19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

anotaciones de Luther Whateley. A esa nueva luz, todas las piezas del<br />

rompecabezas se <strong>en</strong>samblaban y todo cobraba su pl<strong>en</strong>o s<strong>en</strong>tido. La carne<br />

cruda que subían a la habitación y que Abner, de niño, creía que la tía<br />

Sarah preparaba <strong>en</strong> su cuarto, <strong>en</strong> realidad estaba destinada a ser <strong>com</strong>ida<br />

cruda. La corta e in<strong>com</strong>pr<strong>en</strong>sible nota sobre «R.» que «por fin» había<br />

vuelto después de su escapada, implicaba que había regresado al único<br />

hogar que «R.» conocía. También <strong>en</strong>tre las apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te inconexas<br />

anotaciones de su abuelo, la m<strong>en</strong>ción de las desapariciones de vacas, ovejas<br />

y otros animales aclaraba ampliam<strong>en</strong>te esa otra refer<strong>en</strong>cia de Luther<br />

Whateley a «R.» ya que «el tamaño está <strong>en</strong> proporción con la cantidad de<br />

<strong>com</strong>ida», y explicaba también lo que significaba otra nota que decía:<br />

«habrá que mant<strong>en</strong>erle <strong>en</strong> una dieta rigurosa y un tamaño controlable» -<br />

¡<strong>com</strong>o la g<strong>en</strong>te de Innsmouth! - «controlado» hasta casi extinguirse tras la<br />

muerte de Sarah. Entonces Luther p<strong>en</strong>só que, dejando a la criatura<br />

<strong>en</strong>cerrada sin <strong>com</strong>ida <strong>en</strong> la habitación, acabaría por matarla<br />

irremisiblem<strong>en</strong>te. Sin embargo, ante la duda de que aquello fuera imposible<br />

ord<strong>en</strong>ó a Abner que matara «cualquier cosa viva» que pudiera <strong>en</strong>contrar <strong>en</strong><br />

el cuarto. La cosa que Abner había liberado sin darse cu<strong>en</strong>ta al romper las<br />

v<strong>en</strong>tanas y contrav<strong>en</strong>tanas, la había liberado para que buscase su propia<br />

<strong>com</strong>ida y volviese a crecer <strong>en</strong>diabladam<strong>en</strong>te, al principio con peces del<br />

Miskatonic, luego con pequeños animales, luego ganado, y finalm<strong>en</strong>te con<br />

seres humanos. Esa cosa que era mitad batracio mitad ser humano, pero lo<br />

sufici<strong>en</strong>te humana <strong>com</strong>o para regresar al único hogar que conocía y llamar<br />

aterrorizada a su madre ante el terrible des<strong>en</strong>lace, la cosa que había nacido<br />

de la unión no b<strong>en</strong>dita de Sarah Whateley y Ralsa Marsh, ll<strong>en</strong>a de sangre,<br />

el monstruo que merodearía para siempre <strong>en</strong> la m<strong>en</strong>te de Abner Whateley.<br />

¡Su primo Ralsa, obligado a permanecer <strong>en</strong> la vieja casa por el deseo férreo<br />

de su abuelo, <strong>en</strong> lugar de haber sido soltado hace tiempo al mar para que se<br />

uniese a los Profundos <strong>en</strong>tre los súbditos de Dagon y del Gran Cthulhu!<br />

173

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!