , yu'de<br />
(ramas),<br />
s . éste<br />
Desde el punto de vista de las actividades productivas<br />
se liga de preferencia a aquellas ramas que con<br />
más facilidad pueden afrontar los períodos de contracción eco-<br />
? .<br />
nómica incorporando personal a trato, como en la construcciÓn<br />
y. servicios - en el medio urbano - y las actividades de reco-<br />
. ,<br />
lección y cosecha - en el medio rural.. En relación al tipo<br />
de trabajos realizados, el pololo se desarrolla de preferencia<br />
. en el m ito de la actividad e instalaciones (gasfitería, elec-<br />
. " ) < "<br />
tricidad, mecánica, sanitarios, etc,); de servicios (lavados,<br />
. l en<br />
planchados, encerados, jardinería, mandados, etc.); en trans--<br />
., .<br />
portes (pionetas, carga y descarga, fletes, etc.) y comercio y<br />
distribución (dependientes, venta ambulante, fletes en ferias<br />
reparto, subscripciones~, etc.).<br />
Las alternativas, tendencias y efectos de las politicas<br />
de reorganización económica desarrolladas en los Últimos años,<br />
determinan el carácter relevante que asume la actividad de po-<br />
lolos en los sectores populares, imponiéndole nuevas y definidas<br />
características. El pololo, actividad tradicionalmente cir-<br />
cunscrita y estacionaria, pasa a transformarse en una actividad<br />
cada vez más generalizada y permanente. Entraremos a considerar<br />
los aspectos más relevantes que definen este nuevo perfil.<br />
Al referinok al proceso de búsqueda de trabajo constat3bamoS<br />
la dinámica en que se inscribe dicho proceso: bfisqueda de<br />
trabajo en empresas similares, en empresas de la rama, empresas<br />
afines, pequeños talleres, pololos en su oficio, hasta la bfisqueda<br />
de cualquier tipo de trabajo estable u ocasional. Si bien la<br />
cobertura de nuestro trabajo, los datos disponibles, y nuestra<br />
propia metodología asumida nos impiden analizar este proceso<br />
profundidad, sin embargo podemos destacar ciertos efectos<br />
-~isignificativos introducidos por esta dinámica ya reseñada.<br />
9, L.<br />
Según se desprende las propias historias ocupacionales y<br />
del juicio de nuestros informantes,, en la medida en que el excedente<br />
de la mano de obra ocupada, generalmente con suficiente
1<br />
-nivel de calificación llega a invadir.el mercado de pololos,<br />
se asiste a lo que-un entrevistado denominaba como lldesnutriciÓn<br />
del mercado de pololos", vale decir, que permanece abierto este<br />
mercado,*--.pero en condiciones de alta competitividad que favorece<br />
al trabajador calificado. De esta forma quedan disponibles<br />
el remanente de pololos más onerosos y más mal retribuidosr-$C.<br />
"pololos desnutridos" - para aquellos sectores que tradicionalmente<br />
recurrían a 61. Ello, sumado a la baja generalizada<br />
de-la demanda de este tipo de actividades, viene a reforzar esta<br />
c&iente y progresi&<br />
l/<br />
., - limitación de su mercado- .<br />
., - .-<br />
En este' sentid6; y en particular en la abti1+idad de la<br />
T c<br />
construcci611, es frecuente observar que por las -. ,razones ya<br />
indicadas, el pololo esporádico es considerado por estos trabajadores<br />
como una ocupación "estable" casi comparable a sus<br />
trabajos anteriores en cualquier obra. (Este tipo de percepción<br />
-.-debe influir necesariamente en las encuestas de desocupación,'<br />
tal como adelantáramos en nuestra introducción).<br />
Este conjunto de factores influye en la remuneración ob-<br />
tenida por este tipo de trabajos. Diversos juicios emitidos<br />
por nuestros "jueces" así lo confirman:<br />
' , - - > .<br />
.<br />
"Buscan salidas al problema no muy buenas como pololos,<br />
o alguna actividad artesanal, o empleada doméstica...<br />
ni siquiera eso es salida circunstancial o de parche,<br />
pues si se encUentra el pololo es tan miserable que no<br />
alcanza para el alimento ni para el pago de las cuentas<br />
de agua, luz, arriendo, ni recetas, inclugo ni para la .<br />
- movilizaciÓn". .."Los que hacen pololos malamente satisfacen<br />
sus necesidades básicas ... no sobreviven, de todas<br />
( I.<br />
maneras deben recurrir a ayuda asistencial"<br />
'g(sobreviven) practicamente a base de pololos . . . F~lolos<br />
. en casas particulares, electricidad, "maestros chasqu$llasl',<br />
encerados, jardines, pinturas, alcantarillado, etc. '~sto,<br />
generalmente no alcanza, es muy esporádico', dura una. semana,<br />
quince días, máximo un mes... y con un ~romedio de<br />
cinco cargas, incluso 'gente con' 11 hijos . . .<br />
1-te una mrrplia gama de pololos en servicios se encuentra amgado<br />
-par esta creciente afluencia en el mercado de persanal calificado,<br />
thdamente los servicios de repara&&, instalaciones, mechica, ser-<br />
vicios del hogar, etc.
Par crtria parte, debe dest-e entre estas tendencia,<br />
- la existencia<br />
c<br />
de nuevos tipos de pololos~que se desarrollan en la actualidad..<br />
Entre ellos vale la pena citar la profusión de "trabajos a .<br />
p- ", sin remuneración o con-remuneraciones bajísimas, que<br />
en Gltima instancia aprovechqn la amplia demanda de trabajo .: .<br />
para ocuparla , . I transitoriamente.,y.,con yn alto,grado de intensi-:.<br />
dad: . . . . . . . . . . . , . . . . . ... ..<br />
.-) .. ! -' . ...<br />
. . .....<br />
i - : .<br />
. . . . : ...
1<br />
l<br />
*<br />
:dk b4-jan<br />
la búsqueda de trabajo como uno.de los expedientes más a mano,<br />
a fin de afrontar el problema común de la diaria subsistencia;,<br />
En este sentido, se daLun importante porcentaje de per'sonas<br />
LoCFora "inactivasi1 - razones de cuidado del hogar,' labores<br />
de casa, estudio, etc. que no habiendo trabajadado con anteriori-<br />
dad, deben en .qa actualidad iniciarse en este aprendizajq sin<br />
la calificación, la disposición anímica, ni la preparación psicol6gica<br />
para,<br />
t., .
En nuestro próximo capítulo entraremos a considerar las<br />
diversas incidencias de esta generalizada estrategia- de.super-<br />
vivencia, particularmente en orden a las consecuencias que-ello<br />
implica en términos de relaciones familiares, educación y salud.<br />
.r .T...: .4OReducciÓn de gastos y enseres.<br />
.- ia reducción general de gastos si'- bien constituye un mecanismos<br />
'adoptado - en situaciones de crisis - por diversos grupos sociales,<br />
en -particular en nuestro campo de estudio ad:uiere im- - .<br />
. *-. . -{* -f..<br />
portantes consecuencias.<br />
M&' allá de las drásticas reducci'ones de gastos de-alimen-<br />
tación y vestuario determinadas por la situación de cesantía,<br />
los bajos ingresos obtenidos en pololos, el carácter esporádico<br />
de muchas ocupaciones, etc. - que no podríamos considerar es-<br />
trictamente como "estrategias" de'Gupervivencia - se percibe<br />
en estos sectores diversas expresiones de "ahorro forzoso" como<br />
respuesta frente a esta general reducción de ingresos.<br />
C<br />
Entre estas expresiones se destaca una significativa-reducción<br />
de gastos de esparcimiento que solían tener bastante importancia<br />
en estos sectores, tales como fiestas de bautizos,<br />
matrimonios, reuniones familiares, paseos, vacaciones, etc.<br />
En este sentido aquella tradicional lfinstituciÓn" de las visitas<br />
dominicales interfamilaires, entre amigos y compadres se ha visto<br />
bastqnte reducida (en nuestras entrevistas se presenta como pintoresco<br />
indicador de este hecho las micros practicamente-deso-, '<br />
cupadas los días domingos, contrastándole con las tradicionales<br />
aglomeraciones que se veían anteriormente).<br />
Otro orden.de manifestaciones dice relación a la paralización<br />
de la construcciÓn popular. Al respecto cabe señalar que-desde<br />
la constitución de estas poblaciones era frecuente observar.di-<br />
versos-trabajos de mejoramiento y ampliación de las antiguas -<br />
y nuevas viviendas tales como enrejados, antejardines, techumbre,<br />
forraje de paredes, encielados, enripiado y pavimentación de pa-<br />
sajes, que incluso constituían verdaderos símbolos de estatus.
En la actualidad sólo se perciben ampliaciones bastante precarias<br />
destinadas z albergar a las j8venes parejas desplazadas<br />
de sus anteriores lugares de recide~cia que reto~nan al núcleo<br />
familiar origina-~io ..<br />
.,<br />
S .<br />
"Es claramente asimilable la situación de cesantía y des<br />
bajos salarios, para quédecir 12s del Empleo Mínimo. .<br />
Mi impresión es que la corrida de sueldos es clara, su<br />
deterioro real es de experiencia; toda la gente ha bajado,<br />
excepción de cierto tipo de empleados antiguos y gente<br />
de las Fuerzas Armadas. La proporción de gente cercana<br />
-, o bajo el límite se ha agrandado"<br />
"Las estrategias de supervivencia son una especie de misterio;<br />
influye niucho el grado de educación (cuando diEo'<br />
eaucación digo grado de conciencia, tipo de valore~,~.et-).<br />
Es increible lo que una mamá puede sacarle al sueldo. Mi<br />
impresión es que es una cuestión alarmante la'prop&ción<br />
- de gente que tiene una sola comida al día, esto ha awen-<br />
tado enormemente; se suprimen las distracciones, la cons-<br />
trucción popular está parada,#y las casas se van llenando.<br />
La gente no compra ropa, poqu~sima ropa".<br />
En relac~ón, ya no a ia obtención de bienes, sino al d&'-<br />
prendimiento de ellos, adquiere importante ponderación - como -<br />
estrategia de supervivencia - la keduccíón de enseres.<br />
-<br />
Esta reducción va desde aparatos electro-domésticos adquiri-<br />
dos con anterioridad - sea por necesidad imperiosa de venderlos,<br />
-<br />
sea por falta de dinero para repararlos -, muebles, ropa de cama,<br />
etc.,, hasta menaje e incluso herramientas de trabajo.<br />
. ., a<br />
. . Se agrega a este cuadro el desprendimiento forzoso de<br />
servicios pGblicos tales como agua, electricidad, etc. por acurnu-<br />
1aciÓn de deudas y cuentas impagas, las cuales al cabo de varios -- :<br />
meses alcanzan cantidades de bastante consideración - -. .,<br />
.: Sin considerar los casos extremos ya consignados - ventas<br />
de medidores de agua, de ampolletas, utilización de las. tablas<br />
de las paredes como leña, menaje reducido a .una sola cama, aiunos<br />
pmos .cubiertos, etc. - y sólo en .relación a las tendencias geeq<br />
fieraies consignadas, se puede constatar que esta estrategia.de
educción de gastos y enseres, si bien proporciona un momentaneo<br />
respiro, a la postre sus consecuencias en orden a las necesi-<br />
dades de salud y alimentación, y en orden a la pauperización<br />
progresiva que ello determina, contribuye a agravar más el pro-<br />
blema de la cesantía. Sin embargo, el carácter irracional de<br />
esta estrategia adquiere connotaciones racionales dado el tipo<br />
de necesidades ineludibles e impostergables que la suscitan.<br />
5O - Solidaridad familiar. ---<br />
-La solidaridad familiar como estrategia de supervivencia<br />
aprece como uno de los mecanismos más presentes y generalizados<br />
en los sectores en estudio. Sin intentar profundizar en el tema<br />
nos referiremos sumariamente a determinados antecedentes y con-<br />
dicionantes'de este tipo de interrelación, así como a las nuevas<br />
tendencias que se generan en este nivel.<br />
En nuestra interpretación, las características generales<br />
que asume la solidaridad familiar en estos sectores, se encuentra<br />
estrechamente vinculada al marco estructural dentro del cual se<br />
desarrollan las relaciones interfamiliares. En este sentido<br />
cobran particular importancia tales aspectos como el autoritarismo<br />
paterno , el tipo de relaciones filiales, así como aquellos as-<br />
pectos relativos al nivel de ingreso, status, emancipación tem-<br />
prana, etc.<br />
El tipo de interrelaciones que se establece en la familia<br />
nuclear, en estos sectores, se encuentra muy condicionada por<br />
el autoritarismo paterno, expresión del machismo tradicional y<br />
de las pautas de valores que permanecen como resabio de la cul-<br />
tura rural. El rol paterno, principal fuente de ingreso de la<br />
familia, que lleva el peso de su mantención a través de un tra-<br />
bajo generalmente oneroso, se encuentra especialmente privile-<br />
giado tanto en su alimentaci8n, descanso y cuidado como en su<br />
propia autoridad. Los niños y niñas deben afrontar desde ten-<br />
prana edad las diversas obligaciones del hogar (cuidado de her-<br />
manos pequeños, aseo, mandados, e incluso el trabajo). La edu-<br />
cación formal cobra especial significación en la medida en que
es considerada corno un medio de superación de la cbnaici6n social<br />
de los padres, quienes proyectan en sus hijos sus propias aspira-<br />
. .-<br />
cienes de movilidad social.<br />
. .<br />
En este contexto, y especiaimente en situacionek de bajos<br />
ingresos, insuficiencia de vivienda, gran tamaño familiar, etc.<br />
se da una temprana emancipación de los hijos, vía trabajo-es-'<br />
'table - y por ende interrumpiendo estudios - y vía matrimonio.<br />
contraido a muy temprana edad. Esta emancipación y estos matri-<br />
monios, por lo general es causa de frecuentes roces y de deterioro<br />
de las relaciones padre-hijos. Incluso en los, casos en que esto<br />
no sucedé, el nuevo matrimonio por las diversas necesidades que<br />
implica la formación del nuevo hogar muchas veces no están en<br />
condiciones de colaborar con las necesidades de su familia nu-<br />
clear. Por otra parte, en años recientes, se abrieron nuevas pers-<br />
pectivas de acceso a sitios y viviendas10 que favorecsa la dis-<br />
persión familiar.<br />
Normal y tradicionalmente, al cabo del nacimiento de los<br />
primeros hijos (los nuevos nietos) tienden a restablecerse las<br />
relaciones padre-hijos, concentrándose la familia ampliada con<br />
ocasión de las principales fiestas familiares (bautizos, primeras<br />
comuniones,<br />
.-matrimonios,<br />
etc.) reforzándose además estos lazos<br />
, - .<br />
familiares con aquellas otra "institución" del compadrazgo.<br />
i<br />
En referencia a las relaciones entre hermanos, pensamos<br />
que éstas siguen las pautas generales de los restanzes sectores<br />
de clase, determinadas tanto por lazos efectivos, como por niveles<br />
de ingreso, status, prestigio, etc. Del mismo modo creemos que . ,<br />
?as situaciones de años anteriores de interno ritmo de participación<br />
y acción social y política contribuía por lo general 'a reforzar<br />
S I e, \ 4<br />
la dispersión familiar. . - ~ssde otro punto de vista, estasrela-<br />
' .<br />
ciones familiares y de co&adrazgo han jugado un importante rol<br />
., -<br />
en las situaciones -de crisis (faiiecidientos , catástrofes ,, etc)<br />
2 % -<br />
así como en términos de redes de información y de acceso al mer-<br />
-.<br />
cado de trabajo.
- . La sítuacibn de crisis económica que afecta principalmente<br />
1 *<br />
a los sectores- populares determina que la solidaridad familiar<br />
adquiere un importante y predominante lugar dentro del conjunto -<br />
de estrategias de supervivencia ,desarrolladas en la actualidad.<br />
En nuestra interp~etaci6n y a de la información ob-<br />
tenida, observamos -confirmando la tesis Durkheimniana -'que<br />
esta situación de crisis contribuye a reforzar esta sociedad pri-<br />
maria,rque se repliega sobre sí misma, concentrándose y aumen-<br />
tando el volhen y densidad de-sus víncuios. Sin embargo, el<br />
grado y las consecuencias de esta crisis, si bien contribuye a<br />
diluir las contradicciones, roces y dispersión anteriormente in- '<br />
dicadas, por su misma agudeza, suministra un marco estrecho, li- '-<br />
mitado y temporal para la vigencia y efectividad de esta parti-<br />
cular dimensión de solidaridad.<br />
.En efecto, y en relación al'primer aspecto mencionado,<br />
esta solidaridad se concretiza en primer t6rmino en una con-<br />
centración familiar física:<br />
"En las condiciones habitacionales a partir de 1964 se -<br />
había producido un esponjamiento, mayor amplitud. Esto "<br />
se vuelve a contraer y son numerosos los hijos casados<br />
que vuelven con sus familias al patio de atr6sft.<br />
Esta observación de un entrevistado y compartida por la<br />
generalidad de nuestros "jueces" es atribuida a las alzas del<br />
costo de arrendamientos, las medidas de regularización de la<br />
situación jurídica del acceso i la vivienda, erradicaciones ,<br />
problemas de cesahtía, etc.<br />
' - . Por otra parte, apaEece frecuentemente, como otm expresión :.<br />
-<br />
de esta solidaridad, la ayuda en dinero y alimentos entre los'<br />
diversos . .<br />
miembros del grupo familiar, el hacerse cargo de los<br />
niños para permitir la incorporación al trabajo de Las cónyuges<br />
o los intentos de emigración, los préstamos en dinero y alimentos<br />
"mientras se arregla la situación", cuotas de ayuda a los padres, .<br />
información y recomendación de trabajos, etc.
En relación a sus limitaciones, esta concentración física,<br />
debido a los diversos roces generados como producto de esta forzada<br />
y estrecha Znteracci8n, reforzada por la situación de dependencia<br />
de las familias allegadas, y por la crítica situación eco-<br />
.-<br />
nómíca del conjunto, determina una frecuente rotación de casa en<br />
casa, desplazamiento que en la medida en que se aleja del núcleo<br />
familiar primario tiende a tornarse cada vez más conflictiva e<br />
inestable. Del mismo modo, las diversas ayudas tienden a mermar<br />
dado que la situación de apremio alcanza al conjunto. Lo mismo<br />
sucede con la información de trabajo debido al incremento de la -<br />
competencia, limitándose a Los parientes más cercanos.<br />
Estas limitaciones se refuerzan en los casos de disparidad<br />
de ingreso y status entre familiares, tanto por razones de verguenza<br />
de tener que dar a conocer su situación de aprenio, como<br />
por el hecho de que normalmente las relaciones de solidaridad se<br />
dan de preferencia en situaciones de igualdad - y a partir de<br />
un determinado nivel en que ello es materialmente posible - y<br />
de reciprocidad (préstamos y ayudas mutuas tanto de bienes como<br />
de trabajos) que excluyen relaciones de dependencia. En relación<br />
con este aspecto, es de frecuente observación el hecho de no<br />
recurrir a los parientes dado que litodos estamos iguales, con<br />
- .<br />
los mismos apuros, etc. ll.<br />
Dadas estas limitantes y restricciones, pensamos - a modo<br />
de hipótesis y sin que nuestros datos nos permitan validarlo -<br />
que el rol de compadrazgo extra familiar cobra menos relevancia,<br />
en situaciones de crisis generalizada, tendiendo arreforzarse en<br />
mayor proporción los lazos consanguíneos más primarios.<br />
Este<br />
si bien la<br />
casos como<br />
contexto general que hemos descrito nos explica que<br />
solidaridad familiar aparece en la mayorla de los<br />
una de las estrategias de supervivencia más socorridas<br />
en el seno de estos sectores, sin embargo se constaYen diversas<br />
otras afirmaciones que insisten en su relatividad, precariedad .<br />
Y transitoriedad. . .
: .* 6O Sol-idaridad vecinal., - , . ,. , c -.<br />
. .<br />
' ''Antes de referirnos al peso .y .vigencia me- .asume este :tipo<br />
de solidaridad como estrategia de supervivencia, consideraremos<br />
en ti%hiinos muy generales algunos rasgos que definen los patrones<br />
de la &nvivencia vecinal en -estos sectores.<br />
2. '<br />
, - .:, 1: . .r ., 1 ,.<br />
' / .<br />
. Las relaciones entre vecinos están determinadas principal-<br />
- 1 . .- \<br />
mente por el tipo de población 9 la forma de acceso a la Propiedad<br />
de la vivienda, ofreciendo considerables variaciones se& las<br />
etapas que marcan su desarrollo en cuanto población o sector.<br />
- ,<br />
1' ' *<br />
Generalmente este tipo de interaccibn, en cuanto a su grado<br />
de intensidad, se desarrolla en términos inversamente proporcionales<br />
a1 nivel socio económico y al llstatklt de la población.<br />
_ <<br />
As$, es frecuente que ' en campanientos y villas exista una mayor<br />
concentracidn de estas relaciones que en poblaciones mejor dotadas<br />
y de más alto, nivel socio-económico. Del mismo modo influye<br />
en el tipo de interreiacih establecida la forma de acceso<br />
a la vivienda, sea por el proceso de selección o de puntaje -<br />
que se estableció en muchas poblaciones Corvi - y que tiende a<br />
c<br />
homogeneizar el vecindario, sea por el nivel de ingresos simi-<br />
lares que supone el acceso por medio de loteos o cooperativas,<br />
o sea por la afinidad social que implica 'el proceso de tomas de<br />
terrenos.<br />
Esta interrelación generalmente se desarrolla en alto grado<br />
en las etapas iniciales del proceso de constituciÓn de la población.<br />
Con especial intensidad, en aquellas poblaciones de autoconstrucción<br />
o en aquellas que han tenido que afrontar en comtín problemas<br />
de infraestructura y de dotación de servicios ptíblicos,<br />
comerciales, de movilizaciÓn,etc., sea trabajando en conjunto o<br />
presionando kn conjunto. ,A .<br />
- - t<br />
' . -<br />
. .<br />
s.,<br />
Sin embargo esta interacclon, como t&dencia, comionza'a<br />
. decaer visiblemente a medida en que se consolida la situación de<br />
la población y se satisfacen estas necesidades. Cabe-considerar,
quizá como contrapartida de lo anterior, el amplio desarrollo<br />
del pi roces o organizativo generado en la-dgcada pasada y continuado<br />
en los años posteriores, que a travgs de sus estructuras<br />
vecinales (Juntas de Vecinos, Centros de Madres), juveniles<br />
(Ceptros culturales y deportivos) y de formación y es- -<br />
parcimiento (Centros Comunitarios ) favorecía el intercambio'<br />
y la par.ticipaci6n de los vecinos en la vida poblacional.<br />
Un Último aspecto a considerar como antecedente, dice re-.,laci6n<br />
a la tradicional solidaridad del sector popular que más .<br />
alla de las naturales diferenaias que se establecen al interior<br />
de cada: población - de ingreso, status, prestigio, etc. - se- -<br />
manifiesta especialmente en situaciones de catástrofe (acci- -. --<br />
dentes de trabajo, incendios, fallecimientos, abandono de hogar, S<br />
enfermedad,-etc.). , .<br />
En'la actualidad, en circunstancias en que las tasas de<br />
desocupación y cesantía alcanzan en estos sectores su mayor pon-<br />
.<br />
deraciGn, la solidaridad vecinal necesariamente se deteriora y<br />
cobra menos significak"i6n y vigencia. Si bien este tipo de solidaridad<br />
ha estado muy presente, en particular, en los sectores<br />
pobiacionales de mas bajos ingresos, es ibgico que dado que son<br />
precisamente éstos los más afectados dentro de este conjunto,<br />
esta forma de solidaridad se encuentre materialmente restringida.<br />
En este sentido es de frecuente observación el que los pobladbres'<br />
tengan reticencia de acudir a su vecino:"Están iguales o peores''<br />
que yo1'. Por otra parte, y muy vinculado a lo que .plantebbamos<br />
-,<br />
inicialmente, incluso se observan casos de repliegue y disimulo ,<br />
de la.propia condición de pobreza. Al respecto consignamos un .<br />
caso qui-zgs extremo pero suficientemente gráfico:. , .<br />
"Conozco el-^caso de un trabajador cesante que mantiene las<br />
cortinas corridas para que nos los vean, y que aparentaba<br />
seguir trabaiando. Cuando los visité. llevaban varios días<br />
coñ s6lo té&:. le quedaba como Único alivio, medio kilo<br />
-<br />
de téf1.<br />
-, .<br />
t . .<br />
En este contexto general, se mantigne vigente la 'solidaridad<br />
, , ..- - L -<br />
vecinal en casos de catastrofes:
"Sin embargo hay una solidaridad imponente en el .caso<br />
de mujeres que quedan botadas, o casos de hospitalización<br />
o accidentes. Se encargan los vecinos de todos los niños,<br />
.comparten todo". . ., , . .<br />
En este sentido, recoger hijos huérfanos o abandonados,<br />
recibir flallegados", compartir'con el necesitado lo poco que<br />
se tiene, es una caracteristica permanente en este sector. -<br />
Sin embargo, y dadas las limitaciones reseñadas, es más fre- '<br />
cuente el desarrollo.de una forma de solidaridad Irde reciprocidad".<br />
Este nuevo tipo de solidaridad, aunque no corresponde - como :<br />
anotaba un entrevistado - a "lo .característico del corazÓn del.,<br />
chileno acostumbrado a dar sin .esperar reoibir nada en cambioftS<br />
puede desarrollarse justamente porque su funcionalidad depende<br />
de su car$cter?ide reciprocidaa, valeb decir es considerada como<br />
una forma de ayuda digna, que no crea relaciones de dependencia,<br />
y que es a la vez "controlable", factor muy importante dada la potencial<br />
demanda de ayuda. Esta reciprocidad ofrece distintas<br />
formas, desde el intercambio de alimentos (la taza de azúcar,<br />
el poco de harina, aceite, leche e incluso pan), hasta la entrega<br />
de servicios a cambio de ellos, como reparaciones, mandados,<br />
pololos, etc., pero siempre y cuando las partes de este intercambio<br />
se encuentren en situación relativamente semejante, turnhdose<br />
en estas prestaciones. Las relaciones de solidaridad<br />
.unilateral, dada la situación general de apremio económico, estdn<br />
absolutamente limitadas y coartadas.<br />
,
70 ~ianks y propamas. asistenciales - oficiales .-<br />
En nuestro capítulo precedente nos referimos a diversos<br />
-<br />
programas asistenciales diseñados por el Gobierno con' el' objeto<br />
de paliar la situación de desocupaciÓn y cesantía que afecta a<br />
un importante nhero de trabajadores. En esta oportunidad,<br />
-<br />
sólo nos referiremos al Plan del Empleo Mínimo, el cual por su<br />
extensión y difusión constituye una importante estrategia de supervivencia<br />
bastante presente en estos sectores. Algunos de los<br />
restantes programas oficialec' sólo los tocaremos indirectamente,<br />
más adelante, -y en.la medida en que la cobertura de nuestros<br />
datos no6 18s pe-tan. . ,<br />
Nuestro objetlvo presente es destacar el tipo de-percepción<br />
existente frente a este mecanismo oficial, la evaluación de que<br />
es objeto y la visión general existente al respecto en el seno<br />
de estos sectores. Ello nos permitirá establecer el rango que<br />
este programa posee en cuanto estrategia alternativa de super-<br />
vivencia.<br />
El PEM, en la generalidad de los casos es objeto de una<br />
perc&pci~n y evaluacih negativa, que sin embargo ofrece di-<br />
versas variaciones. Las razones esgrimidas cubren una variedad<br />
de aspectos, apuntando a su insuficiente salario, la falta de<br />
seguridad socia1,su inestabilidad, etc. Por otra parte, se hace<br />
hincapié en la inutilidad y carencia de sentido de las labores<br />
desarrolladas por este programa. Paralelamente se constata la<br />
inadecuación de estas labores en terminos de la- calificación<br />
de la mano de obra allí ocupada.<br />
Este conjunto de apreciaciones determina que el PEM sea con-<br />
siderado como una alternativa de trabajo relativamente vergon-<br />
zosa y humillante, y que en referencia a las mujeres a115 em-<br />
pleadas alcanza connotaciones, muchas veces, de escándalo.
Sin embargo, la crítica situacióii ocupacional existente<br />
y las limitaciones e insuficiencia de las restantes estrategias<br />
determinan que paulatina y progresivamente vaya cobrando más<br />
desarrollo y vigencia su adopción a lo largo del proceso de<br />
bGsqueda de trsbajo. Este proceso evolutivo, cuyas consecuencias<br />
en términos de status, autovaloraciÓn, relaciones familiares,<br />
etc. son suficientemente transparentes.en las diversas entre- -<br />
vistas y análisis de historias ocupacionales, es graficado muy<br />
sintéticamente por uno de nuestros "jueces" : . .<br />
"No era as5 antes: el PEM era despreciable, la mayorí-a<br />
de los trabaj~dores se resistía ... pero baja y baja el<br />
escalón de la miseria, y así hay no pocos casos de gente<br />
calificada que finalmente intenta por diversos medios in-<br />
gresar al PEM".<br />
A modo de ilustración consignaremos diversas opiniones<br />
recogidas en terreno y que dan razón tanto de este tipo de per-<br />
cepciones como de la evolución reseñada:<br />
En relación a la situación socio-económica de los padres<br />
de familia de una escuela del sector, un entrevistado afirma:<br />
"Hay pocos en el PEM porque la gente es muy orgullosa en<br />
este sector, prefieren pasar hambre; los del PEM son mal<br />
- pagados, mal mirados, no reciben familiar, etc.".<br />
- En referencia al problema de salud, un trabajador de este<br />
sector indica:<br />
. .<br />
-.<br />
. -<br />
Entre los trabajadores del PEM hay frecuentes casos de<br />
ciáticas, Úlceras y anemia. Conozco el caso de una familia<br />
que parte a pie de su. casa- para recorrer cerca de<br />
cincuenta cuadras o nás hasta donde trabaja la cuadrilla-<br />
Van con los niños. Al15 deben recoger pasto, ganan $20<br />
al día, más o menostf.<br />
Un trabajador social, afima:<br />
"Parece que el alcoholisrrio es grande en el PEM. Muchos<br />
señalan al borracho del PEM como un exponente del tipo<br />
de gente que debe recurrir a él, pero hay que ver la<br />
verdadera relación de causa y efecto. Aquí venían cuadrillas<br />
de mujeres del PEM que barrían calles. Pidieron<br />
guarecerse en un local de la parroquia. Los padres tuvieron<br />
que pedirle permiso a las autoridades comunales<br />
pues les estaba prohibido. Había entre ellas varios<br />
casos de alcoholismot1.
\<br />
'<br />
Diversas otras opiniones van entregslndo estad.visión general:<br />
"Lo que más me golpe6 era ver que mientras más capacitado<br />
y desarrollado es el trabajador, nás atroz y sin sentido<br />
es su trabajo: adorno de calles y jardines, con piedras,<br />
por e j emplo . . . "<br />
"La visión del PEM es mala, se quejan de sueldos miserables.<br />
No les satisface lo que hacen. No desempeñan oficios que<br />
les corresponda y para el cual se han capacitado. Son<br />
mandados y obedecen, no deciden nada. Incluso hay quejas<br />
de malos tratos. Mucho autoritarismof1.<br />
"La gente al ver las cuadrillas de trabajo se impresionan<br />
al ver lo poco que hacen, casi no trabajan. Entiendo que<br />
les da lata trabajar por las puras ,' pues los trabajos son<br />
inútiles y la motivación por salarios es mínima. Hay in-<br />
seguridad en el trabajo, están siempre pendiente de que los<br />
"co~tarán". Mucho control de la Junta de Vecinos, incluso<br />
han logrado despedir gente que no rinde".<br />
'llBajo~ salwios y sin seguridad social. Se ha sabido de<br />
varios casos donde se despide gente de industria o de servicios<br />
(SNS) y luego se llenan estas vacantes con gente<br />
del PEM, es instrumento para bajar los costos, el PEM<br />
cumple-la función general de rebajar los salarios ... es<br />
mi impresión, por lo que se'va conversando con gente del<br />
PEM, que su trabajo es bastante inútil1'.<br />
Paralelamente se detecta como tendencia un incremento de<br />
la demanda de colocaciones en el PEM:<br />
"El PEM es utilizado como Último recurso. ~xigen 4-5<br />
cargas familiares y que no trabaje nadie de la familia.<br />
Hay mucha demanda, no da &basto. Piden "informes. sociales1',<br />
no bastan .las Asistentes sociales.de la Municipalidad.<br />
para entregarlos; as2 es que los piden en las parroquias<br />
y en el SNS donde parece que existe un convenio para ellow.<br />
T. -<br />
"La gente vive pr6cticamente a base de pololos y cbmd<br />
. I<br />
anhelo entrar al PEM1'<br />
"El PEM es muy solicitado, por Últi@.más vale estp que<br />
nada. Hay más postulantes que vacantes... El empleó S-<br />
nimo alcanza exactamente para lo mínimo, por lo menos una<br />
copida'al día, claro que sí la señora hace algo como .'<br />
- lavaaos, etc. "'<br />
- .<br />
. Ir r.<br />
El rela'to de un caso concreto nos hiuestra- el tipo\de evo-<br />
lución que representa este proceso-de acceso al ?M.. Por su re-<br />
levancia preferimos consignarlo in extenso en esteacápite -<br />
aunque volveremos a considerar algunos de sus aspectos para grafi-<br />
car el tema de las relaciones interfamiliares, más adelante.
"El es meefinico de mantención de una empresa textil, jefe<br />
'de un grupo juvenil de la población. Con cierta prestancia<br />
y vocación de guía y maestro. Su esposa trabaja.<br />
Viene el problema de su empresa, para el golpe,y queda<br />
cesante. -<br />
En una primera etapa busca trabajo en el ramo técnico, recorre<br />
todo lo que hay de tejidos en santiago, y allí se<br />
encuentra con el informe de su antigua empresa, era dirigente<br />
sindical... en muchas partes le dicen "Ud. es precisamente<br />
lo que necesitamos, venga tal día y preséntese a<br />
tal per~ona~~,vuelve y ya se han informado. En esta primera<br />
etapa no flaquea, por la esperanza que mantiene.<br />
Luego sigue buscando en empresas afines.<br />
Viene luego $a etapa de la recomendación, donde va aceptando<br />
buscar trabajo en lo que sea. Cada vez más frustrado,<br />
con conciencia de que 61 "se la puede", no está en su<br />
trayecto el PEM, sugerírselo habría sido una ofensa.<br />
Empieza el conflicto en el hogar. Su mujer trabaja en<br />
una fábrica de calzado. El pasa a ser dueña de casa, le<br />
hace la comida, barre, etc. Ella lo incrimina:"El problema<br />
es que eres un inútil, te lo pasas ayudando a los demásu.<br />
Viene un aplastamiento psicológico y cae en el alcoholismo<br />
por desesperaci8n. De allí más motivos para que su mujer<br />
llegue mal humorada del trabajo; aumenta la tensión maridomujer<br />
que se quieren mucho pero vive humillándolo, encontrando<br />
todo mal hecho, que son unos inútiles $1 y sus hijos.<br />
El sale de la casa en estas peleas, al principio la comprende,<br />
luego no aguanta, se va fuera de noche y lo pescan<br />
los amigos para tomar.<br />
Estando 61 y ella así, los niños caen enfermos: neurosis<br />
de los riños por esta inseguridad, enfermedades psicosomáticas<br />
(tienen 13 y 8 años de edad). Siempre menos ilusiones<br />
y esperanzas.<br />
Así empieza a aflcrcr en el horizonte el PEM. Es todo un<br />
proceso. Primero, el PEM, qué le vamos a hacer, pero es<br />
imposible por tener sólo dos hijos ...;y los amigos que<br />
trabajan! Luego da un paso trascendental, busca recomendación<br />
via compadre, uno de los jefes del PEM es amigo<br />
de éste quien le da una tarjeta y entra al PEM.<br />
Viene todo un proceso de recuperación, el trabajo lo<br />
equilibra, le corta el alcohol. Lo hacen trabajar en<br />
electricidad - es mecánico de mantención, no electricistapero<br />
es una especialidad en el PEM y queda en la cuadrilla<br />
del Jefe, es otra categoría que va con su condición, y<br />
se va adaptando a eso. No valora el dinero sino el cambio<br />
de condición.
y por otra, un diferencial tipo de demanda vinculada a la<br />
distinta composición social de sus beneficiarj-os.<br />
En efecto, el programa de Bolsas de Trabajo, en razón de su<br />
escasa cobertura - absorbe 2.240 cesantes en todo santiago - .<br />
no puede considerarse como una alternativa abierta dadas sus<br />
limitaciones de financiamiento, asesoría técnica, comerciali-<br />
zación, etc.<br />
Distinto es el caso de los-programas de salud - policlí-<br />
nicas - y de alimentación - comedores ..infantiles - que para<br />
los sectores de cesantes y de familias de bajos ingresos cons-<br />
tituye uná de las estrategias más vigentes y socorridas. Ello -<br />
se explica precisamente por las limitaciones de los restantes<br />
programas asistenciales ofrecidos (SNS y JUNAEB) que no dan<br />
abasto a las necesidades de sus beneficiarios. Los datos de<br />
extensión y cobertura de estos programas, ya consignados an-<br />
teriormente, son un claro indicador de la progresiva vigencia<br />
que asumen. Debe observarse, sin embargo, que estos programas<br />
privados constituyen sólo un paliativo que en ningún caso están<br />
en condiciones de cubrir la demanda general de estas necesidades.<br />
En relación a los comedores infantiles por ejemplo, es una obser-<br />
vación común, reiterada por la gran mayoría de nuestros entrevis-<br />
tados, que un cálculo conservador exigiría triplicar su número<br />
para adecuar10 a las reales necesidades del sector. De allí<br />
que tales programas vayan concentrándose en la atención de los<br />
casos más calificados. Así, las cifras de 30.000 niños atendidos<br />
por estos comedores en 1976 y las 81.559 atenciones otorgadas en<br />
las policlhicas, y los 28.600 niños atendidos por este-mismo<br />
concepto-en los comedores, adquieren su verdadera significación<br />
en este contexto calificado.<br />
La demanda de estos servicios, tal como indicábamos, se<br />
encuentra muy vinculada al nivel social y económico de sus bene-<br />
ficiarios. Su análisis nos permitirá precisar el tipo de per-<br />
cepción y de evaluación de tales programas en cuanto estrategias<br />
de sobrevivencia.<br />
, .
Se compone la situación familiar y de los niños. Ocho<br />
meses atrás yo no habría podido proponerle el PEM, y<br />
ahora $1 pide la recomendación para entrar a esa cuadrilla."<br />
Finalmente debemos destacar que a partir de nuestras historias<br />
ocupacionales, se constata una significativa proporción<br />
de historias, especialmente de jefes de hogar viudas o abandonadas,<br />
y de trabajadores de la construcciÓn, cuyo itinerario<br />
ocupacional desemboca en el PEM. Igualmente constatamos que -<br />
varios de estos trabajos son realizados en divemos servicios<br />
como Escuelas y Policlinicos,~~trabajos que son objeto de un<br />
cuidadoso control y de informes. periódicos a las Municipalidades;<br />
Esto confirma la tendencia ya señalada en-la e~olueiÓn<br />
del.PEW en el sentido de su progresiva instituciona1izaci6n,<br />
.<br />
En síntesis, el acceso al PEM constituyé una de las estrategias<br />
menos deseada pero que progresivamente va haciéndose presente<br />
en el horizonte de las posibilidades de supervivencia, impuesto<br />
por la fuerza de la necesidad. una de las principales<br />
razones que motivan su aceptación estriba en la progresiva contracción<br />
del mercado de trabajo, el creciente deterioro del mercado<br />
de pololos y sus bajos ingresos e inestabilidad. -.En tales<br />
circunstancias el PEM va adquiriendo progresiva vigencia. El<br />
incremento del número de ~trabajklores adscritos . ~ a este p+o&ama<br />
desde sus inicios - y tal com; 6bser;aramos en nuestro capítulo<br />
-,: ><br />
precedente'- es un claro indicador de ellos. -<br />
- .<br />
-<br />
,s.<br />
3 - . . .<br />
8O planes y programas asistenciales no,oficiales. -<br />
: -<br />
. ;Al igual -que en nuestro temd anterior, nos refe~irefide a ':<br />
los -planes y -programas asistenciales no oficia1eo~- ant~riomente<br />
reseñados.-:no en cuanto tales, sino en reiacibn al peso y vi-<br />
gencia que asumen en cuanto estrategias de supervivéncla, -en<br />
nuestro univerrso de estudio.<br />
En este sentido cabe señalar que en relación a-estos-planes<br />
se observa-por ha parte una diferencial vigencia de cada uno<br />
de los mecanismos ofrecidos - bolsas, policlhicas~ comedores -'<br />
. -,
I<br />
1<br />
En primer término, y en relación al cesante proletario<br />
- vale decir el obrero calificado, de tipo industrial, que normalmente<br />
se ha encontrado trabajando con anterioridad - y denominados<br />
frecuentemente por nuestros entrevistados como "cesante<br />
real", consideran este tipo de programas como un Último recurso,<br />
y en forma muy transitoria' Las razones de ello nos las de-<br />
1 talla un entrevistado muy precisa y sintéticamente:<br />
1<br />
u<br />
"Hay situaciones especiales (en los comedores) de hijos<br />
de obreros cesantes, sin ingreso, pero que no quieren<br />
llevarlos al comedor. Escuchamos opiniones de ellos:<br />
no quieren llevarlos por problemas de dignidad, no quieren<br />
llegar al comedor porque se sienten mendigando ung ayuda<br />
que no deberían estar recibiendo - "porque yo como padre<br />
soy el responsable, y mi deber es darles %lo mínimo para<br />
que puedan subsistir, y yo debo ver cómo enfrentar el<br />
problema, porque es mi responsabilidad". En situaciones<br />
extremas solicitan la ayuda del ~omedor.'~ mientras yo no<br />
encuentro, apenas encuentre algo, por poco que sea, los<br />
retirorí. Esto demuestra la conciencia del obrero que se<br />
siente responsable de su situación y de su familia y que<br />
no espera que le den las cosas... es su deber y su derecho,<br />
que al menos puedan darles el mfnimo a su familia". .-O .<br />
Sistemática y reiteradamente se entregan observaciones que<br />
corroboran esta apreciación:<br />
"Hay un tipo de gente que accede (a estos programas) y .<br />
otros que los rechazan por la conciencie que existe";<br />
"el cesante real no acude a esto y se las baraja con<br />
pololos"; "el trabajador cesante sólo (llega en casos, . -<br />
extremos y para pedir trabajo"; "es que el cesante real<br />
no entra en el comedor, sólo como Último recurso".<br />
. .<br />
Una evaluación de la composición social de los cesantes<br />
-adscritos al programa de Bolsas de Trabajo confirma esta tendericia:I1A<br />
mediados de '1976 evaluamos esta composición socihPy ob-'<br />
servamos Ún ,15$ con estas características (las anteriormente<br />
indicadas 1, el 8 5% restante es subpro¡etariadol'.<br />
/<br />
I .<br />
En segundo término, y como, contrapartida de lo anterior,<br />
este tipo de programas es objeto de una ampliz demanda por-parte<br />
del subproletariado (obreros no calificados, cesantes crónicos,<br />
sub-ocupados, etc.).
Este segundo tipo de cesantes que conforman la clientela<br />
habitual de estos programas cubre una amplia variedad de "casos<br />
sociales", entre ellos: madres viudas o abandonadas, ancianos,<br />
problemas de alcoholismo; cesantes crónicos y familias de ex-<br />
trema pobreza:<br />
"Gente que desgraciadamente nunca ha podido trabajar en<br />
forma estable, por capacitación laboral mínima, problemas<br />
culturales y condiciones de vida, y por el bajo nivel<br />
socio económico que determina todo esto...'' (cfr. supra,<br />
pág. 19 )<br />
Diversas razones se con j ugan para condicionar este dif eren-<br />
cial peso y vigencia que asumen dichos programas asistenciales en<br />
cuanto estrategia de supervivencia. En primer término, la<br />
Iglesia católica afrontó inicialmente - a fines de 1973'0 pri-<br />
meros meses de 1974 - el gran incremento de demanda asisten-<br />
cial con las mismas acciones, politicas y criterios con que<br />
normalmente había respondido ante tales necesidades. Al cambiar<br />
los marcos estcructurales: económicos, políticos, sociales, etc.<br />
a partir de septiembre de 1973 y al mantener inicialmente este<br />
tipo de acci6n asistencial, con sus mismas políticas tradiciona-<br />
les, se obtiene como resultado, por una parte un claro desborde<br />
de su capacidad de.respuesta, y por otra, un incremento del tipo<br />
de demanda de corte asistencialista y paternalista. Esta ayuda<br />
- preferencialmente de ropas, alimentos, recomendaciones, etc.-<br />
favorecía, como es lógico, la afluencia de sectores sociales<br />
habituados a recibir este tipo de asistencia.<br />
La Iglesia al percibir que esta inusitada afluencia tiende<br />
a mantenerse e incrementarse, intenta readecuar su acción inscri-<br />
biéndola en los marcos de su política de solidaridad (cfr. supra<br />
pág.36, 37). De allí que pretenda desarrollar sus diversos pro- .<br />
gramas apoyándose de preferencia en este primer tipo de cesantes -<br />
"cesante realff - cuya mentalidad, grado de conciencia y actitud<br />
general son susceptibles de dinamizar este nuevo enfoque de<br />
acción asistencia1 y de pastoral. social. Esta nueva .orientación
permite que el "~~>~ante real" pueda emp2zar i~ considerar tales<br />
programas como mBs accesibles y más da acordes a su condición,<br />
permitiéndr\l.es a la vez algh -2ipo de soluci6n a su problema<br />
de subsistemia,<br />
En ~iniesis, los planes y pragramas asistenciales no ofi-<br />
ciales, adquierer: rl~~portante peso cri 3-0s sectores del subprole-<br />
tariado. Las linitaci- :,es be recursos financieros, técnkos<br />
y humanos, y la ?xcg-csiva dificultad y pecariedad de las res-<br />
tantes cstrateí;-i,zs, aetzrmina qu.2 13 afluencia de demanda por<br />
tales servicios desbordz con cr~ces la capacidad de respuesta de<br />
estos programas. Estzr insuficiencias se refuerzan por el pro-<br />
ceso de suSp-~letarizaci6n de dZversos sec-:ores de obreros y su<br />
consiguiente afluegcia hacia este ambito asistencial, afluencia<br />
favorecida por elt cardcte;. de SU situaci.611 y por el cambio de<br />
, .<br />
oriei?tacitjn 0,ue dichos programas experimentan. A su vez, el cre-<br />
ciente deterioro de la situzción del "cesante cr6nico" y de<br />
aquellos sectores habituados a m tipo de ayuda tradicional yi<br />
paternalista, cont??ibuyen a hacer aíin m& insuficientes este tipo<br />
de programas. De allí el consiguiente Snfasis p o acrecentar<br />
~<br />
la participación y el conciirsc de los dj-versas organizaciones po-<br />
blacionales y los esfuerzos prj-vados r,-epecto a estos programas<br />
, ..<br />
y dentro de los iaarcos de SU ~ulítica de solidaridad. %<br />
a r,r:. -<br />
- F<br />
' '!<br />
9O ~i~racion6$? . .<br />
. . . ,<br />
.' -<br />
,.- S<br />
> . S - :<br />
I *L..<br />
Lá &igiació.n cano ktra-Cegia de supervivencia - 4 pesaS<br />
. ,<br />
.<br />
.- r* 9<br />
L. 3- ., '<br />
< r<br />
de las eviden~es conssn,uc+nc.iaa que inp?-ica aparece como. ,una.<br />
. ,<br />
alternati'va de cinrto peso y %elevan~ic en nuecAro uniyerso, mav<br />
, .<br />
nifestando diversas flixtuaciones en el tieinpo'y diferencias en<br />
cuanto a sus causales, destino y efectividad.<br />
Sin consici~rlar 12 emig-izción detidü a causales directamente<br />
, ..<br />
políticas - au?.lados ,' refugiados, expulsados, etc. -: -ell desplazamiento<br />
de la ci-udad al campo y del ~aís al exterior, par razones<br />
de trabajo, va aciquirir:nS.o sigr,Ffica"clva iiliportancia en los 61timos<br />
a5os. La cifra de Qn 10% de Za població~? 7 - - 2 ha salido
del país en busca de mejores condiciones de vida y de trabajo,<br />
cifra manejada por diversas fuentes- es un indicador suficien-<br />
temente elocuente de esta realidad.<br />
En particular, y en referencia a nuestro universo de es-<br />
tudio, con reiterada frecuencia se constata el desplazamiento<br />
ciudad-campo-ciudad, con diversas características que conviene<br />
detallar. En primer término, se observa un continuo flujo de<br />
la ciudad al campo, pero por períodos de corta duración - de<br />
dos a tres meses. Ello es debido a la impuesta necesidad de<br />
buscar nuevas fuentes de trabajo o de paliar la situación de<br />
cesantxa con el auxilio de parientes de su lugar de origen. La<br />
expectativa de encontrar alll mejores condiciones de vida que en<br />
la ciudad, apoyo familiar, etc. se desvanece prontamente al cons-<br />
tatar que si bien en el campo existen más facilidades de super-<br />
vivencia, ello sólo es factible para la familia nuclear estable-<br />
. cida y arraigada, e incluso con bastantes problemas. Por estas<br />
razones, tal apoyo, al cabo de un tiempo se torna practicamente<br />
insostenible, debiendo retornarse a la ciudad,,con todo lo que<br />
ello implica en términos de gastos, desorganización familiar,<br />
etc.<br />
Por otra parte, se observa como más factible y más ge-<br />
neralizado el traslado de familiares - especialmente niños - a<br />
casas de familiares en el campo por el período de vacaciones<br />
(aprovechando la abundancia de productos de la estación). Como<br />
puede fácilmente suponerse, este tipo de estrategias es más<br />
factible para aquellas familias de reciente arraigo en la capital<br />
o para aquellas que han podido mantener activos y operantes sus<br />
lazos familiares.<br />
1/ Cfr. "Dignidad y Unidad", ~omilía del Cardenal arzobispo<br />
- de Santiago Dn. Raúl 3ilvaHenriquez. Festividad del l0de<br />
mayo de 1977.
En relación a la emigración al exterior, esta ofrece<br />
variaciones de diverso orden respecto a su destino, modalidades,<br />
frecuencia, etc.<br />
En primer término se constata-al respecto una corriente<br />
migratoria de preferencia a Pxgentina y en especial con fuerte<br />
flujo durante 1974 y 1975. Esta corriente tiende a mermar con-<br />
siderablemente a partir del cambio de gobierno ocurrido en el<br />
país vecino en los primeras meses de 1976, para volver a retomar<br />
impulso una vez estabilizada la situación interna, pero al parecer<br />
con menor intensidad.<br />
~ste tipo de migraciones generalmente es iniciada por el<br />
jefe de familia, que parte solo. Luego de un cierto tiempo o<br />
bien envía dinero a su familia mientras intenta trasladarlos, o<br />
bien corta sus lazos con ellos, o bien retorna 1uego.de haber<br />
intentadd infructuosamente establecerse allí - por no encontrar<br />
trabajo o por no haber logrado legalizar su permanencia.<br />
3 9 Ótros destinos aparecen con menos frecuencia. Sin embargo<br />
al difundirse la información de una enventual posibilidad de..<br />
emigración, como fue el caso abierto por Venezuela, durante 1976,<br />
se tienke a producir en estos sectores una fuerte afluencia de ,<br />
demandantes,'fuerza muy indicativa de la actualizada potencialidad<br />
qu2 mantiene dicha estrategia. Consignamos algunas de las opiniones<br />
más ilustrativas y representativas al respecto: '<br />
llmuchos casos de padres que emigran a Argentina, especialmente<br />
obreros de la construcciÓn, con la esperanza de ayudar<br />
. . a su familia, pensando en las deudas, la educación de sus<br />
*<br />
hijos, etc. La situación parece que tampoco es muy buena,<br />
ah al15 a muchos les ha ido mal, ni siquiera les ha resultado<br />
eso. Hay muchos casos así".<br />
llMucha gentes que se va a Argentina. F U impresionante<br />
~<br />
la gente que se fue a lo largo de estos años. En marzo<br />
de 1976 la gente estaba volviendo - después del Golpe<br />
. .<br />
. .<br />
allá - pero siguen partiendo'!.<br />
'<br />
"En 1976 viene alguien y habla de posib;i~idad de trabajo<br />
- en Venezuela. Aunque se trató que esto fuera muy reducido<br />
y pequeño, pasó lo mismo que antes y se extendió la información<br />
como una mancha de aceite. Esto es un indicador
de la magnitud del problema. En una semana llega una<br />
cantidad de gente, subió allí el nhero de calificados,<br />
se volvió a la primera etapa: obreros calificados,<br />
maestros, y también gente no calificada como antes.<br />
Llega gente que no había llegado antes, tipo empleado,<br />
universitario, ingeniero, técnico, gente con conciencia<br />
de tener algo valioso. . . 'l<br />
"La migración creo que ahora es menor, antes del golpe<br />
en Argentina hubo una migración masiva por las facili-<br />
dades y pocas exigencias que ponlan. himero parte<br />
el hombre y deja a su familia ac¿ con todas las conse-<br />
cuencias de esto: pueden estar meses sin noticias,<br />
puede no saberse más de 61, etc. Despues del golpe<br />
parece que esto ha didnuido. Tambi&n se da gente<br />
que vuelve. Esta migración es evidente. Es visible<br />
incluso en poblaciones donde hay bastantes sitios-deso-<br />
cupados. También hay migración al campo - el campo está<br />
peor que acá, pero la sobrevivencia puese ser más fácil.<br />
Gente que venían de alla y se vuelven... Es muy notable<br />
que queden sitios desocupados. Un caso concreto, en 1976<br />
se iarg6 la noticia de Venezuela, contrataban 20.000<br />
trabajadores de la construcción con experiencia. Llegan<br />
muchísimos, y algunos se han ido, pero creo que no tantosf1.<br />
A partir de nuestra información - que como hemos reiterado<br />
frecuentemente no pretende ser estadísticamente representativa,<br />
sino más bien indicativa de tendencias - parece inferirse que<br />
este tipo de estrategia (emigración al exterior) por lo que ella<br />
implica de desquiciamiento en términos de dispersión familiar,<br />
abandono de la poca seguridad que se tiene, riesgos de enfrentar<br />
situaciones desconocidas e inciertas, etc. adquiere mayor vigencia<br />
en sectores de juventud y entre trabajadores que poseen cierta<br />
calificación. ,.<br />
En todo caso representa una alternativa extrema luego de<br />
un largo período en que las restantes estrategias se han reve-<br />
lado insuficientes e ineficaces.<br />
Las limitaciones de nuestro trabajo nos ha impedido de-<br />
sarrollar y ampliar el estudio de esta estrategia, que por su<br />
caracter comprehensivo, indicativo y abarcante, constituye un<br />
adecuado indicador de los alcances y de la eficacia de las res-<br />
tantes estrategias que hemos considerado, y por ende de la
situación en que -se desarrolla la lucha por el diario sustento<br />
en estos sectores.<br />
10. Conductas desviadas.<br />
Bajo este título agrupamos todas aquellas conductas que<br />
se apartan o entran en conflicto con las normas o estándares<br />
social o culturalmente aceptados por la sociedad en general,<br />
y que se detectan en nuestro universo de estudio como mecanismos<br />
de supervivencia desarrollados a partir de la situación de ce-<br />
santía.<br />
En relación a este Último aspecto no entraremos a consi-<br />
derar tales conductas en cuanto a su aceptación o no aceptación<br />
por parte de determinados subgrupos sociales en los cuales se.<br />
generan, ni tampoco estaremos en condiciones de mensurar con<br />
exactitud su grado de generalidad y recurrencia. Sólo indicare-<br />
mos las tendencias más significativas que se perciben frente a<br />
estas problemáticas. Debemos considerar igualmente, que muchas<br />
de estas conductas volverán a ser examinadas m& adelante pero<br />
en la perspectiva de las incidencias que el fenómeno de la ce-<br />
santia determina en estos sectores. - .<br />
El problema de estas conductas desviadas y sus expresiones<br />
. ds generales y recurrentes, tales como delincuencia, prostitu-<br />
ción, alcoholismo, mendicidad, etc., han sido suficientemente<br />
estudiadas desde 91 punto de vista tanto teórico como práctico.<br />
En particular, en nuestra realidad nacional, tradicionalmente<br />
se han indicado sus altos índices, los cuales obviamente adquieren<br />
mayor significación en sectores marginales de muy bajos niveles<br />
socio económicos y culturales. Considerando estas cond.uctas,<br />
en nuestro-caso particular, vale decir en sus variaciones -debidas<br />
principalmente al problema de la cesantía, podemos constatar por<br />
una parte una diferencial percepción respecto de sus expresiones<br />
más tradicionales y frecuentes : mantención de algunos incrementos<br />
de otras, y por otra, el surgimiento de distintas formas y tipos<br />
de conductas desviadas.
En.este- sentido, y en relacih al problema de la delincuencia,<br />
no se percibe un incremento significativo. Opiniones<br />
tales como: "no es tan notorio"; "no en estos sectores"; "no<br />
me atrevería decir que ha aumentado"; "no necesariamente";<br />
"no se"; etc., son vertidas con bastante frecuencia. Se mantienen<br />
si las expresiones habituales de este tipo de conductas<br />
(robos de "tendidos", balones de gas, herramientas, robos en<br />
ausencia de los dueños de casa, etc.). Incluso se percibe un<br />
repunte de estas actividades en los primeros meses y primer año<br />
de este período, sin embargo las diversas medidas de seguridad<br />
adoptadas: redadas masivas en poblaciones y campamentos, campamentos<br />
de delincuentes, restricción de las horas de circulación,<br />
desarrollo de hogares de menores, etc. han contribuido a desincentivar<br />
este tipo de conductas. Del mismo modo, se perciben<br />
indicadores de estas conductas en casos extremos de deprivaciónl/<br />
pero ello no alcanza a constituir al.parecer, un patrón generalizado.<br />
Distinta es la percepción de aquellas otras expresiones<br />
desviadas como el alcoholismo, prostitución, drogas y mendicidad.<br />
Es opinión bastante generalizada que se asiste a un importante<br />
l/ Al respecto, consignamos el siguiente caso: "Es un hoinbre co-<br />
- nacido como tipo sano, bueno. Se habla desesperado por la<br />
cesantía. Llegó a la casa con dulces para los niños, decía<br />
que los vendia. ViÓ que sus robos le daban resultado y se<br />
largó a robar un televisor en una tienda y allí lo tomaron:<br />
preso. Antes de caer preso le vino como una especie de lo-<br />
cura, parece que el médico le di6 pastillas para los nervios<br />
y se las tomó todas de un viaje. Hubo otro intento ...<br />
Para sacarlo de la carcel se presentó un informe psiquiátrico,<br />
Antes, era un hombre de confianza, cuidaba casas en el barrio<br />
alto, tiene los informes. La señora está enferma de los<br />
nervios, no soportaba a los niños.,. cada vez que hablaba<br />
conmigo, era un llanto desesperado. Estaban viviendo de alle-<br />
gados y la gente comenzó a robarles para que se fueran".
incremento del alcoholismo en estos sectores, motivado por<br />
el ocio forzado, la necesidad de escape del hogar (constituido<br />
en foco de tensiones), etc. Este tipo de conducta alcanza grados<br />
alarmantes en sectores de campamentos y poblaciones con alto<br />
índice de cesantía. Indicador de este incremento es la corriente<br />
observación de negocios legales y clandestinos en que se. ex-<br />
pende bebidas alcoh8licas, frecuentados por una abundante clien-<br />
tela, en la que se aprecian incluso gran cantidad de menores.<br />
Se ha llegado a observar, en el caso de determinados campamentos,<br />
incluso la elaboración de alcohol casero, con las. obvias conse-<br />
cuencias de alteraciones psíquicas que ello implica. Del mismo<br />
modo se observa un incremento de la prostitución tanto en adultos<br />
como en niñas, fenómeno que no se conocía en estos sectores desde<br />
su constitución como áreas poblacionales. La creación de pros-<br />
tíbulos y la práctica de la prostitución, si bien no es un fenómeno<br />
corriente, sin embargo se observa directamente en la vida diaria<br />
y es percibido a través de las diversas acciones de salud, asis-<br />
tencia, etc. En relación con este aspecto, se aprecia una nueva<br />
modalidad de prostituci6n, cual es la prostitución practicada como<br />
. ><br />
"trabajo", es decir como medio de subsistencia personal y fa- ,<br />
miliar; prostitución de madres e hijas que recurren a este'ex-<br />
pediente con el consentimiento y conocimiento del grupo familiar.<br />
En relación al consumo de drogas se observa por unaaparte<br />
un decrecimiento de esta práctica en el ámbito escolar, y por<br />
- -<br />
I otra, un fuerte'incidencia de ella en el medio juvenil, no ya<br />
como moda - como solla serlo en años anteriores - sino como una<br />
necesidad de evasión ante la estrechez de sus horizontes de<br />
estudio y trabajo. Este-'fenómeno es frecuentemente resaltado<br />
por aquellos entrevistados que vienen dirigiendo y asesorando<br />
actividades juveniles depdrtivas, recreacionales'y de tipo tul-<br />
. ,-<br />
tural, desde hace largo tiempo en este medio. -<br />
La mendicidad, segGn se desprende del común de infórmantes<br />
Y desde sus diversos ángulÓs de enfoque - educacional, asisten-<br />
ciai, vecinal, salud, etc. ha manifestado un importante y sig-<br />
hificativo incremento. En los primeros años de este período era
un fenómeno de expresión diaria observar la gran afluencia de<br />
grupos.de mendigos de adultos y niños que proliferaban en los<br />
barrios del centro y sectores residenciales, en la moviiizacidn<br />
colectiva, etc. Diversas medidas de control y vigilancia po-<br />
licial contribuyeron a detener este tipo de prácticas. Igual<br />
efecto ha tenido el desarrollo de diversos centros de menores.<br />
En relación a la mendicidad infanti1,este conjunto de me-<br />
didas, si bien ha implicado un mayor control familiar e indi-<br />
vidual, ha contribuido a desplazar el ámbito de esta actividad<br />
desde los barrios' c6ntricos hacia los barrios donde existe<br />
menor control policial y hacia los propios sectores poblacionales<br />
de origen.<br />
Indicador de esta situación, más allá de la mera obser-<br />
vación visual, que lo confirma, es la fuerte demanda de inter-<br />
- nados que llegan a los diversos organismos asistenciales del<br />
sector. El "no saber qué hacer con los niños", el "no poder<br />
controlarlo^^^, "niños que se evaden de todo encierro" ,, es un<br />
indicador de lo que sucede en aquel otro amplio conjunto de<br />
hogares que por razones socio-culturales y de desintegración<br />
familiar no suelen dar preferencial atenci6n a este problema.<br />
Por otra parte, ya hemos indicado, como el desarrollo de<br />
diversos pololos realizados por niños: fletes, mandados, recados,<br />
vcortes",'etc. contribuye generalmente a alejar al niño del<br />
cuidado y cbntroi familiar, entregándolo<br />
. , a sus propias fuerzas<br />
a enfrentar el impacto de las tendencias que se viven en estos<br />
ambientes de trabajo.<br />
Un segundo tipo de conductas observadas, llama la atención<br />
precisamente por su novedad y su carácter atípico que en cierto<br />
sentido torna difícil su inclusión en el rubro de conductas des-,<br />
viadas. Ello se debe a que si bien aparecen como conductas que<br />
se apartan de los canones y normas socialmente habituales., sin<br />
embargo, su propia necesariedad y funcionalidad les resta el
S<br />
carácter de desviación propiamente tal. Nos referimos en con-<br />
creto.al abandono de hogar, el "enclaustramie?to'~ y el sueño<br />
adoptado como mecanismo de evasión.<br />
En relación al abandono de hogar se detecta un importante<br />
incremento de mujeres abandonadas, particularmente en campamentos<br />
y villas de extrema pobreza, en un volhen que excede el índice<br />
habitual tradicionalmente existente en estos sectores. En efecto<br />
- aunque volveremos sobre estos aspectos al abordar el problema<br />
de las incidencias familiares del fenómeno de la cesantía - al<br />
parecer, en los..primeros escalones de la miseria, se detecta .<br />
un proceso de concentración familiar, cuyas razones-.ya hemos<br />
considerado mas arriba. . Sin embargo,_en la medida en que la<br />
situación se deteriora y se torna cada vez más irreversible, el<br />
núcleo familiar como un todo se revela disfuncinnal en orden<br />
a la lucha por la supervivencia. Más allá del enrarecimiento<br />
del ámbito familiar, de los roces y tensiones, llega un momento<br />
en que las necesidades de atención, cuidado y alimentación del .<br />
jefe del hogar absorben la totalidad de los recursos de la fa-<br />
milia. En tales circunstancias, aparece más viable la desin-<br />
tegración de la familia, permitiendo que cada uno de sus miembros<br />
proceda a afrontar el trabajo de sobrevivencia liberado de sus<br />
responsabilidades habituales. Es evidente que en esta Última<br />
situación, la madre de familia con hijos pequeños queda más<br />
desfavorecida, debiendo recurrir a las otras diversas estrategias<br />
a su alcance. . .<br />
En relación al "enclaustramiento", si bien parece detectarse<br />
en algunos casos como conductas cercanas a lo patológico,<br />
no ha dejado de ser observado en este universo.. Uno de estos<br />
casos, ya referido más arri.ba en relación con la solidaridad<br />
vecinal,.eg expresivo de esta tendencia a no revelar la propia<br />
situación de miseria, precisameqte por e.1- impacto emocional.We<br />
ejerce sobre personas no habituadas a tal estado. Tal tendencia<br />
se encuentra reforzada tanto por los propios medios de difusión
que enfatizan-Jbs-avances-logrados, los valores de la iniciativa<br />
personal,, etc. como por la limitación de candes .organizados<br />
de solidaridad a nivel vecinal. -<br />
. .<br />
- Finalmente cabe reseñar corno conducta suficientemente generalizada,-laievasi6n-<br />
de la critica situación de deterioro económico,<br />
por el-recurso al sueno. Esta estrategia" se observa<br />
con frecuencia en aquellos~casos en que es habitual no ingerir<br />
ningh tipo de alimentos en algunos dias de la semana, o en los<br />
fines de semana:"hay gente que prefiere'dormir para no7.sentir<br />
hambrett ; tlaborrezco despertar, desear5a no despertar nunca1',<br />
son observaciones que en parte contribuyen a develar este tipo<br />
de mecanismos que se desarrollan para adecuar.se a la situación<br />
de cesarda prolongada, a develar este "verdadero misterio" de<br />
la sobrevivencia, como lo calificaba ono de nuestros entrevistados.<br />
8 1 .<br />
Este conjunto de conductas desviadas adoptadas como estrategias<br />
de supervivencia, justamente por su carácter de "irracionalidad"<br />
, sü relativa disfuncionalidad, as5 como por sus efectos<br />
contraproducentes, se encuentra determinado por dos niveles de<br />
realidad distintos pero que pueden combinarsi y reforzarse mutuamente:<br />
uno es el tipo de valores y de conciencia vinculad6<br />
al nivel cultural o de educación en sentido amplió'; otro es el<br />
grado de deterioro y de irreversibilídad de la situación de<br />
pobreza o cesantía. ~n-este sentido, este tipo de conductas es<br />
más frecuentemente observado en sectores en que se combinan muy<br />
bajos niQelks culturales y socio-económicos, como es el caso<br />
de campamentos y villas de erradicación. Sin embargo pueden observarse<br />
't&nbign en determinados sectores en que se combinan<br />
niveles cu'lturales aceptables, con fuertes y bruscos procesos<br />
de deterioro econ6mico; en los cuales, este tipo de conducta<br />
puede adquirir rasgos psicopatológicos manifestados especialmente<br />
en prácticas de alcoholismo y delincuencia.
11; Combinación de Estrategias.<br />
Finalmente y a modo de conclusión pre !liminar, nos referir<br />
mos a las diversas tendencias observadas en relaciGn a los dis-<br />
tintos tipos de combinación de estrategias de sobrevivencia;<br />
Estas agrupaciones serán visualizadas tanto en función de las<br />
diferenciales situaciones socio-económicas, como en relación a<br />
'Ya composición social de los diferentes sectores que tienden'a<br />
adoptarlas.<br />
0..<br />
Las características de la situación socio-economica que<br />
definen la'coyuntura nacional en los Últimos años, determinan que<br />
por lo general la adopción unilateral de una determinada es-<br />
trategia de sobrevivencia no constituya una solución adecuada<br />
y suficiente. De allí que con frecuencia se adopten varias<br />
estrategias simultheamente, según el tipo y- grado de deterioro<br />
de las habituales condiciones de vida.<br />
En este sentido se distingue un primer subconjunto de es-<br />
trategias que combinan la búsqueda de trabajo con la realización<br />
de pololos, la reducción de gastos y enseres, la solidaridad<br />
familiar y la incorporación al mercado de trabajo de uno o varios<br />
miembros del núcleo familiar. Evidentemente la adopción de cada<br />
una y de este conjunto de estrategias se encuentra estrechamente<br />
vinculada y condiciOnada por el estilo de vida del grupo familiar,<br />
su tamaño y composición, tiempo de cesantía, tipo de relaciones<br />
familiares egistentes, etc. Del mismo modo el grado de deterioro<br />
de las condiciones de vida y la eficacia de cada una de estas<br />
estrategias determina el orden de sucesión y/o de simultaneidad<br />
en su adopción. Es decir, si la búsqueda de trabajo se alarga,<br />
mayor es la probabilidad de enfatizar la búsqueda de pololos,<br />
reducción de gastos, ayuda familiar, etc. Igualmente, según el<br />
tipo de pololos encontrado, su mayor o menor alejamiento de las<br />
fuentes habituales de ingreso, montos de la remuneración obtenida,<br />
efectividad de la ayuda familiar lograda, etc., mayor o menor<br />
será la necesidad de que diversos miembros del grupo familiar
se integren al trabajo. En este sentido, la incorporación del<br />
cónyuge al mercado de trabajo, generalmente es indicador de<br />
uk creciente deterioro de esta situación. Finalmente, la efi-<br />
cacia o ineficacia de estas estrategias determina la radicalidad<br />
de la reducción de gastos y de enseres. . .<br />
A partir,de-nuestra información, estimamos que la adopcián<br />
simulthea o sucesiva de este conjunto de estrategias constituye<br />
una modalidad practicamente universalizada al interior de los ,<br />
sectores.de bajos ingresos o en situación de cesantía, cruzando<br />
cualquier tipo de categorías que se distingan a su interior sea<br />
por ramas, calificación, situación de clase, etc. Sus razones,<br />
, . ,<br />
tal como tuvimos oportunidad de considerar más arriba, aparecen<br />
claramente percibidas:<br />
"Es claramente asimilable la situación de'cesantia y de<br />
bajos salarios, para qué decir los del Empleo Mínimo...<br />
mi impresión es que la corrida de sueldos es clara, su<br />
deterioro real es de experiencia; toda la gente ha ba-<br />
jado, excepcisn de empleados antiguos y de gente de<br />
- Fuerzas Armadas; la proporción de gente cerca o bajo el, ,<br />
limite, se ha agrandadof'.<br />
: En la medida en que estas estrategias van agotando su<br />
eficacia por las razones ya indicadas más arriba: entre ellas,<br />
la restricción de la oferta de trabajo, la desnutrición del mer-<br />
-cado de pololos, límites estrechos de la ayuda familiar y del<br />
stock de enseres disponibles, etc., 19 búsqueda de la supervi-.<br />
.-vencia discurre por aquel otro tipo de canales suministrados por<br />
la ayuda vecinal y los diversos organismos asistenciales oficiales<br />
y no oficiales.<br />
Evidentemente esta reorientación de las estrategias asu-<br />
midas no constituye un proceso abrupto, mecanice, rígido, sino<br />
que más bien es reve1ado-r de un movimiento y de una dinámica<br />
fluida, que distingue avances y retrocesos, situaciones estacio-<br />
narias en el tiempo, combinaciones y recombinaciones, pero que<br />
sin'embargo representa en t&+minos concretos y vivenciales<br />
aquellas tendencias estructurales determinadas por las alterna-<br />
tivas de nuestro proceso económico.
Es igualmente evidente que este segundo tipo de combi-<br />
nación de estrategias, representa o corresponde a un importante<br />
y significativo descenso en los escalones de la miseria, toda<br />
vez que implica que el trabajador se encuentra disminuido en<br />
1 su condición de tal.<br />
I<br />
Este segundo subconjunto de estrategias, combinadas en.<br />
mayor o menor proporción con algunas o varias estrategias de subcanjuntos<br />
precedente, refleja preferentemente la práctica de aquel sector<br />
de trabajadores no industriales, de escasa calificación, que<br />
podrhmos denominar como subproletariado> o trabajador marginal2<br />
el cual por las razcnes ya indicadas, ha sido desplazado de sus<br />
fuentes habituales de trabajo y del mercado de pololos. Igualmente<br />
representa una cierta proporción de trabajadores industriales<br />
que han visto agotadas las anteriores estrategias. La composición<br />
social de los trabajadores del PEM que tuvimos oportunidad de<br />
considerar en nuestras historias ocupacionales, de la bolsa de<br />
trabajo y de los comedores infantiles, al igual que lo ya observado<br />
en relación a la solidaridad vecinal, así lo confirman.<br />
En relación a estos Últimos sectores, la adopción de este tipo<br />
de estrategias representa, como es obvio, un segundo nivel de<br />
deterioro.<br />
. Finalmente y como estrategias extremas, los Últimos mecanismos<br />
considerados: emigración y conductas desviadas, marcan el<br />
p límite observable, por lo menos en nuestro trabajo, de esta<br />
amplia gama de recursos diseñados para sobrevivir o adaptarse<br />
a la situación de pobreza y cesantía. Cabe señalar que al interior<br />
de este Último subconjunto estamos en presencia de dos<br />
niveles distintos de situaciones extremas o límites. Uno, claro<br />
y nítido, es el de aquellas situaciones en que la sobrevivencia<br />
sólo es considerada factible más allá de los límites impuestos<br />
Por las normas socio-culturales establecidas, y que - como<br />
veíamos - combina estados de extremo deterioro socio-econÓmico y .<br />
de bajo nivel socio cultural. Otro, más difuso, es el de aquellas<br />
otras situaciones en que la sobrevivencia, sea por razones de
8<br />
. .<br />
.tipo. pcriít&o-ideoibgicoi >sea por razones -socio culturales<br />
ligadas a distintos nive&s de educación, calificación, autovaloración2,-etc.,<br />
&lo es considerada factible más allá de los<br />
# límites territoriales del país. .<br />
t .<br />
Si bien este Último caso - migraciones - no necesariamente<br />
im$lica haber 'recorrido todas y cada mi,- de las 'etapas de de-<br />
-- terioro, y gen&almente. sí lo implica en-el primero .- conductas<br />
deshadas - ambos son indicadores de la estrechez objetiva y<br />
subjetiva de los marcos-estructurales y por consiguiente de la<br />
funcionalidad y suficiencia de las restantes estrategias que<br />
hemos venido- ahalizando.
CAPITULO IV: INCIDENCIAS DEL FENOMENO DE CESANTIA.<br />
La necesidad de distinguir analíticamente los diversos<br />
aspectos que caracterizan la situación de bajos ingresos y de<br />
cesantía, distinción que ha presidido nuestro desarrollo expo-<br />
sitivo, tiene el riesgo de opacar su carácter de proceso. De<br />
allí la conveniencia de incorporar en una visión de conjunto<br />
los elementos parciales que lo constituyen, rescatando así<br />
su globalidad.<br />
Quizá adelantándonos a nuestras conclusiones finales, consideramos<br />
que los diversos aspectos hasta ahora analizados - el<br />
contexto estructural de la situación de cesantía, las modalidades<br />
que asume en el seno de los sectores populares, las ofertas<br />
de recursos asistenciales, las estrategias de supervivencia<br />
diseñadas por los sectores afectados y las incidencias que luego<br />
entraremos a examinar - podrían constituir elementos de un proceso<br />
circular que se retroactive y autoalimente.- Este tipo de<br />
reproducción no tendría lugar, sin embargo, en un plano . esta- .<br />
cionario, sino que por su propia lógica interna se desarrollaría<br />
en una gradiente de progresivo deterioro. El análisis de las<br />
incZdencias del fenómeno de la cesantía en términos familiares,<br />
de educación, salud, etc., tenderían a confirmar esta interpretación.<br />
Luego de entregar este desarrollo, y por ende habiendo<br />
cerrado este proceso,.. volveremos- sobre estas consideraciones en<br />
posesión de mayores elementos. -, . - ..- . ,. . - ,., ,,-<br />
1. ~ncidencias en el &bit0 de las relaciones fami.liares,<br />
. el mundo juv-enil y del niño.<br />
. -. -<br />
1. Relaciones interfamiliares: -<br />
Si bien a 1.0 largo de nuestro análisis ya. se han ido per-<br />
filando las diversas incidencias de la situación de cesantía y<br />
de bajos ingresos en los diversos aspectos de la vida familiar,<br />
creemos conveniente examinarlas en términos más globales y<br />
sistemáticos. -
De la ampliz 'gama de obse~vaciones al respecto se infiere<br />
un conjunto de efectos que se conjugan para determinar un gran<br />
deterioro tanto de los roles como de las relaciones interfamiliares.<br />
El hogar, en este proceso de deterioro económico. se<br />
transforma progresivamente en un foco de tensiones, roces y ,<br />
desaveniencias, condicionando un ámbito familiar crítico y<br />
enrarizado. Por otra parte? la progresiva frustración del jefe<br />
del hogar en su infructuosa búsqueda de trabajo, la realización<br />
de trabajos ajenos a su calificación y status, su impotencia ante<br />
la necesidad de ejercer su función de mantenedor de la familia,<br />
hieren y deterioran su propia autovaloraciÓn y amagan su tradicional<br />
machismo. La pauperización material de la familia determinada<br />
sea por la cesación del trabajo, sea por la insuficiencia<br />
de salarios8y reforzada por la reducción de gastos esenciales y<br />
la reducción de enseres;se conjugan con la pauperización moral<br />
que implica el recurso a familiares, vecinos y organismos asistenciales.<br />
Este conj~~to de factores, inciden en la dispersión<br />
y atomización de los miembros del núcleo familiar.<br />
- . . .-<br />
~n&e~aremos* a continuación algunas de las observaciones - . . , -1<br />
más ilustrativas de esta situación, recogidas desde diversos .-<br />
ángulos de enfoque:<br />
4<br />
. , , '?La neurosis ya no tiene nombre, la gente no tiene salida,<br />
sin perspectivas, son reactivos a la situación. .. El<br />
hombre no soporta estar en casa sin hacer nada, fácilmente<br />
cae en el trago. Lamujer no soporta el llanto .de<br />
los niños pidiendo comida ... La mujer no soporta al hombre<br />
y los niños. El hombre no soporta la casa, las peleas,<br />
no- soporta la cesant-íalr.<br />
"Hay muchos problemas conyugales, conozco el caso de una<br />
pareja joven que no tienen relaciones. desde hace un año:<br />
sus vidas no pasan por esto"<br />
-- "Lo primero que se daña es la relación hombre-mujer. El que<br />
el hombre pase todo el dla en la casa, sin hacer nada,<br />
trae problemas. El hombre de población no sabe estar en<br />
la- casa. . '' 0 .<br />
"El drama familiar es bastante grave, la familia no tiene :<br />
nada, se limitan sus posibilidades de educación. Los problemas<br />
de relaciones familiares se afectan, la inestabilidad<br />
económica determina la inestabilidad emocional; se
culpan entre los esposos o se exigen más de lo que pueden<br />
dar. A veces los matrimonios se disuelven, no siempre ha<br />
enfrentado el problema la pareja unida. El matrimonio se<br />
ha disgregado, caen en situación de inestabilidad'..<br />
"La salida a buscar trabajo, cada día es una esperanza y<br />
un fracaso diario. La mujer acumula tensión como una pila<br />
eléctrica, la llegada del marido es 31 momento de la des-<br />
carga. Luego vienen las cuestiones de palabras, la recri-<br />
minación de que él no es capaz, de que no es posible que<br />
no encuentre nada. A veces la mujer cae en esto por el .<br />
impacto de los medios de difusión que dan su particular<br />
interpretación de este problema de la cesantía, lo que di-<br />
ficulta más el problema".<br />
E "En este campamento hay un 50% de mujeres abandonadas, in-<br />
fluye el momento actual, la desesperación económica, hay<br />
conflictos graves en la pareja. Se van (los maridos)<br />
amenazan con irse y se van.,. el marido se va a trabajar<br />
a otro lado, o se aburre... madres abandonadas... mujeres<br />
botadas. . . I1<br />
El siguiente caso de vida es suficientemente expresivo de<br />
esta situación. Ya lo consignamos con ocasión del análisis del<br />
1<br />
recursos a los organismos asistenciales (Cfr. supra, pág.74).<br />
En esta oportunidad pensamos que es de utilidad retomar sus aspectos<br />
más pertinentes:<br />
' . _<br />
.<br />
."&a mecánico de -mantención. vocación -de maestro y. de .<br />
guía que ejercía con la juventud ... recorre todo lo que<br />
hay en santiaga de tejidos ...- luego sigue buscando-en ='<br />
empresas similares. I ., . .<br />
Empieza,.el conflicto en el hogar. Su mujer trabaja en - ..<br />
una fábrica de calzado. El pasa a ser "dueña de casaw,<br />
le hace la comida, barre, etc. Ella lo incrimina:" Elt<br />
problema es que eres un inútil, te lo pasas ayudando a<br />
los demás". Viene un aplastamiento psicológico y cae<br />
-. en el alcoholismo por desesperación. De allí, más motivós'para<br />
que su mujer llegue mal humorada del trabajo<br />
y-aumente la tensión marido-mujer que se quieren mucho,<br />
,<br />
pero vive humillándolo, encontrando todo mal hecho, que,<br />
, . ,<br />
son unos inútiles 61 y sus hijos.<br />
El sale de la casa en estas peleas. Al principio la com-<br />
prende, luego no aguanta, se va afuera de noche y lo<br />
pezcan los amigos'para tomar. Estando así él y ella,<br />
10s niños caen enfermos - neurosos de los niños,por esta<br />
inseguridad, enfermedades psicosomáticas (tienen 13 Y 6<br />
años de edad). Siempre menos ilusiones y esperanzas ..."
. . . Entra al PEM. Viene todo un proceso de recup'eracidn<br />
el trabajo lo equilibra, le corta el alcohol... Se compone<br />
la situación familiar y de los niños.. "<br />
'.,Remos vuelto a consignar este caso, a riesgo de ser rei-<br />
. ,<br />
terativos, por su extraordinaria transparencia que nos revela<br />
el profundo conflicto familiar traido por la'situación de cie-<br />
santía, la importante alteración de roles, el progresivo en-<br />
rarecicimiento de las relaciones interfamiliares, enfermedades<br />
de los niños, etc.<br />
Del'lnismo modo nos demuestra con nitidez la evolución psi-<br />
col6gica que subyace a este proceso determinado por el factor<br />
trabajo. En este caso particular el solo acceso al trabajo, in-<br />
cluso tratándose de una ocupación muy por debajo de la califi-<br />
cación, trayectoria y experiencia de este mechico de mantención,<br />
incluso tratándose de un programa asistencia1 que no goza de<br />
particular preferencia en este medio, logra sacar a este traba-<br />
jador de su f'aplastamiento psicolÓgico'' permitiéndole iniciar<br />
un "proceso de recuperación':: el trabajo lo equilibra, le corta<br />
el alcohol, se compone la situación familiar y de los niños.<br />
Es precisamente esta dimensión la que nuestras estadísticas 1Ó-<br />
gicamente no pueden rescatar y que sin embargo.constituyen el<br />
transfondo de vida de amplios sectores que con'distintos grados<br />
de dificultad intentan superar o adaptarse a las condiciones de<br />
vida exi'stent'es .<br />
2. El mundo juvenil.<br />
. El proceso de cesantía que hemos venido ,kalizand,~, as í como<br />
el tipo de incidencias determinadas en el ámbito familiar por<br />
este fenómeno, se proyecta en el nivel juvenil profundizando sus<br />
consecuencias.<br />
~n.'<br />
efecto, los diversos aspectos hasta ahora considerados<br />
en relación a este proceso vienen a cortar abruptamente una!<br />
serie de expectativas surgidas en e$ ámbito familiar especial-<br />
mente a partir de la decada precedente.
Por esos años había venido configurándose un proceso de<br />
progresiva ampliación de la base educacional - en sus diversos<br />
niveles básicos, medios, técnicos y universitarios - que se<br />
proyectaba en mayores probabilidades de participación laboral<br />
y social de estos sectores. Las diversas reformas educacionales<br />
y universitarias, el mejorami'ento en las condiciones habitacio-<br />
nales y las características del mercado de trabajo, así como<br />
todo aquel proceso de desarrollo organizacional inaugurado a<br />
partir de los años 60 y continuado posteriormente, suministraba<br />
a las generaciones juveniles - dentro de las tradicionales limi-<br />
taciones inherentes's un país en vías de desarrollo -. un campo<br />
relativamente amplio de movilización social. Esta situación<br />
cambia radicalmente en los Últimos años a consecuencia del pro-<br />
ceso de reorientación económica en marcha. Las diversas medidas<br />
de ordenamiento económico, reducción del gasto público, necesi-<br />
Idades de financiamiento autónomo de la enseñanza, etc. determinan<br />
no sólo una reducción de la actividad económica, sino qqe todo<br />
un proceso de readecuación de las instancias educacionales, es-<br />
pecialmente en el ámbito universitario.<br />
En este contexto el mundo juvenil ve estrecharse sus horizontes<br />
y limitarse sus canales de integraci6n y de participación<br />
social. En este sentido - y en concreto en nuestro universo de<br />
estudio, se señalan como expresiones generales -<br />
y sisternát&a&, - - L.<br />
. &a - fuerte restricción de las posibilidades de capacitación '<br />
técnico-profesional, unida a frecuentes interrupciones y deserciones<br />
en este campo.<br />
. ?<br />
- ,<br />
Dicha,situaciÓn se agrava ante las dificultades de acceder<br />
a la actividad laboral,, encontr%dose el joven,por una parte pre-<br />
sionado a reorientar su vida, y por otra, muchas veces incapa-<br />
citado de desempeñar su nuevo rol. Este tipo de situaciones re-<br />
forzada por la situacien de su familia, condiciones de vivienda,<br />
dificultades de formar el nuevo hogar, etc. inciden con no poca<br />
frecuencia en su desarrollo emocional, favoreciendo la adopción<br />
de conductas desviadas y la desintegración del núcleo familiar.
, Consignaremos a continuación las observaciones a1 respecto,<br />
de diversos entrevistados ligados a la actividad juvenil del<br />
sector:<br />
"Es trágico el dilema de la juventud que egresa de la<br />
l Enseñanza Media. No entra a la Universidad y no encuentra<br />
trabajo, en una proporción nunca vista. La generación de<br />
19-20 años, con enormes problemas de cesantia, algunos<br />
llevan tres años dándose vueltas, o que dan de nuevo la<br />
Prueba de Aptitud Académica, y al fracasar ya renuncian<br />
definit ivamentell.<br />
"Los pocos que tenian acceso a la Universidad estdn im-<br />
pedidos de ello. El grado de deserción es infinito por<br />
cesantía, hambre y costo de la Universidad. La situación<br />
de cesant5a de los padres hace que la casa sea un infierno<br />
que impiden estudiar al alumno por el problema emocional<br />
de-verse en la Universidad y ver el hambre en su casa".<br />
"Los jóvenes ya se consideran cesantes a los 15 años. Hay<br />
jóvenes de 19 a 20 años que llevan tres años buscando,trabajo,,<br />
de al15 su neurosisa.<br />
. &<br />
"El año 1964 amplió la base educacional y creó expectativas.<br />
Eso es lo que m& golpea en la casa. El promedio de escolaridad<br />
de los padres es de 4O 6 5O primario; elrde los<br />
hijos es de 3O a 4Ode Enseñanza Media. Los padres al ampliarse<br />
la base escolar se hacen ilusiones gigantescas,<br />
y ahora se ven frustrados. En parte se produce lo similar<br />
al caso de los problemas marido-mujer, al ver que el hijo<br />
no encuentra universidad ni pega".<br />
Finalmente entregaremos la percepción de esta situación<br />
desarrollada por uno de los grupos juveniles existentes en -el<br />
sector. Nuestro entrevistado, que ha tenido bastante experiencia<br />
en este tipo de actividades, consignó durante una de estas reu-<br />
niones los diversos adjetivos usados por un grupo de alrededor-<br />
de 20 jóvenes de distintas poblaciones del sector, y que describen<br />
-su propia visión del mundo juvenil. Por la importancia de esta<br />
información, hemos preferido reproducirla in ext-enso, respetando<br />
su propio -orden.
cómo describen su situacih:<br />
~iflcil.<br />
Falta trabajó, mucha cesantía.<br />
esn nutrición de niños.<br />
Hambre, empobrecimiento casi gener)al<br />
Problemas culturales. Falta orientación laboral.<br />
A<br />
Medios de comunicaci8n marginados de los pobres.<br />
Inseguridad laboral.<br />
Falta de medios para favorecer el Deporte. La Juventud no<br />
I halPa qué hacer.<br />
Juntas de Vecinos no van a la razz de los problemas.<br />
Problemas educacionales.<br />
Se nota gran diferencia de niveles en la cultura a causa de 10<br />
económico.<br />
Existe una discriminación, pues los jóvenes de nuestro sector<br />
no pueden llegar a la Universidad.<br />
Problemas en la familia: incomunicación.<br />
Los grupos juveniles están muy limitados en su acción. .<br />
No tanemos organizaciones que puedan enfrentar los problemas<br />
comunes.<br />
Los Comedores son un parche, necesarios pero parche,<br />
Hay alcoholismo creciente en la juventud.<br />
La situación socio-económica y el no tener nada que hacer<br />
empujan a la delincuencia, a la marihuana y al alcoholismo.<br />
Dificultad para que los más pobres sean atendidos por el SNS-.<br />
Vagancia infantil.<br />
A la mayoría de los jóvenes no les interesa lo mas importante<br />
que es trabajar por algo; se quedan en un materialismo práctico.<br />
Los jóvenes trabajadores se sienten aislados culturalmente por<br />
falta de oportunidades.<br />
La masa juvenil es mas bien inconsciente, pasiva.<br />
Pero a los jóvenes se nos obliga a ser inconscientes. Las ur-<br />
. gencias de subsistir impiden participar en elementos comunes<br />
como Centros de Madres, etc.<br />
Desnivel social.<br />
Nivel intelectual en decadencia. Su,causa: la desnutrición.<br />
Es un clima insoportable er. la familia: el papa se pone nervioso<br />
por no poder sustentar la familia. No sabe qué hacer. Se pelean<br />
con la mamá. Los hijos se sienten carga; quieren dejar el estudio<br />
para ayudar, .pero en que?<br />
Esta situación nos hace sentirnos culpables a todos en la casa.<br />
El joven se siente distinto: no puede hacer lo que un joven normal:<br />
cómo ir a fiestas, cómo revolverla" ... La situación lo madura<br />
más luego, se hace adulto antes de tiempo.<br />
Por Orgullc o dignidad el problema de la cesantía en la casa<br />
se oculta a los demas; sobre todo en el Liceo uno piensa que no<br />
10 van a comprender ni le van a prestarla ayada moral que necesita.<br />
que nunca se necesita del amigo.<br />
- .
Hay como un miedo a que lo traten de "pobre niño''. . . Los que<br />
estudian en Liceos del centro se quedan callados: es tan diferente<br />
la situación de la mayoría. Uno que quiso tpabajar en el verano<br />
para ayddar a su padre se encontró con que un compañero había<br />
pasado sus vacaciones en Hawai, otro en Brasil, otro en Uruguay..ll<br />
3. -- Niños.<br />
Las consecuencias del proceso de cesantía y sus incidencgas<br />
en las condiciones de vida del niño adquieren particular signi-.<br />
ficación, en la medida en que en ellos se concentran los aspectos<br />
&S graves de este deterioro y se refuerzan las incidencias pre-<br />
viamente consideradas.<br />
Habiendo ya entregado diversos elementos de información<br />
al respecto: en relaci6n a las manifestaciones generales del pro-<br />
ceso de cesantía (capítulo primero), en relacien al analisis de<br />
las estrategias de supervivencia (capitulo presente), especial-<br />
mente de aquellas referidas a la incorporación al mercado de<br />
trabajo de los restantes miembros del grupo familiar, y a la<br />
solidaridad familiar, y debiendo rdferirnos más adelante a las<br />
incidencias en el campo de la educacign y la salud , que comple-<br />
mentarán este enfoque, nos limitaremos en esta oportunidad a<br />
consignar los rasgos más característicos y generales de este<br />
tipo de incidencias en la vida del niño, tal como son percibidos<br />
por nuestros entrevistados:<br />
"Existen otros problemas de tipo familiar, niños que *se<br />
dedican a la mendicidad hay muchos casos. Mucha vagancia<br />
infantil, salen a vender,a acarrear bolsas y desgraciada-<br />
mente caen en la mendicidad e incluso en el abandono de<br />
hogar, Aca es patgtico ver cómo las mamás que no pueden<br />
- dar de comer a los niños se plantean internarlos, deshacer-<br />
se del niño al cual no están en condiciones de alimentar,<br />
¿Qué hacer si no lo puedo mandar a la calle? Estgn pe-<br />
leando las vacantes en jardines infantiles, pues allí<br />
' tienen el almuerzo asegurado".<br />
"Los hijos mayores ayudan a feriantes, muchos vagan, otros<br />
se emplean en alnacenes para mandados, o con los vecinos.<br />
De los,hijos menores, el que no va a un Comedor queda en<br />
casa. La mayoria de los niños del Comedor es el Único<br />
almuerzo que comen, el sabado y el domingo es lo m&<br />
doloroso, s6lo pan y te si lo consiguen, La ropa de los
v<br />
niños, zapatosr efco, ya habían comprado antes, se está<br />
gastando y terminando. En invierno esto es trágico,<br />
llegan a las escuelas sin chaleco, sin m. Una señora<br />
embarazada no tenia ropa ni ella ni para la guagua que<br />
nace en dos meses mas. Hay problemas especialmente de<br />
zapatos. Esto se va agravando cada dla mas, con todos<br />
los problemas de salud* Niños con furhculos, granos,<br />
piojos, es muy comih. Es confin que los niños salgan a .<br />
pedir pan a las casas o en las colas de las panaderías".<br />
"En alirnentaci6n ahora se le da prioridad a los niños,<br />
los adultos comen cuando queda. Conozco el caso en que<br />
la mamá les sirve a los niños lo poco que ha podido con-<br />
seguir, y cuando le preguntan si ella ha comido, les res-<br />
ponde que sí, que ya comi8. Como sospechan,, una mamá<br />
me ha contado que simula masticar para que as2 no se<br />
preocupen... privilegian al niño y al hombre que trabaja".<br />
11. Visiones complementarias: educación y salud. ,<br />
Tal como procedimos en nuestro cap~tulo inicial, con ocasión<br />
del análisis -de las manifestaciones generales del problema de la<br />
cesantía, consideramos de utilidad recurrir tambign ahora a una<br />
visi6n complementaria del problema que nos ocupa, desde dos ni-<br />
veles básicos: educaci8; y salud. Ambos niveles, por su misma<br />
significación social y carácter comprehensivo, constituyen un<br />
privilegiado Sngulo de enfoque.<br />
1. Nivel educacional: .<br />
.- Limi%aremos nuestro enfoque en este punto. a ciertos aspectos<br />
de la realidad escolar del sector: Tales aspectos, si<br />
bien parci-ales e incompletos, tienden a configurar un cuadro<br />
general'que en cierto sentido nos resume los principales efectos<br />
que la iituaci~n de ,&santía así como el tipo de estrategias<br />
desarrolladas para superarla determinan, particularmente en las<br />
condiciones de vida del niño. -<br />
Los principales problemas constatados como el insuficiente<br />
nivel de salud, alimentación y vestuario, los problemas de apren-<br />
dizaje y rendimiento de ello derivado, el a¿sentismo .escolar como<br />
efecto de la temprana incorporación al mercado de trabajo, las<br />
- dificultades de acceder a niveles-superiores de estudio, etc.
tienen importantes y variadas consecuencias tanto en el corto<br />
como mediano y 1wgo plazo.<br />
l Este tipo de situación no s81o incide en el normal de-<br />
sarrollo fisico e'intelectual del niño, sino que necesariamente<br />
repercute en su proceso de maduración psicosocial, de adapta-<br />
bilidad y de integración a la vida familiar e interrelacional,<br />
en el corto plazo. En el mediano y largo plazo, el16 afecta<br />
consecuentemente sus posibilidades de caiificaci6n y trabajo,<br />
pudiendo preveerse, como lógica consecuencia, que este mismo<br />
cuadro se reproduzca quizd en-condiciones más graves en el seno<br />
de su futuro hogar y en el destino de sus hijos.<br />
La informaci6n recogida, aunque incompleta y general,<br />
tiende a apoyar esta interpretación:<br />
"La inasistencia en invierno alcanza al 30%... Hay<br />
frecuentes casos de desmayos y niños que duermen,<br />
inatentos, distraidos, como volados...<br />
"Hay casos de desmayos manifestados en los Gitimos años,.<br />
se nota desgano, decaimiento, flojera y sueño un poco.<br />
Las madres los mandan al colegio aunque sea con una tacita<br />
de teis.<br />
"En los niños hay problemas de comportamiento, desatención, 9<br />
sobre todo en 8O año poco interés, se ven que no tienen<br />
futurou... "Problemas de aprendizaje por desnutrición,<br />
muchos repiten, deficiencias mentales y mal desarrollo<br />
físico. No se concentran,no son capaces de realizar<br />
ningún tipo de trabajo. En lo C. hay 6 casos de niños<br />
con deficiencias mentales, casos comprobados".<br />
. "Hay problemas de ausentismo, de los cinco días de clases<br />
semanales, faltan uno o dos días, justificando su ina-<br />
- sistencia por no tener ropa, zapatos, comida, o tener ..<br />
que trabajar o ir donde un familiar a comer".<br />
En relación al rendimiento, se observa: una notoria baja<br />
en el alumnado de estas escuelas, indicada tanto por el promedio<br />
de repitencia, como por el alto porcentaje de programas de<br />
"niveiaci6n"- '/ realizadas en ellas.<br />
1/ Programa de recuperación para los alumnos de bajas notas, por<br />
- lo general de 20 horas de clase por materia- Cada alumno puede<br />
optar a un maximo de recuperaci6n de tres materias.
El porcentaje de repitencia aproximado ?ara las cuatro<br />
escuelas consideradas, varía entre un 10 y un 18%, alcanzando<br />
el programa de nivelaciones a un 40-50%. Debe considerarse<br />
ademas que es bastante frecuente que en los cursos superiores<br />
de la enseñanza primaria (7O y 8 O) se den más facilidades para<br />
otorgar certificados de promoción, dado que muchos alumnos ter-<br />
minan en esos años su educación para pasar a incorporarse al<br />
mercado de trabajo en forma estable.<br />
Un aspecto relacionado con este problema es el paso del<br />
alumnado al nivel de enseñanza superior - Escuelas de Conti-<br />
nuaci6n. Al respecto se constatan dos realidades claramente<br />
definidas. Por una parte un progresivo aumento de las-postu-<br />
laciones a Escuelas ~gcnicas e Industriales, con desmedro de ,.- 1.<br />
las postulaciones a Liceos, como era la práctica tradicional;-<br />
y por otra, un alto porcentaje de rechazo de estas postula- -<br />
ciones, no sólo por problemas de vacantes, sino por- las bajas<br />
calificaciones de los postulantes. Dado el nivel socioeconÓmico<br />
de la mayoría - ya analizado en nuestro capítulo inicial - esta -<br />
realidad configura un futuro, bastante incierto para las posi-<br />
bilidades de obtención de un oficio remunerativo, a mediano<br />
plazo, para estos alumnos,, agrav&dose.de este modo el cuadro<br />
de la real'idad familiar ya descrita, y reforzandose lo .ya observado<br />
en. +elac~ón al mundo juvenil. - . - r .<br />
+ - -<br />
En relación a la incorporación al mercado de trabajo-'y la<br />
deserción escolar, tal como ya hemos podido con~tatar,~exi~ten<br />
muchos casos de alumnos que deben colaborar en la- obtención- del :<br />
ingreso familiw, aportando con su trabajo tanto durante comosifuera<br />
de las horas de clases,- al respecto señ,alamos- algunas de L.<br />
las observaciones recogidas en terreno:<br />
"Hay muchos niños que trabajan en talleres parroq~ales,<br />
. -<br />
vendiendo dulces, en artesanias, Ferias Libres, etc.".
51<br />
"En So y 6O se da muchos que ayudan en la Ferias haciendo<br />
fletes. En 7O y 8O buscan trabajos de ayudantes, es decir<br />
trabajos mas establecidos pues les da vergüenza ir a las<br />
Ferias 19.<br />
"En lo C. la mayoría trabaja en la Feria. En 8O en In-<br />
dustrias por medio día y en Botillerías - conozco cuatro<br />
- casos. Calculo que hay 3-4 alumnos por curso que trabajanf1.<br />
"En 4O C hay 12 niños que trabajan vendiendo helados o<br />
dulces, a la salida de la Escuela o dentro de ella a es-<br />
condidas; vendiendo periódicos, en las Ferias o en aigGn<br />
"negocio" para los mandados. En la Escuela, el porcen-<br />
taje de alumnos que trabaja es alto aunque no se tienen<br />
datos exactosv.<br />
La des& escolar se manifiesta en forma relativamente<br />
variable. En una de estas escuelas desertan 10 alumnos de un<br />
curso de 40 y 6 de un curso de 20, la mayor parte por incorporación<br />
al trabajo. En otra de las Escuelas se afirma que este fenómeno<br />
no es apreciable en los cursos chicos. La deserción por trabajo-<br />
se produce en los E0 y 8O. Si bien en algunos cursos se conocen<br />
de 3 a 6 casos, la impresión general es que existe bastante<br />
deserción a nivel de Escuela.<br />
Donde se produce mayor deserci6n es en los Primeros años,<br />
segh se establece en otra de estas Escuelas:<br />
"Los primeros años cornienzon generalmente con matrículas<br />
de 55 alumnos, reduciéndose posteriormente a 30 más o<br />
menos, muchos retiran sus pupilos una vez conseguidos<br />
los certificados de estudio, con los que obtienen algún<br />
beneficio donde trabaj an9I,<br />
-.,-Sin considerar el índice de deserción de estos Primeros<br />
Años,.sg considera una deserción a nivel de Escuela, en este<br />
Último caso, de aproximadamente 5 alumnos por curso, número que<br />
ha venido incrementEindose en estos últimos años.<br />
El problema de las conductas desviadas, que ya hemos tenido<br />
oportunidad.de considerar con anterioridad, si bien pareciera ser<br />
un fenómeno relativamente poco frecuente en estos sectores -<br />
tres o cuatro alumnos, en uno que otro curso - llama la atención<br />
por el tipo de prácticas que se observan, y por lo que revelan<br />
en t6rminos de deterioro familiar. En efecto, en una Escuela
a<br />
a<br />
se observan "casos de niños que ingieren 'alcohol", en otra de ellas,<br />
se afirma: "En 8O hay cinco casos graves de niños alcohÓlicos,<br />
incluso llegan ebrios al ~olegio'~. Del mismo modo se detectan<br />
casos no aislados de limosna que en muchas oportunidades pron-<br />
tamente terminan en delincuencia.<br />
Precisamente la relativamente escasa incidencia de este<br />
. tipo de conductas, en el ámbito de la vida escolar de estos<br />
l-- sectores, nos demuestra por una parte el rol socializador e.<br />
9integrador que mantiene esta instancia, y por otra y consecuen-<br />
temente la precaria situación en que se encuentran los educandos<br />
desplazados de ella.<br />
2. Nivel de salud.<br />
r .<br />
Las limitaciones de nuestro estudio, nos impiden referirnos<br />
- tanto en este nivel de salud, como en el aspecto precedente re-<br />
lativo a'la educación - a urí análisis global de estas materias<br />
:,desde el punto de vista de sus~políticas generales, indicadores,<br />
estadísticas, etc. Sin embargo, dado que el nivel de salud,<br />
en general, y la salud infantil en particular, atañen a uno de<br />
los aspectos básicos de la sociedad, cual es el de su sobrevi-<br />
vencia física y a la producción y rep~oducción de sus condiciones<br />
materiales de existencia, dicho nivel se--revela como un indicador<br />
. a nivel nacional, considerando una población control de 889.339<br />
nifios, se detecta un 17,8% de desnutrición, porcentaje que se<br />
desglosa según sus grados en un 13,7% de desn~triciÓn leve, un<br />
3,2% de desnutrición mediana y un 0,9% de desnutrición grave.<br />
Para la región de Santiago,. en una 'población control de<br />
302.961, estos porcentajes suben a un- 18.4%, desglosados en un<br />
14,3% para el grado leve, manteniéndose, para los restantes grados,<br />
mediano y grave, los mismos porcentajes que a nivel nacional.<br />
Debe considerarse, sin embargo, que el número de casos diagnos-<br />
.ticados por el SNS no reflejan la desnutrición realmente exiatente,<br />
dado que muchos casos no son diagnosticados, y existe un<br />
importante número de niños no controlados por este Servicio.<br />
Cabe citar las observaciones entregadas al respecto en el es-<br />
,.<br />
tudio de CONPAN-INTA, anteriormente considerado- :<br />
. ,_ l/<br />
"La real magnitud de la desnutrición infantil no se conoce<br />
.en nuestro medio, pues si bien es cierto que existen es-<br />
tudios parcelures, ellos se han realizado usando criterios<br />
diagnósticos diferentes y las muestras estudiadas no se<br />
pueden considerar representativas de todo el país".<br />
Los datos suministrados por la Vicaria de la Solidaridad<br />
del Arzobispado de Santizgo, a partir de sus programas de Policlinicas<br />
y Comedores Infantiles, nos revel~ una realidad de<br />
características mucho más graves. Debe considerarse que estos<br />
centros atienden de preferencia a los hijos de familias cesantes<br />
o de muy bajos ingresos, y en un número de casos que dista de<br />
ser representativo del conjunto. Sin emba~go hemos optado por<br />
considerarlos pues en algún sentido nos revelan precisamente<br />
la sitl.?aciÓn de aquellas familias que constituyen nuestro universo<br />
de analisis. El siguiente cuadro nos entrega el número<br />
de Comedoree-y de niños asistentes según grupos de edad y Zonas<br />
de Santiago, considerados en diciembre de 1976.<br />
-<br />
1/ Ver nota l, pág. 32.
v .<br />
2. Sur. Z. Norte Z. Oeste Z. Oriente Z. Costa Av. Matta Centro TOTAL<br />
. . N O X<br />
Comedores 91 54 68 40 2 2 5 . . 2 282 100<br />
Tot.niños 8.849 5,133 6.802 5.000 2.200 243 ' 200 28.127 100<br />
~actantes 3'. 702 359 ,487 600 17G . 46 28 5.398 19<br />
Pre esco1.2.350 1.437 2.177 2.000 660 105 98 8.828 31<br />
Escolares 2.265 3.337 3 .a38 2.400 1.364 ' 9 1 74 13.359 48<br />
Adolesc. 532 532 2<br />
De este conjunto, si bien no representativo de cada una de las<br />
Zonas, pero sí suficientemente indicativo de los sectores de-familiar<br />
cesantesy de bajos ingresos, se proporcionan los siguientes -. datos de<br />
desnutrición :<br />
Para la Zona Sur, de un total de 8.849 niños atend~dos, un 70%<br />
se encuentran desnutridos; En la Zona Oriente, de 5..000 atendidos,<br />
un 40$ de desnutrición; Zona Oeste, de 6.802,.un 62% y en la<br />
Zona Norte, de 5.133,.un 60%. SegÚn.grados de desnutrición, estos<br />
porcentajes se desagregan en los siguientes términos:<br />
i<br />
*<br />
Grado 1 Grado 11 Grado 111<br />
Zona Oriente 68,6% 26,9% 4,5%<br />
Zona Sur 53,2% 29,1% 17,7%<br />
36,9% 26,1% 37,0%<br />
Zona Oeste 47,8% 25,4% 26,8% ,. .<br />
. ' 5 -<br />
- - 'I<br />
.' -. . 8<br />
; .- - A-<br />
'.; Zona Norte
-<br />
iiega a dañar al individuo que la padece, -haciendo as5<br />
más difícil su recuperación. Es así una regla sin excepción<br />
que cuando la desnutricih afecta a un grupo social, ella<br />
.es mas marcada en los períodos de crecimiento rápido, pro-<br />
duciendo una alta morbilidad y mortalidad en esas edades.<br />
La desnutrici6n grave, durante los primeros períodos de -<br />
la vida, altera la funcionalidad de todos los Órganos y<br />
parenquimas, disminuyendo las posibilidades de adaptarse<br />
o defenderse del medio ambiente ... la restriccidn mantenida' *<br />
de nutrientes retrasa tam~ign la velocidad de crecimiento<br />
y desarrollo. Tanto los investigadores que han trabajado<br />
con an$males de experimentación, como aquellos que han ob-<br />
servado seres humanos, concuerdan en afirmar que la des-<br />
nutrición avanzada, especialmente durante los primeros - , ,<br />
-períodos de la .vida (intra y extra uterina) afectan el<br />
desarrollo del sistema nervioso central, lo que se pu.ede<br />
medir por disminución de la capacidad mental y alterabíon@s<br />
del comportamiento ..."<br />
- 1 l !<br />
. Circunscribiéndo nuestro nivel de análisis a-nuestro campo<br />
de .estudio, y por ende limitando la representatividad de nuestra<br />
-. informaci6n aunque ganando-en concreción, se puede inferir el<br />
siguiente -cuadro descriptivo de la situación de salud-del sector,<br />
a partir de las diversas informaciones recogidas,<br />
J '<br />
Se constata por. una parte una serie de limitaciones en la<br />
atención médica de estos sectores poblacionales, referidas tanto<br />
a la insuficiente 'cobertura de los policlínicos existentes, como<br />
a la escasez de recursos t6cnicos y humanos en este nivel, por<br />
otra parte se señalan diversos indicadores que ~?eflejan el estado<br />
de salud cie la población y las incidencias, en este campo, de-<br />
terminadas por la situación de pobreza y cesantía. - .<br />
_<br />
"El SNS debe qcoger al asegurado con libz-eta al d5a, pensionados,<br />
etc. Sin embargo hay mucha gente que no está en<br />
condiciones, aquí en el sector, pues normsimente se está<br />
contratando por tres meses al cabo d.e los cuales o se los<br />
despide o se los recontrata, lo que._los deja sin libreta.<br />
Para qué-decir los casos de libretas- per-didas o atrasadas".<br />
. "Existen además de los Poli del SNS, los Servici-os de Ur-<br />
- t<br />
- gencia, para asegurados y no asegurados, no deben cobrar<br />
ni rechazar a nadie, de hecho cobran y la genterno sabe<br />
f , '. que este pago es optativo.. .: Por otra par4:e ,las, horas<br />
- médicas no están completes. La atención ec'de 6 enfermos
-. . .<br />
por hora, lo que implica largas colas de madrugada, tra-<br />
mitación, demorlas y atención insuficiente. No hay des-<br />
pacho gratuito de recetas. Existe desccnocimiento del<br />
cuerpo médico de la realidad de salud de la población,<br />
por restringuir muchas veces su amividad a la medicina<br />
privada''<br />
llRespecto a las inaidencias del problema de la cesantía,<br />
se produce lo que llamaos 'rpatología de la miseria" (in-<br />
fecciones a la piel, heridas con larvas de moscas, flec-<br />
mosis de piel que prende en gente mal alimentada y des-<br />
nutrida); Los enfermos cr63icos comienzan a venir dos a<br />
tres veces por mes, en circunstancias que con anterioridad<br />
acudían cada seis meses (casos de diabetes, nefrbpatas,<br />
cardíacos, etc)."<br />
"La neurosis ya no tiene nombre, la gente no tiene salida,<br />
sin perspectivas, son reactivos a la situación.-.. hay casos<br />
de hombres con cualquier tipc de afección leve - lumbago<br />
por ejemplo - que ya se considerez inválidos, es decir no<br />
aceptan ser cesantes que buscan trabajo ...Ir<br />
"Hay pérdidas de peso en el adulto, es superior a 5 kilos.<br />
Por mala alimentación se produce la "gastristis de ayuno1'<br />
(acidez,fatiga, etc.)"<br />
- "Gran incremento de infecciones a la piel, es frecuente que<br />
por una pequeña herida en un dedo se hinche todo el brazo<br />
por carencia de defensas, Incluso los antibióticos más<br />
rascas hacen un gran efecto".<br />
llLas .guaguas desnutridas están más expuestas's determinadas<br />
enfermedades. Hay casos de desnutrición grado 3 (que es el<br />
máximo), deben ser hospitalizadas, con deshidratación seria,<br />
bmnconeumon~as, etc. Hay muchos casos de desnutrición<br />
grado 1-2, lo que implica más consultas en el mes por res-<br />
. frios, bronquitis y diarreas. Las guaguas de 3-4 meses deben<br />
'.. comer verduras y frutas, si no quedan anémi-ca~. Al 6O mes<br />
deben tener doS comidas'al día. Si toman sólo pecho - que<br />
es lo más frecuente - se desnutren y desnutren a la madre.<br />
Al lactante le corresponde leche y sopas en el SNS; esto se<br />
supone por ley, pero en muchas oportunidades esto-no se cumple.<br />
'<br />
"~ncluso debe haber atención a partir del tercer mes del em-<br />
. barazo. "<br />
í<br />
-<br />
"La gente sale a "rastrojearll (ofrecer servicios a cambio<br />
de. alimentos) y ayunan hasta las 5 de la tarde. Eskfrecuente<br />
. + ; el -c+o de trastornos de las funciones digesei-vas,. son cualquite??-c-tidad,<br />
se hinchan, etc. Frecuentes casos de anemia,<br />
' la ge'nte no come verduras. Lo noml son de 10-11' gkamos<br />
. . ., de ,hemoglobin,a, aquí es -5-6 lo habitual que vemosl'~ .f -, .<br />
- --"Los med+camentos en un estgmago .vacío son perjudiciales,<br />
hay que dcrles leche para que los soporten iy no hay leche<br />
icra 16s adultos! Siempr- se indicaba "ingerir este remedio<br />
con las comidas", ahora se dice "cuando pueda comer". Los<br />
remedios están hechos para organismos en otras condiciones<br />
y no son tolerados por gentes subalimentadaslt.<br />
, S .
'<br />
"Por promiscuidad hay aumento de sarna y piojos - malas<br />
condiciones de higiene,-falta de agua, etc."<br />
?~?c.iste un incremento de la TuberculÓsis. Existe el "com-<br />
plejo primario" que se da en edad escolar, pero ahora, al<br />
bajar las defensas la enfermedad se dispara, es decir hay<br />
incremento de la TBC no tanto por contaminación, sino por<br />
'-baja de las defensas. Es, o más bien era inverosimil in-<br />
corporar la TBC como diagnóstico, hoy hay que sospecharla<br />
y .tenerla presente como diagnóstico, esto está generalizado<br />
en adultosu<br />
~bnsf deraciones finales :<br />
Las incidencias de la situación de pobreza y cesantia en-<br />
focadas a partir de la realidad educacional y de salud, no sólo<br />
corroboran nuestro cuadro descriptivo de la situación familiar<br />
-relaciones interfamiliares, mundo juvenil, condiciones de vida<br />
del niño - sino que refuerzan las tendencias que hemos venido des-<br />
tacando en este campo.<br />
,En efecto, las condiciones de salud ya observades, tienden<br />
a agravar la situación de pauperización, dispersión del nGcieo<br />
familiar, dificultando aún más la mantención del rol socializador<br />
inherente a la comunidad familiar. Por otra parte, las<br />
tendencias apuntadas en el'hbito<br />
.<br />
educacional - descenso del<br />
-<br />
nivel de ,escolaridad, alto índice de deserción, -repitencia, bajos<br />
rendimierrto~, etc. - nos demues-trañ las dificultades ya no sólo de mmtener<br />
las condiGones físicas de sobrevivencia-(amgadas por los pbl- de salud),<br />
sino de producir y reproducir las condi'cioñes sociales y culturales de la vida<br />
en sociedad de estos sectores.<br />
Es en este sentido que, ya en posesión de mayores elementos',' podemos volver<br />
sohe nuestm afhci6n inicial relativa al carácter circular del proceso de<br />
cesantía.<br />
Precisamente el proceso de subproletarización que nos revela<br />
tanto el-contexto laboral como el análisis de las estrategias<br />
de supervivencia, nos permiten detectar la consolidación de un<br />
sector marginal bipolar - proletarios desplazados de la fuerza<br />
de trabaja, y subproletarios en situación de mayor deterioro<br />
. . . - en<br />
-.
proceso de pauperización, desintegración y atomización familiar,<br />
y en precarias condiciones de salud y educación.<br />
De este modo, tanto en el corto plazo, y en forma más grave<br />
en el mediano y largo plazo, se asiste a un proceso que amaga<br />
la eficiencia de la fuerza de trabajo activa que distrae gran<br />
parte de sus energías por necesidades de sobrevivencia, y que<br />
deteriora aún más a los sectores de desocupados o entregados a .<br />
actividades improductivas, cuyas posibilidades de calificación<br />
se tornan personal y familiarmente cada vez más lejana. . Esta<br />
misma situación tiende lógicamente a restar y a aminorar las<br />
condiciones de eficacia y de racionalidad empresarial que constituye<br />
uno de los criterios básicos del actual modelo econÓmica<br />
que pretende precisamente, a través de su mantención y desarrollo,<br />
,- . ~<br />
superar la situación de recesión y obviar los costos sociales con-<br />
' siderados como efectos transitorios y temporales, compartidos<br />
por la sociedad en su conjunto.<br />
En este sentido, dado. el valor de las tasas y volhenes de<br />
desocupación existentes, los limitados alcances de los programas<br />
asistenciales oficiales y privados y el &pido agotamiento de.. ..<br />
La<br />
las estrategias de sobrevivencia diseñadas poy los sectores -,:. ,-<br />
afectados así como el, carácter .y magni.tud de, sus incidencias, tales<br />
-. . t<br />
y programas ,y tales estrategias se revelan claramente insufi-<br />
cientes en orden a romper la estrechez del proceso circular dentro<br />
-.<br />
del cual se inscriben.<br />
,-<br />
. 2<br />
.
CAP-ITULO<br />
. . . . V. CONCLUSIONES<br />
En un primer nivel de generalidad y recogiendo algunas<br />
afirmaciones ya adelantadas, observamos que cada unor de los as-<br />
pectos previamente considerados a lo largo de nuestro trabajo,<br />
constituyen elementos de un proceso cíclico que se retroactiva<br />
y autoreproduce. En este marco, las estrategias de supervi-<br />
vencia analizadas, no deben ser visualizadas como un objeto de<br />
estudio aútónomo, que posea su propia especificidad sui juris,<br />
ni como la expresión de la racionalidad o irracionalidad de'una<br />
opción,-sino como el'efecto de una determinada situacign estruc-<br />
tural, efecto que por sus propias características y proyecciones<br />
tienke a reforzar la orientación que lo origina.<br />
En efecto, el discurso económico oficial vigente, al con-<br />
siderar el problema del costo social señala con reiterado énfasis,<br />
que precisamente en la medida en que se mantenga la actual orien-<br />
tación de la economía social de mercado, a mediano y largo plazo<br />
se crearán bases suficientemente sólidas como para reactivar la<br />
economía y favorecer a las capas de menores ingresos. Toda otra<br />
salida de carácter redistributivo que tienda a aumentar los sa-<br />
larios reales, a incrzmentar prematuramente la inversión social,<br />
a crear ofertas artificiales de trabajo - vía subsidios a la con-<br />
tratación de mano de obra, ampiiaci6n de la administración y<br />
servicios públicos, etc. - dados- los actuales niveles de reacti-<br />
vación, tendrían efectos necesariamente inflacionarios que a la<br />
postre incrementarían el grado del costo social. Son los criterios<br />
de eficacia, el libre desarrollo de la iniciativa privada, una<br />
sana política monetaria, etc. lo que permite reducir el déficit<br />
fiscal y equilibrar la balanza de pagos por una parte, y por otra,<br />
lo que nos permirirá volcarnos al exterior, aprovechando nuestras<br />
ventajas comparativas, en condiciones de competencia con el mer-<br />
cado internacional. Estos criterios de racionalidad, eficacia<br />
y libre iniciativa, sometidos a las leyes del mercado y bajo la<br />
cautela de un Estado impersonal y autoritario, permitirán combinar
las medidas de saneamiento econ6mico con las necesidades de las<br />
grandes mayorías.<br />
A partir de nuestro análisis podemos observar que este<br />
costo social - subyacente a los indicadores reseñados - en la<br />
pr5ctia-a se expresa en la consolidaciÓn de un sector marginal<br />
de creciente significación. Dicho sector recibe el continuo<br />
flujo de la mano de obra desplazada de la actividad econbriiica.<br />
Ello implica que los grupos que tradicionalmente conformaban<br />
este sector marginal: sub-ocupados, trabajadores ocasionales,<br />
pololeros, cesantes crónicos, etc. deben competir por un mer-<br />
cado informal de trabajo que a causa de esta nueva afluencia<br />
se encuentra en condiciones de mayor extrechez y deterioro.<br />
Las condiciones de vida de estos sectores - ya analizadas -<br />
contribuye a deteriorar su'eficacia en términos de fuerza po-<br />
tencial de trabajo. En efecto, las condiciones de pauperizacidn<br />
material y moral, las actividades dependientes o de bajisima<br />
productividad desempeñadas, la dispersión familiar, condiciones<br />
de! salud y de escolaridad, etc., se conjugan para que desde el<br />
punto de vista meramente económico, tales sectores incrementen<br />
su improductividad y se deterioren en t6mninos de calificación.<br />
Dicho fenómeno tiende a reproducirse incluso en los grupos de<br />
más bajos- ingresos perteiiecientes a la fuerza de trabajo activa.<br />
, , . '<br />
-. -<br />
Tal situación unida a los altos indices de emigración, sin<br />
'<br />
considerar la proporción de fuerza de trabajo ocupada por los.. ..<br />
<<br />
-.<br />
programas asistenciales, representa un importante deterioro.de<br />
la fuerza de trabajo que dificilmente puede adecuarse -incluso en<br />
cond2ciones deL reactivación económica - a las exigencias de racionaudad<br />
y de eficaciakexigidas por la orientación y e1 ritmo<br />
de ia actividad económica en curso, toda vez que en las primebas -<br />
etapas de-..reactivación no son precisamente aquellas-actividades<br />
que utilizan extensivamente la mano de obra las que concentran<br />
los esfuerzos incentivadores de la economía. -<br />
7 ;-7 ; .., . -
./ 8<br />
,,'. ~ E,<br />
-- : En es& sentido, la situ&ion indicada es funcional pwa<br />
aquellos efectos estructurales de la orientación económica en<br />
curso: .concentración industrial y centralizaci6n del capital,<br />
y disfuncional'para aquellos efectos expresamente perseguidos<br />
por dicha orientación: reactivación de la economía, costos<br />
sociales transitorios y compartidos por el conjunto de la<br />
sociedad. - . - -<br />
,: Concretizando nuestro nivel de conclusiones nos interesa<br />
recalcar la diferencial orientación de los grupos que conforman<br />
-<br />
este sector marginal reseñado, en términos de su actitud ge-<br />
neral frente al problema de la desocupaciÓn y cesantia.<br />
Los grupos proletarios revelan como actitud característica<br />
una mayor conciencia de su propia dignidad, de sus derechos ,.<br />
y responsabilidades personales, familiares 'y laborales. Tal - -.<br />
conciencia se manifiesta en sh, lucha desárrollada - individual<br />
y gremialmente - frente a patrones y organismos arbitrales, por<br />
despidos ilegales, desahucios, asignaciones, libretas atrasadas,<br />
sueldos impagos, etc. O'<br />
f<br />
, Igualmente se percibe una fuerte reticencia por acceder a.<br />
estrategias de supervivencia que impliquen dependencia.de lac- ,<br />
beneficencia palxa o privada, asumiéndolas como Último ex- .<br />
pediente y tras un proceso gradual con etapas claramente di-<br />
ferenciadas: búsqueda de trabajo, de recomendación, dinero para<br />
movilizarse en:.¿?sta bfisqueda,, medicinas y -'alimentos para 1;s<br />
-<br />
niños, acceso alos diversos programas asistencíales.<br />
r ,<br />
i .i<br />
, . f : -y' I<br />
' I<br />
por otra parte, en estos sectores se aprecia una mayor<br />
l . . .<br />
preocupación por mantener la cohesión del hogar, cautelando al.<br />
,- - -, I -<br />
máximo la escolaridad de sy hijos, y privilegiándolos en el<br />
A.<br />
cuidado de sus necesidades de salud, alimentación, etc. Como .,<br />
-. ,<br />
> .<br />
I 8 ,<br />
tendencia general sin haber profundizado suficientemente nuestra<br />
- ><br />
exploración al respecto, se aprecia una percepción, de tipo más<br />
estructural, de las causas y razones de la actual situación
que viven, ligándola con mayor frecuencia a las condiciones<br />
sociales y económicas de la actual coyuntura Este tipo de<br />
percepción se vincula generalmente a una gran capacidad de re-<br />
sistencia frente a las dificultades que deben sobrellevar.<br />
Sin embargo, si bien este tipo de conciencia y de actitud<br />
general constituyen una fuente de recursos, por otra parte<br />
- .el quiebre de su resistencia moral determinada por situaciones<br />
de deprivación que se mantienen y prolongan, puede adquirir<br />
mayores y más graves consecuencias. . .<br />
- En cambio, en los grupos subproletarios, como tendencia<br />
general se aprecia con mayor frecuencia actitudes dependientes,<br />
que.se adaptan con mayor facilidad al asistencialismo y el paternalismo<br />
de algún modo presente en los diversos mecanisl~os~-<br />
, asistenciales oficiales y privados. Quizá esta actitud general<br />
..exigida por su propia situación más desmedrada, se revela fúncional<br />
al marco de recursos y al horizonte de posibilidades<br />
abiertas a estos grupos. Y es precisamente en estos grupos<br />
donde la dispersión y atomización del núcleo familiar alcanza<br />
mayores proporci.ones debido al tipo de estrategias de supervivencia<br />
que les impone adoptar su propia condici$. Del mismo<br />
modo en en seno de estos sectores donde se percibe que el fatalismo<br />
& la vida es así, estará de Dios, etc. - constituye<br />
el recurso explicativo de su situación. . .. .<br />
-<br />
-. -<br />
. ~efiri-6ndonos al.; conjunto de sectores afectados- por lasituación<br />
de pobreza y cesantía, y más allá de -esta dife-nc-ial<br />
actitud general, nos parece conveniente profundizar algo más<br />
aquel ispecto de dispersión y de atomización ya indicado, e9<br />
- .L<br />
e'i ámbito familiar. -. -. . . 9.-<br />
-.<br />
- LLI -<br />
- En este sentido podemos observar que- dicha realidaaise .<br />
inscribe en un marco de dispersi6n y de atomizaciÓnsocia1 que<br />
lo-refuerza, adquiriendo más graves y significativas consecuexl-<br />
cias. Tal significación se aprecia con mayor nitidez toda vez<br />
que consideramos el desarrollo histórico en el cual se inserta.
Precisamente en el medio poblacional se asisti6 en los 'Cltimos<br />
años a un importante proceso de desarrollo de agrupaciones de<br />
-pobladores territoriales y funcionales que -dinamizaban tanto<br />
la educación y participación social de estos sectores como -<br />
sus propias actividades relativas al acceso a la vivienda y a<br />
la constitución y desarrollo de la vida poblacional en toda<br />
su amplia gama de facetas. Del mismo modo la organización sindical,<br />
y la corresponsabilidad del trabajador en las empresas<br />
contribuTa a desarrollar su iniciativa, responsabilidad y autovaloración,<br />
suministrándole canales de participación y de defensa<br />
de sus intereses. .-. -.<br />
, .<br />
.: - Este ,proceso del'cual aqui sólo enfatizakos sus aspectos.<br />
socializadores de educación y desarrollo de la conciencia de<br />
20.s propios valores y ca~acidades, as5 como sus carácteristicas<br />
organizativas de carácter estructural, viene'a ser abruptamente<br />
interrumpida en razón de las reorientaciones exigidas por el<br />
actual ordenamiento socio-polstico nacional.<br />
. -<br />
En este nuevo contexto los organismos señalados pierden<br />
ostensiblemente sus características y su significación original,<br />
limitandose proporcionalmente los canales y mecanismos organizados<br />
de socializaciÓn cívica y cultural, de participación y<br />
de defensa de sus intereses especlficos. Esta situación refuerza<br />
la dispersión y aislamiento de estos grupos, y es a su vez reforzada<br />
por la fuerte absorción de.energías exigidas por las<br />
,tareas, de -supervivencia.<br />
. -<br />
,En esta ~ers~ectiva se va estrechando el horizonte de po- r .<br />
sibilidaaes de los grupos de desocupados y cesantes, cuya dis- -,<br />
persión y atomización se acentúa por la limitación y ausencia<br />
de canales que permitan organizar las nuevas formas de solidaridad<br />
que van surgiendo. Otro tanto sucede en los niveles de<br />
trabajadores de bajos ingresos, a los cuales se agrega además<br />
de lo anterior, la presión de demanda de trabajo de la mano de<br />
.*<br />
, ..
obra desocupada. Tal situación incide en el desarrollo de su<br />
actitud general, afectando especialmente el nivel de conciencia<br />
l/<br />
de los grupos de menor experiencia de participación social- .<br />
Un otro punto que quisiéramos destacar, en cierto sentido<br />
complementario de lo anterior, se refiere a las nuevas formas<br />
de solidaridad que se generan al interior de este contexto ge-<br />
neral que hemos venido analizando. Algunos aspectos ya hemos<br />
podido observarlos directamente en el curso de nuestro análisis.<br />
Estas nuevas formas de solidaridad constituyen y expresan las<br />
formas alternativas de enfrentar este proceso de dispersión y<br />
atomización previamente reseñado.<br />
Ya tuvimos oportunidad de apreciar el peso y significación<br />
que asume la solidaridad familiar y vecinal en estos sectores..<br />
En'relación con este desarrollo podemos observar el surgimiento<br />
de nuevas formas de sensibilidad social que se van generando<br />
en diversos grupos sociales ligados directa o indirectamente con<br />
estos' sectores. En este sentido se apr-ecia un amplio espíritu .<br />
de colaboración con los diversos programas asistenciales por .<br />
parte de los mismos pobladores que concumen con sus aportes- de<br />
diverso tipo. En forma, si bien más restringida, dicha cola-<br />
boración también es observada en otros sectores, sea en grupos de<br />
colegios, parroquias, comunidades cristianas del barrio alto, sea<br />
1/ Al. respecto cabe cons,ignar la apreciación de un -entrevistado:<br />
- . "Las personas que tienen trabajo están en situación de mala<br />
.'', bdneiencia que 16s lleva a aislarse por defensa. Ellos'n0~-*<br />
están muy bien (en el trabajo). Sujetos a cualquier condición<br />
que les ponga el patrón: horas de sobretiempo sin pago, es .<br />
' enorme. El 'obrero sometido a esto se hunde en un hoyo..<br />
Perteneceea la nobleza, por trabajar, pero a una nobleza<br />
muy pobre. La conversación común es: 'mi sindicato no me<br />
- significa nada1 ya sea porque es blanco, ya sea porque 10s '<br />
c0rtan.a el-los. Toda la gente que no ha tenido una pazti-<br />
cipación social muy decidida es sujeto a la difusión de ideas<br />
antipolítiticas - la m3dad de la política-se lec graba como<br />
un estigma. 'Me meto lo menos posible en el sindicato'. La<br />
mujer se los refriega. Seres anónimos. Les queda lo de las<br />
experiencias anteriores, de allí la mala conciencia".
en el ámbito de profesionales 'que colaboran en el desarrollo de<br />
estos programas entregando el aporte de sus especialidades.<br />
~l& la atención dos aspectos centrales de este desarrollo<br />
de sensibilidad social directamente vinculado a la c&posiciÓn<br />
, --.<br />
social de los grupos en que se origina. En primer t&rfÜno, y-<br />
más allá de la generalidad de este fenómeno que incorpora unaigran<br />
variedad de orientaciones cultúrales e ideol~~ícas, se dO-<br />
-tecta uná,importante acción de los-sectores de Iglesia. Tales*<br />
sectores -' Je~arquia, laicos, 'comunidades cristianas, 'movimientos<br />
especializados, etc. - $ través de siis diversos programas y<br />
aparatos especlficos religiosos, pastorales, de accidn social:<br />
e.tc..- vienf-n a llenar, en-cierto sentido-,. el hueco de la ausencia<br />
o limitación de los canales formales de solidaridad y partici-<br />
pación, qrientando y- dinamizando la colaboración de una &.versidad<br />
de iniciativas solidarias. E-ste aesarrollo, no exento.--:<br />
, de ontradicciones - en nuestra -interpre.taciÓn, tiende a consolidar<br />
el rol y la significación social de la institución eclesial<br />
en su conjunto y a modificar la imagen de Iglesia previamenteexistente<br />
en este medio. Sin _embargqi-por razones de cobertura,<br />
limitación de recursos, y-por la propia especificidad -de su,<br />
acció~, tales acciones y tal desarrollo no están en condic-iones<br />
-.de llenar e;L vacío exisxente. Por otra parte, dado el carscter<br />
estructural del proceso circular en el cual se inscribe la si-<br />
tuación que intentan superar, y dada la desproporción de sus -<br />
esfuerzos, frente a la magnitud de los problemas que deben en- -<br />
capar,. -se corre el riesgo de' frustrar las expectativas- tanto de<br />
' 'sus beneficimios como 'de -sus propios cuadros especializados.<br />
1;<br />
De allí el esfuerzo desplegado por estos sectores en estructurar<br />
los contenidos de la política -de Solidaridad que debe presidir<br />
sus acciones, enfatizando la capacitación de sus dirigentes asistenciales<br />
y vinculando sus programas y acciones al medio social<br />
.. *<br />
.-<br />
en .. el - cual se insertan:
En segundo término, y como un aspecto complementario en<br />
este ámbito, se revela el desarrollo de un significativo mo-<br />
vimiento de participación juvenil en este medio. Indicador<br />
de ello es la enorme difusión de una gran variedad de orga-<br />
nizaciones y de actividades juveniles de carácter cultural,<br />
artístico, educacional y deportivo, directamente vinculado a<br />
las tareas de solidaridad.<br />
Este proceso se inscribe, en nuestro juicio en el- contexto<br />
de la situación de crisis vivida en estos sectores.' Es .esta<br />
situación la que contribuye a concentrar y reforzar las relaciones<br />
al interior de los aiversos núcleos sociales, particularmente<br />
de aquellos más fundamentales y primarios. Es en este<br />
sentido que más allá del proceso de concentración familiar material<br />
que hemos previamente constatado, nos parece apreciar<br />
una nueva valoración de los Órganos sociales más básicos como<br />
los 'grupos familiares, religiosos y de amistad. Como expresión<br />
de este tipo de valoración consideramos el aumento de volumen<br />
y de densidad de la interacción juvenil, del sentido familiar<br />
y del sentimiento religioso fácilmente-perceptible en este medio.<br />
Evidentemente tal vaioraci6n puede verse contrarrestada en situaciones<br />
de grave deterioro, es decir cuando el impacto de la<br />
crisis excede la capacidad de adecuación y de respesta. de 10s- -.<br />
- 2<br />
grupos por ella afectados.<br />
Finalmente nos referiremos, en estrecha correspondencia con<br />
,- -<br />
los aspectos precedentes, al desarrollo de nÜevos -&lores que - -.<br />
van surgiendo en el seno de -estos seckores como Producto . de -do ,<br />
este proceso de adecuación y adaptación a.sus concretas yndi-e<br />
t<br />
ciones de vida.<br />
-<br />
\ . 3 -<br />
El complejo proceso de Lucha por la supervivencia contri-<br />
h<br />
huye a tensar y dinarnizar toda una amplia gag dg valores so-<br />
-<br />
ciales. Cada una de nuestras entrevistas, rada estudio de caso,<br />
nos suministra reiterada y sistemáticamente una vaiiosa.información<br />
al respecto. Tras cada indicador analizado, en cada<br />
1<br />
. .<br />
- .<br />
. 2- .<br />
,
estrategia de supervivencia, en la privación de alimentos, en<br />
las energías consumidas en el proceso de búsqueda de trabajo,<br />
a la,incorporaciÓn de la mujer y los hijos al mercado de trabajo,<br />
en las diversas expresiones de s.olidaridad, etc. se aprecia<br />
la inversión de un caudal de ideas-fuerzas y valores. '<br />
Dichas ideas-fueri'as y valores - altruísmo , abneg&i6n,<br />
donación, servicio, valoración del otro, generosidad, etc. -<br />
constituyen importantes elementos de las pautas culturales<br />
vigentes, y por ende del propio ordenamiento social en cuhto<br />
sistema representativo y al servicio del bien.comÚn. - . A -<br />
- ,c '<br />
Al respecto; y en función de nuestro análzsis precedente,<br />
observamos Que - las concretas condiciones socio-económicas de<br />
estos sectores ejercen un particular y diferencial impacto en<br />
el desarrollo y activación de estos valores.<br />
. .<br />
. -<br />
, - . . 7 -<br />
En efecto,-en la medida en que el desempeño de los. diversos<br />
I I . ><br />
, -<br />
roies de jefe de hogar, madre de ,familia, esposos, hijos, etc.<br />
se encuentran amagados por la situación de crisis y la necesidad<br />
de supervivencia, se tiende a incrementar la internabización<br />
-.<br />
y potencialización de los valores e ideas fuerzas que &os wstienen.<br />
Este despliegue y esta actualización, constituye, ea<br />
nu;stra interpretación, la !'estrategia de supervivencia1' primaria<br />
y fundamental que sirve de base de sustentación de las -1<br />
estretegias generales que hemos venido analizando.<br />
> - l '-l .-<br />
Sin embargo esta tendencia se invierte en la medida en<br />
queL'la agudización de la crisis excede el umbral de tolerancia .;<br />
y la ,capacidad de adaptación de los sujetos afectados.. -.En<br />
tales circunstancias, variableswa cada individuo o grupo. fa-.<br />
miliar, pero socialmente discernible - tiempo prolongado de cesantía,<br />
alimentaCi6n insuficiente, deterioro en los niveles de<br />
saiühzy educación, agotamiento de los canales de solidaridad,<br />
-.<br />
etc:- tales valores tienden a perder su eficacia y funcio-<br />
. .<br />
. - 1 '<br />
.L<br />
nalidad' social.<br />
Paralelamente, tanto en circunstancias de actualización y<br />
desarrollo de estos valores, como más aún en las situaciones de<br />
-,<br />
. . J.
uptura y quiebre de los mismos, se incrementa la percepción<br />
de la discrepancia existente entre las pautas y valores cul-<br />
turales personal y familiarmente vividos, y estas mismas va-<br />
loraciones en cuanto sustentadoras y animadoras del ordena-<br />
miento social. Es decir, se tiende a constatar que la vivencia<br />
personal y familiar de estos valores, entra en contradicción<br />
con la vivencia y experiencia social de los mismos.<br />
En nuestra interpretación, este aspecto tan someramente<br />
desarrollado, constituye la contrapartida y el correlato socio-<br />
cultural de la circularidad del proceso de pobreza y cesantía<br />
que ya consideráramos en sus niveles socio-econÓmicos.
A N E X O
Cuadro 1<br />
COMPOSICION DE LA POBLACION EN EL GRAN SANTIAGO Y TASAS DE DESOCUPACION:1365-A977<br />
(111 y XII 1965; Promedios anuales 1965-1969;<br />
Encuestra trimestral 111 1970-111-1977)<br />
M a r z o - 1<br />
9 *--<br />
0<br />
.<br />
sepfíeebre Dic.<br />
1965 1965 anual<br />
1965<br />
anual<br />
1966<br />
anual<br />
1967<br />
anual<br />
1968<br />
anual<br />
1969<br />
1970 1970-<br />
- -.-<br />
1970 1970<br />
Pobl. Total 2.364,5 2.430,5 2.397,4 2.487,O 2.580,O 2.676.4 2-776,5 2-840,7 2866.93 2.893,3 2.920,O<br />
pobl. 14 y + años 1,555,8 1.592,O 1.571,5 1.640,2 1.70492 1*777,2 1.86695 1.92392 1.559,6 1.974,7 1.992,ó<br />
Fuerza de Trabajo 825,2 . 845,8 83499 86694 903,l 935,O 981,7 987,4 1.023,4 1.021,O 1.034,l<br />
Inactivos 730,6 746,2 736,6 773,8 801,l 842,2 884,8 935,8 936,2 953,7 958,5<br />
. 9.<br />
:on deseos de ( ,<br />
trabajar todo<br />
21 año t r<br />
40 G m68 hrs. 4,6 4,9&/ 4995<br />
5,95 4,17 4,37 395 2,9 3,3 3 9 4 497<br />
20 a 39 hrs.<br />
Desocupados<br />
457<br />
50,3<br />
6,10/<br />
3 4<br />
- 39,8 -<br />
" 4,7<br />
'4~8<br />
4593<br />
594<br />
5,02<br />
46,3<br />
5,3<br />
3,7<br />
55,l<br />
: 6,l<br />
3 S 6<br />
56,4<br />
69 0<br />
3,1<br />
60,3<br />
6,1<br />
294<br />
67,5<br />
(6,8)<br />
2,8<br />
71,5<br />
7,O<br />
4,7<br />
65,6<br />
694<br />
3,4<br />
85,4<br />
8,3<br />
zesantes<br />
; 33,O<br />
41,3<br />
5,O j 39 9<br />
36*8<br />
4,4<br />
3795<br />
49 3<br />
46,3<br />
5,1<br />
4G92<br />
5,O .<br />
. e 47,9 52,6<br />
(5,3)<br />
57,3<br />
5,6<br />
54,l 68,2<br />
, . t 499 5,3 6,6<br />
hecap trabajo por - % .<br />
)rinera vez 3,O ' 6,8 ' 8,s 8,8 8,8 10,2 12,4 14,9 14,2 11,5 17,2<br />
1 -<br />
t,2 g/ ' ' 0,8 1; O 1 9 0 1, O 41 1,3 (1,511 194 1,1 197<br />
, (Continúa en página siguiente)<br />
C
(~ont inuación cuadro 1)<br />
Marzo Junio Septbre Diciemb . Marzo Junio Septbre Dic. Marzo Junio Dic.<br />
1971 1971 1971 1971 1972 1972 1972 1972 1973 1973 1973<br />
Pobl. Total 2.946,9 2.974,l 3.001,5 3.029,2 3'057,l 3.085,3 3.113.7 3.142,4 3.171,4'3.200,6 3.382,O<br />
Pobl. 14añosy+ 2.008,4-. 2.053,7<br />
* I<br />
2.074,4 2.065,5 2.113,4 2.175,4 2.151,6 2.172.2 2.261,2 2.319,8 2.287,5<br />
Fuerza de Trabajo 1.031,4 1.073,8 1.061,8 1.059.4 1.060,6 1.105,3 1.065,9 1.079,4 1.104,l 1.135,O 1.180,3<br />
Inactivos , 977,O 979,9 1.061,8 1.006,l 1.052,8 1.070.1 1.085.7 1.092,8 1.157,l 1.184,81.107,2 '<br />
Con deseos de tra-<br />
bajar todo el año<br />
40 o más hrs, 396 3,4 390 3,9<br />
, -1 . 3,o - 2,3 2.1 ' 2.8 392 3.0 5.9<br />
20 a 39 hrs, 3,9 ' 4.7 4,7' 2,8 ' 3,9 2,6 4.9 3s2 4s1 3,O 7s6<br />
Desocupados 3 *<br />
85, O 55,8 ' 50,7 40,l 50,4 40,7 31,9<br />
8,2 5,2 4,8 3,8 4,8 3,7 3.0 3,6 ' 3,8 3,1 7 ,O I<br />
- I<br />
Cesantes 63,9 43,2 38,3 29,7 38.8 24,9 23,3 29,7 27.3 23,4 58.8<br />
Buscan trabajo 21,l 12,6 12,4 10,4 11,6 15,8 8,6 8,8 14.3 11,8 23,9 ,<br />
por primera vez 2,l 192 1,2 1,O 1.1 1,4 0,8 0,8 1,3 1.0 2,o .<br />
: (continúa en página siguiente)<br />
1.
(continuación Cuadro 1)<br />
Pobl. Total<br />
Pobl. 14 años<br />
y más<br />
Fuerza de T.<br />
Inactivos<br />
Con deseos de<br />
trabajar todo<br />
el año<br />
40 o más hrs.<br />
20 a 39 hrs.<br />
Desocupados<br />
Cesantes<br />
Buscan Trab.<br />
por lera vez<br />
--<br />
%reo Junio Septbre Dic. Marzo Junio Septbre Dicbre Marzo Junio septb're Dic. Hsrzo.<br />
1974 1974 1974 1974 1975 1975 1975 1975 1976 1376 1976 1976 1977<br />
Fuente: Universidad de Chile. Encuesta de Ocupación y Desocupación en el Gran Santiago, Departamento de Economía.<br />
- a/ Porcentaje sobre total inactivos<br />
- b/ Porcentaje sobre la fuerza de trabajo<br />
- c/ Porcentaje sobre la fuerza de trabajo<br />
d/ Porcentaje sobre la fuerza de trabajo<br />
-
Cuadro 2<br />
EMPLEO Y SALARIOS EN EL P.E.M. GRAN SANTIAGO. MARZO 1975-ABRIL-1977.<br />
SALARIOS E INGRESOS MINiMOS FAMILIARES<br />
Ocupados en el PEM (en miles) Indice Salario Indice de salario del<br />
y tasa por mi1 en la fuerza Marzo de del PEM PEM.<br />
de trabajo. 1975=100 (en $) Nominal Real<br />
1975 (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)<br />
Marzo<br />
Abril<br />
&YO<br />
Junio<br />
Julio<br />
Agosto<br />
Sept.<br />
Octubre<br />
Noviembre<br />
Diciembre<br />
Enero<br />
Febrero<br />
Marzo<br />
Abril<br />
27,8<br />
28,l .<br />
28,4 .<br />
31,6<br />
21,8<br />
(27 , 9)<br />
(Le ,l)<br />
(28,s)<br />
(32, O)<br />
591<br />
538<br />
604<br />
672<br />
243,O<br />
243,O<br />
321,l<br />
363,O<br />
281,9 b - 93,2<br />
281,9 84,6<br />
372.4 98,5<br />
421,l -' ' 99,s<br />
Mayo . 35,l. (34,7) 747 363,O 421,l . :-*,6<br />
Junio<br />
Julio<br />
36,5<br />
36,3<br />
27,4 (37,3)<br />
(36,7)<br />
777<br />
772<br />
505, O<br />
505, O<br />
585,8<br />
585,18 .<br />
112,2<br />
' 103, O<br />
Agosto 37,9<br />
Septiembre 38,7<br />
_Octubre 39,2<br />
30,O<br />
(38,3)<br />
(39,O)<br />
(39;33b./<br />
806<br />
82 3<br />
834<br />
505, O<br />
606,O<br />
606,b<br />
585,8' ' 97,7<br />
703;O" .l,Op,O<br />
703,'6' "-- A 102,l<br />
u<br />
.- . Nctriembre<br />
Dicidre<br />
- 1977 . .<br />
39,6<br />
39,7 30,2<br />
(39,7)b/<br />
(43,119<br />
843<br />
845<br />
606, O<br />
660, O<br />
-.<br />
7C3, O<br />
765,7<br />
98,3<br />
101,9<br />
. I<br />
I Enero '. .- 39,7 . . .- . . 845 660,O 765; 7 96,2<br />
Febrero 40,9 870 660;O 769,7 90,9<br />
m . .-.,40,5~/ 30,3 - 862 . 700,:O 812,1 ' "90,9<br />
Abali.l\ " - - - ,- , '., - -* , 1 - .' . . ' a , 7m,o 812,l .( : 86,8<br />
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L. \J. - . (ContiPGa en página siguiente)<br />
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7
(Contintación Cuadro 2)<br />
Marzo<br />
. , Abril<br />
&YO<br />
Junio<br />
., Julio<br />
'" Agosto<br />
Septiembre<br />
Octubre<br />
Noviembre . ,.<br />
Diciembre<br />
1976 . .<br />
,-<br />
Enero<br />
Febrero<br />
Marzo<br />
- Abril<br />
&YO<br />
Junio . ,<br />
.Julio . .<br />
Agosto<br />
rSepfiembre ,<br />
Octubre -<br />
Noviembre<br />
Diciembre<br />
Salario líínimo Ingreso Hnfmo<br />
NomGal Fam. Nominal (lo)=($) 100 (11) 5<br />
($1 ($1<br />
( ) 100<br />
(8) ,- # , . - (9)<br />
106,4 214,9 81,2 '. '<br />
106,4<br />
106,4<br />
182, O<br />
l82,O<br />
182,O<br />
22S,7<br />
225,7<br />
225,7<br />
288,g<br />
.' 214,9<br />
214,9<br />
354,6<br />
354,6<br />
354,6<br />
456,3<br />
456,3<br />
456,3<br />
584,l<br />
81,2<br />
82,4<br />
82,4<br />
82,4<br />
84,2 ,<br />
84,2 '<br />
84,2<br />
84,l<br />
40,l<br />
40,2<br />
40,2<br />
42,3<br />
42,3<br />
4Q 9.8 41 LO<br />
41,6<br />
41,O<br />
288,9 584,l 84,l<br />
4L 6<br />
288,9 584,l 84,l<br />
41,6<br />
381,4 . 771,O 84,2 41,6<br />
431,4 836,O 84,l 43,4<br />
431,4 836, O 84,l 43,4<br />
599,6 1.162,O 84,2 43,s<br />
599,6 1.162,O 84,2 43,s<br />
599,6 1.162,O 84,2 43,s<br />
755,s 1.464,l 80,2 41,4<br />
755,5 " 1.464,l 80,2 41,4<br />
755,s 1.464,l 80,2 ' 41,4 '<br />
891,8 2.208,1 74, O 29,9<br />
' 1<br />
FUENTE:<br />
(1) Datos proporcionados por el INE.<br />
(2) Ocupados en el PEM (datos INE) sobre la fuerza de trabajo en el Gran<br />
Santiago (datosIEP) Expresados en X.<br />
((3) Ocupados en el PEM (datos proporcionados por el Ministerio del Interior).<br />
(4) Indice del total de ocupados en el PEM (base marzo de 1975=100) con<br />
datos proporcionados por el INE.<br />
(7) . E1 bdica de salario real para el PEM se calculó deflactando por el<br />
IPC del INE.<br />
(9) Incluye asignación familiar, de movilización y de colación. En su<br />
cálculo OI>EPLiL\lsupone 1,3 remunerados en promedio por familia y 3,5<br />
cargas familiares. El valor de diciembre de 1976 incluye el aguinaldo<br />
de Navidad.<br />
- a/ Cifras provisorias.<br />
- b/ Cifras provisorias<br />
c/ Incluye aguinaldo de Navidad.<br />
-