Tú, tu vida y tus sueños: - HIV/AIDS Clearinghouse

TÚ, TU VIDA Y TUS SUEÑOS: UN MANUAL PARA GENTE JOVEN
Muchas veces, las chicas y los chicos tenemos relaciones difíciles porque no nos comprendemos, no
entendemos lo que el otro quiere y nos parece difícil entablar una amistad. He aquí algunas cosas
que debemos recordar:
• Tanto chicos como chicas queremos amor, afecto, confianza y respeto. A todos y todas nos
gusta que nos traten como iguales, nos dediquen tiempo, nos escuchen, nos tomen en serio y
nos respeten.
• Pasar tiempo en compañía es divertido e interesante. Es agradable estar con personas (chicos y
chicas) que nos apoyan cuando tenemos problemas, y con quienes podemos divertirnos, reírnos
y compartir chistes. ¡No importa su sexo!
• Tanto a chicos como a chicas nos gusta pensar por nosotros y nosotras mismas y ejercer nuestra
independencia. Nos gusta estar con gente con quien poder hablar libremente y compartir
pensamientos y emociones con total sinceridad y libertad.
• Tanto las mujeres como los varones admiramos a las personas que tienen seguridad y confianza
en sí mismos.
• Personalidad genuina: Ser auténtico es un rasgo atractivo tanto en varones como en mujeres.
No hay nada peor que una persona pretenciosa o que finge ser algo que no es.
La base de una buena relación con una persona es una amistad sólida, basada en el respeto mutuo.
Ninguna persona debe tratar de controlar o de presionar a otra. Nadie debe explotar o utilizar
al otro. Una relación buena y duradera no surge de la noche a la mañana. Construir una buena
amistad y lograr que dos personas se conozcan bien toma mucho tiempo.
COmENZAR UNA RELACIÓN CON ALgUIEN QUE tE gUStA
Si no nos ha ocurrido antes, durante la juventud puede que empecemos a sentirnos interesados o
atraídos hacia otras personas. Vemos un chico o una chica en el colegio que nos gusta y con quien
nos gustaría tener una amistad. Tal vez no sepamos con seguridad por dónde empezar. ¿Le gusto a
esa chica? ¿Será que ese muchacho se ha interesado por mi, o no me habrá ni visto?
Durante la juventud empezamos a sentir atracción e interés por otras personas (¡si es que no nos ocurrió antes!).
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