19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

miraba a la infame Casa del Pirata, construida por Exer Jones hacía ses<strong>en</strong>ta<br />

años. La mañana del 23 de junio me sorpr<strong>en</strong>dió caminando por aquellas<br />

siniestras y t<strong>en</strong>ebrosas colinas que a aquellas horas, las siete de la mañana,<br />

parecían bastante ordinarias. Me alejé siete millas hacia el sur de Hampd<strong>en</strong><br />

y <strong>en</strong>tonces ocurrió algo inesperado. Estaba escalando por una p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te<br />

herbosa que se abría sobre un cañón particularm<strong>en</strong>te profundo, cuando<br />

llegué a una zona que se hallaba totalm<strong>en</strong>te desprovista de la hierba y<br />

vegetación propia de la zona. Se ext<strong>en</strong>día hacia el sur, se había producido<br />

algún inc<strong>en</strong>dio, pero, después de un exam<strong>en</strong> más minucioso, no <strong>en</strong>contré<br />

ningún resto del posible fuego. Los acantilados y precipicios cercanos<br />

parecían horriblem<strong>en</strong>te chamuscados, <strong>com</strong>o si alguna gigantesca antorcha<br />

los hubiese barrido, haci<strong>en</strong>do desaparecer toda su vegetación. Y aun así<br />

seguía sin <strong>en</strong>contrar ninguna evid<strong>en</strong>cia de que se hubiese producido un<br />

inc<strong>en</strong>dio... Caminaba bajo un suelo rocoso y sólido sobre el que nada<br />

florecía. Mi<strong>en</strong>tras int<strong>en</strong>taba descubrir el núcleo c<strong>en</strong>tral de esta zona<br />

desolada, me di cu<strong>en</strong>ta de que <strong>en</strong> el lugar había un extraño sil<strong>en</strong>cio. No se<br />

veía ningún ave, ninguna liebre, incluso los insectos parecían rehuir la<br />

zona. Me <strong>en</strong>caramé a la cima de un pequeño montículo, int<strong>en</strong>tando calibrar<br />

la ext<strong>en</strong>sión de aquel paraje inexplicable y triste. Entonces vi el árbol<br />

solitario. Se hallaba <strong>en</strong> una colina un poco más alta que las circundantes, de<br />

tal forma que <strong>en</strong>seguida lo descubrí, pues contrastaba con la soledad del<br />

lugar. No había visto ningún árbol <strong>en</strong> varias millas a la redonda: algún<br />

arbusto retorcido, cargado de bayas, que crecía <strong>en</strong>caramado a la roca, pero<br />

ningún árbol. Era muy extraño descubrir uno precisam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la cima de la<br />

colina. Atravesé dos pequeños cañones antes de llegar al sitio; me esperaba<br />

una sorpresa. No era un pino, ni un abeto, ni un almez. Jamás había visto,<br />

<strong>en</strong> toda mi exist<strong>en</strong>cia, algo que se le pareciera; ¡y, gracias a Dios, jamás he<br />

vuelto a ver uno igual! Se parecía a un roble más que a cualquier otro tipo<br />

de árbol. Era <strong>en</strong>orme, con un tronco nudoso que media más de una yarda de<br />

341

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!