Un faccioso más y algunos frailes menos.pdf - Ataun

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pensamientos; pero Juan Jacobo no decía nada, y hasta de su querido filósofo y consejero se vio desamparado en tan tristes horas el hombre más bondadoso que por aquellos tiempos existía en el mundo. -II- Muy avanzado estaba el invierno cuando Cordero y su amigo, despidiéndose con no poca alegría del Real Sitio, emprendieron su penoso viaje a la Corte por entre nieves y hielos. Separáronse del modo más cordial en la posada del Dragón, y D. Benigno, desmejorado y cojo, se fue a su casa con toda la rapidez que lo permitía su detestable andadura, mientras Salvador buscaba donde alojarse. Pocos días después hallábase instalado en habitación propia que alquiló en la calle del Duque de Alba, no lejos de D. Felicísimo Carnicero, de felicísima recordación. En Madrid no encontró novedad algu-
na, pues no merece tal nombre el furor con que todo el mundo fraguaba levantamiento s y sediciones. Conspiraban las infantas brasileñas con sin igual descaro; conspiraban los voluntarios realistas, ayudados por la turbamulta de frailes y clérigos mal avenidos con la idea de perder su omnipotencia; conspiraban las monjas y los sacristanes, muchos militares que se habían hecho familiares de los obispos, y para que no faltase su lado cómico a esta comparsa nacional, también se agitaban en pro de D. Carlos muchos señores que habían sido rabiosos democratistas y jacobinos en los tres llamados años de la titulada segunda época constitucional. Antes habían gritado por el sistema y ahora suspiraban por los derechos de la soberanía en su inmemorial plenitud. Oyó también Salvador los despropósitos del vulgo, a quien se había hecho creer que el Rey no vivía y que aquel buen señor que salía en coche a paseo era el cadáver embalsamado de
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Page 3 and 4: -I- El 16 de Octubre de aquel año
Page 5 and 6: debía estar muy satisfecho y alaba
Page 7 and 8: tezas, y sobre todo derramaron llan
Page 9 and 10: la cual venía con la tardanza que
Page 11 and 12: criados aparecían por ninguna part
Page 13 and 14: ien que merece lo hallaría tal vez
Page 15 and 16: tan noble alma no cabía la ingrati
Page 17 and 18: -Usted, solterón empedernido, no c
Page 19 and 20: proviso como enemigos emboscados ac
Page 21 and 22: -Está bien. -Esto es muy serio, y
Page 23 and 24: -He pensado que por negligente y co
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Page 31 and 32: Burgos y Martínez de la Rosa. Era
Page 33 and 34: porque el afán del buen discípulo
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Page 37 and 38: -¡Oh! por mí no temo nada -manife
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Page 45 and 46: de ropa, aquello parecía un bosque
Page 47 and 48: tra casa. ¿Qué quieres? no me pue
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Page 51 and 52: epente decía «basta» y los dos a
Page 53 and 54: medía menos de una vara, y como lo
Page 55 and 56: -Veo que está usted mejor... Esa c
Page 57 and 58: -Pues si eso no, resígnese usted a
Page 59 and 60: -Padre, padre -dijo D. Carlos respi
Page 61 and 62: -Tenía que decir a usted no sé qu
Page 63 and 64: -IV- Bien se le conocía a Salvador
Page 65 and 66: castigar un insulto, o vienes a esp
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Page 69 and 70: vida de abnegación y deberes trasc
Page 71 and 72: allero que murió por la patria, se
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-¡Retirarme al pueblo!... -exclam
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ni me afanaría tanto porque reinas
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cuando ya éramos grandecitos, volv
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mundo... No me busques, pues, y yo
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espeto aquella decadencia más last
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-Porque usted será indudablemente
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-Hace mucho frío, sí señora. -Y
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yo... Usted conocerá seguramente a
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-¡Caballero, tengo un frío horrib
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gar la conversación en el portal;
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-En donde está aquella luz se reú
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sin dirección fija, hallose bajo e
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gua y estrecha porque se saludaron
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Hablaron largo rato de cosas de la
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dos Cámaras con Carta, a la france
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-Me parece tan patriótico como imp
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-Aquí podemos hablar cómodamente
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-¿De modo que la sociedad funciona
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cima siempre que un patriota se enc
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-El ejército está profundamente d
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¿quién es responsable de que se p
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-No ambiciono nada más alto que es
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sabía, que sin poder aguardar a qu
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de Bassa, y que esta noche van a se
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distinta, era de lo más inocente q
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incomprensibles diabluras de este j
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tabernaria. A pesar del embozo, Avi
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la más desacostumbrada que puede v
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Tablas, que había dado ya algunos
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desde mi indiferencia los sucesos q
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triste que puede imaginarse. Y aqu
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funcionando por misterioso influjo
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negro algo semejante a un zapato, o
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entre la familia por saber cuál ha
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de Junio marcada para aquel notable
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el delicado arte del apósito, y su
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sos todos los que la formaban. Si e
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un suceso tan lisonjero para mí. C
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Ella se había quedado pálida cual
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-No violentemos la naturaleza, hija
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una advertencia que Dios me hace po
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luntad me parecía una cosa de que
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-¿Y cuando volvía? -Más. Era una
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la imaginación noche y día, como
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-Pues diré que últimamente me pas
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corazón, reconquistado por mí, po
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ofensa. Soy toda en cuerpo y alma d
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-¡Como Dios es mi padre celestial,
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-¡Barástolis y más que barástol
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la masa, daba en ella un pellizco,
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decita ahumada donde estaba el pues
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maban su afectado colorete, y las s
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platillo. La aguja de la balanza os
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Lucía enormes amatistas montadas e
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co que si no tiene vergüenza de do
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-Con poco más al cielo. Romualda n
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hacia la otra tienda para decir: -
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Y se echó a dormir. Después de la
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(aunque él no pecaba de pedigüeñ
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nocí a López en casa de D. Felic
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que te entregas a la superstición.
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por tercera vez, y os amonestaré l
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-En guerra... Si les vuelvo a encon
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Tablas miró a un palo que en el ri
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io tendrá que ponerse al buñuelo,
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sus pesadas manos hacia la cara de
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seguimiento del gigante, que retroc
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eparar ya ha hecho una barbaridad..
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Villa. -De lo cual me alegro, Sr. D
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juntamente con la fiereza tenía la
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-XIII- ¡Qué lejos estaba el excel
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cho. Rezó, dijo misa, (y las suyas
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Si Horacio y Cicerón hubieran, por
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patorio era un rinconcillo del clau
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Otras muchas barrabasadas hacía pa
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ca que les agradaba en extremo. Don
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fermum in throno posuerunt. Inmovil
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No nos ocuparemos del resto de la c
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pudo ofrecer a la iracunda Nazaria
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El atroz Navarro, luego que se vio
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ados de él algunos de sus antiguos
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desde Mayo hasta Setiembre. En la p
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-XV- Fue seguramente en aquellos mi
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con alegría la noticia, porque la
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la sabiduría. Con sagacidad finís
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de la Reina, y allí juró y perjur
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cedido para premiar eminentes servi
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teón del Escorial le tenía ya por
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con la gota! ¡Qué insoportable pe
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zones y pretextos la rebeldía; ell
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Desde el 19 de Julio hasta el 27 de
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Cristina contemplaron la cara del R
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-XVI- No se le cocía el pan a D. B
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-Repare usted bien que pronunció p
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nemos un himno al sentido común qu
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una idea que habría sido impropia.
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mando un sentimiento robusto que vi
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quise echar a perder tontamente. No
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ne por ti un cariño bastante parec
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-La semana pasada, hija, en mi últ
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-Hoy es 1.º de Octubre -dijo Sola,
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deseos frustrados. Tranquilo estoy
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te industria del siglo, se preparó
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-Ahora va a empezar una guerra, si
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miró los senderos, el suelo, la to
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que Dios me lleve ahora por ese cam
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que esté disparando tiros en las c
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Y tenía razón. ¡Lástima grande
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caelita intentó disculparle tambi
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-Le he mandado venir a usted -dijo
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todos estos pormenores por un ofici
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-¡Qué lástima, Santo Cristo de l
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detalladísima que del suceso me ha
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aquella noche, como otras muchas de
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se despidió para volver a la noche
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cabeza, y han deliberado... ¡Delib
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cochos en casa? trae también bizco
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-Es buen vino -indicó Carnicero, e
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Los tres se detuvieron con recelo,
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dor era el tabernero, un gran artí
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atones que en tropel corrían por a
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el pintado rostro del Rey, y le dir
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mo se le antojaba realidad el desva
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vio nada de esto, y así, cuando aq
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En la tarde del día 1.º de Octubr
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-La dejó a D. Felicísimo Carnicer
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adoptadas por su amigo y la circuns
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abejas; vio a Sigüenza donde hay c
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doquis, a quien quería ver sin pé
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y los provinciales de Sigüenza. Lo
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aldea. Salvador pudo acercarse, con
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-Estás alucinado, y el sufrimiento
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Alejose Salvador y al poco rato vol
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dalo de aquella bacanal campesina;
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tenían retraídos. Una mañana pas
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más, apretó la mano de su amigo y
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una siquiera de aquel pecho que era
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De estas cosas se reía Salvador, y
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-Oye tú, si me sacas de esta cama,
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El descenso de la temperatura habí
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pacífico le acompañaba algunos ra
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peroratas sobre este tema de la van
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Garrote trató el asunto con un apl
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cabeza; pero ya veo claro, y aunque
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ellados planes de guerrillero, tu p
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ulto, una sombra que indique la pre
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Dejándole que se achicharrase otra
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eló, pues su cara no expresaba nad
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voluntarios, y empezó a combatir c
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mo, la concentración de todas las
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habitación de su hermano, pasó de
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gos de desecho, veteranos del traba
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lumnas isabelinas inspiraban tanto
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de malhechores, jefe de guerrilla o
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es... Voy a presentarme al general,
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La casa era viejísima y ruinosa, d
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-¿Ya estás aquí otra vez? -dijo
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-Ven conmigo, y yo te aseguro que e
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-¡Tus beneficios tus cuidados, tu.
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ambos hermanos en casa del cura de
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calor les hacía tan poca impresió
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Soberano mandó que entrase al mome
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-¿Quién anda por ahí, que tanto
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Poco después Navarro dormía, y en
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-Vas a hablarme con franqueza. ¿He
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mis planes todos pasasen a ser obra
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La cara de Zorraquín, que rapada e
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tanto y tanto machacaba Navarro, y
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-Doce mil y ochenta caballos. Con p
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Salvador le dio agua. El beber rean
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¡Extraña cosa! Cuando llegó el m
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za y hacer dudar de que habitamos u
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los demás colegiales y de los padr
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estera vieja, apartáronse dos esco
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fraucachelas lo adquirido con sus m
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sosiego; y si los duelos con pan so
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forman a sus espaldas una guardia d
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to joven que le acompañaba, acomet
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fueron derechas a ellos, manifestan
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Gracián se rió de estos pueriles
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mente del vulgo. Para que en él ha
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venerarse como recuerdo de uno de l
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-También se ha muerto la Fraila. N
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pués hablaron de lo que motivó la
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subdiácono José Sancho; era natur
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procurador del seminario. Tenía 39
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mas-. Vamos a otra cosa. Ya sé a l
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grado sumo-. Con todo, no está de
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-Según mi informe -añadió este-
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mente, cuando más enfrascado parec
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tecer. Genara tenía mucho miedo a
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-Sí, sí... Paz con todo el mundo,
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cencia angélica de aquellos candor
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tomar cuerpo. Allí fue precisándo
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hermosura, a las adulaciones de la
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un ataúd. Un hombre le llevaba sob
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Muchas damas de candil, vestigio en
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que más presto fuera elevada a art
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amarillas en las cubas de los aguad
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-¿Y tú se lo has llevado? -Sí, p
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un fundamento, más que por justifi
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-Es como lo de Herodes. Tablas se e
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calles de los Estudios, Toledo, pla
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-Madre Nazaria no me ha mandado por
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truos pasó a las de unas cuantas h
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Rodriguín bajó la escalera. Su te
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por el interior del tubo, haciendo
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hardilla, con lo que ambos se asust
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Aturdido el infeliz Hermano, que ha
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de indignación. No supo lo que hac
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-Utique... gratias agere... -O un v
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ayudaban a la grande obra de la lim
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samente por algún cachazudo histor
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idades, pareciole que el Universo s
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Cordero de los mismos héroes de la
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acaecieron los asesinatos. De nada
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aguardarían más tranquilos, libre
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la casa. Era una pesadilla. Parecí
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obra de caridad, mejor dicho, de ap
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menos en las ideas verdes y desazon
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la el penetrar con el pensamiento e
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como verá el lector que no me aban
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arte y de legislar sobre él, y son
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de 1808 sólo había cambiado de lu
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mayor grado. Y si parece que faltan
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antipatía hacia una nación a la c
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tiva no aparece nunca, y nos apresu
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las Memorias de algunos generales d
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La novela histórica viene a confun
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vante mérito, un verdadero museo d
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de quinientos veintiocho pliegos, a
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Servicios, tan útiles no son los m
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