H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

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19.06.2013 Views

abrían en todos los lados y que se encontraban en un maravilloso estado de conservación. Las paredes, o las partes que quedaban al alcance de la luz de mi linterna, estaban casi por completo cubiertas de jeroglíficos y cinceladas con los típicos símbolos curvilíneos, algunos añadidos después del período de mis sueños. Comprendí que había llegado a mi destino y penetré por un arco familiar que se abría a la izquierda. Apenas dudaba que encontraría un pasaje despejado que, partiendo de la rampa, conduciría a todos los pisos restantes. Este vasto albergue de los anales del sistema solar había sido construido con una pericia sobrenatural, que le proporcionaba resistencia para durar tanto como el propio sistema. Bloques de ingente tamaño, colados con genio matemático y unidos con cementos de increíble dureza, se habían combinado para formar una masa tan firme como el núcleo rocoso del planeta. Aquí, tras épocas más prodigiosas que lo que podía aceptar mi cordura, su mole enterrada se alzaba con todos sus detalles esenciales, con los vastos suelos polvorientos apenas sembrados de los pequeños escombros que, en las demás dependencias, eran la nota dominante. El camino relativamente fácil a partir de este punto se me subió a la cabeza de manera curiosa. Toda la frenética impaciencia hasta entonces frustrada por los obstáculos se transformó en una especie de febril velocidad y, de forma literal, corrí a lo largo de los monstruosos pasillos, cuyo bajo techado tan bien recordaba, alejándome de la arcada que les servía de acceso. La familiaridad de cuanto veía había dejado ya de asombrarme. A cada lado, las grandes puertas de las estanterías metálicas adornadas con jeroglíficos se cernían monstruosas; algunas permanecían en su sitio, otras estaban abiertas, y otras más aparecían dobladas y combadas a causa de 310

pasadas tensiones geológicas que no fueron lo bastante fuertes, sin embargo, para destruir la titánica sillería. De trecho en trecho, un montón de escombros cubierto de polvo bajo alguna abierta y vacía estantería parecía indicar dónde cayeron las cajas por causa de los temblores de tierra. En las columnas, de vez en cuando, se distinguían grandes símbolos y letreros anunciando clases y subclases de volúmenes. Durante un momento me detuve ante una bóveda abierta, en cuyo interior vi alguna de las acostumbradas cajas de metal todavía en su sitio, en medio del omnipresente polvo arenoso. Extendiendo el brazo, saqué con cierta dificultad uno de los volúmenes más delgados y lo puse en el suelo para inspeccionarlo. Estaba titulado en los abundantes jeroglíficos curvilíneos, aunque había algo en la disposición de los caracteres sutilmente inusual. Me era bien conocido el viejo mecanismo del cierre curvo, de gancho, y abrí la tapa todavía brillante, sacando el libro del interior. Como esperaba, el tomo medía unos cincuenta centímetros de alto, veinticinco de ancho y cinco de grueso; las finas tapas de metal se abrían por la parte superior. Las páginas de fuerte celulosa no parecían afectadas por la miríada de ciclos de tiempo que habían soportado, así que estudié las letras del texto, hechas a pincel, con un trazo singular - símbolos diferentes a los usuales jeroglíficos curvilíneos y a cualquier alfabeto conocido por los humanos-, en medio de un semidespertar de mis recuerdos. Comprendí que aquel era el idioma empleado por una mente cautiva a la que conocí superficialmente en mis sueños, un intelecto originario de un gran asteroide en el que sobrevivió la mayor parte de la vida y de costumbres arcaicas de cierto primitivo planeta del que el asteroide fue un fragmento. Al mismo tiempo, recordé que este piso de los archivos estaba 311

pasadas t<strong>en</strong>siones geológicas que no fueron lo bastante fuertes, sin<br />

embargo, para destruir la titánica sillería.<br />

De trecho <strong>en</strong> trecho, un montón de es<strong>com</strong>bros cubierto de polvo<br />

bajo alguna abierta y vacía estantería parecía indicar dónde cayeron las<br />

cajas por causa de los temblores de tierra. En las columnas, de vez <strong>en</strong><br />

cuando, se distinguían grandes símbolos y letreros anunciando clases y<br />

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Durante un mom<strong>en</strong>to me detuve ante una bóveda abierta, <strong>en</strong> cuyo<br />

interior vi alguna de las acostumbradas cajas de metal todavía <strong>en</strong> su sitio,<br />

<strong>en</strong> medio del omnipres<strong>en</strong>te polvo ar<strong>en</strong>oso. Ext<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do el brazo, saqué con<br />

cierta dificultad uno de los volúm<strong>en</strong>es más delgados y lo puse <strong>en</strong> el suelo<br />

para inspeccionarlo. Estaba titulado <strong>en</strong> los abundantes jeroglíficos<br />

curvilíneos, aunque había algo <strong>en</strong> la disposición de los caracteres<br />

sutilm<strong>en</strong>te inusual.<br />

Me era bi<strong>en</strong> conocido el viejo mecanismo del cierre curvo, de<br />

gancho, y abrí la tapa todavía brillante, sacando el libro del interior. Como<br />

esperaba, el tomo medía unos cincu<strong>en</strong>ta c<strong>en</strong>tímetros de alto, veinticinco de<br />

ancho y cinco de grueso; las finas tapas de metal se abrían por la parte<br />

superior.<br />

Las páginas de fuerte celulosa no parecían afectadas por la miríada<br />

de ciclos de tiempo que habían soportado, así que estudié las letras del<br />

texto, hechas a pincel, con un trazo singular - símbolos difer<strong>en</strong>tes a los<br />

usuales jeroglíficos curvilíneos y a cualquier alfabeto conocido por los<br />

humanos-, <strong>en</strong> medio de un semidespertar de mis recuerdos.<br />

Compr<strong>en</strong>dí que aquel era el idioma empleado por una m<strong>en</strong>te cautiva<br />

a la que conocí superficialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> mis sueños, un intelecto originario de<br />

un gran asteroide <strong>en</strong> el que sobrevivió la mayor parte de la vida y de<br />

costumbres arcaicas de cierto primitivo planeta del que el asteroide fue un<br />

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