Tú, tu vida y tus sueños: - HIV/AIDS Clearinghouse
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TÚ, TU VIDA Y TUS SUEÑOS: UN MANUAL PARA GENTE JOVEN MANUELA, 17, MÉXICO “LA MAYORÍA DE MIS AMIGAS COMENZARON A NOTAR CAMBIOS EN SUS CUERPOS A LA MISMA VEZ QUE YO Y POR ESO YO NO ESTABA PREOCUPADA. PLATICÁBAMOS DE LOS CAMBIOS Y ME DI CUENTA DE QUE ESTÁBAMOS PASANDO POR LO MISMO”. MARÍA, 14, COLOMBIA “YO TENGO BUENOS AMIGOS. NOS RESPETAMOS Y NOS QUEREMOS TAL COMO SOMOS; Y SI HAGO ALGO QUE LES PARECE MAL, ME DICEN CLARAMENTE QUE ME ESTOY EQUIVOCANDO. ALGUNAS PERSONAS PIENSAN QUE ES MALO TENER AMIGOS DEL SEXO OPUESTO, PERO A MÍ ME PARECE BUENO PORQUE ME DAN CONSEJOS DESDE SU PUNTO DE VISTA… Y ESO ME HACE PENSAR SIEMPRE”. SERGIO, 13, GUATEMALA “TENGO TRES AMIGAS. SÍ, SÍ. ¡CHICAS! SIEMPRE NOS SENTAMOS A CONVERSAR Y TAMBIÉN ESTUDIO CON ELLAS. PARA MI, UNA AMIGA ES IGUAL QUE UN AMIGO”. JOSÉ LUÍS, 16, PANAMÁ “MI AMIGA CAROLINA Y YO HACEMOS LAS TAREAS DE LA ESCUELA Y TAMBIÉN COSAS DIVERTIDAS JUNTOS. HABLAMOS DE CASI TODO: DE MÚSICA, DE LO QUE NOS PREOCUPA, DE PROBLEMAS QUE TENEMOS EN CASA… COMPARTIR CON ELLA SIEMPRE ME HACE SENTIR BIEN”. Una buena amistad es algo extraordinario que te puede hacer sentir más feliz. Una amistad sólida contribuye al crecimiento emocional de las personas, porque nos enseña a acercarnos a las otras personas y a nosotros mismos. Las buenas amistades también fortalecen nuestra autoestima. Tener un buen amigo o amiga nos hace sentir bien con nosotros mismos. Es bueno tener a alguien en quien confi ar y saber que hay alguien que confía en nosotros y a quien podemos contar nuestras ideas, por más locas que sean, sin que se burle. Una buena amistad escuchará y guardará nuestros secretos. Es agradable saber que nuestras amistades nos querrán y respetarán aun cuando estemos en desacuerdo. A través de una buena amistad, podemos aprender a estar de acuerdo y en desacuerdo con otras personas sin enojarnos, y a defender nuestras opiniones. Esta es una habilidad importante para la vida, para el futuro y para las relaciones con los demás. Las amistades nos ayudan a desarrollar muchas otras habilidades importantes para la vida, como saber: • Comunicar y expresar adecuadamente sentimientos y pensamientos. • Escuchar y entender los sentimientos y opiniones de los demás (tener empatía). • Apoyar a alguien que está triste o que pasa por difi cultades. • Cooperar, trabajar en equipo y compartir responsabilidades. • Ser solidario con las personas de nuestro entorno. • Ser tolerante y respetar diferencias de opiniones, creencias y prácticas. • Negociar y encontrar puntos de acuerdo entre opiniones contrarias. 82
La amistad y el amor Las amigas y amigos se vuelven especialmente importantes mientras somos jóvenes, porque sentimos que nos relacionamos mejor con ellos que con nuestras madres y padres u otros adultos. Este es el comienzo de tu autonomía e independencia. Si los padres piensan que salir con los amigos o las amigas es una pérdida de tiempo, debemos explicarles por qué las amistades son importantes para nosotros. También podemos pedirles que nos hablen de su propia adolescencia y probablemente recordarán por qué para ellos fue importante hacer amistades en esa etapa de su vida. Las amistades buenas y fuertes no aparecen de la noche a la mañana y se construyen a base de tiempo y esfuerzo, y aprendiendo a aceptar a los otros, tal como ellos nos aceptan a nosotros. La verdad es que no se encuentran verdaderas amistades todos los días. Evitar peleas y discusiones: algunas sugerencias para resolver conflictos de manera pacífica Puede ocurrir que en determinado momento nos encontremos en una situación de conflicto o de pelea con un amigo o amiga (u otra persona), que parece no tener solución. Recordemos que hay maneras de arreglar las disputas sin utilizar la violencia. Las discusiones o los conflictos pueden incluso transformarse en fuerzas positivas, que nos hacen detener y mirarnos a nosotros y nosotras mismas, nuestras actitudes y nuestros principios. Un conflicto bien resuelto puede fortalecer una amistad y construir un mejor entendimiento. Cuando nos discutamos o peleemos con un amigo o amiga, antes de darnos con los puños o tirarnos de los pelos, busquemos formas más tranquilas de solucionar nuestras diferencias: • Establezcamos las reglas del juego. Pongámonos de acuerdo para buscar una solución en forma pacífica. Establezcamos unas normas básicas: nada de gritos, ni insultos, ni interrupciones bruscas. • Revisemos los puntos de vista. Cada persona tendrá la oportunidad de explicar cómo ve el conflicto desde su punto de vista, sin que le interrumpan. Nos escucharemos el uno al otro atentamente y luego haremos preguntas sobre lo que no entendamos o compartamos. Es importante poner atención no sólo a lo que la otra persona dice que quiere, si no también a por qué lo quiere. Por ejemplo, si alguien insiste en que debes pagar algo que cree que has roto, puede estar haciéndolo no por el valor de la cosa en cuestión, si no porque cree que le estás faltando al respeto. En un caso así, tomar en cuenta la necesidad de respeto de esa persona, puede ser la clave en la resolución del conflicto. • Encontremos un interés común. Establezcamos cuáles son los hechos y cuestiones en que estamos en desacuerdo e identifiquemos por qué son importantes los diferentes puntos para cada persona. Identifiquemos puntos e intereses en común (por ejemplo, el deseo de ambos de resolver el problema sin recurrir a la violencia y hacernos daño). • Busquemos opciones. Pensemos en todas las posibles soluciones al problema que tenemos. Seamos creativos al hacer una lista de todas las opciones; todavía no tenemos que comprometernos con ninguna. Busquemos soluciones en las que todas y todos ganemos algo. A menudo creemos que si alguien gana, el otro pierde, y no necesariamente es así. Muchas veces, si se piensa creativamente, se encuentran soluciones intermedias aceptables para todos. • Evaluemos cada posible opción. Cada persona analiza entonces las opciones que tenemos, explicando sus sentimientos frente a las soluciones propuestas. Negociamos y también cedemos, de manera que se alcance un acuerdo aceptable para todos y todas. • Hagamos un acuerdo. Reconocemos nuestro acuerdo o incluso lo podemos escribir. Si es necesario, podemos acordar un encuentro posterior para dar seguimiento al acuerdo al que hemos llegado. Mantengamos la violencia fuera de nuestras vidas. La violencia no soluciona nuestros problemas, y nos impide crecer conociendo mejor a nuestros amigos y a las personas que nos rodean. ¡La violencia no nos aporta nada positivo! 83 8
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La amistad y el amor<br />
Las amigas y amigos se vuelven especialmente importantes mientras somos jóvenes, porque sentimos<br />
que nos relacionamos mejor con ellos que con nuestras madres y padres u otros adultos. Este es el<br />
comienzo de <strong>tu</strong> autonomía e independencia. Si los padres piensan que salir con los amigos o las<br />
amigas es una pérdida de tiempo, debemos explicarles por qué las amistades son importantes para<br />
nosotros. También podemos pedirles que nos hablen de su propia adolescencia y probablemente<br />
recordarán por qué para ellos fue importante hacer amistades en esa etapa de su <strong>vida</strong>.<br />
Las amistades buenas y fuertes no aparecen de la noche a la mañana y se construyen a base de<br />
tiempo y esfuerzo, y aprendiendo a aceptar a los otros, tal como ellos nos aceptan a nosotros.<br />
La verdad es que no se encuentran verdaderas amistades todos los días.<br />
Evitar peleas y discusiones: algunas sugerencias para resolver conflictos de manera pacífica<br />
Puede ocurrir que en determinado momento nos encontremos en una si<strong>tu</strong>ación de conflicto o de<br />
pelea con un amigo o amiga (u otra persona), que parece no tener solución. Recordemos que hay<br />
maneras de arreglar las disputas sin utilizar la violencia. Las discusiones o los conflictos pueden<br />
incluso transformarse en fuerzas positivas, que nos hacen detener y mirarnos a nosotros y nosotras<br />
mismas, nuestras acti<strong>tu</strong>des y nuestros principios. Un conflicto bien resuelto puede fortalecer una<br />
amistad y construir un mejor entendimiento.<br />
Cuando nos discutamos o peleemos con un amigo o amiga, antes de darnos con los puños o tirarnos<br />
de los pelos, busquemos formas más tranquilas de solucionar nuestras diferencias:<br />
• Establezcamos las reglas del juego. Pongámonos de acuerdo para buscar una solución en forma<br />
pacífica. Establezcamos unas normas básicas: nada de gritos, ni insultos, ni interrupciones bruscas.<br />
• Revisemos los puntos de vista. Cada persona tendrá la opor<strong>tu</strong>nidad de explicar cómo ve el<br />
conflicto desde su punto de vista, sin que le interrumpan. Nos escucharemos el uno al otro<br />
atentamente y luego haremos preguntas sobre lo que no entendamos o compartamos. Es<br />
importante poner atención no sólo a lo que la otra persona dice que quiere, si no también a<br />
por qué lo quiere. Por ejemplo, si alguien insiste en que debes pagar algo que cree que has<br />
roto, puede estar haciéndolo no por el valor de la cosa en cuestión, si no porque cree que<br />
le estás faltando al respeto. En un caso así, tomar en cuenta la necesidad de respeto de esa<br />
persona, puede ser la clave en la resolución del conflicto.<br />
• Encontremos un interés común. Establezcamos cuáles son los hechos y cuestiones en que<br />
estamos en desacuerdo e identifiquemos por qué son importantes los diferentes puntos para<br />
cada persona. Identifiquemos puntos e intereses en común (por ejemplo, el deseo de ambos de<br />
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• Busquemos opciones. Pensemos en todas las posibles soluciones al problema que tenemos.<br />
Seamos creativos al hacer una lista de todas las opciones; todavía no tenemos que<br />
comprometernos con ninguna. Busquemos soluciones en las que todas y todos ganemos algo.<br />
A menudo creemos que si alguien gana, el otro pierde, y no necesariamente es así. Muchas<br />
veces, si se piensa creativamente, se encuentran soluciones intermedias aceptables para todos.<br />
• Evaluemos cada posible opción. Cada persona analiza entonces las opciones que tenemos,<br />
explicando sus sentimientos frente a las soluciones propuestas. Negociamos y también cedemos,<br />
de manera que se alcance un acuerdo aceptable para todos y todas.<br />
• Hagamos un acuerdo. Reconocemos nuestro acuerdo o incluso lo podemos escribir. Si es<br />
necesario, podemos acordar un encuentro posterior para dar seguimiento al acuerdo al que<br />
hemos llegado.<br />
Mantengamos la violencia fuera de nuestras <strong>vida</strong>s. La violencia no soluciona nuestros problemas, y<br />
nos impide crecer conociendo mejor a nuestros amigos y a las personas que nos rodean. ¡La violencia<br />
no nos aporta nada positivo!<br />
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