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H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

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En las oquedades de ese bosque <strong>en</strong>marañado, cuyos prodigiosos<br />

robles tantean y <strong>en</strong>trelazan sus ramas al aire, y cuyas umbrías reluc<strong>en</strong> con<br />

la apagada fosforesc<strong>en</strong>cia de unos hongos extraños, habitan los furtivos y<br />

sil<strong>en</strong>ciosos zoogs. Estos seres conoc<strong>en</strong> una infinidad de secretos de la<br />

región de los sueños, y algo también del mundo vigil, ya que el bosque<br />

linda con las tierras de los hombres por dos lugares, aunque sería<br />

desastroso decir cuáles .Ciertos rumores inexplicables, ciertos accid<strong>en</strong>tes y<br />

desapariciones ocurr<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre los hombres allí donde los zoogs ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

acceso, y por ello es una gran suerte que éstos no puedan alejarse<br />

demasiado de la región de los sueños. Sin embargo, los zoogs cruzan<br />

librem<strong>en</strong>te la frontera más próxima de esta región y se deslizan, negros,<br />

m<strong>en</strong>udos, invisibles, para poder contar relatos divertidos a su regreso y<br />

<strong>en</strong>tret<strong>en</strong>er con ellos las largas horas que pasan al amor del fuego, <strong>en</strong> el<br />

corazón de su adorado bosque. La mayoría vive <strong>en</strong> madrigueras, aunque<br />

algunos habitan <strong>en</strong> los troncos de los grandes árboles; ya pesar de que se<br />

alim<strong>en</strong>tan principalm<strong>en</strong>te de hongos, se dice que también les atrae la carne,<br />

tanto la física <strong>com</strong>o la espiritual. Y, efectivam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> el bosque han<br />

<strong>en</strong>trado muchos soñadores que luego no han vuelto a salir. Pero Carter no<br />

t<strong>en</strong>ía miedo; era un soñador veterano que conocía el l<strong>en</strong>guaje chirriante de<br />

estos seres y había tratado muchas veces con ellos. Con la ayuda de los<br />

zoogs había descubierto la espléndida ciudad de Celephais, situada <strong>en</strong><br />

Ooth-Nargai, más allá de los Montes Tanarios, donde reina durante la<br />

mitad del año el gran rey Kuranes, ser humano a qui<strong>en</strong> él había conocido <strong>en</strong><br />

la vida vigil bajo otro nombre. Kuranes era el único ser humano que había<br />

alcanzado los abismos estelares y regresado <strong>en</strong> su sano juicio.<br />

Mi<strong>en</strong>tras recorría, pues, los angostos corredores fosforesc<strong>en</strong>tes que<br />

quedan <strong>en</strong>tre los troncos gigantescos de ese bosque iba Carter emiti<strong>en</strong>do<br />

ciertos sonidos chirriantes, a la manera de los zoogs, y callando de cuando<br />

<strong>en</strong> cuando <strong>en</strong> espera de respuesta. Recordaba que había un poblado de<br />

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