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COMUNIDAD CRISTIANA PRECURSORA – WES HALL

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<strong>COMUNIDAD</strong> <strong>CRISTIANA</strong> <strong>PRECURSORA</strong> <strong>–</strong> <strong>WES</strong> <strong>HALL</strong><br />

MENSAJE DE NAVIDAD<br />

El mensaje del pesebre<br />

1 Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, he aquí, unos magos del oriente llegaron a<br />

Jerusalén, diciendo: 2 ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y<br />

hemos venido a adorarle (Mt. 2:1-2)<br />

I. INTRODUCCIÓN <strong>–</strong> ¿QUÉ NIÑO ES ESTE?<br />

Desde afuera, era el más humilde de los nacimientos en el lugar más insignificante. Con todo, el nacimiento<br />

de este niño generó anuncios del cielo, regalos apropiados para un rey, la veneración de eminentes eruditos<br />

gentiles y la matanza de niños inocentes. ¿Por qué?<br />

A. Un nacimiento anunciado por ángeles<br />

10 Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán<br />

para todo el pueblo; 11 porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el<br />

Señor. 12 Y esto os servirá de señal; hallaréis al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.<br />

(Lc. 2:10-12)<br />

B. Un niño judío adorado por los magos<br />

…unos magos del oriente llegaron a Jerusalén, 2 diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha<br />

nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle (Mt. 2:1-2)<br />

C. Un infante bajo sentencia de muerte<br />

13 Después de haberse marchado ellos, un ángel del Señor se le apareció a José en sueños, diciendo:<br />

Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y quédate allí hasta que yo te diga; porque<br />

Herodes va a buscar al niño para matarle. (Mt. 2:13)<br />

16 Entonces Herodes, al verse burlado por los magos, se enfureció en gran manera, y mandó matar a<br />

todos los niños que había en Belén y en todos sus alrededores, de dos años para abajo, según el<br />

tiempo que había averiguado de los magos. (Mt. 2:16)<br />

D. El nacimiento de Jesús es evidencia del compromiso de Dios con su propósito de que Él redimirá el<br />

mundo, con su pueblo, Israel, a través del cual Él bendecirá las naciones, y con sus promesas dentro<br />

del pacto con Israel relacionados con su plan.<br />

II. EL PROPÓSITO (LA REDENCIÓN DEL MUNDO)<br />

30 Porque han visto mis ojos tu salvación 31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos , 32 luz de<br />

revelación a los gentiles. (Lc. 2:30-32)<br />

11 Porque os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor (Lc. 2:11)<br />

A. El nacimiento de Jesús fue más que la venida al mundo de otro bebé judío. Marcó el principio del<br />

cumplimiento de promesas proféticas que llevarían a la redención del mundo y a la restauración de<br />

todas las cosas.<br />

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PÁGINA 2<br />

B. Abrazar al bebé en el pesebre es aceptar la promesa y el plan de Dios de redimir al mundo del<br />

quebrantamiento del pecado y la muerte, y encontrar la fidelidad y humildad de un Dios que de tal<br />

manera amó al mundo que tomó la fragilidad de hacerse carne por causa de su creación.<br />

C. La historia de la Biblia traza el plan de Dios desde la caída en el Jardín del Edén hasta la restauración<br />

completa del paraíso, cuando Dios regrese a morar en la tierra con el hombre y todas las cosas sean<br />

restauradas. En particular, se enfoca en dos cosas:<br />

1. El deseo de Dios de un lugar para habitar con el hombre<br />

2. La identidad y misión del prometido Hijo de Adán que destruiría el poder del pecado y haría<br />

de la tierra una habitación apropiada para Dios.<br />

D. A pesar del pecado del hombre en el Jardín del Edén, Dios permaneció comprometido con su<br />

creación. El Dios que declaró que su creación era buena, se rehusó a negar su propia palabra y a<br />

destruir el mundo que había cometido alta traición contra su Creador.<br />

E. La redención del mundo requeriría dos cosas:<br />

1. Un segundo Adán que pudiera recuperar la autoridad perdida por su predecesor<br />

2. Una tierra restaurada en la que Dios pudiera habitar con el hombre<br />

F. Incluso en medio de la pronunciación de la maldición sobre Adán y Eva y de su expulsión del Jardín,<br />

Dios declaró su compromiso de producir un rey humano que destruiría el poder del pecado y del<br />

diablo y cubriría la desnudez del pecado del hombre, haciéndolo capaz de gobernar la tierra otra<br />

vez.<br />

Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza y tú<br />

lo herirás en el calcañar (Gn. 3:15)<br />

G. Sólo un hombre sin pecado podía recuperar la autoridad de gobernar la tierra en nombre de la<br />

humanidad. Como el «último Adán» (verdadero hombre), Jesús recuperó la autoridad de ejercer<br />

dominio sobre toda la tierra en la cruz. Como el «único unigénito del Padre» (verdadero Dios), a<br />

Jesús se le dio toda autoridad en el cielo (Mt. 28:18). Él está, por lo tanto, singularmente cualificado<br />

para traer unidad a todo en el cielo y en la tierra.<br />

H. Abrazar el pesebre es abrazar la esperanza futura de que este bebé desvalido, un día va a gobernar<br />

las naciones y traer justicia a los confines de la tierra. Él es un rey auténtico con un reino auténtico.<br />

I. La Escritura es muy clara cuando dice que Jesús gobernará un reino terrenal que consumirá todos los<br />

otros reinos. Cuando oramos «Venga tu reino» no nos damos cuenta de que habrá una respuesta<br />

dramática y literal que interrumpirá todo el orden social del planeta. El plan de Dios por medio de<br />

Jesús es una toma de posesión hostil del planeta tierra.<br />

44 En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, y este<br />

reino no será entregado a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él<br />

permanecerá para siempre. (Dn 2:44)


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J. Jesús no ejerció su dominio sobre la tierra en una forma política manifiesta en su primera venida. Él<br />

hará eso cuando regrese. Él ganó la autoridad para ejercer dominio en la cruz. Esa fue sólo la mitad<br />

de a la historia; lo que los judíos esperaban que Jesús hiciera en su primera venida, Él hará durante<br />

su segunda venida.<br />

K. La que Jesús ganó legalmente en la cruz, será ejercida dramática y completamente durante un<br />

período de mil años conocido comúnmente como el Milenio o el reino milenario. Antes de que el<br />

cielo pueda venir a la tierra, la tierra tiene que ser restaurada para hacerla una habitación compatible<br />

con un Dios Santo .<br />

L. Los efectos devastadores del pecado y la enfermedad serán removidos de la tierra al reinar Jesús con<br />

sus santos en la tierra por mil años después de su segunda venida. Es un proceso de restauración<br />

(Hch. 3:21) que será gradual y progresivo en lugar de repentino e inmediato.<br />

6 Bienaventurado y santo es el que tiene parte en la primera resurrección; la muerte segunda no<br />

tiene poder sobre éstos sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con Él por mil años.<br />

(Ap. 20:6)<br />

M. Cuando los magos trajeron presentes a Jesús que eran apropiados para un rey (y comunes), eso era el<br />

primer pago de lo que sucederá en el reino milenario cuando Jesús gobierne las naciones desde<br />

Jerusalén cuando los gentiles vengan a Jerusalén a adorar y a rendir honor y tributo a Jesús.<br />

8 Domine él de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. 9 Dobléguense ante él los<br />

moradores del desierto, y sus enemigos laman el polvo. 10 Los reyes de Tarsis y de las islas traigan<br />

presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo; 11 y póstrense ante él todos los reyes de la<br />

tierra; sírvanle todas las naciones (Sal. 72:8-11)<br />

22 "Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al SEÑOR de los ejércitos en Jerusalén<br />

y a implorar el favor del SEÑOR." 23 Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "En aquellos días diez<br />

hombres de todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo: 'Iremos con<br />

vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros’»(Zac. 8:22-23)<br />

III. EL PUEBLO (LA NACIÓN DE ISRAEL)<br />

¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? (Mt. 2:2)<br />

A. Aceptar el bebé en el pesebre es aceptar al pueblo de Dios, Israel. Israel es el medio a través del cual<br />

Dios redimirá al mundo. Dios declaró que sería a través de los descendientes de Abraham que las<br />

naciones de la tierra serían bendecidas (Gn. 12:3).<br />

B. Si Jesús iba a ser verdadero hombre, tenía que nacer en un familia y pertenecer a una familia por<br />

siempre. En Abraham, Isaac y Jacob, Dios identificó a esa familia. A través de Judá y David, Jesús<br />

identificó la rama de la familia a través de la cual Jesús nacería.<br />

C. Jesús no podría haber sido Mesías a menos de que fuera judío. Dios ha ligado el cumplimiento de sus<br />

promesas a la nación de Israel y Jesús se ha hecho judío para siempre. El hecho de que Jesús era un<br />

descendiente biológico de David está confirmado en la escritura.<br />

1. Él era descendiente de José a través de José (y de María)


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23 Y cuando comenzó su ministerio, Jesús mismo tenía unos treinta años, siendo, como se<br />

suponía, Hijo de José, … (Lc. 3:23)<br />

2. Jesús es llamado el «Hijo de David»tanto por judíos como por gentiles - un título de Mesías<br />

(Mt. 9:27; 15:22; 20:30,31; 21:9; Mr. 10:47, 48; Lc. 18:38, 39)<br />

3. Jesús declara Su identidad judía como descendiente biológico de David al final de la historia:<br />

16 "Yo, Jesús, he enviado mi angel a fin de daros testimonio de estas cosas para las iglesias.<br />

Yo soy la raíz y la descendencia de David, el lucero resplandeciente de la mañana." (Ap.<br />

22:16)<br />

4. Muchos de los nombres de Jesús están relacionados a la identidad judía de Jesús y a su<br />

identidad como Rey de Israel:<br />

Renuevo (Jer 23:5; Zac 3:8). Consolación de Israel (Lc. 2:25). Pacto para el pueblo (Is.<br />

42:6). David (Jer. 30:9). Libertador (Ro. 11:26). Gloria Israel (Lc. 2:32). Dios y Salvador de<br />

Israel (Is. 45:15). Jesús de Nazareth (Mr. 1:24; Lc. 24:19). Jesús of Nazaret, Rey de los<br />

judíos (Jn. 19:19). Jesús el Rey de los judíos (Mt. 27:37). Rey de Israel (Jn 1:49). Rey de los<br />

judíos (Mt 2:2). Cordero (Ap. 5:6, 8; 6:16; 7:9-10, 17; 12:11; 13:8; 14:1, 4; 15:3; 17:14;<br />

19:7, 9; 21:9, 14, 22-23, 27). Cordero de Dios (Jn. 1:29). Legislador (Is. 33:22). Luz para<br />

las naciones (Is. 42:6). León de la tribu de Judá (Ap. 5:5). Mensajero del Pacto (Mal. 3:1).<br />

Mesías (Jn. 1:41). Poderoso de Israel (Is. 1:24). Poderoso de Jacob (Is. 49:26). Nazareno<br />

(Mt 2:23). Descendencia de David (Ap. 22:16). Cordero pascual (1Co. 5:7). Rabí (Jn 1:49).<br />

Maestro (Jn. 20:16). Renuevo justo (Jer. 23:5). Raíz de David (Ap. 5:5; 22:16). Raíz de Isaí<br />

(Is. 11:10). Rosa de Sarón (Cnt. 2:1). Gobernant en Israel (Mi. 5:2). Descendencia de<br />

Abraham (Gá. 3:16). Pastor de Israel (Sal. 80:1). Hijo de Abraham (Mt 1:1). Hijo de David<br />

(Mt 9:27)<br />

D. Como hombre judío, Jesús cualifica para ser el cumplimiento de la promesa de Dios, de que «...en tu<br />

simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra...» (Gn. 22:18).<br />

E. Es imposible aceptar a Jesús sin aceptar a su pueblo. Es de la simiente de Abraham que Él vino y es a<br />

los descendientes de Abraham y a la tierra de Israel a los que Él volverá.<br />

7 El aumento de su suberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, (Is.<br />

9:7)<br />

F. A pesar de generaciones de pecado e infidelidad, Dios permanece fiel a su promesa de que será a<br />

través de Abraham que bendición vendrá a la tierra.<br />

68 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque nos ha visitado y ha efectuado redención para su<br />

pueblo, 69 y nos ha levantado un cuerno de salvación en la casa de David su siervo, 70 tal como lo<br />

anunció por boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos, 71 salvación DE NUESTROS<br />

ENEMIGOS y DE LA MANO DE TODOS LOS QUE NOS ABORRECEN; 72 para mostrar<br />

misericordia a nuestros padres, y para recordar su santo pacto, 73 el juramento que hizo a nuestro<br />

padre Abraham: 74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos sin<br />

temor 75 en santidad y justicia delante de Él, todos nuestros días. (Lc. 1:68-75)


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G. Aunque los magos eran de grandes naciones del Este, ellos entendieron a través de una revelación,<br />

que Dios había designado al Rey de los judíos como el redentor de todo el mundo. De la misma<br />

manera, si queremos aceptar al Mesías, tenemos que aceptar también el propósito de Dios para la<br />

nación de Israel.<br />

IV. LAS PROMESAS (EL COMPROMISO DE DIOS COMO PARTE DEL PACTO)<br />

A. Dios revela su plan para la redención del mundo progresivamente a través de la Escritura por medio<br />

de una serie de acuerdos obligatorios conocidos como pactos entre Él mismo y varios individuos o<br />

grupos de gente.<br />

No había necesidad de que Dios entrara en un pacto con la humanidad, ni mucho menos que se<br />

limitara a un grupo de gente en particular. Dios hizo esto principalmente para nuestro beneficio, para<br />

que pudiéramos tener confianza en su fidelidad. Dios entró en un acuerdo legal con Israel para<br />

mostrar que Él no iba a cambiar.<br />

13 Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por sí<br />

mismo, 14 diciendo: CIERTAMENTE TE BENDECIRE Y CIERTAMENTE TE MULTIPLICARE. 15 Y<br />

así, habiendo esperado con paciencia, obtuvo la promesa. 16 Porque los hombres juran por uno<br />

mayor que ellos mismos, y para ellos un juramento dado como confirmación es el fin de toda<br />

discusión. 17 De la misma manera Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la<br />

promesa la inmutabilidad de su propósito, interpuso un juramento, 18 a fin de que por dos cosas<br />

inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, seamos grandemente animados los que<br />

hemos huido para refugiarnos, echando mano de la esperanza puesta delante de nosotros, 19 la cual<br />

tenemos como ancla del alma, una esperanza segura y firme, y que penetra hasta detrás del velo,<br />

(He.6:13-19)<br />

B. Hay cinco pactos principales relacionados con el plan de Dios de redimir la tierra. El nacimiento de<br />

Jesús revela en sí mismo la firmeza con que Dios hizo esas promesas.<br />

C. El pacto con Noé (Gn. 8:20-9:17)<br />

El pacto de Dios con Noé como representante de toda criatura viviente, se enfoca en el compromiso<br />

que Dios hizo de no destruir el orden que Él había creado. En este pacto Él promete que no destruirá<br />

la tierra sino que preservará la raza que porta su imagen, a pesar de su pecado.<br />

D. El pacto abrahámico (Gn.12:1-3, 13:14-17, 15:7-21, 17:4-21; 22:15-18)<br />

1. El pacto de Dios con Abraham se enfoca en la identidad de la familia a través de la cual el<br />

prometido Redentor vendría. Dios promete a Abraham que será a través de uno de sus<br />

descendientes que todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Es la promesa fundacional<br />

de Dios de levantar un liberador a través del cual toda la tierra será restaurada.<br />

2. Este pacto fue confirmado con Isaac, el hijo de Abraham y con Jacob su nieto, identificando a<br />

Israel, por lo tanto, como la línea familiar del Rey prometido y la tierra de Canaán como su<br />

patria.


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E. El pacto con Moisés<br />

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1. Después de que Moisés había liberado a Israel de la cautividad en Egipto, Dios entró en un<br />

pacto obligatorio con la nación de Israel en el Sinaí, en el que prometió que Él sería su Dios<br />

y ellos serían su pueblo. Él prometió que habitaría en medio de ellos y que los haría una<br />

bendición para todas las naciones si ellos andaban en Sus caminos y seguían sus<br />

mandamientos.<br />

2. La historia de Israel en todo el Antiguo Testamento demuestra el continuo compromiso de<br />

Dios con Israel como resultado de su pacto con Abraham, pero también muestra la<br />

incapacidad de Israel de andar conforme al justo estándar de Dios. El pacto que Dios hizo<br />

con Moisés fue roto por Israel, y, sin el previo pacto abrahámico, Israel habría renunciado a<br />

su posición de pueblo escogido.<br />

F. El Nuevo Pacto (Jer. 31:31ff)<br />

Debido al compromiso incondicional de Dios con Abraham, Isaac y Jacob, Dios prometió que Él<br />

mismo haría justo a Israel. Él perdonaría sus pecados, derramaría su Espíritu y escribiría su ley en<br />

sus corazones y habitaría en su capital Jerusalén. Él haría un Nuevo Pacto con ellos que no les<br />

requeriría ser justos, sino que los haría realmente justos y capaces de ser una bendición para todas las<br />

naciones.<br />

G. El pacto con David (2 S.7:5-17)<br />

1. El pacto davídico se enfoca exclusivamente en la identidad y misión de la prometida<br />

Simiente de Adán.<br />

2. Antes de morir, Jacob profetizó que sería a través de su hijo Judá que el Redentor vendría.<br />

10 Él no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies, hasta que venga<br />

Siloh [el portador de paz]; y a él sea dada la obediencia de los pueblos (Gn.49:10)<br />

3. El Señor promete entonces a David que el Liberador vendría directamente de su línea<br />

familiar. Él nacería como el legítimo Rey de Israel y haría dos cosas:<br />

a. Gobernaría en el trono de David<br />

b. Gobernaría el reino de David<br />

4. Después de la muerte de David los profetas de Israel continuaron profetizando acerca de un<br />

descendiente de David que se levantaría y establecería un reino desde Jerusalén que crecería<br />

hasta llenar la tierra con el gobierno de Dios. En sus días, gran prosperidad y bendición<br />

llenaría toda la tierra.<br />

6 Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus<br />

hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno,<br />

Príncipe de Paz. 7 El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de<br />

David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde<br />

entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto. (Is. 9:6-7)


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5. Para que Dios sea considerado fiel al Pacto Davídico, la nación de Israel debe existir por<br />

siempre como una nación en la tierra. Los Salmos y los Profetas prevén un tiempo en el que<br />

Israel será una vez más la cabeza y no la cola bajo el gobierno del Rey Davídico que reinará<br />

en la tierra.<br />

6. Cuando Jesús nació, el ángel Gabriel declaró que era el cumplimiento de la promesa de Dios<br />

David. Jesús era el Liberador prometido, la Consolación de Israel y la Esperanza de los<br />

Confines de la Tierra.<br />

32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su<br />

hijo David. 33 Y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. (Lc.<br />

1:32-33)<br />

Dios le promete a David tres cosas en este Pacto: 1) Una descendencia perdurable; 2) Un<br />

trono eterno; 3) y un reino eterno. Dios estaba prometiéndole a David que uno de sus<br />

descendientes heredaría Su trono y reinaría en su reino por siempre. Estas promesas son<br />

confirmadas muchas veces a través de las páginas del Antiguo Testamento.<br />

3 He hecho un pacto con Mi escogido, he jurado a David mi siervo: 4 Estableceré tu<br />

descendencia para siempre... (Sal. 89:3,4)<br />

7 El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su<br />

reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para<br />

siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto. (Is. 9:7)<br />

7. Aunque es claro que Jesús ya está ejerciendo su gobierno y autoridad reales desde donde está<br />

sentado a la diestra del Padre en el cielo, la Biblia indica que Cristo también cumplirá las<br />

promesas de Dios a David al gobernar en un reino físico en esta tierra presente, en el futuro.<br />

8. Jesús cumplirá las promesas de Dios a David cuando reine en un reino físico en la tierra. El<br />

reino de David era físico, geopolítico y terrenal - el cumplimiento postrero, el Reino del<br />

Mesías, será igual.<br />

a. Dios le prometió a David que establecería su reino para siempre. El reino de David (o su<br />

esfera de autoridad) era la nación de Israel. Aunque otras naciones estaban sujetas a su<br />

autoridad y le pagan tributo, él gobernaba sobre la nación política de Israel.<br />

b. Dios prometió que Él levantaría un rey para que gobernara por siempre en ese reino <strong>–</strong> la<br />

nación de Israel. Será un reino que crecerá y llenará toda la tierra. Israel estará a la cabeza<br />

de las naciones como el los días del rey David<br />

V. EL PESEBRE ES EL PRINCIPIO DEL FIN<br />

A. Adorar en el pesebre es celebrar la fidelidad de Dios quien no ha renunciado a su creación a pesar de<br />

nuestra infidelidad y pecado. Es celebrar la humildad de un Dios que compartiría nuestra humanidad<br />

para rescatarnos del juicio eterno.<br />

B. Adorar en el pesebre es considerar el propósito último de un Dios fiel que terminará lo que Él ha<br />

empezado. Es Dios y considera el día futuro cuando el bebé del pesebre regresará otra vez y<br />

gobernará las naciones desde Jerusalén al mismo tiempo que Él hace todas las cosas nuevas.


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