dé Ciencias, Bellas4i etras Nobles Arte - Real Academia de Córdoba
dé Ciencias, Bellas4i etras Nobles Arte - Real Academia de Córdoba
dé Ciencias, Bellas4i etras Nobles Arte - Real Academia de Córdoba
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
«inán <strong>de</strong> Mená y su époeá 11<br />
y <strong>de</strong> la armonía familiar sale formada la coalición, los infantes<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 'Talavera envían al rey una súplica, pidiéndole que su preeminencia<br />
real fuera guardada, don Juan mostró gran enojo<br />
al recibirla, tomó consejo <strong>de</strong> don Alvaro, quien quizás por falta<br />
<strong>de</strong> fuerzas, o <strong>de</strong>bilidad momentánea se inclinó a parlamentar<br />
con los coaligados. Fué consultado también Fray Francisco <strong>de</strong><br />
'Soria franciscano, «<strong>de</strong>voto religioso, <strong>de</strong> vida muy honesta y<br />
aprobada» y por su consejo se aceptó el nombramiento <strong>de</strong> cuatro<br />
jueces para someterse a su resolución. Fueron éstos el almirante<br />
don Alonso Enríquez, el maestre <strong>de</strong> Alcántara don Luis<br />
<strong>de</strong> Guzmán, el a<strong>de</strong>lantado <strong>de</strong> la frontera, Pero Manrique y For<br />
nán Martínez <strong>de</strong> Robres, los cuales se retiraron al monasterio<br />
<strong>de</strong> San Benito <strong>de</strong> Valladolid para dar sentencia. El rey—<br />
la sentencia en Cigales y don Alvaro en Simancas, por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
los jueces. Acto <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong> incalculables consecuencias<br />
que se irá repitiendo en el reinado y que prueban cuan<br />
fuerte era la nobleza y su falta <strong>de</strong> respeto a la realeza. La sentencia<br />
fué que don Alvaro partiese <strong>de</strong> Simancas sin ver al rey<br />
y se retirase a sus tierras durante año y medio no pudiendo ir<br />
a la Corte ni acercarse en quince leguas a la redonda, que abandonasen<br />
Corte y palacio, los que habían sido nombrados para<br />
cargos en la cámara real.<br />
Siguen las intrigas en la Corte, Alonso <strong>de</strong> Robres, promueve<br />
cizaílu entre los infantes, pero es reducido a prisión en el castillo<br />
<strong>de</strong> Uceda, don<strong>de</strong> murió. El rey se inclinaba más al infante<br />
do,n Enrique, como más franco, que a don Juan, siempre en<br />
constantes intrigas. La infanta doña Catalina regresó a 'Castilla<br />
a unirse con su esposo. Los infantes no se ponen <strong>de</strong> acuerdo y<br />
los mismos que habían pedido el <strong>de</strong>stierro <strong>de</strong> don Alvaro, pi<strong>de</strong>n<br />
al rey que se lo levante. Don Alvaro se hacía <strong>de</strong> rogar, y cuando<br />
al fin se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>, salen a recibirlo el rey <strong>de</strong> Navarra y el infante<br />
don Enrique y los gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l reino, siendo acogido con gran<br />
alegría por el rey. «E, venían todos muy arreados e bordados,<br />
todos gran<strong>de</strong>s e pequeños e muy ricamente vestidos. El Con<strong>de</strong>stable<br />
iba vestido <strong>de</strong> camino <strong>de</strong> muy nueva manera e muy<br />
rica, e levaba tras sí muchos pages e muy extraños caballos,<br />
los cuales siempre se preció <strong>de</strong> tener escogidos como aquel que<br />
los sabía muy bien cabalgar e conoscer. E los unos pages le<br />
levaban la lanza e iban a la gineta e otros a la guisa en valientes<br />
caballos, todos cubiertos <strong>de</strong> paramentos bordados e otros brocados<br />
e chapados por la manera que, por ese tiempo se usaban<br />
Al Castilla. E unos le levaban el arco con las saetas, e otros la<br />
ballesta <strong>de</strong> monte, otros los mantos <strong>de</strong> camino. E. a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />
sí levaba muchos ballesteros a pie e a caballo, todos vestidos<br />
<strong>de</strong> una librea e sus trompetas e él iba emmedio <strong>de</strong> aquellos<br />
Perlados, e los otros caballeros, que dicho avemos, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />
sí. En esta guisa guarnido e a<strong>de</strong>reszado con su gente, el con<strong>de</strong>