Copyrish.t by Ramon Magrans 1981

com© un gran narrad©r, tal como 1© expresa Ant©ni© Can-
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did©. Estas tensi©nes encuentran su climax ccn la
muerte de Quirin©.
Un©s dias despuSs un cadaver, que se estimo ser el
el de la infeliz j©ven, fue enccntrad© ah©rcado de un
arbol, cerrando asi el cicle con el cual comenzo la no­
vela. En el principle ella estaba sentada bajo un arbol
y murio ah©rcada de un©. La tScnica circular de Guima­
raes acentua su mensaje; es decir, completa el ciclo del
mameluco con su muerte suicida y la de los amantes de
ella. Sin duda el aut©r se vale de esta tScnica para
cerrar el ciclo de vida del mameluco en el Brasil. Los
cadaveres de los jovenes Servian de alimento a los bui­
tres. No cabe duda de que los buitres de Guimaraes es-
tan bien alimentados. Estas aves representan la natura­
leza que eng©lfa y traga a los que rompen su armonia.
Jupira e Iracema sen victimas fisica y simbolica-
mente de la naturaleza severa ya que en su manto encu-
bridor las d©s jovenes enamoradas pierden su estad© vir­
ginal a seres que las han de hacer sufrir; es decir, la
naturaleza amiga las traiciona porque no les protege en
ese moment© intim©. La fatalidad descansa en que las
muchachas se entregan por amor. Iracema concibe, por
la exuberancia alencariana, el engendro del future del
Brasil: la criatura birracial donde descansaba, segun el
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