Copyrish.t by Ramon Magrans 1981

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cacique legrase sus intentos. Asi, Jupira, sin querer y
sin pensarlo, tenia siempre al pie suyo, una escolta ac-
tiva y vigilante para defenderla contra cualquier tenta­
tiva violenta de su safiudo amante, come suele acontecer
entre les animales brutes, pece por encima de los cuales
se hallaban aquellos salvajes en la categoria de los en-
tes. Baguari era valiente y terrible; membrudo y robusto
come el tapir, agil y velez come la pantera, ya habia so-
focado en sus brazos a uno de sus ri vales, y traspasado
el corazon a otro con una flecha, por haber osado ellos
disputarle abiertamente la posesion de la hermosa Jupira.
Mas era solo, y detestade por todos, y eran muchos contra
Si. Por eso tambiSn habia cohibicion y recele de parte
de Si.
El trenco del ipS ya se habia ado made de nuevo ccn
sus rames henchidos de fleres amarillas. Baguari, que
conforme a la promesa de Jurema, estaba esperande con
impaciencia aquella estacion, la buscS a ella y le dijo:
Mira, Jurema; el ipS ya esta floreciendo. Es tiempo
que tu cumplas la promesa que me hiciste, y entregarme a
tu hija.
lAhJ IMadre mia.' IMadre mia.' Dame antes a un
sucuri, exclamo Jupira apretandose a su madre.
Jupira, dijo Jurema a su hija, mira
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