17.06.2013 Views

ECCLESIA IN AMERICA

ECCLESIA IN AMERICA

ECCLESIA IN AMERICA

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

En este espíritu de comunión son dignas de consideración varias propuestas de los Padres<br />

sinodales: que allí donde sea necesario exista, en las Conferencias Episcopales nacionales y<br />

en los organismos internacionales de cooperación episcopal, una comisión mixta<br />

encargada de estudiar los problemas pastorales comunes; que la catequesis y la formación<br />

teológica para los laicos y seminaristas de la Iglesia latina, incluyan el conocimiento de la<br />

tradición viva del Oriente cristiano; que los Obispos de las Iglesias católicas orientales<br />

participen en las Conferencias Episcopales latinas de las respectivas Naciones. (125) No<br />

puede dudarse de que esta cooperación fraterna, a la vez que prestará una ayuda preciosa a<br />

las Iglesias orientales, de reciente implantación en América, permitirá a las Iglesias<br />

particulares latinas enriquecerse con el patrimonio espiritual de la tradición del Oriente<br />

cristiano.<br />

El presbítero, signo de unidad<br />

39. “Como miembro de una Iglesia particular, todo sacerdote debe ser signo de comunión<br />

con el Obispo en cuanto que es su inmediato colaborador, unido a sus hermanos en el<br />

presbiterio. Ejerce su ministerio con caridad pastoral, principalmente en la comunidad que<br />

le ha sido confiada, y la conduce al encuentro con Jesucristo Buen Pastor. Su vocación<br />

exige que sea signo de unidad. Por ello debe evitar cualquier participación en política<br />

partidista que dividiría a la comunidad”. (126) Es deseo de los Padres sinodales que se<br />

“desarrolle una acción pastoral a favor del clero diocesano que haga más sólida su<br />

espiritualidad, su misión y su identidad, la cual tiene su centro en el seguimiento de Cristo<br />

que, sumo y eterno Sacerdote, buscó siempre cumplir la voluntad del Padre. Él es el<br />

ejemplo de la entrega generosa, de la vida austera y del servicio hasta la muerte. El<br />

sacerdote sea consciente de que, por la recepción del sacramento del Orden, es portador<br />

de gracia que distribuye a sus hermanos en los sacramentos. Él mismo se santifica en el<br />

ejercicio del ministerio”. (127)<br />

El campo en que se desarrolla la actividad de los sacerdotes es inmenso. Conviene, por<br />

ello, “que coloquen como centro de su actividad lo que es esencial en su ministerio:<br />

dejarse configurar a Cristo Cabeza y Pastor, fuente de la caridad pastoral, ofreciéndose a sí<br />

mismos cada día con Cristo en la Eucaristía, para ayudar a los fieles a que tengan un<br />

encuentro personal y comunitario con Jesucristo vivo”. (128) Como testigos y discípulos de<br />

Cristo misericordioso, los sacerdotes están llamados a ser instrumentos de perdón y de<br />

reconciliación, comprometiéndose generosamente al servicio de los fieles según el espíritu<br />

del Evangelio.<br />

Los presbíteros, en cuanto pastores del pueblo de Dios en América, deben además estar<br />

atentos a los desafíos del mundo actual y ser sensibles a las angustias y esperanzas de sus<br />

gentes, compartiendo sus vicisitudes y, sobre todo, asumiendo una actitud de solidaridad<br />

con los pobres. Procurarán discernir los carismas y las cualidades de los fieles que puedan<br />

contribuir a la animación de la comunidad, escuchándolos y dialogando con ellos, para<br />

impulsar así su participación y corresponsabilidad. Ello favorecerá una mejor distribución<br />

de las tareas que les permita “consagrarse a lo que está más estrechamente conexo con el<br />

encuentro y el anuncio de Jesucristo, de modo que signifiquen mejor, en el seno de la<br />

comunidad, la presencia de Jesús que congrega a su pueblo”. (129)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!