19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

abandonado. Cuanto más lo contemplaba, más vueltas le daba a la<br />

imaginación. y más cosas raras se figuraba. Llegó a parecerle que se cernía<br />

sobre él un aura de desolación y que incluso las palomas y las golondrinas<br />

evitaban sus aleros. Con sus prismáticos distinguía grandes bandadas de<br />

pájaros <strong>en</strong> torno a las demás torres y campanarios, pero allí no se det<strong>en</strong>ían<br />

jamás. Al m<strong>en</strong>os, así lo creyó él y así lo constató <strong>en</strong> su diario. Más de una<br />

vez preguntó a sus amigos, pero ninguno había estado nunca <strong>en</strong> Federal<br />

Hill, ni t<strong>en</strong>ían la más remota idea de lo que esa iglesia pudiera ser.<br />

En primavera, Blake se sintió dominado por un vivo desasosiego.<br />

Había <strong>com</strong><strong>en</strong>zado una novela larga basada <strong>en</strong> la supuesta superviv<strong>en</strong>cia de<br />

unos cultos paganos <strong>en</strong> Maine, pero in<strong>com</strong>pr<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te, se había<br />

atascado y su trabajo no progresaba. Cada vez pasaba más tiempo s<strong>en</strong>tado<br />

ante la v<strong>en</strong>tana de poni<strong>en</strong>te, contemplando el cerro distante y el negro<br />

campanario que los pájaros evitaban. Cuando las delicadas hojas vistieron<br />

los ramajes del jardín, el mundo se colmó de una belleza nueva, pero las<br />

inquietudes de Blake aum<strong>en</strong>taron más aún. Entonces se le ocurrió por<br />

primera vez, atravesar la ciudad y subir por aquella ladera fabulosa que<br />

conducía al brumoso mundo de <strong>en</strong>sueños.<br />

A últimos de abril, poco antes de la fecha sombría de Walpurgis,<br />

Blake hizo su primera incursión al reino desconocido. Después de recorrer<br />

un sinfín de calles y av<strong>en</strong>idas <strong>en</strong> la parte baja, y de plazas ruinosas y<br />

desiertas que bordeaban el pie del cerro, llegó finalm<strong>en</strong>te a una calle <strong>en</strong><br />

cuesta, flanqueada de gastadas escalinatas, de torcidos porches dóricos y<br />

cúpulas de cristales empañados. Aquella calle parecía conducir hasta un<br />

mundo inalcanzable más allá de la neblina. Los deteriorados letreros con<br />

los nombres de las calles no le decían nada. Luego reparó <strong>en</strong> los rostros<br />

atezados y extraños de los transeúntes, <strong>en</strong> los anuncios <strong>en</strong> idiomas<br />

extranjeros que campeaban <strong>en</strong> las ti<strong>en</strong>das abiertas al pie de añosos<br />

edificios. En parte alguna pudo <strong>en</strong>contrar los rincones y detalles que viera<br />

359

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!