Copyrish.t by Ramon Magrans 1981

criatura mameluca el lugar historico propi© que merecia.
Asi, el mameluc© seria aceptad© c©m© el veid.ader© ser
hereder© del pais y en sus n©bles espaldas descansaria
el futur© nacicnal.
Bernard© Guimaraes n© ccmpartia este punt© de vista
p©rque ya habia lidiad© y vivid© la caotica situacion
social producida per el mestizaje. Para Guimaraes el
mameluc© del sigl© XIX n© era el del sigl© XVII que Alen­
car presentaba. En la actualidad del siglo XIX, los des-
cendientes de la noble Iracema y el brav© Martim habian
degenerad© y caid© del estad© de n©bleza ancestral. Gui­
maraes n© vela s©luci6n al pr©blema social del mestizaje
y de segur© n© ccnsideraba al mameluco com© una alterna­
tiva p©sitiva. Para este aut©r n© habia remedi© a la
situacion social brasilefia. Per eso, Guimaraes tomo al
mameluc© de su sigl© c©m© el punt© de partida para su
n©vela Jupira.
Guimaraes insistia en que el pr©blema social era
contemp©rane© y que las s©luci©nes al mism© habrian de
ser efectuadas en esta centuria y n© en el pasado histo­
ric© atlencarian©. El pr©blema descatnsaba en el mestizaje
mism© y en la ambivalencia racial per la cual el mestiz©
n© p©dia identificarse c©n ninguna de las d©s razas pa­
dres. El mameluco, al igual que el mulato y el cafuso,
ccmpartia l©s mism©3 achaques y preblemas.
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