19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

D<strong>en</strong>tro de los sueños, parecía que yo adquiría una libertad de<br />

movimi<strong>en</strong>to cada vez mayor. Flotaba por muchos edificios extraños de<br />

piedra, y<strong>en</strong>do de uno a otro por los largos y colosales pasadizos<br />

subterráneos que parecían constituir las vías de tránsito <strong>com</strong>unes. A veces<br />

me tropezaba con aquellas gigantescas trampillas cerradas sitas <strong>en</strong> la planta<br />

más baja y de las que parecía emanar un aura de prohibición y miedo.<br />

Vi <strong>en</strong>ormes piscinas o estanques cuadrados y salas con curiosos e<br />

inexplicables ut<strong>en</strong>silios de infinidad de formas y dim<strong>en</strong>siones. Había luego<br />

las colosales cavernas de <strong>com</strong>plicada maquinaria cuyo contorno y propósito<br />

eran del todo extraños para mí y cuyo sonido se manifestó sólo al cabo de<br />

muchos años de soñar. Debo resaltar aquí que la vista y el oído fueron los<br />

únicos s<strong>en</strong>tidos de los que me valía <strong>en</strong> el mundo de las visiones.<br />

El verdadero horror <strong>com</strong><strong>en</strong>zó <strong>en</strong> mayo de 1915, cuando vi por<br />

primera vez las cosas vivi<strong>en</strong>tes. Eso fue antes de que mis estudios me<br />

hubieran <strong>en</strong>señado lo que, <strong>en</strong> vista de los mitos y de los casos históricos,<br />

podía esperar. T<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do bajadas mis barreras m<strong>en</strong>tales, contemplé grandes<br />

masas de fino vapor <strong>en</strong> varias partes del edificio y abajo, <strong>en</strong> las calles.<br />

Los vapores se fueron haci<strong>en</strong>do más sólidos y distintos, hasta que,<br />

por último, pude distinguir sus contornos monstruosos con incómoda<br />

facilidad. Parecían <strong>en</strong>ormes conos indisc<strong>en</strong>tes, de unos tres metros de altura<br />

y otros tres de ancho <strong>en</strong> la base, hechos de una materia rugosa, escamosa,<br />

semielástica. De sus cimas se proyectaban cuatro miembros cilíndricos<br />

flexibles, de unos treinta c<strong>en</strong>tímetros de grosor cada uno, de la misma<br />

materia rugosa que los conos.<br />

Estos miembros aparecían a veces contraídos casi hasta la nada y <strong>en</strong><br />

otras se ext<strong>en</strong>dían, llegando a alcanzar una longitud de tres metros. En la<br />

punta de dos de ellos había <strong>en</strong>ormes zarpas o pinzas. Un tercero finalizaba<br />

con cuatro apéndices rojos <strong>en</strong> forma de trompeta. El cuarto terminaba <strong>en</strong> un<br />

globo amarill<strong>en</strong>to, irregular, de unos ses<strong>en</strong>ta c<strong>en</strong>tímetros de diámetro, con<br />

269

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!