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H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

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jefes allí reunidos <strong>com</strong><strong>en</strong>zaron a dar órd<strong>en</strong>es a la muchedumbre de gules y<br />

alimañas descarnadas que se habían congregado. En seguida partió un<br />

nutrido destacam<strong>en</strong>to de cornudos voladores, y el resto se dividió <strong>en</strong><br />

parejas, que se arrodillaron con las patas delanteras ext<strong>en</strong>didas, <strong>en</strong> espera<br />

de que los gules se fueran acercando de uno <strong>en</strong> uno. Cuando cada gul<br />

llegaba a las dos descarnadas alimañas que le habían asignado, éstas le<br />

tomaban <strong>en</strong>tre las dos y desaparecían veloces <strong>en</strong> la oscuridad; hasta que por<br />

último desapareció toda la multitud, excepto Carter, Pickman y los demás<br />

jefes, y unas pocas parejas de descarnadas alimañas. Pickman explicó que<br />

las descarnadas alimañas de la noche constituy<strong>en</strong> la vanguardia y, a la vez,<br />

los corceles de guerra de los gules, y que el ejército iba a salir por<br />

Sarkomand para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a las bestias lunares. Luego, Carter y los<br />

horribles jefes se dirigieron a las alimañas portadoras, si<strong>en</strong>do izados por sus<br />

zarpas pegajosas y húmedas. Un mom<strong>en</strong>to más tarde giraban todos <strong>en</strong> el<br />

vi<strong>en</strong>to y las tinieblas, subi<strong>en</strong>do, y subi<strong>en</strong>do, y subi<strong>en</strong>do interminablem<strong>en</strong>te,<br />

hasta llegar a la <strong>en</strong>trada de los leones alados y las ruinas espectrales de la<br />

arcaica Sarkomand.<br />

Cuando al fin Carter se <strong>en</strong>contró bajo la luz <strong>en</strong>fermiza del cielo<br />

nocturno de Sarkomand, fue para contemplar la gran plaza c<strong>en</strong>tral bull<strong>en</strong>do<br />

de gules y alimañas descarnadas dispuestos a luchar. El día no tardaría <strong>en</strong><br />

despuntar, pero era tan numeroso el ejército, que no habría necesidad de<br />

sorpr<strong>en</strong>der al <strong>en</strong>emigo. El resplandor verdoso de la hoguera junto al muelle<br />

todavía temblaba débilm<strong>en</strong>te, pero la aus<strong>en</strong>cia de gritos daba a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der<br />

que la tortura de los prisioneros había concluido de mom<strong>en</strong>to. Susurrando<br />

instrucciones <strong>en</strong> voz muy baja a sus monturas y a la bandada de alimañas<br />

descarnadas que iban sin jinete, los gules se alzaron <strong>en</strong> <strong>en</strong>ormes columnas<br />

aleteantes y sobrevolaron las ruinas desérticas <strong>en</strong> dirección al maldito<br />

resplandor. Carter iba ahora junto a Pickman, <strong>en</strong> la primera fila de gules, y<br />

vio cómo se acercaban al nauseabundo campam<strong>en</strong>to donde las bestias<br />

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