19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

devastador, y <strong>com</strong><strong>en</strong>cé a acortar los períodos <strong>en</strong>tre mis odiosas<br />

explosiones. Compr<strong>en</strong>dí que pisaba suelo resbaladizo, pero el demoníaco<br />

deseo me aferraba con torturantes t<strong>en</strong>táculos y me obligaba a proseguir.<br />

Durante todo este tiempo, mi m<strong>en</strong>te estaba volviéndose<br />

progresivam<strong>en</strong>te ins<strong>en</strong>sible a cualquier otra influ<strong>en</strong>cia que no fuera la<br />

satisfacción de mis <strong>en</strong>loquecidos anhelos. Dejé deslizar, <strong>en</strong> alguna de esas<br />

maléficas escapadas, pequeños detalles de vital importancia para<br />

id<strong>en</strong>tificarme. De cierta forma, <strong>en</strong> algún lugar, dejé una pequeña pista, un<br />

rastro fugitivo, detrás... no lo bastante <strong>com</strong>o para ord<strong>en</strong>ar mi arresto, pero sí<br />

lo sufici<strong>en</strong>te <strong>com</strong>o para volver la marea de sospechas <strong>en</strong> mi dirección.<br />

S<strong>en</strong>tía el espionaje, pero aun así era incapaz de cont<strong>en</strong>er la imperiosa<br />

demanda de más muerte para acelerar mi <strong>en</strong>ervado espíritu.<br />

Enseguida llegó la noche <strong>en</strong> que el estrid<strong>en</strong>te silbato de la policía<br />

me arrancó de mi demoníaco solaz sobre el cuerpo de mi postrer víctima,<br />

con una <strong>en</strong>sangr<strong>en</strong>tada navaja todavía firmem<strong>en</strong>te asida. Con un ágil<br />

movimi<strong>en</strong>to, cerré la hoja y la guardé <strong>en</strong> el bolsillo de mi chaqueta. Las<br />

porras de la policía abrieron grandes brechas <strong>en</strong> la puerta. Rompí la v<strong>en</strong>tana<br />

con una silla, agradeci<strong>en</strong>do al destino haber elegido uno de los distritos más<br />

pobres <strong>com</strong>o morada. Me descolgué hasta un callejón mi<strong>en</strong>tras las figuras<br />

vestidas de azul irrumpían por la destrozada puerta. Huí saltando inseguras<br />

vallas, a través de mugri<strong>en</strong>tos patios traseros, cruzando míseras casas<br />

destartaladas, por estrechas calles mal iluminadas. Inmediatam<strong>en</strong>te, p<strong>en</strong>sé<br />

<strong>en</strong> los boscosos pantanos que se alzaban más allá de la ciudad,<br />

ext<strong>en</strong>diéndose unos 60 kilómetros hasta alcanzar loa arrabales de F<strong>en</strong>ham.<br />

Si pudiera llegar a esta meta, estaría temporalm<strong>en</strong>te a salvo. Antes del alba<br />

me había lanzado de cabeza por el ansiado despoblado, tropezando con los<br />

podridos troncos de árboles moribundos cuyas ramas desnudas se ext<strong>en</strong>dían<br />

<strong>com</strong>o brazos grotescos tratando de estorbarme con su burlón abrazo.<br />

Los diablos de las funestas deidades a qui<strong>en</strong>es había ofrecido mis<br />

336

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!