Tú, tu vida y tus sueños: - HIV/AIDS Clearinghouse

Tú, tu vida y tus sueños: - HIV/AIDS Clearinghouse Tú, tu vida y tus sueños: - HIV/AIDS Clearinghouse

hivaidsclearinghouse.unesco.org
from hivaidsclearinghouse.unesco.org More from this publisher
18.06.2013 Views

TÚ, TU VIDA Y TUS SUEÑOS: UN MANUAL PARA GENTE JOVEN La depresión se puede solucionar, pero no trates de resolverla por ti solo. ¿Sabías que el alcohol empeora la depresión? Muchas personas toman más cuando están deprimidas, principalmente porque les ayuda a olvidarse de sus problemas por un rato. Pareciera que el alcohol anulara el cerebro e hiciera que los problemas no se sintieran tan inmediatos. Sin embargo, embriagarse no es una buena manera de manejar los sentimientos de tristeza y depresión. Es más, el alcohol se clasifica como una droga “depresiva” porque reduce la velocidad de funcionamiento del cerebro y de otros órganos del cuerpo. El alcohol y otros depresivos agravan la tristeza. Además, sencillamente impiden que la persona enfrente y resuelva por sí misma el problema que le está causando la depresión. Como resultado, el alcohol se puede convertir en una muleta cuando surgen los problemas. Las personas pueden volverse tan adictas al alcohol que no pueden enfrentarse a la vida sin él. LLEVARSE BIEN CON LAS DEmÁS PERSONAS Llevarse bien con los demás es otro aspecto importante de la salud emocional. Tener una buena relación con nuestras madres y padres y con nuestras amistades nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismo y a sobrellevar los altibajos de la vida. Llevarse bien con los demás requiere de ciertas habilidades y predisposición por nuestra parte. Conocernos bien: Significa ser capaz de reconocer nuestros propios sentimientos y sus causas. Conocerse bien implica que, cuando uno no se siente bien, se detiene y trata de identificar el sentimiento (tristeza, rabia, frustración, ansiedad, etc.), y luego toma el tiempo para tratar de averiguar qué está ocasionando este sentimiento. ¿Los estudios nos causan ansiedad? ¿Estamos preocupados por un amigo? ¿Alguien nos hizo sentir mal? Si entendemos el problema y sus causas podemos empezar a trabajar en la solución del problema. Si sentimos ansiedad por las tareas escolares, podemos hablar con nuestra madre o padre o con el maestro para obtener la ayuda necesaria para mejorar. Si tenemos problemas con una amistad, podemos hablarle y decirle que es importante para nosotros, y buscar una manera de fortalecer la amistad. Si una persona nos hizo sentir mal, debemos hacérselo saber; y si esto no funciona, podemos alejarnos de esa persona. Por último, conocernos bien nos ayuda a reconocer nuestros propios defectos o debilidades. ¿Tienes hábitos que quisieras cambiar? O, tal vez ¿has notado que cuando algo sale mal tiendes a echarle la culpa a otra persona? Conocerte a ti mismo es la capacidad de reconocer un sentimiento e identificar su causa 66

El cuidado de la salud emocional Después de un mal examen piensas “... es culpa del maestro; me tiene manía” o “mis compañeros estaban haciendo mucho ruido y no me pude concentrar”. Echarle la culpa a los demás es un hábito muy fácil de adquirir, pero muy comodón (y... entre nosotros... ¡poco inteligente!). Culpar a los demás por nuestros errores es ser poco sincero con uno mismo y hace que no asumamos nuestras responsabilidades. Tal vez de pequeños no importaba que le echaramos la culpa a otras personas, especialmente porque hay muchas cosas que los niños no pueden controlar. Pero a medida que vamos creciendo y madurando, debemos empezar a hacernos responsable por nuestras acciones. Si algo no sale como queremos, es nuestra responsabilidad tratar de cambiarlo. Sentirnos mal con nosotros mismos o hacernos las víctimas no resolverá nada. Empatía: La empatía es la capacidad de comprender los sentimientos y las circunstancias de los demás y lo que los motiva. Tener empatía significa que te puedes poner en el lugar de otra persona, y entender sus preocupaciones, necesidades y sentimientos. Así como el buen conocimiento de ti mismo te ayuda a comprender tus propias necesidades, la empatía te ayuda a entender las necesidades y los sentimientos de los demás. Por ejemplo, si sentimos que nuestra mamá está cansada o de mal humor, ponernos en su lugar nos puede ayudar a saber cómo apoyarla. El pensamiento creativo y la solución de problemas: Encontrar soluciones a problemas difíciles requiere de un pensamiento creativo. El pensamiento creativo consiste en la capacidad de pensar en posibles soluciones a un problema, aunque no sean tan obvias. Es la habilidad de identificar todas las soluciones posibles, sin limitarse a aquellas que otras personas hayan utilizado. Por ejemplo, imagínate que tú o tu pareja queda embarazada antes de graduarse del colegio. Otras chicas que conoces que quedaron embarazadas durante el colegio abandonaron sus estudios. Usar un pensamiento creativo significa darte cuenta que no necesariamente un embarazo significa tener que dejar los estudios, sólo porque otras chicas lo hayan hecho. Tal vez es posible permanecer en la escuela durante el embarazo; o tal vez se puede regresar luego de haber tenido el bebé. Tal vez hay un centro escolar con horarios más flexibles, donde se pueden continuar los estudios. Pensar creativamente implica hablar con otras personas y explorar todas las opciones posibles. Habilidades de negociación: Necesitas este tipo de habilidades para resolver conflictos. Por ejemplo, tú quieres salir con tus amistades, pero tu padre o tu madre quieren que te quedes en casa, y se genera un conflicto. Negociar implica un gran esfuerzo de nuestra parte y puede ser muy frustrante; a veces sentimos ganas de explotar y gritar, o de simplemente decir: “¡Está bien, olvídenlo!” y retirarnos muy molestos y enojados. Por eso se necesita ser paciente y mantener la calma para expresar nuestros sentimientos y nuestras necesidades. Pero a la vez, también necesitamos ser justos, comprensivos y respetuosos de aquello que sienten y necesitan las otras personas. Debemos recordar también que no todos los problemas son realmente negociables. A veces, será necesario que busques una solución que preserve tu bienestar y tu salud, aunque esta solución no sea del agrado de la otra persona. Por ejemplo, supongamos que tu pareja no quiere usar un condón, a pesar del gran esfuerzo que has hecho para convencerla. En este tipo de situación, lo más importante es tu seguridad. Mantenerte firme en tu decisión (y no tener relaciones a no ser que usen condón) será la única opción de negociación que te convenga. Ser asertivo: Ser asertivo es una habilidad esencial para relacionarse con los demás; significa saber defender lo que crees, y ser claro y firme al hacerlo. Significa también conocer tus derechos y exigirlos, y ser honesto contigo mismo y con los demás. Por ejemplo, es importante ser asertivo al defender tu derecho a la educación aun cuando estés embarazada; o defender el derecho a tomar tus propias decisiones cuando hay asuntos que comprometen tu salud o desarrollo. Las personas que no son tan asertivas, tienden a ser más pasivas o sumisas, y les resulta más difícil reaccionar y defenderse, por ejemplo, si sufren malos tratos. Ser asertivo es muy distinto a ser agresivo. Las personas agresivas son groseras y desagradables. No les importa los sentimientos de los demás. Ser agresivo no es bueno para tu salud emocional porque la agresividad nos aísla y nos hace sentir mal. 67 6

El cuidado de la salud emocional<br />

Después de un mal examen piensas “... es culpa del maestro; me tiene manía” o “mis compañeros<br />

estaban haciendo mucho ruido y no me pude concentrar”. Echarle la culpa a los demás es un hábito<br />

muy fácil de adquirir, pero muy comodón (y... entre nosotros... ¡poco inteligente!). Culpar a los<br />

demás por nuestros errores es ser poco sincero con uno mismo y hace que no asumamos nuestras<br />

responsabilidades. Tal vez de pequeños no importaba que le echaramos la culpa a otras personas,<br />

especialmente porque hay muchas cosas que los niños no pueden controlar. Pero a medida que<br />

vamos creciendo y madurando, debemos empezar a hacernos responsable por nuestras acciones.<br />

Si algo no sale como queremos, es nuestra responsabilidad tratar de cambiarlo. Sentirnos mal con<br />

nosotros mismos o hacernos las víctimas no resolverá nada.<br />

Empatía: La empatía es la capacidad de comprender los sentimientos y las circunstancias de los<br />

demás y lo que los motiva. Tener empatía significa que te puedes poner en el lugar de otra persona,<br />

y entender sus preocupaciones, necesidades y sentimientos. Así como el buen conocimiento de<br />

ti mismo te ayuda a comprender <strong>tu</strong>s propias necesidades, la empatía te ayuda a entender las<br />

necesidades y los sentimientos de los demás. Por ejemplo, si sentimos que nuestra mamá está<br />

cansada o de mal humor, ponernos en su lugar nos puede ayudar a saber cómo apoyarla.<br />

El pensamiento creativo y la solución de problemas: Encontrar soluciones a problemas difíciles<br />

requiere de un pensamiento creativo. El pensamiento creativo consiste en la capacidad de pensar en<br />

posibles soluciones a un problema, aunque no sean tan obvias. Es la habilidad de identificar todas<br />

las soluciones posibles, sin limitarse a aquellas que otras personas hayan utilizado.<br />

Por ejemplo, imagínate que tú o <strong>tu</strong> pareja queda embarazada antes de graduarse del colegio. Otras<br />

chicas que conoces que quedaron embarazadas durante el colegio abandonaron sus es<strong>tu</strong>dios. Usar<br />

un pensamiento creativo significa darte cuenta que no necesariamente un embarazo significa tener<br />

que dejar los es<strong>tu</strong>dios, sólo porque otras chicas lo hayan hecho. Tal vez es posible permanecer en<br />

la escuela durante el embarazo; o tal vez se puede regresar luego de haber tenido el bebé. Tal vez<br />

hay un centro escolar con horarios más flexibles, donde se pueden continuar los es<strong>tu</strong>dios. Pensar<br />

creativamente implica hablar con otras personas y explorar todas las opciones posibles.<br />

Habilidades de negociación: Necesitas este tipo de habilidades para resolver conflictos. Por ejemplo,<br />

tú quieres salir con <strong>tu</strong>s amistades, pero <strong>tu</strong> padre o <strong>tu</strong> madre quieren que te quedes en casa, y se<br />

genera un conflicto. Negociar implica un gran esfuerzo de nuestra parte y puede ser muy frustrante;<br />

a veces sentimos ganas de explotar y gritar, o de simplemente decir: “¡Está bien, olvídenlo!” y<br />

retirarnos muy molestos y enojados. Por eso se necesita ser paciente y mantener la calma para<br />

expresar nuestros sentimientos y nuestras necesidades. Pero a la vez, también necesitamos ser justos,<br />

comprensivos y respe<strong>tu</strong>osos de aquello que sienten y necesitan las otras personas.<br />

Debemos recordar también que no todos los problemas son realmente negociables. A veces, será<br />

necesario que busques una solución que preserve <strong>tu</strong> bienestar y <strong>tu</strong> salud, aunque esta solución<br />

no sea del agrado de la otra persona. Por ejemplo, supongamos que <strong>tu</strong> pareja no quiere usar un<br />

condón, a pesar del gran esfuerzo que has hecho para convencerla. En este tipo de si<strong>tu</strong>ación, lo más<br />

importante es <strong>tu</strong> seguridad. Mantenerte firme en <strong>tu</strong> decisión (y no tener relaciones a no ser que<br />

usen condón) será la única opción de negociación que te convenga.<br />

Ser asertivo: Ser asertivo es una habilidad esencial para relacionarse con los demás; significa saber<br />

defender lo que crees, y ser claro y firme al hacerlo. Significa también conocer <strong>tu</strong>s derechos y<br />

exigirlos, y ser honesto contigo mismo y con los demás. Por ejemplo, es importante ser asertivo al<br />

defender <strong>tu</strong> derecho a la educación aun cuando estés embarazada; o defender el derecho a tomar<br />

<strong>tu</strong>s propias decisiones cuando hay asuntos que comprometen <strong>tu</strong> salud o desarrollo. Las personas<br />

que no son tan asertivas, tienden a ser más pasivas o sumisas, y les resulta más difícil reaccionar y<br />

defenderse, por ejemplo, si sufren malos tratos.<br />

Ser asertivo es muy distinto a ser agresivo. Las personas agresivas son groseras y desagradables. No<br />

les importa los sentimientos de los demás. Ser agresivo no es bueno para <strong>tu</strong> salud emocional porque<br />

la agresi<strong>vida</strong>d nos aísla y nos hace sentir mal.<br />

67<br />

6

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!