Tú, tu vida y tus sueños: - HIV/AIDS Clearinghouse
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El cuerpo de las chicas<br />
Luego de orinar o defecar, debes limpiarte siempre de adelante hacia atrás, en dirección al ano. Ya<br />
sea que uses papel higiénico, papel, agua, hierbas u hojas, evita limpiarte en sentido contrario. Si lo<br />
haces, corres el riesgo de traer gérmenes desde el ano hasta la vagina o uretra (el conducto por el<br />
que sale la orina desde la vejiga al exterior), y esto puede ocasionar una infección.<br />
Nunca debes lavarte dentro de la vagina a menos que un doctor te lo indique. Algunas jóvenes y<br />
mujeres usan jabones fuertes o rocían esta zona con desodorantes o perfumes. Pero nada de esto<br />
es necesario, e incluso puede ser peligroso, ya que los jabones fuertes, desodorantes y perfumes<br />
pueden alterar la secreción normal de la vagina e irritar la piel interna.<br />
Algunas mujeres tienen la cos<strong>tu</strong>mbre de introducir hierbas o retazos de tela u otros objetos en su<br />
vagina para “limpiarla” o “apretarla”. Dado que la piel de la vagina es tan delicada, esta práctica no<br />
es recomendable ya que puede causar cortes, abrasiones o heridas, que además pueden infectarse y<br />
aumentar el riesgo de contraer el VIH.<br />
En general, no debes introducir ningún objeto en la vagina, a excepción de tampones, algunos<br />
métodos anticonceptivos (como por ejemplo, el condón femenino) y medicinas o cremas recetadas<br />
por un profesional de la salud. En estos casos, asegúrate de seguir cuidadosamente las instrucciones.<br />
Para más detalles sobre los tampones, ver la sección “¿Qué usar?”<br />
Es importante prestar atención a las secreciones vaginales para ver cómo varían y reconocer<br />
cualquier cambio inusual. Si nos fijamos, veremos que las secreciones cambian a lo largo del ciclo<br />
menstrual: a su inicio tenemos menos flujo, y éste se va volviendo viscoso o pegajoso y después más<br />
cremoso y blanco. Finalmente, cuando se acerca la ovulación, el flujo se vuelve más claro y elástico,<br />
casi como la clara de huevo. Las secreciones vaginales también aumentan con la excitación sexual.<br />
Si las secreciones se vuelven más espesas o pegajosas, de color amarillento, verde o marrón; o si<br />
tienes mal olor, sangrado o picazón en la zona genital, es posible que tengas una infección. En ese<br />
caso, es importante que vayas a un centro de salud para tener un diagnóstico correcto de qué esta<br />
provocando esa infección y recibir el tratamiento adecuado. Si estás con una pareja estable y tienen<br />
relaciones sexuales, es recomendable que ambos vayan a hacerse la revisión.<br />
Sin embargo, si tienes buenos hábitos higiénicos y relaciones sexuales siempre con condón, es<br />
poco probable que experimentes estos problemas. La vagina mantiene su ambiente equilibrado<br />
y autorregulado cuando se cuida adecuadamente. Lo único que necesitas hacer es lavar<br />
cuidadosamente el área genital todos los días con abundante agua y un jabón que sea suave. Separa<br />
los labios de <strong>tu</strong>s genitales para limpiar bien las secreciones que se acumulen en esa área.<br />
LA mENStRUACIÓN y EL CICLO mENStRUAL<br />
La menstruación<br />
La mayoría de las mujeres comienzan a tener sus períodos menstruales entre los 10 y 16 años. La<br />
aparición de la menarquia (la primera menstruación) es indicio de los grandes cambios que están<br />
ocurriendo dentro del cuerpo de una mujer joven. También es una señal de que la joven puede<br />
quedar embarazada si tiene relaciones sexuales no protegidas con un hombre.<br />
Las mujeres nacemos ya con miles de huevos u óvulos en los ovarios y no producimos más a lo largo<br />
de nuestra <strong>vida</strong>. Durante la pubertad, las hormonas hacen que los ovarios maduren y empiecen a<br />
liberar un óvulo cada mes. Los óvulos son tan pequeños que sólo se pueden ver con un microscopio.<br />
Al mismo tiempo, el útero también madura y cada mes comienza a producir un revestimiento<br />
interno con el que se prepara para recibir el óvulo fecundado. Si no hay fecundación del óvulo,<br />
el revestimiento del útero se desprende y baja por el cuello uterino y hacia el exterior por la<br />
vagina. Esto es la menstruación, período o regla. Como el revestimiento está compuesto de vasos<br />
sanguíneos, se le llama sangre menstrual.<br />
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