19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>en</strong>tre sombrías colinas. Pero aunque l<strong>en</strong>tas, pasaron las horas y, justo antes<br />

de terminar, rogué a Andrew Potter que esperara a que los demás se<br />

hubieran ido.<br />

Y nuevam<strong>en</strong>te accedió con ese aire condesc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te, casi insol<strong>en</strong>te,<br />

que me hizo dudar si valía la p<strong>en</strong>a «salvarle» <strong>com</strong>o t<strong>en</strong>ía decidido <strong>en</strong> lo<br />

más hondo de mí mismo.<br />

Pero no abandoné mis propósitos. Había ocultado la piedra <strong>en</strong> mi<br />

coche y, una vez que todos se hubieron marchado, le dije que saliera<br />

conmigo.<br />

En ese mom<strong>en</strong>to, s<strong>en</strong>tí que me estaba <strong>com</strong>portando de un modo<br />

ridículo y absurdo. ¡Yo, un maestro graduado, a punto de llevar a cabo una<br />

especie de exorcismo de brujo africano! Y por unos instantes, durante los<br />

breves segundos que tardé <strong>en</strong> recorrer la distancia de la escuela al<br />

automóvil, flaqueé y estuve a punto de invitarle simplem<strong>en</strong>te a llevarle a su<br />

casa.<br />

Pero no. Llegué al coche seguido de Andrew. Me s<strong>en</strong>té al volante,<br />

cogí una piedra y la deslicé <strong>en</strong> mi bolsillo; cogí otra, me volví <strong>com</strong>o un<br />

rayo y la apreté contra la fr<strong>en</strong>te de Andrew.<br />

Yo no sabía lo que iba a suceder; pero desde luego, nunca habría<br />

imaginado lo que realm<strong>en</strong>te sucedió.<br />

Al contacto con la piedra, asomó a los ojos de Andrew Potter una<br />

expresión de extremado horror; inmediatam<strong>en</strong>te siguió una expresión de<br />

angustia punzante, y un grito de espanto brotó de sus labios. Ext<strong>en</strong>dió los<br />

brazos, sus libros se desparramaron, giró <strong>en</strong> redondo, se estremeció,<br />

echando espumarajos por la boca, y habría caído de no haberle cogido yo<br />

para depositarlo <strong>en</strong> el suelo. Entonces me di cu<strong>en</strong>ta del frío y furioso vi<strong>en</strong>to<br />

que se arremolinaba <strong>en</strong> derredor nuestro y se alejaba doblando la yerba y<br />

las flores, azotando el linde del bosque y deshojando los árboles que<br />

<strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> su camino. Aterrorizado, coloqué a Andrew Potter <strong>en</strong> el<br />

127

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!