19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La casa estaba a oscuras, aparte el pálido resplandor de la lámpara<br />

que iluminaba una habitación.<br />

El profesor Keane saltó del coche con su bolsa ll<strong>en</strong>a de estrellas de<br />

piedra, y se puso a sellar la casa. Colocó una piedra <strong>en</strong> cada una de las dos<br />

puertas, y una <strong>en</strong> cada v<strong>en</strong>tana. Por una de ellas, vimos a la señora Potter<br />

s<strong>en</strong>tada ante la mesa de la cocina, impasible, vigilante, <strong>en</strong>terada, sin<br />

disimulos ya, muy distinta de la mujer que había visto no hacía mucho <strong>en</strong><br />

esta misma casa. Ahora parecía una <strong>en</strong>orme bestia acorralada.<br />

Al terminar su operación, mi <strong>com</strong>pañero volvió a la parte delantera<br />

de la casa y, apilando unos montones de broza contra la puerta sin at<strong>en</strong>der a<br />

mis protestas, pegó fuego al edificio.<br />

Luego volvió a la v<strong>en</strong>tana para vigilar a la mujer, y me explicó que<br />

sólo el fuego podía destruir esa fuerza elem<strong>en</strong>tal, pero que esperaba salvar<br />

todavía a la señora Potter.<br />

- Quizá sería mejor que no mirara, señor Williams.<br />

No le hice caso. Ojalá se lo hubiera hecho... ¡y me habría evitado<br />

las pesadillas que perturban mi descanso hasta el día de hoy! Me asomé a la<br />

v<strong>en</strong>tana por detrás de él y pres<strong>en</strong>cié lo que sucedía <strong>en</strong> el interior. El humo<br />

del fuego estaba empezando a p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> la casa. La señora Potter - o la<br />

monstruosa <strong>en</strong>tidad que animaba su cuerpo obeso - dio un salto, corrió<br />

atemorizada a la puerta trasera, retrocedió a la v<strong>en</strong>tana, se retiró, y volvió al<br />

c<strong>en</strong>tro de la habitación, <strong>en</strong>tre la mesa y la chim<strong>en</strong>ea aún apagada. Allí cayó<br />

al suelo, jadeando y retorciéndose.<br />

La habitación se fue ll<strong>en</strong>ando poco a poco de un humo que<br />

empañaba la amarill<strong>en</strong>ta luz de la lámpara, impidi<strong>en</strong>do ver con claridad.<br />

Pero no ocultó por <strong>com</strong>pleto la esc<strong>en</strong>a de aquella terrible lucha que se<br />

desarrollaba <strong>en</strong> el suelo. La señora Potter se debatía <strong>com</strong>o <strong>en</strong> las<br />

convulsiones de la agonía y, l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te, <strong>com</strong><strong>en</strong>zó a tomar consist<strong>en</strong>cia una<br />

forma brumosa, transpar<strong>en</strong>te, ap<strong>en</strong>as visible <strong>en</strong> el aire cargado de humo.<br />

130

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!