19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

En la casa descubrí un retrato. Pese a que no llevaba ningún nombre<br />

inscrito, por las iniciales J. F. C. supuse que se trataba del doctor Charriere.<br />

El cuadro, que estaba colgado <strong>en</strong> un rincón apartado y casi inaccesible del<br />

piso superior, repres<strong>en</strong>taba una cara delgada y ascética, con una barba<br />

desord<strong>en</strong>ada; lo que más resaltaba <strong>en</strong> ese rostro eran los pómulos sali<strong>en</strong>tes<br />

que ac<strong>en</strong>tuaban el hundimi<strong>en</strong>to de las mejillas y el brillo de los ojos negros.<br />

En g<strong>en</strong>eral, su aspecto era desvaído y siniestro.<br />

En vista de la imposibilidad de obt<strong>en</strong>er más información por otros<br />

medios, decidí dedicarme de nuevo al exam<strong>en</strong> de los papeles y libros<br />

dejados <strong>en</strong> el despacho y el laboratorio del doctor Charriere. Hasta<br />

<strong>en</strong>tonces me había aus<strong>en</strong>tado mucho de la casa <strong>en</strong> busca de información<br />

acerca del pasado del doctor Charriere, y ahora me había recluido <strong>en</strong> ella<br />

casi con la misma obstinación. Quizá debido a esta reclusión percibí con<br />

mayor fuerza el halo misterioso de la casa - a nivel psíquico tanto <strong>com</strong>o<br />

físico -. Ahora, por vez primera, llegaba a notar la extraña mezcla de olores<br />

que habían decidido al efímero inquilino y a su familia a abandonar la casa<br />

ap<strong>en</strong>as alquilada. Algunos de ellos eran los aromas típicos y <strong>com</strong>unes de<br />

todas las casas viejas, pero otros me eran totalm<strong>en</strong>te desconocidos. Sin<br />

embargo, logré id<strong>en</strong>tificar fácilm<strong>en</strong>te el olor predominante: lo había<br />

percibido ya <strong>en</strong> otras ocasiones, <strong>en</strong> jardines zoológicos y <strong>en</strong> las<br />

proximidades de ciertos pantanos de aguas estancadas. Se trataba de un<br />

miasma que, con una fuerza increíble, sugería la pres<strong>en</strong>cia cercana de<br />

reptiles. Cabía admitir la posibilidad de que ciertos reptiles hubies<strong>en</strong><br />

llegado, a través de la ciudad, hasta el refugio que les podía proporcionar el<br />

jardín de la casa Charriere. En cambio, lo que sí parecía inconcebible era<br />

que hubiese llegado hasta allí una cantidad tan grande de ellos <strong>com</strong>o para<br />

ll<strong>en</strong>ar la casa <strong>en</strong>tera de su hedor. Pero por mucho que busqué no logré<br />

<strong>en</strong>contrar el lugar de donde emanaba ese olor a reptil, ni d<strong>en</strong>tro ni fuera de<br />

la casa. Cuando se me ocurrió que podía prov<strong>en</strong>ir del pozo, p<strong>en</strong>sé que sin<br />

459

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!