19.06.2013 Views

En boca de todos - La Nueva Provincia

En boca de todos - La Nueva Provincia

En boca de todos - La Nueva Provincia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Domingo 23 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2011<br />

USOS Y COSTUMBRES DEL HABLA BAHIENSE<br />

<strong>En</strong> <strong>boca</strong> <strong>de</strong> <strong>todos</strong><br />

Casi <strong>de</strong> manera inconsciente, los habitantes <strong>de</strong> la ciudad emplean palabras y expresiones características que,<br />

sumadas, bien podrían conformar un pequeño diccionario ilustrado <strong>de</strong> localismos. <strong>En</strong>tre cufas, palihueros y<br />

chuflines, pasen y vean <strong>de</strong> qué se trata.<br />

Mariano Buren<br />

"<strong>La</strong> <strong>Nueva</strong> <strong>Provincia</strong>"<br />

Hay otra población que habita, crece, recorre y se diversifica libremente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los chalets <strong>de</strong> Harding Green<br />

hasta los muelles <strong>de</strong> Ingeniero White, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los establos <strong>de</strong> Bor<strong>de</strong>u hasta los silos cerealeros <strong>de</strong> Grünbein. Esa<br />

población no está formada por personas, sino por palabras. Más precisamente, por las que conforman el habla<br />

cotidiana <strong>de</strong> Bahía Blanca.<br />

Mezcla <strong>de</strong> español latinoamericano, con aportes <strong>de</strong> la idiosincracia rioplatense, donaciones <strong>de</strong>l lunfardo<br />

italiano, ecos <strong>de</strong> los pueblos originarios e importaciones anglosajonas, el lenguaje empleado en las<br />

conversaciones que se escuchan a lo largo <strong>de</strong> la ciudad podría parecer, a simple vista, no <strong>de</strong>masiado diferente a<br />

tantos otros <strong>de</strong> la provincia o la región.<br />

Lo que termina por convertir ese grupo <strong>de</strong> palabras en algo que podría <strong>de</strong>nominarse como "idioma bahiense"<br />

es la presencia <strong>de</strong> los modismos, esos términos que surgieron en alguna parte, sin una fecha precisa ni un autor<br />

específico, pero que fueron adoptadas por los vecinos casi <strong>de</strong> manera inconsciente, posiblemente como una<br />

forma <strong>de</strong> apuntalar la i<strong>de</strong>ntidad local.<br />

Muchas <strong>de</strong> estas expresiones fueron compiladas por el periodista Damián Losada en el texto "Así hablamos<br />

los bahienses", que circula por Internet <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace un par <strong>de</strong> años. Se trata <strong>de</strong> un listado, casi al estilo <strong>de</strong> un<br />

diccionario informal, que recoge términos como "lejía" (lavandina), "masitas" (galletitas), "celoplín" (cinta<br />

adhesiva), "chuflín" (cinta elástica para el pelo), "can can" (medibachas) y "cufa" (estudioso), a los que luego se<br />

agregaron varios aportes <strong>de</strong> los lectores como "vejiga" (molesto), "jeringa" (puntilloso), "tocoto" (mufa), "tosca"<br />

(piedra) y "ciclismo" (bicicletería).<br />

El <strong>de</strong>nominador común <strong>de</strong> todas estas palabras es que, fuera <strong>de</strong>l contexto geográfico, parecen per<strong>de</strong>r buena<br />

parte <strong>de</strong> su significado. Parece difícil que un ven<strong>de</strong>dor marplatense sepa qué producto ofrecer si alguien le<br />

solicita probarse el "gamutón" (gamulán) expuesto en la vidriera. Igualmente extraño resultaría que un tucumano<br />

se sienta ofendido si alguien lo califica <strong>de</strong> "palihuero" (pretencioso) o que un rosarino se calle, al escuchar que<br />

tiene <strong>de</strong>masiada "parrilla" (oratoria excesiva).<br />

Losada cuenta que la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> escribir aquel listado surgió <strong>de</strong> manera casual. "Son las palabras que uno va<br />

recopilando a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, casi sin darse cuenta. No lo hice como algo calculado, esperando que tuviera<br />

repercusión, sino que fue algo pensado para enviarles a mis amigos por el Facebook, pero creo que el efecto<br />

multiplicador <strong>de</strong> Internet hizo lo suyo", explica.<br />

"Aunque al principio me fastidió que otras personas se metieran a opinar sobre lo que había escrito, la verdad<br />

es que hoy me encanta saber que se expandió por todas partes, que la gente le sigue agregando cosas y que se<br />

armó como un collage que ya es <strong>de</strong> <strong>todos</strong>", agrega.<br />

Al repasar el texto original, el autor recuerda algunos <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> su trabajo: "Por lo que pu<strong>de</strong> averiguar,<br />

muchas <strong>de</strong> las palabras que puse también se usan en la región, como celoplín, pero la que no encontré en


Al repasar el texto original, el autor recuerda algunos <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> su trabajo: "Por lo que pu<strong>de</strong> averiguar,<br />

muchas <strong>de</strong> las palabras que puse también se usan en la región, como celoplín, pero la que no encontré en<br />

ninguna otra parte es cufa. Creo que ese sí es un término puramente bahiense", revela.<br />

<strong>En</strong> verdad, la mayoría <strong>de</strong> estos términos no surgió como una inspiración local, sino que proviene <strong>de</strong> otras<br />

regiones o provincias, no necesariamente limítrofes. Llegaron a la ciudad hace años o décadas, traídos vaya a<br />

saberse por qué vientos culturales, y se quedaron para vivir como un vecino más, al menos mientras dure su<br />

utilidad.<br />

Bla bla. Muchos modismos quedan al <strong>de</strong>scubierto como expresiones bahienses con una rápida visita a la ciudad<br />

<strong>de</strong> Buenos Aires. Mientras la puerta principal <strong>de</strong> las Galerías Plaza está ubicada en "la primera cuadra <strong>de</strong> calle<br />

San Martín", la catedral porteña se encuentra en "San Martín al cero", a secas. Quien espera el paso <strong>de</strong> "la" 514<br />

en Chiclana y O'Higgins, aguarda la llegada <strong>de</strong> "el" 152 en Santa Fe y Coronel Díaz.<br />

El que vive en un <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> "un dormitorio" en el barrio Universitario, tiene un amigo que alquila uno<br />

idéntico, pero "<strong>de</strong> dos ambientes" en Caballito.<br />

Los pasajeros <strong>de</strong> un taxi no pi<strong>de</strong>n ser llevados hasta una dirección exacta, como "Alsina 65", sino a una<br />

referencia más vaga, <strong>de</strong>l estilo "Córdoba, entre Esmeralda y Suipacha".<br />

Los pequeños ejemplos abundan, si se presta un poco <strong>de</strong> atención: el "tostado <strong>de</strong> jamón y queso" se<br />

convierte en "tostado mixto", las "medialunas dulces y saladas" pasan a ser "<strong>de</strong> manteca y <strong>de</strong> grasa", las<br />

"carasucias" son "tortitas negras", la "pieza" es "habitación", la "uni" es la "facu", el "vaquero" es "jean", el "fibrón"<br />

es "marcador", el juego <strong>de</strong> "la conga" es "el chinchón", el "carnet" <strong>de</strong> conducir es el "registro", el "zorro" que<br />

controla el tránsito es "rati", las "hamburguesas" son "patys" y los "pañuelitos <strong>de</strong>scartables" son "carilinas".<br />

Frente a este listado <strong>de</strong> comparaciones, ¿es posible sugerir la existencia <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> hablar típicamente<br />

bahiense? Eduardo Giorlandini, el reconocido escritor e investigador, miembro <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Porteña <strong>de</strong><br />

Lunfardo, cree que no se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> idioma ni dialecto, pero sí <strong>de</strong> una cierta coloración local.<br />

"Si uno trata <strong>de</strong> ubicar palabras características, <strong>de</strong>be tenerse en cuenta la composición sociológica <strong>de</strong> la<br />

comunidad. ¿Qué tiene Bahía? Comercio e industria, pero también agricultura y gana<strong>de</strong>ría. <strong>En</strong> cada uno <strong>de</strong> esos<br />

ámbitos se forman grupos, con distancias sociales, que marcan la capacidad <strong>de</strong> adaptarse y acercarse al otro en<br />

función <strong>de</strong> la actividad en común, la instrucción cultural y el ingreso económico", explica.<br />

"<strong>En</strong> esos grupos también se van forjando palabras y formas <strong>de</strong> expresión propias, un poco por la necesidad<br />

natural <strong>de</strong> comunicarse entre sí y otro tanto por las circunstancias que se van presentando. Así es como surgen<br />

las jergas, que <strong>de</strong>spués se van expandiendo a otros grupos, cruzan fronteras y hasta pue<strong>de</strong>n llegar a encontrar<br />

un nuevo significado a su paso o simplemente <strong>de</strong>saparecer", amplía.<br />

Giorlandini recuerda algunos localismos que cayeron en <strong>de</strong>suso, como es el caso <strong>de</strong> "pirincho": "Me acuerdo<br />

<strong>de</strong>l caso <strong>de</strong> un taxista que, discutiendo con otro, le dijo: `Callate, te hacés el titular y sos un pirincho',<br />

remarcándole así una diferencia social: que era peón y no propietario".<br />

También <strong>de</strong>staca la época cuando estuvo <strong>de</strong> moda la palabra "tananai": "<strong>La</strong> trajeron <strong>de</strong> Buenos Aires unos<br />

periodistas <strong>de</strong> "<strong>La</strong> <strong>Nueva</strong> <strong>Provincia</strong>" , que tergiversaron sin querer el lunfardismo `tanolai', que significa<br />

napolitano, y lo incorporaron acá como `tananai'. Decir eso <strong>de</strong> alguien significaba que era un tonto", evoca.<br />

"Así como sucedió con estas palabras, es posible que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos años, aparezcan nuevas, renazcan<br />

unas y <strong>de</strong>saparezcan otras. Todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> si sirven o no. Lejía, por caso, parece estar en vías <strong>de</strong> extinción",<br />

señala el especialista.<br />

Sin embargo, no obstante. Posiblemente, el modismo más aceptado y difundido por los vecinos sea la<br />

utilización <strong>de</strong> la palabra "pero" al final <strong>de</strong> una frase, <strong>de</strong>jando a los foráneos expectantes, con la sensación <strong>de</strong> que<br />

resta algo más por <strong>de</strong>cir. "¿Pero qué?", suele ser una <strong>de</strong> las exasperadas respuestas habituales <strong>de</strong> quienes no<br />

conocen este hábito.<br />

Definido en los diccionarios como una "conjunción adversativa con que a un concepto se contrapone otro<br />

diverso o ampliativo <strong>de</strong>l anterior", el "pero" suele ubicarse a la mitad <strong>de</strong> una oración, al menos en el resto <strong>de</strong>l<br />

país. <strong>En</strong> Bahía el significado no cambia. <strong>La</strong> ubicación sí, pero.<br />

Para Damián Losada, la forma podría <strong>de</strong>rivar <strong>de</strong> una herencia itálica, "específicamente <strong>de</strong> los marchegianos",<br />

y agrega que "Bahía es una ciudad muy italiana, se sabe. Y un poco <strong>de</strong> cocoliche bien pue<strong>de</strong> habérsenos pegado<br />

a <strong>todos</strong>".<br />

Aunque estuvo <strong>de</strong> moda hace algunos años, sobre todo en blogs y re<strong>de</strong>s sociales, Eduardo Giorlandini<br />

asegura que se trata <strong>de</strong> una forma antigua, instalada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace décadas entre los habitantes <strong>de</strong> la ciudad. "Es<br />

un buen ejemplo <strong>de</strong> cómo el uso <strong>de</strong> los modismos está condicionado por la edad <strong>de</strong> quienes los utilizan. Al ser<br />

revalorizado por los jóvenes, el pero <strong>de</strong>l final, con esa especie <strong>de</strong> puntos suspensivos tan característicos, se<br />

garantiza su continuidad como tradición bahiense", explica.<br />

Si bien no existe una tonada, capaz <strong>de</strong> darle una singularidad al habla bahiense, las palabras y expresiones<br />

locales ocupan, sin proponérselo, el espacio necesario para remarcar la i<strong>de</strong>ntidad cultural <strong>de</strong> la ciudad.


Es un trabajo artesanal que atraviesa las curvas <strong>de</strong>l tiempo, casi como una herencia invisible que se transmite<br />

<strong>de</strong> abuelos a padres, <strong>de</strong> padres a hijos y <strong>de</strong> hijos a nietos. <strong>En</strong>tre cufas, palihueros, toscas y chuflines, Bahía se<br />

resiste a quedar diluida en la mancha <strong>de</strong> la globalización. Y hace bien.<br />

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!