19.06.2013 Views

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

H. P. Lovecraft = Lovecraftiana 3 - cuentos en ... - GutenScape.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pantano. Musitando algo <strong>en</strong> un idioma que nadie pudo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der, Foster se<br />

volvió por el camino que cruzaba el baldío.<br />

Fue <strong>en</strong>tonces, al parecer, cuando Mark Haines recordó haber oído<br />

hablar al rever<strong>en</strong>do Vanderhoof de mí, su sobrino. En consecu<strong>en</strong>cia, Haines<br />

me <strong>en</strong>vió recado, esperando que pudiera saber algo que arrojase luz sobre<br />

el misterio de los últimos años de mi tío. Le aseguré, sin embargo, que yo<br />

no sabía nada de mi tío o su pasado, excepto que mi madre lo describía<br />

<strong>com</strong>o un gigante con poco valor y voluntad.<br />

Habi<strong>en</strong>do escuchado cuanto Haines t<strong>en</strong>ía que decirme, <strong>en</strong>derecé mi<br />

silla y eché un vistazo a mi reloj. Era ya tarde avanzada.<br />

- ¿A cuánto está la iglesia de aquí? – pregunté –. ¿Cree que podría<br />

llegar antes de que oscureciera?<br />

- ¡Seguro, hombre, que no pi<strong>en</strong>sa ir allí <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a noche! ¡Ese no es<br />

un bu<strong>en</strong> lugar! – el viejo tembló perceptiblem<strong>en</strong>te con todo su cuerpo y<br />

medio se alzó de su silla, t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do una mano flaca, <strong>com</strong>o para det<strong>en</strong>erme -<br />

. ¡Ni se le ocurra! ¡Sería una locura! - exclamó.<br />

Me reí de sus miedos y le dije que, ya que estaba allí, p<strong>en</strong>saba<br />

<strong>en</strong>contrarme con el viejo sacristán esa misma tarde y sacarle toda la<br />

información cuanto antes. No estaba dispuesto a aceptar <strong>com</strong>o verdades las<br />

supersticiones de paletos ignorantes; por lo que estaba seguro de que todo<br />

lo que acababa de oír no se debía más que a una concat<strong>en</strong>ación de sucesos<br />

que la exuberante imaginación de la g<strong>en</strong>te de Daalberg<strong>en</strong> había ligado con<br />

su mala suerte. No sufría de ninguna s<strong>en</strong>sación de miedo u horror al<br />

respecto.<br />

Vi<strong>en</strong>do que estaba decidido a ir a casa de mi tío antes de que cayese<br />

la noche, Haines me condujo fuera de su oficina y, con r<strong>en</strong>u<strong>en</strong>cia, me dio el<br />

puñado de instrucciones necesarias, rogándome de vez <strong>en</strong> cuando que<br />

cambiase de int<strong>en</strong>ciones.<br />

Me estrechó la mano al despedirnos, <strong>en</strong> una forma que daba a<br />

104

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!