19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

abrió con un chirrido. Alzó la lámpara.<br />

Había esperado <strong>en</strong>contrar el dormitorio de una mujer, pero la<br />

habitación cerrada ofrecía un aspecto sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te: había ropa de cama<br />

tirada por todas partes, almohadas <strong>en</strong> el suelo, restos de <strong>com</strong>ida seca <strong>en</strong> una<br />

gran bandeja escondida detrás de un escritorio. Un extraño olor íctico<br />

dominaba el cuarto, y le abofeteó con tal dosis de humedad que casi no<br />

pudo reprimir una mueca de asco. La habitación estaba destrozada; además,<br />

t<strong>en</strong>ía el aspecto de haber estado <strong>en</strong> ese desord<strong>en</strong> salvaje durante mucho,<br />

mucho tiempo.<br />

Abner depositó la lámpara <strong>en</strong> el escritorio separado de la pared,<br />

cruzó hacia la v<strong>en</strong>tana que daba al molino y la abrió. Forcejeó para abrir las<br />

contrav<strong>en</strong>tanas hasta que recordó que habían sido clavadas. Entonces se<br />

apartó, alzó un pie y dio una patada a las contrav<strong>en</strong>tanas para que una<br />

bocanada de aire fresco p<strong>en</strong>etrara <strong>en</strong> la habitación.<br />

Dio la vuelta y del mismo modo hizo saltar las contrav<strong>en</strong>tanas de la<br />

pared contigua. Hasta que se separó para ver lo que había hecho no se dio<br />

cu<strong>en</strong>ta de que había roto la pequeña esquina de la v<strong>en</strong>tana que se abría<br />

sobre la rueda del molino. Un primer s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de pesar se borró al<br />

recordar que su abuelo insistía <strong>en</strong> que el molino, al igual que la habitación,<br />

se destruyese. ¡Qué importaba una v<strong>en</strong>tana rota!<br />

Volvió para recoger la lámpara. Al hacerlo, dio un empujón al<br />

escritorio para colocarlo junto a la pared. En ese mom<strong>en</strong>to, a sus pies,<br />

escuchó un crujido. Miró hacia allí. Una rana de patas muy largas o quizá<br />

un sapo - no podía distinguir - se escabulló debajo del escritorio. Estuvo<br />

t<strong>en</strong>tado de echar fuera al animal, pero p<strong>en</strong>só que su pres<strong>en</strong>cia no importaba<br />

demasiado. Si había sido capaz de sobrevivir <strong>en</strong> este cuarto, cerrado<br />

durante tanto tiempo, alim<strong>en</strong>tándose de cucarachas y otros insectos,<br />

merecía que lo dejas<strong>en</strong> tranquilo.<br />

Salió, cerró la puerta de nuevo y regresó al dormitorio principal.<br />

139

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!