19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de piedra, fue recibido por un mayordomo de <strong>en</strong>ormes patillas y vestido de<br />

librea. Este le condujo <strong>en</strong>seguida a la biblioteca, donde Kuranes, señor de<br />

Ooth-Nargai y de la parte del cielo que rodea Serannia, meditaba s<strong>en</strong>tado<br />

junto a la v<strong>en</strong>tana, mi<strong>en</strong>tras contemplaba su pueblecito pesquero y añoraba<br />

a su vieja nodriza, la cual solía regañarle porque no estaba arreglado a<br />

tiempo para aquella odiosa reunión campestre <strong>en</strong> casa del vicario, cuando<br />

ya estaba aguardando la carroza, y su madre a punto de perder los nervios.<br />

Kuranes, vestido con una bata que los sastres londin<strong>en</strong>ses habían<br />

puesto de moda <strong>en</strong> su juv<strong>en</strong>tud, se levantó con presteza a recibir a su<br />

visitante; porque la pres<strong>en</strong>cia de un anglosajón proced<strong>en</strong>te del mundo vigil<br />

le resultaba <strong>en</strong>trañable a él, aun cuando se tratara de un sajón de Boston,<br />

Massachusetts, y no de Cornualles. Y hablaron largam<strong>en</strong>te de los viejos<br />

tiempos, y los dos <strong>en</strong>contraron mucho que contarse, ya que ambos eran<br />

antiguos soñadores, y muy versados <strong>en</strong> las maravillas y los sitios increíbles.<br />

Kuranes, efectivam<strong>en</strong>te, había estado más allá de las estrellas, <strong>en</strong> el vacío<br />

final, y se decía que era el único que había regresado de semejante viaje <strong>en</strong><br />

su sano juicio.<br />

Finalm<strong>en</strong>te, Carter sacó a relucir el tema que le interesaba e hizo a<br />

su anfitrión las preguntas que ya había repetido tantas veces. Kuranes no<br />

sabía dónde se <strong>en</strong>contraban ni Kadath ni la maravillosa ciudad del sol<br />

poni<strong>en</strong>te; pero sabía que los Grandes Dioses eran <strong>en</strong>tidades demasiado<br />

peligrosas para ir <strong>en</strong> su busca, y que los Dioses Otros t<strong>en</strong>ían extrañas<br />

maneras de protegerlos contra toda curiosidad impertin<strong>en</strong>te. Había oído<br />

muchas cosas sobre los Dioses Otros <strong>en</strong> las lejanas regiones del espacio,<br />

especialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> una zona <strong>en</strong> que no exist<strong>en</strong> formas algunas y donde<br />

ciertos gases multicolores estudian los secretos más recónditos. El gas<br />

violeta S'ngac le había contado cosas terribles de Nyarlathotep, el caos<br />

reptante, aconsejándole que no se aproximara jamás al vacío c<strong>en</strong>tral donde<br />

roe hambri<strong>en</strong>to el sultán de los demonios, Azathoth, <strong>en</strong>vuelto <strong>en</strong> tinieblas.<br />

562

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!