dé Ciencias, Bellas4i etras Nobles Arte - Real Academia de Córdoba
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222 Rafael Fuentes Guerra De la fecha de salida de Juan de Mena de Italia para Córdoba, cita el ilustre dominico que tomamos de guía, el siguiente texto de fecha 31 de agosto de 1443, dirigido por el Cardenal Torquemada al pontífice Eugenio IV, y que por su gran valor reproducimos a continuación: «Habiendo enviado poco ha, esto es, el 20 de aquel mes de agosto el Cardenal de San Sixto, o sea el propio Torquemada, a su familiar y continuo comensal Juan de Mena, clérigo cordobés, de Romana curia ad portes Hispania pro certis ibidem ipsius cardinalis peragendis negotiis, a fin de que el referido clérigo no sufra menoscabo en la consecución de la gracia expectativa con que fué favorecido por vuestra santidad, le ruega dicho Cardenal que, otorgándole una nueva merced, durante seis meses, aunque ausente, sea considerado e igualado para el efecto de hacer efectiva su gracia expectativa como presente en la Curia con todos los privilegios de que gozan los que acompañan a la misma». La realidad es que Mena no volvió a Italia, motivo a ser designado Cronista y Secretario de .cartas latinas del rey Juan II de Castilla, continuando desempeñando estos cargos hasta la muerte de dicho monarca en julio de 1454. Respecto al carácter eclesiástico de Juan de Mena, siguiendo siempre al P. Beltrán de Heredia, se reducía a simple tonsura o cuando más a alguna de las órdenes menores, condición suficiente para poder alcanzar beneficios eclesiásticos. Consta también en los Registros Vaticanos la súplica de Mena para un beneficio vacante en la Iglesia de San Lorenzo de Córdoba, petición que luego no se preocupó de renovar el gran poeta cordobés, por los cargos ya citados que alcanzó en la corte de Castilla, como también por contraer matrimonio en 1450. Finalmente queda también aclarado que el gran mecenas eclesiástico protector de Juan de Mena, fué el Cardenal Juan de Torquemada, presentando bastante importancia esta aclaración que incluso permaneció desconocida para 'Menéndez y Pelayo, a pesar de sus minuciosas investigaciones, consecuencia de su gran simpatía hacia la memoria de Juan de Mena. El otro documento que deseamos presentar ha sido publicado en el benemérito «Bulletín Hispanique» de la Facultad de Letras de Burdeos (Tomo L., números 3 y 4), y comprende un artículo de Charles V. Aubrun relacionado con el Fondo Español de la Biblioteca Nacional de París en donde conjuntamente con otras publicaciones del siglo XV existe un «Tratado del Amor» que viene. atribuyéndose al poeta cordobés Juan de Me- na. El distinguido comentarista seflala lo certero de tal atribución, ya que primeramente el estilo general encaja dentro de la literatura castellana de mediados del siglo XV. Luego también puede interpretarse la gran semejanza con las otras obras en prosa más conocidas del ilustre cordobés. «La Macla en ro-
Recientes comentarios mance» y «El Comentario a la Coronación»; y análogamente un análisis más detenido de este «Tratado del Amor» constituye un nuevo argumento para la paternidad, al menos parcial, de La Celestina a cargo de nuestro gran paisano. Como principal ejemplo damos seguidamente copia del folio 80 del Fondo Español (núm. 295) de la Biblioteca Nacional de París: «Pues grand melesina para aborrescer es la absencia, aunque luego se fase dura e muy amarga para los que aman. Mas seyendo doliente, por sanar ya beui yo julepes amargos, ya quise comer e me lo negaron. Quanto más grande fallare el amador de se absentar, tanto más ayna se absente, ca en la pena que siente de se absentar va encubierta su salud. El absencia de Minus, rrey de Creta, causo a Passife aver mostruoso e desusado allegamiento con el toro, ca el absencia avia ya fecho caer a Minus en oluido e aborrescimiento. E que por todos los enfermos non pueden ser curados con un unguente, ca a unos se faria más graue que a otros, e unas llagas quieren ser curadas con fuego e otras con más amigables melesinas, por ende alos que muy duro se fisiere el absencia, catar se han por otra manera. El sy en más pudieren amar, más segura cosa será. Ca el rrio, en quanto en más parte se rreparte, tanto más flaco se fase. Así, en muchos lugares amando, desaprenderás amar». R.. F. G. 223
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222 Rafael Fuentes Guerra<br />
De la fecha <strong>de</strong> salida <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> Mena <strong>de</strong> Italia para <strong>Córdoba</strong>,<br />
cita el ilustre dominico que tomamos <strong>de</strong> guía, el siguiente<br />
texto <strong>de</strong> fecha 31 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1443, dirigido por el Car<strong>de</strong>nal<br />
Torquemada al pontífice Eugenio IV, y que por su gran valor<br />
reproducimos a continuación: «Habiendo enviado poco ha, esto<br />
es, el 20 <strong>de</strong> aquel mes <strong>de</strong> agosto el Car<strong>de</strong>nal <strong>de</strong> San Sixto, o sea<br />
el propio Torquemada, a su familiar y continuo comensal Juan<br />
<strong>de</strong> Mena, clérigo cordobés, <strong>de</strong> Romana curia ad portes Hispania<br />
pro certis ibi<strong>de</strong>m ipsius cardinalis peragendis negotiis, a fin <strong>de</strong><br />
que el referido clérigo no sufra menoscabo en la consecución<br />
<strong>de</strong> la gracia expectativa con que fué favorecido por vuestra santidad,<br />
le ruega dicho Car<strong>de</strong>nal que, otorgándole una nueva merced,<br />
durante seis meses, aunque ausente, sea consi<strong>de</strong>rado e igualado<br />
para el efecto <strong>de</strong> hacer efectiva su gracia expectativa como<br />
presente en la Curia con todos los privilegios <strong>de</strong> que gozan los<br />
que acompañan a la misma».<br />
La realidad es que Mena no volvió a Italia, motivo a ser<br />
<strong>de</strong>signado Cronista y Secretario <strong>de</strong> .cartas latinas <strong>de</strong>l rey Juan II<br />
<strong>de</strong> Castilla, continuando <strong>de</strong>sempeñando estos cargos hasta la<br />
muerte <strong>de</strong> dicho monarca en julio <strong>de</strong> 1454.<br />
Respecto al carácter eclesiástico <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> Mena, siguiendo<br />
siempre al P. Beltrán <strong>de</strong> Heredia, se reducía a simple tonsura<br />
o cuando más a alguna <strong>de</strong> las ór<strong>de</strong>nes menores, condición<br />
suficiente para po<strong>de</strong>r alcanzar beneficios eclesiásticos. Consta<br />
también en los Registros Vaticanos la súplica <strong>de</strong> Mena para<br />
un beneficio vacante en la Iglesia <strong>de</strong> San Lorenzo <strong>de</strong> <strong>Córdoba</strong>,<br />
petición que luego no se preocupó <strong>de</strong> renovar el gran poeta cordobés,<br />
por los cargos ya citados que alcanzó en la corte <strong>de</strong> Castilla,<br />
como también por contraer matrimonio en 1450.<br />
Finalmente queda también aclarado que el gran mecenas<br />
eclesiástico protector <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> Mena, fué el Car<strong>de</strong>nal Juan<br />
<strong>de</strong> Torquemada, presentando bastante importancia esta aclaración<br />
que incluso permaneció <strong>de</strong>sconocida para 'Menén<strong>de</strong>z y Pelayo,<br />
a pesar <strong>de</strong> sus minuciosas investigaciones, consecuencia<br />
<strong>de</strong> su gran simpatía hacia la memoria <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> Mena.<br />
El otro documento que <strong>de</strong>seamos presentar ha sido publicado<br />
en el benemérito «Bulletín Hispanique» <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong><br />
L<strong>etras</strong> <strong>de</strong> Bur<strong>de</strong>os (Tomo L., números 3 y 4), y compren<strong>de</strong> un<br />
artículo <strong>de</strong> Charles V. Aubrun relacionado con el Fondo Español<br />
<strong>de</strong> la Biblioteca Nacional <strong>de</strong> París en don<strong>de</strong> conjuntamente<br />
con otras publicaciones <strong>de</strong>l siglo XV existe un «Tratado <strong>de</strong>l<br />
Amor» que viene. atribuyéndose al poeta cordobés Juan <strong>de</strong> Me-<br />
na. El distinguido comentarista seflala lo certero <strong>de</strong> tal atribución,<br />
ya que primeramente el estilo general encaja <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> la literatura castellana <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo XV. Luego también<br />
pue<strong>de</strong> interpretarse la gran semejanza con las otras obras<br />
en prosa más conocidas <strong>de</strong>l ilustre cordobés. «La Macla en ro-