14.06.2013 Views

MADRE CABALLO - Antonio Onetti

MADRE CABALLO - Antonio Onetti

MADRE CABALLO - Antonio Onetti

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

<strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong>


PERSONAJES<br />

Dorita la Quincallera, mejor llamada <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong>. Paya.<br />

ELIGIO, su hijo mayor. Gitano.<br />

CARACULO, su segundo hijo. Payo.<br />

La CATI, su hija menor. Paya.<br />

ROMPETECHOS, lugarteniente del Tío Facundo. Payo.<br />

Un SARGENTO, el más corrupto de la Guardia Civil. Payo.<br />

El CANTINA, carne de presidio. Payo.<br />

El tío FACUNDO, patriarca de los <strong>Antonio</strong>vich. Gitano.<br />

El CURITA, pseudopredicador evangelista. Payo.<br />

La FRANCESA, yonki, puta y sidosa. Paya.<br />

El ADUANERO, cojo, retirado y protector de la Francesa. Payo<br />

Un COMISARIO sin escrúpulos. Payo.<br />

Un INSPECTOR de la misma calaña. Payo.<br />

El CANIJO, yonki buscavidas. Payo.<br />

Una <strong>MADRE</strong> GITANA, mujer de ROMPETECHOS.<br />

La acción, en el Campo de Gibraltar.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 2 de 74


1. Amanecer en el Campo de Gibraltar.<br />

En la cuneta de un camino aparece aparcada una furgoneta. En la baca de<br />

madera destacan los fardos de tela y quincalla. Se oye el eco lejano de un<br />

cante que prologa la escena, el pregón amargo de la <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong>.<br />

Caminito de la Línea,<br />

caballo, caballo vendo,<br />

que lo traigo de Algeciras,<br />

caballo, caballo bueno.<br />

Con sangre de esta amapola<br />

las penas te duelen menos,<br />

para que los niños malos,<br />

sueñen como los buenos.<br />

De Algeciras a la Línea<br />

voy pregonando:<br />

Caballo, caballo vendo.<br />

Caballo me van comprando.<br />

Un SARGENTO de la Guardia Civil, de uniforme, y ROMPETECHOS, un<br />

gitano de gafas notables, se acercan ateridos a fisgar por las ventanillas<br />

cubiertas por visillos.<br />

SARGENTO<br />

¿Ves algo?<br />

ROMPETECHOS<br />

Ni tres en un burro.<br />

SARGENTO<br />

Durmiendo estarán.<br />

ROMPETECHOS<br />

Negativo. Dorita se levanta al alba. Hoy les toca mercar en el piojito de San Roque.<br />

SARGENTO<br />

A saber. Anoche se pondrían de moco y se han clavado al sobre hasta el mediodía.<br />

ROMPETECHOS<br />

Los de Dorita no toman ninguno.<br />

SARGENTO<br />

Ay, que no...<br />

ROMPETECHOS<br />

Se muera mi madre. Ni ella, ni los hijos.<br />

SARGENTO<br />

No jodas. Con la palanca que llevan, ¿no se hacen una platita?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 3 de 74


ROMPETECHOS<br />

Que no, mi sargento. Son gente de la buena. Dorita, pal mundo, es la Madre Caballo,<br />

pero pa los suyos, la Madre Cojones. Entre los fardos la quincalla lleva un kilo o dos de<br />

costo cuando menos, la guantera empetá de cocaína y en los bolsillos del mandil una<br />

ristra paquetillos como de Cádiz al Peñón; pero si trinca a un hijo con el consumao, o le<br />

ve siquiera liarse unos pitillos, es mu capaz de pegarle un tiro. Por eso me dijo el<br />

Facundo, porque son de ley. Al revés que los niñatos de Tarifa, que se ponen de todo<br />

hasta las cachas y, hala, a reventar las planeadoras haciendo carreras con los de la<br />

canalla.<br />

SARGENTO<br />

Rompetechos, un respeto.<br />

ROMPETECHOS<br />

Lo suyo es distinto, sargento. Usted no es como los otros guardias, tol día persiguiendo<br />

los alijos y jodiendo la marrana. Usted es Civil, pero legal. O sea, que le gustan los<br />

negocios...<br />

SARGENTO<br />

Mejor nos callamos, que me están entrando ganas de llevarte al cuartelillo.<br />

Se acerca a la furgoneta y llama golpeando la chapa.<br />

SARGENTO<br />

¡Diana! ¡Todo el mundo afuera!<br />

Sigue golpeando. Desde dentro llega la voz soñolienta de CARACULO.<br />

CARACULO<br />

¿Quién llama, joé?<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Niño, soy Manuel, el gitano!<br />

CARACULO<br />

¿Qué gitano?<br />

ROMPETECHOS<br />

¡El de los <strong>Antonio</strong>vich!<br />

SARGENTO<br />

Ponle Rompetechos y acabemos.<br />

CARACULO<br />

Mi madre no está. ¿Qué quieren?<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Que salgas! Traigo un recao del abuelo.<br />

Se abre la puerta de la furgoneta y aparece CARACULO en pelotas<br />

poniéndose los pantalones.<br />

CARACULO<br />

¿Qué hora es?<br />

SARGENTO<br />

La de cambiarse los gayumbos.<br />

Al ver al SARGENTO se enreda con los pantalones y cae de boca fuera de<br />

la furgoneta.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 4 de 74


CARACULO<br />

¡Los Civiles! ¡Agua! ¡Agua...!<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Tranquilo, chaval, que el sargento es de confianza!<br />

CARACULO<br />

¡Y una mierda!<br />

ROMPETECHOS le sujeta. Entonces aparece la <strong>MADRE</strong> con un hato de<br />

romero que ha estado recogiendo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué pasa aquí?<br />

CARACULO<br />

¡Corra, madre, que nos llevan presos!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Eso está por ver!<br />

Tira el romero al suelo y se lanza a por ellos.<br />

ROMPETECHOS<br />

No hagas caso, Dora. Venimos en son de paz.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Suelta al niño o te pongo las gafas por dentro los ojos!<br />

Le suelta. CARACULO corre a esconderse bajo la furgoneta.<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Suelto está!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Y tú, verderón, aléjate de la puerta!<br />

SARGENTO<br />

(Llevándose la mano a la cartuchera.) Sin faltar, que saco la pipa y me lío a tiros por<br />

derecho...<br />

ELIGIO<br />

No hay cojones.<br />

Pausa. ELIGIO, el hijo mayor, ha aparecido en la puerta y le apunta con<br />

una escopeta de cañones recortados. El SARGENTO, se queda de piedra.<br />

SARGENTO<br />

¡Joder, qué familia!<br />

ROMPETECHOS<br />

(Levantando los brazos.) ¡Haya paz y después gloria! El sargento es de los nuestros,<br />

amigo del tío Facundo. Venimos a parlamentar.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿De qué?<br />

ROMPETECHOS<br />

De negocios.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Aquí no hay más negocio que la quincalla. Y acaso el de la funeraria.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 5 de 74


ELIGIO<br />

¿Me los cargo, madre?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cuando yo te diga.<br />

ROMPETECHOS<br />

Haya paz. Me manda el Facundo para pedirte un favor.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) Caraculo, sal de ahí abajo, no te pringues de grasa. (Sale CARACULO<br />

y se pone unos pantalones. Luego, a ROMPETECHOS.) Habla.<br />

ROMPETECHOS<br />

Hoy llega un cargamento a la Punta el Carnero. Costo fino. Faltan mulas y ha pensao el<br />

abuelo que podías prestarle un niño pa faenar.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Mis hijos no van con delincuentes.<br />

SARGENTO<br />

Tiene gracia la jodía.<br />

ELIGIO<br />

¡El picolo callao, que soy mu nervioso del dátil!<br />

ROMPETECHOS<br />

Niño, deja de apuntar, que las carga el diablo.<br />

ELIGIO<br />

Esta la he cargao yo mismo. Del diablo no hay que fiarse.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y el picoleto, ¿qué pinta en el cuadro?<br />

ROMPETECHOS<br />

El sargento figura en la nómina. Asegura el paso y mira pal tendío.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El Facundo delira. Caraculo...<br />

CARACULO<br />

¿Qué?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

La cartuchera.<br />

CARACULO<br />

¿Se la quito?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Le untas grasa pa sacarle brillo! ¿Eres faltuco?<br />

CARACULO obedece. Luego se aparta y le entrega el cinturón con la<br />

pistola a la <strong>CABALLO</strong>.<br />

ROMPETECHOS<br />

Cordura, Dorita. Vamos a parlamentar.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Sentarse. Eligio, levanta a tu hermana pa que haga un desayuno. (El hijo no se mueve.)<br />

¿No has oído?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 6 de 74


SARGENTO<br />

Vaya tela con el niño...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Al niño le mataron al padre dos civiles por cuatro tomates que había cogío de un huerto,<br />

así que aún dé las gracias, con el traje que lleva.<br />

ROMPETECHOS<br />

Mucha verdad. Pero eran otros tiempos.<br />

ELIGIO<br />

No se fíe, madre, que los picolos son tos iguales.<br />

ROMPETECHOS<br />

Tos, no. El sargento es de los nuestros. Desde que fichó por el Facundo no hemos<br />

perdío ni un fardo. ¿Es o no?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa, al Eligio) Baja la escopeta. (El hijo obedece de mala gana y entra en<br />

la furgoneta) Hay que andarse con tiento y mucho ojo.<br />

Se sientan. Al poco sale la CATI emitiendo sonidos guturales. Es muda. La<br />

<strong>MADRE</strong> le habla siempre alto y con gestos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cati, café y filetes pa los hombres, a ver si se les quita la cara de muerto. Y recoge ese<br />

romero pa venderlo en San Roque.<br />

La CATI asiente. La <strong>CABALLO</strong> estudia la pistola del SARGENTO.<br />

ROMPETECHOS<br />

Dora, y de los hijos, ¿qué?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

De los hijos, na. Le cuentas al Facundo y le envías mis respetos.<br />

ROMPETECHOS<br />

No es justo. Tú vives de lo mismo sin pagar peaje. Cualquier payo en el Campo<br />

Gibraltar pondría un brazo por los <strong>Antonio</strong>vich. Pero tú, erre que erre, con los polluelos<br />

bajo el ala.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Mejor que volando, en el nido.<br />

ROMPETECHOS<br />

No es justo. Aquí sin la droga no había na. Un jurelillo pelao pal almuerzo y sopa guita.<br />

Miseria. En cambio, asina, hasta el más pringao va por ahí dándose pisto con su buen<br />

cochazo, su pipa y su telefonillo. ¿De dónde? Del tabaco, del polvo y del hachís. El<br />

Facundo ha dao más curro que los barandas de Astilleros, que se largaron dejando a tol<br />

mundo en pelotas, con una mano detrás y otra delante. Y a ti el negocio te ha venío mu<br />

bien. Pero sin mulas no hay droga, y sin droga, ni trabajo, ni potaje, ni jurdós.<br />

CARACULO<br />

Eso hay que considerarlo, madre.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Calla tú, mala entraña. Malditos jurdós. Con la quincalla y tres hijos no hay quién viva.<br />

Antes me paraba la canalla a ca momento pa multarme por falta de papeles. Ahora en<br />

cambio me saludan al pasar, como a una reina.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 7 de 74


SARGENTO<br />

Porque el sargento tiene su cuadrilla...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Porque les unto buena manteca! A mí dejarme vivir.<br />

ROMPETECHOS<br />

Pero, ¿qué temes, Dora?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Que qué temo? Que al puchero lleno me sobre un plato.<br />

Breve pausa.<br />

ROMPETECHOS<br />

No es más que una noche. No hay peligro.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Sí que lo hay. Os conozco. Buscáis carne de cañón pa las dichosas planeadoras. Por<br />

cada viaje un puñao de billetes. Y tos mu colegas. Pero cuando los trincan, o se los lleva<br />

una fragata por delante, como la que partió al chaval por la mitad hace tres días,<br />

vosotros, como suecos. El niño al hoyo, o al talego, y Santas Pascuas. Y la madre a<br />

penar, o a llevarle la ropa y el tabaco los domingos, y a ver cómo se pudren en la cárcel.<br />

ROMPETECHOS<br />

Tus hijos son fuertes y bien espabilaos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No tanto, ¿pa qué nos vamos a engañar? Al Caraculo le falta una marea. Con tu gente<br />

no duraba ni una Salve. Le viene del padre, un señorito de Sanlúcar más tonto que<br />

Babieca. La Cati, en cambio, tiene una jartá de luces, pero no dice ni mu. Habla con las<br />

manos, con los pies, con los ojillos, pero no usa la lengua más que pa hacerle burla a los<br />

hermanos.<br />

ROMPETECHOS<br />

Su padre era mu silencioso.<br />

SARGENTO<br />

El señorito...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Quiá! Ese duró lo que tardó en crecerme la barriga. El de la Cati aguantó un tiempo.<br />

Era mu flamenco... Pero me lo llevaron preso y en la cárcel lo mataron por chivato.<br />

ROMPETECHOS<br />

Pa una vez que abrió la boca, se podía haber callao.<br />

SARGENTO<br />

¿Y el Eligio?<br />

ELIGIO<br />

(Apareciendo de nuevo) ¿Qué pasa conmigo?<br />

SARGENTO<br />

Nada, chaval. Los tienes bien puestos.<br />

ROMPETECHOS<br />

Otro que sale a su padre...<br />

SARGENTO<br />

¿Al chivato o al señorito?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 8 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

A ninguno.<br />

SARGENTO<br />

Pues yo no me entero.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ya le dije. Un gitano canastero que me mataron los suyos y no quiero hablar más de él.<br />

SARGENTO<br />

Este cardo haría carrera con los <strong>Antonio</strong>vich.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Conduce mi furgón y no hay más tema. No lo he criao pasando fatiguitas pa enrolarlo<br />

en una banda de chorizos y tenerlo que recoger con cucharilla.<br />

La CATI sirve coqueta café y tostadas. Van comiendo.<br />

ELIGIO<br />

Madre, a mí me gustaría probar con el Facundo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Quieres que te maten los civiles, como al padre? (ELIGIO calla.) Entonces punto en<br />

boca.<br />

SARGENTO<br />

(Levantándose.) Pues ya no hay más que hablar. La pipa, que nos vamos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No tan aprisa. Tomarse el café tranquilos. ¿Desde cuándo no desmonta la pistola?<br />

SARGENTO<br />

La limpio los días que libro.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Pues a ver si cogemos vacaciones, que cualquier día le hace un estropicio... (La abre<br />

para echarle un vistazo.) Y el percutor, doblao. ¿Le interesa una Astra sin numeración?<br />

SARGENTO<br />

Y sabrá de armamento...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Pa tirar palante hay que saber latines.<br />

SARGENTO<br />

¿Está limpia?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Está de dulce. Sin fichar. Como los chorros del oro. Se la dejo baratita.<br />

SARGENTO<br />

Habría que verla.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si al final haremos negocios. (La cierra y se la devuelve) Voy por ella.<br />

Sube a la furgoneta. ELIGIO deja su café.<br />

ELIGIO<br />

¿Cuánto pagan por el curro?<br />

ROMPETECHOS<br />

Treinta machacantes. Quince del tirón y quince a la faena.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 9 de 74


ELIGIO<br />

Hecho.<br />

ROMPETECHOS le entrega los billetes. ELIGIO se levanta en clara<br />

disposición de largarse.<br />

SARGENTO<br />

¿Y tu madre?<br />

ELIGIO<br />

Ella se avía. Caraculo, las llaves del furgón. (Se las pasa.) Cuando sarga la madre las<br />

encuentras por el suelo.<br />

CARACULO<br />

¿Y luego quién conduce?<br />

ELIGIO<br />

La Cati controla, ¿a que sí? (La CATI asiente.) Yo estoy ya mareao de dar vueltas...<br />

CARACULO<br />

¿Y si pregunta?<br />

ELIGIO<br />

Tú hazte el loco.<br />

SARGENTO<br />

Pues aire, antes de que salga el ogro. ¿Pelillos a la mar?<br />

Se dan la mano.<br />

ELIGIO<br />

Dabute. Pero usted primero.<br />

El ELIGIO coge la recortada y se larga con el SARGENTO. La CATI,<br />

CARACULO y ROMPETECHOS quedan en silencio. Al momento reaparece<br />

la <strong>CABALLO</strong>.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Aquí está el género. ¿Y Eligio?<br />

ROMPETECHOS<br />

Se fue con el sargento.<br />

Pausa. La <strong>MADRE</strong> baja sin decir nada y se queda mirando el camino con la<br />

pistola en una mano y unos prismáticos infrarrojos en la otra. Guarda la<br />

pistola. CARACULO tira las llaves al suelo.<br />

CARACULO<br />

Mire, madre. Se ha dejao las llaves.<br />

Las coge y se las ofrece a la <strong>MADRE</strong>. Ella las mira y le da un guantazo sin<br />

mediar palabra.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(A ROMPETECHOS.) Los infrarrojos que me encargó el Facundo. Así veréis de noche<br />

a la canalla. (A los hijos.) Y vosotros, recogiendo.<br />

ROMPETECHOS<br />

Los talegos.<br />

Saca unos billetes y se los da.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 10 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Son cuarenta.<br />

ROMPETECHOS<br />

Veinticinco hablamos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Subió el precio. A mí me cuestan más caros.<br />

ROMPETECHOS le entrega más billetes mientras los hijos empiezan a<br />

recoger. Entretanto llegan los ecos de una soleá. Un cantaor rompe en su<br />

quejío, <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong> responde y un CORO de voces la remata.<br />

Caballo es dinero,<br />

dinero es caballo,<br />

maldito los jurdós<br />

que mueven el veneno.<br />

Soy la caballo, huyo del hambre,<br />

Hay que tirar palante y nunca mirar atrás.<br />

Madre Caballo huye del hambre,<br />

Tira palante y no mira atrás,<br />

Pero tirando, tirando, tirando,<br />

Se quea solita y sus hijos se van.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 11 de 74


2. Venta cercana a la playa. Una tarde, dos años después.<br />

A lo lejos, el rumor de las olas. El CANTINA, que fuma en boquilla, disputa<br />

con la <strong>CABALLO</strong> por unos gramos de coca.<br />

CANTINA<br />

El Facundo me dijo que vendría, que iban de movida y había que celebrarlo. Pero no me<br />

quedan más que unos cuartitos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Haciendo unas rayas.) Cuando el Facundo sale de jarana hay que llenar la despensa,<br />

Cantina.<br />

CANTINA<br />

Por eso te di el cante, porque tú siempre vas bien surtida.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Por eso na más?<br />

CANTINA<br />

Por eso y por verte.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Qué mal mientes.<br />

CANTINA<br />

Y tú qué cara te vendes.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Menos coba y cata el material. Esta coca no se la vendo a cualquiera. Me la trae un<br />

piloto de Colombia. Pero sabiendo que es pa el Facundo te la pongo a ocho.<br />

CANTINA<br />

¿A ocho boniatos el gramo? Ni soñando.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si quieres te busco un saco yeso... Mete nariz. (Esnifa el CANTINA.) ¿Qué? ¡Te ha<br />

llegao al cerebro!<br />

CANTINA<br />

Glucosa.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Qué poco entiendes!<br />

CANTINA<br />

Por un tubo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

La tocas con las yemas y se te duermen los deos.<br />

CANTINA<br />

Se la paso al Facundo y me muele las costillas.<br />

Esnifa otra raya.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Entonces, ¿a qué viene esa nariz tan larga?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 12 de 74


CANTINA<br />

A seis te pillo diez gramazos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Seis talegos! ¿Tú, qué quieres? ¿Explotarme?<br />

CANTINA<br />

¿A ti? No hay hombre que te pille las vueltas.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Será porque no lo intentan.<br />

CANTINA<br />

Será que les das miedo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Yo no me como a nadie.<br />

CANTINA<br />

(Tras una pausa.) ¿Me estás camelando, o es por el negocio?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Yo no mezclo el puchero con el catre.<br />

CANTINA<br />

Pónmela a siete y luego hacemos fiesta.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Aquí?<br />

CANTINA<br />

Cuando se vaya el abuelo chapo el chiringuito y pasamos de clientela.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Mu flamenco te veo de repente.<br />

CANTINA<br />

¡Reina, por ti bailaba yo una rumba en los infiernos!<br />

Sonríe la <strong>CABALLO</strong>. El CANTINA retira los vasos y se aleja hacia la barra<br />

mientras aparece el TÍO FACUNDO, acompañado del ELIGIO, al que la<br />

<strong>MADRE</strong> todavía no reconoce, y del CURITA, que lleva una guitarra que a<br />

veces rasguea. Se sientan los tres a una mesa.<br />

FACUNDO<br />

Siéntate, a mi vera, Eligio. A mí los hombres me gustan bien bragaos, no como el<br />

Curita, ¡to el día con las beatas y las viejas! Que conste que le apoyo por lavar la cara,<br />

pero a mí lo que me priva es un par de huevos bien fundíos.<br />

CURITA<br />

Facundo, de todo debe haber en la viña del Señor. A ti te toca mandar en tus negocios y<br />

a mí cuidar de los pobrecitos viejos, de las niñas que se pierden con la droga, de los que<br />

se ven sin techo...<br />

FACUNDO<br />

Sin techo se quedó la Iglesia. ¿Cuánto te di? Dos millones. Y te lo has pimplao.<br />

CURITA<br />

En puridad, saqué a unos cuantos de la trena.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 13 de 74


FACUNDO<br />

¡En puridad! Mucha labia, mucho pregón y mucho cuento pa llevarte a la tribu de calle,<br />

pero te hiciste protestante pa tirarte a la Felisa.<br />

CURITA<br />

La carne es débil. Hasta Cristo, dicen, conoció a la Magdalena.<br />

FACUNDO<br />

Conocerla pudiera, ¿pero dónde está escrito que se acostara con ella?<br />

CURITA<br />

Me daba mucha pena la Felisa.<br />

FACUNDO<br />

Así que le pusiste el piso...<br />

CURITA<br />

No. Soy un hombre del pueblo y al pueblo me debo.<br />

FACUNDO<br />

Si a mí me da igual que me da lo mismo, pero es que me tienes la parroquia cantando<br />

por el Padre Nuestro hasta a la hora de la siesta.<br />

CURITA<br />

Mientras cantan no se drogan.<br />

FACUNDO<br />

Y de eso tenemos que hablar. A mí tu secta me la suda, con perdón, pero podías salvar<br />

sus almas sin estorbarme el negocio.<br />

CURITA<br />

Con legalizar la droga se acababan los problemas.<br />

FACUNDO<br />

¡Legalizarla, dice! ¿Y qué hago yo? ¿Monto un estanco?<br />

Toca el ELIGIO las palmas llamando al CANTINA que acaba de aparecer<br />

con más bebidas.<br />

CANTINA<br />

¡Ya va!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Te decides?<br />

CANTINA<br />

Se me ha dormío la lengua... ¿En qué hemos quedao?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿En qué vamos a quedar? En siete y medio.<br />

CANTINA<br />

Está bien, reina. Ve haciendo cartuchos con el papel de la libreta y aparta una roquita pa<br />

nosotros,<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Olé, los hombres guapos! Yo no tomo, pero luego nos echamos unos güisquis, si te<br />

hace...<br />

CANTINA<br />

Me hace y te como las entrañas...<br />

Después de una carantoña el CANTINA se acerca a la mesa del<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 14 de 74


FACUNDO. La <strong>CABALLO</strong> hace papelinas con una balanza de bolsillo.<br />

CANTINA<br />

A las buenas, señores.<br />

CURITA<br />

Coño, Cantina, ¿no te habían guardao pa empezar el cumplimiento?<br />

CANTINA<br />

Hasta Marzo no llega la condena. ¿Qué ponemos?<br />

ELIGIO<br />

A mí ponme un güisqui-cola.<br />

FACUNDO<br />

Ponle el güisqui solo y la coca aparte. Y a mí un gin-tonic de ron.<br />

CANTINA<br />

¿Y el Curita?<br />

CURITA<br />

Yo me apunto al güisqui, que es mano de Santo pa la circulación.<br />

Se aleja el CANTINA a por las bebidas. La <strong>MADRE</strong> se percata de la<br />

presencia de su hijo y atiende la charla.<br />

FACUNDO<br />

Eligio, te has portao como un guerrero. Esos pescaores se han creío que to lo que caiga<br />

en las redes va a la lonja. Pero les has dao la lección del maestro.<br />

CANTINA<br />

(A la <strong>CABALLO</strong>.) ¿Cómo van las papelas?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Al loro, Cantina! Ese que viene con Facundo es mi hijo. Se largó hace dos años y hasta<br />

hoy no le había visto el pelo.<br />

CANTINA<br />

Pues Facundo le festeja y le lleva en palmito. ¿Qué favor le ha hecho?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cualquier barbaridad. Tiene la sangre hirviente, como el padre. Carne de cañón para esa<br />

tropa.<br />

CANTINA<br />

Dame los cartuchos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Estos no sirven. Pa mi hijo te pongo la buena. No quiero que le vean los mocos<br />

colgando.<br />

Saca otra bolsa y empieza de nuevo con las papelinas. El CANTINA se aleja<br />

y sirve a los otros.<br />

FACUNDO<br />

Venga, Eligio. Cuenta la movida.<br />

ELIGIO<br />

Pues ahí va la cosa. Por un colega supe que los de la Atunara habían trincao los fardos<br />

que tiró el mercante a unas cien millas de la playa. Les habían puesto cargas de sal pa<br />

que se hundieran y no salieran a flote hasta la noche. Los joíos pescadores los<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 15 de 74


ecogieron del fondo y, en vez de dar el cante, se callaron pensando en negociarlos.<br />

Pero yo los vi bajar a tierra, mañanita mu temprano, y llevarlos corriendo a una caseta.<br />

Los seguí, me oculté mientras faenaban y en terminando lo suyo me planté en la puerta.<br />

FACUNDO<br />

¿Con quién ibas tú?<br />

ELIGIO<br />

Con nadie. Más solito que la una me planté delante, con las manos en los bolsillos,<br />

silbando. Y conforme salieron y me vieron, se vinieron pa mí con un puñao de palos<br />

levantaos.<br />

CURITA<br />

Por el hambre que pasan.<br />

ELIGIO<br />

Su problema. Yo, por las buenas, hubiera negociao, pero a la malas, ya me conocéis.<br />

FACUNDO<br />

Y te enzarzaste con ellos.<br />

ELIGIO<br />

No tan pronto. En ese punto se hubieran liao conmigo a palos a reventarme la cabeza.<br />

Yo no tenía opción, así que reculé diciendo: "Compañeros, ponerme el fardo a quinién y<br />

no rechisto..." Como si quisiera negociar. Les pilló de sorpresa y se quedaron mu<br />

quietos, mu callaos.<br />

CURITA<br />

¿Cuántos eran?<br />

ELIGIO<br />

Cuatro o cinco, apretaos como sogas del amarre. Entonces se apartaron entre ellos,<br />

discutiendo del jurdó, que no habían tenío tiempo ni de hablarlo, dándome la espalda los<br />

pringaos. Yo vi el hueco, abrí la tiesa y le tiré un pinchazo en los riñones al más grande.<br />

Y ya puestos, a los otros, con la mismas: en el cuello, en el pecho, en la barriga... Donde<br />

les iba pillando. Y apretando con fuerza la navaja bien parriba, pa que entraran las<br />

burbujas... Total, que en un momento los dejé bien muertos.<br />

FACUNDO<br />

Qué tunante.<br />

ELIGIO<br />

Ya digo, cuatro o cinco. Los metí en la caseta y me llevé los fardos.<br />

FACUNDO<br />

Y tú, ¿qué opinas, Curita?<br />

CURITA<br />

¿Yo? ¿Tengo que opinar?<br />

FACUNDO<br />

Sí. ¿Crees que se condenará por esto, o lo tenían merecido los fiambres?<br />

CURITA<br />

(Con mucho tiento.) Quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón. Pero matarlos,<br />

matarlos... No sé. Dice Dios: "No matarás", pero hay que estudiar el caso... Que los<br />

fardos no eran suyos es fetén. Y si no les tira él antes, le hubieran majao a palos. Yo no<br />

sé si habría indulgencia.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 16 de 74


FACUNDO<br />

Mira lo que dices que va el techo de tu iglesia.<br />

CURITA<br />

Hay que estudiarlo, Facundo. En tiempos de Jesús no había tanta droga.<br />

FACUNDO<br />

Me conformo. Además, si no los mata, ¿qué habría sío de los fardos? Calcula el dinero<br />

perdío si les trincan. Na más por aficionaos merecían la horca. En cambio, asina,<br />

comerán los <strong>Antonio</strong>vich con el sudor de su frente. Y los primos y los amigos de los<br />

<strong>Antonio</strong>vich. Los maderos, el trabajo asegurao buscando al matador. Los periódicos<br />

forraos. Los pringaos leyendo los periódicos. Los políticos haciendo leyes. Los jueces<br />

condenando. Los carceleros vigilando. Y tú cantando misas pa las beatas y cobrando.<br />

ELIGIO<br />

Eso es la Biblia.<br />

FACUNDO<br />

¡Y tos contentos!<br />

CURITA<br />

La vida es una cadena que llevamos en el pescuezo...<br />

FACUNDO<br />

Bien por Eligio. Si te hubieran matao no se hubiera enterao ni tu madre. (En voz alta.)<br />

¿Dónde está esa papela pa alegrarle las napias al ahijao del Facundo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Apareciendo.) Aquí está. La papela y la madre.<br />

ELIGIO<br />

¡Mi madre! ¿Qué hace usted aquí?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Escuchar lo que no debo, mal hijo, mal hombre, mal nacío, despojo de mis entrañas...<br />

¡Dame un abrazo!<br />

ELIGIO<br />

(Abrazándola.) Está usted hecha un pimpollo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y tú un bandido. ¿Quién te manda tener la sangre tan caliente?<br />

ELIGIO<br />

Me estoy labrando un porvenir, como usted quería.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Desgraciao, un hoyo por venir en mitad del campo. Debería darte una paliza que te<br />

rompiera las piernas.<br />

FACUNDO<br />

Es un fenómeno, Dora. Le he nombrao lugarteniente por cojonudo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Sale al padre el niñato. Te durará bien poco.<br />

CURITA<br />

¿Nos hacemos las rayas o qué?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Mira el Curita, qué espabilao!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 17 de 74


CURITA<br />

El encuentro lo merece, Dorita...<br />

ELIGIO<br />

Yo reparto.<br />

Empieza a hacer unas rayas.<br />

FACUNDO<br />

(A la <strong>MADRE</strong>.) Qué guerra de hijos... Cuando no nos los matan se nos suben a las<br />

barbas.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Diga usted que sí, Facundo. ¡Esto es una guerra y no la de los treinta años!<br />

Comienzan a tocar las palmas y se arrancan de jarana. El CURITA toca la<br />

guitarra. El CANTINERO y ELIGIO acompañan con palmas.<br />

ELIGIO<br />

¡Vamos allá, las madres buenas!<br />

CURITA<br />

¡Y las buenas rayas!<br />

FACUNDO<br />

¡Y los curas buenos!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Vámonos, vámonos, que nos vamos...!<br />

El CURITA se arranca por tangos. La <strong>MADRE</strong> y ELIGIO se echan un baile<br />

mientras todos cantan y se unen a la fiesta.<br />

Corales y anillos de oro,<br />

zarcillos de puro nácar,<br />

los rosales se le inclinan<br />

cuando la Madre Caballo pasa.<br />

La cara recién lavá,<br />

el moño mu recogío,<br />

y en los pliegues de la farda<br />

una ristra paquetillos.<br />

Madre Caballo no hay más que una,<br />

y no hay un hombre en el mundo<br />

que le mida las hechuras.<br />

Dorita la Quincallera,<br />

desde Algeciras a Palmones,<br />

la llaman Madre Caballo<br />

pero es la Madre…<br />

Corales y anillos de oro,<br />

zarcillos de puro nácar,<br />

los rosales se le inclinan<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 18 de 74


...Y siguen la juerga.<br />

cuando la Madre Caballo pasa.<br />

Madre Caballo no hay más que una,<br />

y no hay un hombre en el mundo<br />

que le mida las hechuras.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 19 de 74


3. Descampado en Algeciras. Mediodía, seis meses más tarde.<br />

La furgoneta con la CATI al volante, la <strong>CABALLO</strong> y el CURITA, acaba de<br />

llegar. El motor se detiene y bajan los tres. Luego van bajando bultos de<br />

cartón llenos de quincalla y ropa, piezas de tela y enseres domésticos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Mueve el culo, Curita. Hay que bajar el género, abrir el doble fondo, limpiarlo y dejarlo<br />

como una patena.<br />

CURITA<br />

¿Pa qué tanta limpieza, si hay que cargar mañana?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

La resina canta mucho y esos perros policías saben más que los ratones blancos. Hay<br />

que fregar el hueco con zotal. Si nos para la canalla, nos colocan del tirón.<br />

CURITA<br />

Si nos paran les untamos como siempre.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una breve pausa.) Tú te llevas tu parte, ¿no?<br />

CURITA<br />

Pa mis caridades.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y duermes caliente desde que se fue el Cantina.<br />

CURITA<br />

Mejor que con la Felisa.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y fumas tus platitas y comes tus buenos filetes.<br />

CURITA<br />

El Señor cuida de nosotros como de sus pajarillos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Aleluya.<br />

CURITA<br />

¡Aleluya!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Pues baja los fardos y refriega el hueco o te doy boleta y te quedas sin alpiste, ¡aleluya!<br />

El CURITA obedece. La CATI le ayuda a poner las cajas de ropa y las telas<br />

fuera de la furgoneta. La FRANCESA, encanijada sobre sus zapatos rojos<br />

de flamenca, se acerca con rapidez.<br />

FRANCESA<br />

¡Caballo...!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué quieres tú, piltrafa?<br />

FRANCESA<br />

Dame dos paquetillos.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 20 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Por qué no lo pregonas por los altavoces, pa que se entere el municipio?<br />

FRANCESA<br />

Porque vengo enmoná. ¿Tienes o no?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿No voy a tener? Aguarda que la saco.<br />

La <strong>CABALLO</strong> entra en la furgoneta. La CATI baja y la observa de cerca.<br />

FRANCESA<br />

¿Tengo monos en la cara?<br />

CURITA<br />

Lo raro sería lo contrario.<br />

FRANCESA<br />

(Tras una pausa.) ¡Caballo, que es pa hoy!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Apareciendo.) Sigue gritando… ¿A que te parto los pocos dientes que te quedan?<br />

FRANCESA<br />

¡Vale! Los paquetillos y me abro.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El dinero.<br />

FRANCESA<br />

Pon la mano.<br />

La <strong>CABALLO</strong> la pone. La FRANCESA saca una bolsa con un puñado de<br />

calderilla y se lo planta en la palma.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Esto qué es?<br />

FRANCESA<br />

Dos mil pesetas. Cuéntalo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Te has creído que soy el Banco España? (Tira la bolsa al suelo.) ¡Vuelve con billetes!<br />

FRANCESA<br />

¿No es dinero?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Para mí, morralla.<br />

Se aleja. La FRANCESA recoge el dinero desparramado por el suelo.<br />

FRANCESA<br />

Pero yo, ¿qué le he hecho?<br />

CURITA<br />

¿Cómo vienes a pillar con la chatarra?<br />

FRANCESA<br />

Porque no hay clientela y he estao aparcando coches pa juntarlo.<br />

CURITA<br />

No te faltaría trabajo si no hubieras dejao los tablaos.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 21 de 74


FRANCESA<br />

¿Con los tobillos hinchaos? No puedo dar ni un paso... (Se desespera recogiendo las<br />

monedas.) ¡La tía no quiere más que billetes! Pero esta me la paga como me llaman la<br />

Francesa.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Al loro.) Ándate con ojo que aún te llevas un palo.<br />

FRANCESA<br />

(Levantando la voz.) ¡El palo te lo va a dar mi novio como le cuente el desprecio!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Huy, qué miedo… A tu novio el Aduanero me lo como yo pa merendar.<br />

La CATI observa la escena atraída por los zapatos rojos.<br />

CURITA<br />

(Dándole una papelina.) Toma y lárgate ya.<br />

La FRANCESA coge el paquetillo y se aparta unos metros. Se agacha y se<br />

prepara una platita de urgencia.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Curita, ¿a qué palo juegas?<br />

CURITA<br />

Es una caridad, mujer. Viene hecha polvo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Que se comporte. Si no, sobra. Y tú, Cati, ni te acerques a esa guarra<br />

FRANCESA<br />

¿A quién llama usted guarra, vamos a ver?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

A ti, niñata. Con esa pinta y la mierda que llevas.<br />

CURITA<br />

Dorita, no seas cruel. Esta niña necesita ayuda.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Y yo no? ¿Yo no necesito ayuda? Mira a la Cati. Te juro que si la viera un día<br />

renqueando como a esa escoria la ahogaba con estas manos. (A la CATI, que asiente.)<br />

Fíjate bien, Cati. Eso es lo que trae el artisteo, los tablaos y el irse con los hombres a lo<br />

loco. ¡Barrigas y puteo! Y luego el caballo, que ojalá la mate pronto.<br />

FRANCESA<br />

¡Ojalá se muera usté, puta vieja!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué has dicho?<br />

FRANCESA<br />

¡Lo que me da la gana!<br />

CURITA<br />

Vete a ponerte a tu casa.<br />

FRANCESA<br />

¡El campo no es suyo!<br />

La <strong>CABALLO</strong> coge un sartenón y la persigue unos metros.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 22 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Te vas a enterar de quién es la Madre Cojones!<br />

FRANCESA<br />

¡Tus muertos! ¡Al Aduanero vas!<br />

Le tira los zapatos de flamenca y sale corriendo. El CURITA sujeta a la<br />

<strong>CABALLO</strong>.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Atrévete a volver y te rompo la cara!<br />

CURITA<br />

¡No merece la pena...!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Déjame! (Se suelta.) En esto estoy sola como en todo. El Eligio sin volver desde el<br />

verano. El Caraculo desaparecío. Y la Cati... (Ve a la CATI con los zapatos de la<br />

FRANCESA dando unos pasos de baile.) ¡La madre que te parió! ¡Quítate esos tacones<br />

o te arranco los pelos de cuajo! (La CATI se quita los zapatos.) ¡Dame! (La CATI se<br />

niega y sale corriendo con ellos.) ¿Dónde vas? ¡Cati, vuelve! ¡Yo te compro unos<br />

nuevos...! (Se detiene. Luego, al CURITA.) ¡No te quedes mirando! ¡Ve por ella!<br />

El CURITA sale tras la CATI. Por el otro extremo ha aparecido el<br />

CARACULO. Se le nota el efecto de las drogas. Esmirriado y un punto de<br />

cuelgue, trae consigo una bolsa enorme de deportes.<br />

CARACULO<br />

Madre.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Volviéndose.) ¡Caraculo!<br />

CARACULO<br />

Hola.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Chiquillo, ¿qué te ha pasao?<br />

CARACULO<br />

¿A mí? Na.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Cómo que na? ¿Tú te has visto? ¿Dónde estabas?<br />

CARACULO<br />

Con los colegas, rulando.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Se descarga con él y le pega con el sartenón.) ¿Nueve días? ¡Sinvergüenza! ¡Y tu<br />

madre sufriendo!<br />

CARACULO<br />

(Zafándose.) ¡Madre, no me pegue más que ya estoy grande!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Pausa. Baja la sartén.) ¿Has comío?<br />

CARACULO<br />

De puta madre. Tengo jurdó.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 23 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿De dónde? (CARACULO no responde y agacha la cabeza.) Valiente facha. Quítate esa<br />

ropa y ponte una muda nueva.<br />

Va hacia las cajas y saca camisas y pantalones que va eligiendo.<br />

CARACULO deja la bolsa en el suelo y se va desnudando. Mientras hablan<br />

se viste con la muda nueva.<br />

CARACULO<br />

Madre, tengo que pedirle un favor.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si te has metío en un lío, me olvidas. Así aprendes.<br />

CARACULO<br />

Guardarme un bulto. La bolsa. En el compartimento.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No!<br />

CARACULO<br />

¡Es currele!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Que no…!<br />

CARACULO<br />

Sólo unos días...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa, estudiando la bolsa.) ¿Qué tiene?<br />

CARACULO<br />

El Eligio me presentó al Facundo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Lo sabía! ¡Te he dicho que a tu hermano ni acercarte!<br />

CARACULO<br />

Le va mu bien. Te manda muchos besos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ahórrate los cumplidos porque yo de él ni me acuerdo.<br />

CARACULO<br />

El Facundo me dijo que podía entrar en el negocio, que como soy tranquilito y tengo<br />

cara buena gente y se me dan bien los números...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Rompe ya!<br />

CARACULO<br />

¡Que podía ejercer de contable!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Y?<br />

CARACULO<br />

Na. Que me ha dao los billetes… pa contarlos.<br />

Abre la bolsa y saca un puñado.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 24 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Madre de Dios! ¿Se te ha abrasao el cerebro?<br />

CARACULO<br />

¡Sólo contarlo y guardarlo unos días! Son millones... Por lo visto hay mosqueo y se fía<br />

de nosotros.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Pues yo no me fío de él! Vas y devuelves la bolsa. ¡Y tu hermano me oye!<br />

CARACULO<br />

(Cerrando la bolsa.) Se han ido a Galicia, pa esquivar la movida. Me da un cuarto kilo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Ni por un kilo billetes! ¿Qué necesidad tienes tú de enredarte con esos fulanos? ¿Te ha<br />

faltao algo conmigo?<br />

CARACULO<br />

No. Pero tengo mis gastos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Pausa.) ¿Te has enganchao? (Otra pausa. El hijo agacha la cabeza.) Qué mierda de<br />

vida. ¿No te dije que no hay que probarlo, que es mu gustoso y no te deja vivir?<br />

(Pausa.) ¿Tienes mono?<br />

CARACULO<br />

Dentro un rato.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Me vais a matar entre todos! ¡El Eligio, tú y la niñata muda esta! (Le da un paquetillo.)<br />

Toma. Y vete donde no te vea.<br />

CARACULO<br />

¿Qué hago con la bolsa?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

La entierras bajo la arena y te pierdes.<br />

CARACULO<br />

Madre, no me deje solo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Que te vayas! ¡Y no me llames madre! Llámame Caballo, ¿te enteras? ¡Caballo! Ya no<br />

eres mi hijo.<br />

Silencio. El hijo mira el paquetillo, lo guarda, carga la bolsa y se va. La<br />

<strong>MADRE</strong> ordena compulsivamente las cajas. Entonces llega deprisa el<br />

CURITA tirando de la CATI, que lleva los zapatos en la mano.<br />

CURITA<br />

(Alarmado) ¡Agua, Caballo! Deja la carga y sube al furgón que viene la pasma del<br />

poblao.<br />

Sube a la furgoneta y se dispone a arrancarla. La <strong>MADRE</strong> se hace cargo de<br />

los zapatos y los arroja dentro de una caja.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Por nosotros?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 25 de 74


CURITA<br />

Por el cajero de los <strong>Antonio</strong>vich. Le buscan rabiosos por un dinero que lleva en una<br />

bolsa.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Mi hijo! ¡Tenemos que avisarle!<br />

CURITA<br />

¿Ha vuelto el Eligio?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡El Caraculo! ¡Y acabo de echarle de mi vera!<br />

CURITA<br />

Sabía yo que ese niño escarriaba.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Son muchos los secretas?<br />

CURITA<br />

Dos ná más. Pero vienen repartiendo leña como veinte, pa ver quién da el cante.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Entonces vienen por su cuenta.<br />

CURITA<br />

Por lo visto le dieron al Facundo unos dineros pa meterlo en el negocio, de parte de<br />

unos italianos. Pero el Facundo les ha hecho la pirula y se ha quitao de enmedio.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cati, ven que te refriegue la cara, no se les antoje joderte el virgo.<br />

Mete la mano en los bajos del furgón, se la llena de grasa y la refriega por<br />

la cara de la CATI.<br />

CURITA<br />

Dorita, que si huelen la resina nos fostian hasta en el cielo de la boca.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Ensuciando la cara de la CATI.) Esta y yo somos mudas.<br />

CURITA<br />

¡Se busque la vida Caraculo!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Hay que ayudarle! Quiere imitar al hermano pa ganarse al Facundo, y le va a costar la<br />

vida. (A la CATI que resiste, metiéndole un dedo en la boca.) Traga un poco de grasa y<br />

echa la vomitona en el furgón. (La CATI sufre arcadas. La <strong>MADRE</strong> la sube a<br />

empujones.) ¡Aquí fuera, no! ¡En el trasfondo! (Al CURITA.) ¡Y tú esconde los<br />

cartuchos!<br />

Le da un puñado y empieza alejarse.<br />

CURITA<br />

(Escondiendo la droga.) ¿Dónde vas?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

A buscarle entre los pinos. Ese niño es un honrao. No servía pa na y le enseñé a ser<br />

cabal...<br />

De repente se oye un disparo que les deja clavados. La CATI vomita.<br />

Silencio. La <strong>MADRE</strong> se da un golpe en el pecho.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 26 de 74


CURITA<br />

Ya le han trincao.<br />

La <strong>MADRE</strong> trata de salir corriendo. El CURITA la detiene. Del lugar<br />

donde sonó el disparo llegan voces.<br />

CURITA<br />

¡Cordura, Dorita, que vienen!<br />

La CATI baja de la furgoneta reponiéndose.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Si van por su cuenta, se puede negociar!<br />

CURITA<br />

¡De momento, aguanta la gallina!<br />

Al momento, con grandes voces, entran el COMISARIO y el INSPECTOR,<br />

con las pipas en la mano, empujando a CARACULO que cae al suelo herido<br />

en una pierna del balazo.<br />

COMISARIO<br />

¡Policía! ¡Las manos en la nuca y contra la furgoneta!<br />

CURITA<br />

¿Pasa algo, agente? Soy sacerdote...<br />

El INSPECTOR le da una patada sobre la marcha en la entrepierna.<br />

INSPECTOR<br />

Ave María Purísima...<br />

CURITA<br />

Sin pecado concebida, pero soy protestante.<br />

El CURITA se incorpora y renqueante se apoya en la furgoneta. El<br />

INSPECTOR cachea a la CATI metiéndole mano con descaro. La CATI se<br />

revuelve. El poli se divierte.<br />

INSPECTOR<br />

Quietecita, niña. A ver si te hago un favor...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Deje tranquila a mi hija! ¿No ve que es subnormal?<br />

El INSPECTOR la deja y se encara con la <strong>MADRE</strong>.<br />

INSPECTOR<br />

Yo a ti te conozco.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Somos quincalleros y con nadie nos metemos.<br />

COMISARIO<br />

Te conozco, Caballo. ¿No te acuerdas de mí? Te detuve por tráfico hace seis años.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Sí, pero ya lo pagué. Ahora sólo vendo ropa, quincalla, sartenes, cuchillos, camisas, tela<br />

pa los visillos...<br />

COMISARIO<br />

¿No anda tu hijo con los <strong>Antonio</strong>vich?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 27 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué hijo?<br />

COMISARIO<br />

¿Cuántos tienes? Ese que es medio gitano.<br />

INSPECTOR<br />

Deseando estoy de echármelo a la cara.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cuando lo encuentre, le manda mis recuerdos.<br />

INSPECTOR<br />

(Metiendo la nariz en el furgón.) ¿A qué huele aquí?<br />

CURITA<br />

Se mareó la niña y empezó a potar. Nos paramos a limpiarlo.<br />

INSPECTOR<br />

Creía yo que a los quinquis os gustaba oler la mierda, como a los escarabajos peloteros.<br />

COMISARIO<br />

(Por CARACULO.) ¿Conocéis a esta prenda? ¿Le conocéis?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) No.<br />

COMISARIO<br />

La ropa que lleva parece de esos lotes.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Es ropa barata. Se vende en los piojitos.<br />

COMISARIO<br />

Buscamos a un juslai con un cargamento de billetes.<br />

CARACULO<br />

No soy quien buscáis. Llevarme a un médico.<br />

INSPECTOR<br />

(Pisándole la herida.) Calladito. ¿No habéis visto a este pavo con una bolsa grande de<br />

deportes?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Nosotros no hemos visto na.<br />

INSPECTOR<br />

¿Seguro?<br />

CARACULO<br />

¡No soy quien buscáis! ¡No conozco a esta gente, ni a los <strong>Antonio</strong>nis...!<br />

INSPECTOR<br />

¿Quieres que te dé otro tiro?<br />

Vuelve a pisarle la herida. CARACULO se queja.<br />

CARACULO<br />

¡Me duele la pierna!<br />

INSPECTOR<br />

Pues canta, joder, y te pongo unas tiritas.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 28 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Dejen al chiquillo en paz!<br />

INSPECTOR<br />

¿Quieres cambiarte por él?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si tuviera lo que buscan ya lo hubiera dicho.<br />

INSPECTOR<br />

¿Este? Aún le falta un repaso.<br />

CARACULO<br />

¡No, por favor!<br />

COMISARIO<br />

Tranquilo, chaval. Vamos al bosque y hablamos… (Le incorporan.) Y vosotros, al<br />

camino. Si volvemos a cruzarnos nos tiramos a la niña y al género prendemos fuego.<br />

Salen empujando a CARACULO.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No le hagan daño! ¡Si tuviera la bolsa ya la habría entregao! ¡Es un crío, señor policía!<br />

(Al CURITA.) Esos hijos de puta me lo matan. Me lo revientan en mitad los pinos. ¿Para<br />

qué pago yo los impuestos? ¿Pa que unos asesinos me maten a los hijos? (Tras una<br />

pausa, a la CATI.) Niña, ve limpiando. Hay que cargar los fardos y tirar palante en<br />

cualquier caso.<br />

La CATI obedece. Aparece la FRANCESA seguida del ADUANERO.<br />

FRANCESA<br />

¡Aquí está mi hombre con su buena pipa! ¿Quién le iba partir la cara a la Francesa?<br />

ADUANERO<br />

Calla, que se te va la fuerza por la boca.<br />

FRANCESA<br />

¡Enseña la pistola, a ver quién es aquí el más fuerte!<br />

ADUANERO<br />

¡Tate quieta, coño! Qué manía con la pipa. ¿Sabré yo cuando usar el armamento?<br />

FRANCESA<br />

¡Vale! (Impaciente.) Habla ya. ¡Venga...!<br />

ADUANERO<br />

(Tras una pausa, educado.) Buenas tardes...<br />

FRANCESA<br />

¿Buenas tardes? ¡Regálale un puro también! Me trata como a una algofifa y le haces<br />

reverencias... Pero, ¿qué clase de novio eres tú?<br />

CURITA<br />

Francesa, se acaban de llevar al Caraculo y no está el horno pa bollos.<br />

ADUANERO<br />

¿Quién ha sido?<br />

CURITA<br />

Unos monos.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 29 de 74


ADUANERO<br />

¿Por derecho?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Por la cara!<br />

FRANCESA<br />

¿A ti qué te importa?<br />

ADUANERO<br />

¿Te quieres callar?<br />

FRANCESA<br />

¿Me vas a defender o no?<br />

El CURITA se adelanta ofreciendo a la FRANCESA un paquetillo.<br />

CURITA<br />

Ponte un paquetillo, a ver si te calmas.<br />

FRANCESA<br />

Mira qué fácil. Un paquetillo y adiós. Está visto que una no pinta na en este mundo.<br />

Toma el paquetillo y sube a la furgoneta relatando.<br />

ADUANERO<br />

¿Qué ha pasado?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Le van a dar tormento hasta que cante la Traviata. Pero no dirá esta boca es mía. Sabe<br />

bien lo que vale un chivato. Si no pongo remedio me lo matan en el bosque.<br />

ADUANERO<br />

¿No puedes denunciarlos?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿A quién? Unos por otros se cubren las espaldas.<br />

CURITA<br />

La suerte de un quinqui no vale una chica.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Van por su cuenta. Si tuviera dinero podría negociar, pero hasta que cobre el porte estoy<br />

en blanco.<br />

ADUANERO<br />

¿Cuánto vale el furgón? Género incluso.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No está en venta.<br />

ADUANERO<br />

¿Cuánto pides? Si tienes problemas, puedo darte un dinero. Me he propuesto retirar a la<br />

Francesa. Está enferma y un negocio la sacaba del puteo. Me gusta ayudar a la gente.<br />

Como al cura.<br />

CURITA<br />

Y sacarle la sangre en el momento.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Calla. ¿Cuánto ofrece?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 30 de 74


ADUANERO<br />

Medio kilo. En mano.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y me quedo en la cuneta. Así no hay trato.<br />

ADUANERO<br />

Pero salvas al hijo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Tengo a la Cati. Y el Eligio cualquier día vuelve a meter la cuchara. Sin furgona tendría<br />

que volver al moro, y pa culera estoy vieja. No puedo vender.<br />

ADUANERO<br />

Entonces, nos vamos. Francesa…<br />

FRANCESA<br />

(Bajando de la furgoneta.) ¿Ha pedío perdón?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Aduanero...<br />

ADUANERO<br />

¿Qué hay?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Venderla no puedo, pero empeñarla sí.<br />

ADUANERO<br />

Eso, en el Monte de Piedad.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Me avengo al contrato si me das un plazo pa recuperarla.<br />

ADUANERO<br />

Así no interesa.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Medio kilo es un regalo! Si no lo he devuelto mañana te quedas con todo. El furgón<br />

está recién sacao del taller y el género es de primera.<br />

FRANCESA<br />

¿Qué estáis negociando?<br />

CURITA<br />

Toma y vuelve a la cabina.<br />

Le da otro paquetillo.<br />

FRANCESA<br />

¿No me puedo enterar?<br />

CURITA<br />

¡No!<br />

FRANCESA<br />

Me estoy cabreando. Que conste.<br />

Vuelve a la furgona.<br />

ADUANERO<br />

¿Y si consigues el dinero?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 31 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Quedamos como siempre y te hago un regalo.<br />

ADUANERO<br />

Servicio completo, pero elijo yo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Menos la niña, lo que quieras.<br />

ADUANERO<br />

De acuerdo. Tardo un minuto.<br />

Se aleja rápidamente.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Curita, corre al bosque y busca un arreglo.<br />

CURITA<br />

¿Yo, por qué?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Porque me da la gana!<br />

CURITA<br />

¿Y qué les digo? ¿Les largo un sermón?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Les cuentas de tus caridades, de tus viejos, del hogar de los yonkis... Y luego ofreces el<br />

dinero. Pero no digas que el hijo es mío.<br />

CURITA<br />

¿Y el furgón?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cuento con la pasta de la bolsa.<br />

CURITA<br />

¿Y el Facundo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Deja de preguntar y corre, que me lo van a destrozar! (Empieza a alejarse.) ¡Espera!<br />

Medio kilo es mucho.<br />

CURITA<br />

Un cuarto me parece poco.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Es tuyo el dinero?<br />

CURITA<br />

Ni el dinero ni los hijos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) ¿Y si el niño ha cantao? ¡Le salvo la vida y me quedo en la cuneta!<br />

CURITA<br />

¡Habrá que arriesgarse!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ofrece un cuarto kilo.<br />

CURITA<br />

¡Qué huevos tienes!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 32 de 74


NADRE <strong>CABALLO</strong><br />

¡Me guardo lo justo para retomar el negocio!<br />

El CURITA se aleja. Baja la FRANCESA.<br />

FRANCESA<br />

¿Dónde está mi novio?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cati, guarda los bultos. Si falla el arreglo habrá que malvender el género en San Roque.<br />

FRANCESA<br />

Caballo...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué quieres? El Aduanero se aprovecha de nuestra desgracia. Pero no te veo yo<br />

haciendo los piojitos.<br />

FRANCESA<br />

¿A mí? Me estás liando...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Le tienes al agua bendita. Te quiere retirar con la furgona.<br />

FRANCESA<br />

¿De quincallera? Ni muerta.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Se la acabo de empeñar. Si mañana es tuya, te lo compro.<br />

FRANCESA<br />

¿Por cuánto?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Por doscientos.<br />

FRANCESA<br />

¿Billetes?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Como lechugas verdes.<br />

FRANCESA<br />

¡Vale! No entiendo na, pero me encanta el trato.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Pues chitón.<br />

FRANCESA<br />

Con un paquetillo me corto la lengua.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Dándoselo.) Toma. Ponte a gusto. Y perdona la bronca. Estaba mu nerviosa.<br />

FRANCESA<br />

Qué buena gente eres, Caballo.<br />

Sube al furgón.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Una santa. (A la CATI.) ¿Te das cuenta? Si fuera la gente cabal los pobres estaríamos<br />

perdíos. Menos mal que el dinero abre las puertas. Con dinero se compra a la canalla, a<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 33 de 74


los jueces, a los carceleros... Por un cuarto me sueltan al niño. Y por tres paquetillos<br />

aguanto el tirón. Me parece hasta barato...<br />

CURITA<br />

(Llegando.) ¡Por el cuarto no tragan!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Está vivo?<br />

CURITA<br />

Por ahora. Le han trinchao un ojo con un tenedor y ha empezao a cantar, pero no<br />

encuentran la bolsa. La tiró a las rocas y se la ha tragao el mar.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No puede ser! ¡Cuento con el dinero de la bolsa!<br />

CURITA<br />

¡Yo creo que por quinientas tragan!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No puedo pagar tanto!<br />

CURITA<br />

¡Es tu hijo! ¡Decide!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Tendría que empezar de cero! ¡Pillar palanca y vender cartuchos de a talego!<br />

CURITA<br />

¡Caballo, que lo están haciendo migas!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Corre y ofrécelo todo!<br />

El CURITA se aleja corriendo. Aparece el ADUANERO con una cartera.<br />

ADUANERO<br />

¿Hay novedades?<br />

FRANCESA<br />

(Bajando.) Por regatear le han sacao un ojo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Traes el dinero?<br />

ADUANERO<br />

Redacté un contrato a mano. Veinticuatro horas pal reintegro. Si estás de acuerdo,<br />

ponme una cruz.<br />

Le pasa un papel doblado.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cuando venga el Curita que sabe leer.<br />

Se oyen dos disparos. Silencio. La <strong>MADRE</strong> se deja caer sobre un fardo. La<br />

CATI llora. Al momento llega corriendo el CURITA.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué le han hecho?<br />

CURITA<br />

De to.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 34 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Hijos de puta...<br />

ADUANERO<br />

Caballo, la cruz... No queremos molestar.<br />

La <strong>MADRE</strong> le mira y rompe el papel en pedazos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Sanguijuelas! Me han matao al hijo, pero el furgón se queda en casa. ¡Fuera!<br />

ADUANERO<br />

Vámonos, Francesa. Aquí no hay palabra.<br />

Coge a la FRANCESA del brazo y se la lleva. La <strong>CABALLO</strong> se levanta con<br />

malas intenciones. El CURITA la sujeta.<br />

CURITA<br />

Dorita, talento… ¡Se han coscao del tema y vienen pa verte la cara!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa, reponiéndose.) Cati, cuando veas a tu hermano, ni un gesto, ni un<br />

gemío, ¡ni una lágrima! No demos satisfacción a esos cabrones.<br />

Al momento aparecen el COMISARIO y el INSPECTOR y arrojan el<br />

cadáver a los pies de la <strong>CABALLO</strong>.<br />

COMISARIO<br />

Y ahora, ¿qué? ¿Le conocéis? (Silencio.) Fijaos bien.<br />

INSPECTOR<br />

Se cayó corriendo. Está como desfigurado.<br />

Los polis miran a la CATI que no se mueve. El CURITA se encoge de<br />

hombros.<br />

COMISARIO<br />

¿Y tú? ¿Le conoces?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No le había visto en mi vida.<br />

La CATI corre a la furgoneta. Rompe el silencio una guitarra mientras en<br />

la escena se va haciendo el oscuro.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 35 de 74


4.- Mañana en la playa de Palmones. Tres meses después.<br />

Rumor de olas. Provisto de unos prismáticos el SARGENTO avista el<br />

horizonte. Se aleja un sonido de helicóptero. La <strong>CABALLO</strong>, de luto, se<br />

acerca caminando ligera entre las dunas.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Sargento!<br />

SARGENTO<br />

Mal día pa cogé coquinas.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡El oficial de guardia! ¡Quiero verle!<br />

SARGENTO<br />

El comandante salió al mar en un operativo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Cuándo vuelve?<br />

SARGENTO<br />

Se acaba de marchar. (Señalando) En ese helicóptero.<br />

La <strong>CABALLO</strong> mira al cielo. Luego grita.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Baja, cabrón! ¡Baja si eres hombre!<br />

SARGENTO<br />

Caballo, ¿qué mosca te ha picado?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Moscones! ¡Vengo a poner una denuncia contra el Cuerpo! ¡Dos colegas tuyos me han<br />

entrao en la furgoneta y me han robao tres kilos de hachís!<br />

SARGENTO<br />

¿Y quieres denunciarlo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No me da la gana de callarme!<br />

SARGENTO<br />

Déjalo de mi cuenta. Yo me encargo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No, señor! El asunto no es pa chupatintas. Quiero ver al comandante, al coronel, ¡al<br />

que más mande…!<br />

SARGENTO<br />

¡No seas bruta! ¿Cómo vas a decirle al comandante que te han robao tres kilos de<br />

hachís?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Con esta es boca es mía! Yo sé muchas cosas que pondrían firme a todo un regimiento.<br />

SARGENTO<br />

¿Te has vuelto loca?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 36 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No. Yo no sé leer ni escribir y cuento en montones de veinte, pero me sobran sesos pa<br />

saber que el uniforme no les da ningún derecho pa arramblar con mi negocio. ¡Quiero<br />

mi hachís o los denuncio!<br />

SARGENTO<br />

Mira lo que haces, que ya perdiste un hijo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡A mí nadie me toma por el pito del sereno!<br />

SARGENTO<br />

¡El comandante no sabe del negocio! ¿Qué pretendes, que nos metan a todos en la<br />

cárcel?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Cómo no va a saber, si por esta playa entra tol costo que se fuma España?<br />

SARGENTO<br />

¡Porque es un capullo de academia y no se entera! El no piensa más que en el honor, en<br />

la patria, en la bandera… ¡Soy yo quien maneja los hilos! Yo le digo, “¡por allí,<br />

comandante!” Se da la vuelta y meto dos, tres, cuatro, cinco toneladas, mientras él pilla<br />

un fardo y sale en las noticias de las nueve. Por eso no le puedes decir, Dora, ¡porque no<br />

sabe nada!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Que no sabe?<br />

SARGENTO<br />

¡No!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) ¡Pues hoy se entera!<br />

Por el mar pasan unas lanchas en dura persecución. La <strong>CABALLO</strong> le quita<br />

los prismáticos para mirar al horizonte.<br />

SARGENTO<br />

Ya han avistao la planeadora. Caballo, se va a armar la del tigre. Más vale que te alejes<br />

de la playa.<br />

Se aleja deprisa el SARGENTO tras quitarle los prismáticos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡La Caballo no se achanta, mi sargento...!<br />

No responde. La <strong>CABALLO</strong> mira al horizonte con una mano sobre la frente.<br />

Luego grita.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Chavales! ¡Que estáis haciendo de cebo! ¡Dad la vuelta…!<br />

Al momento aparecen el CANIJO dando gritos, con una navaja abierta en<br />

la mano.<br />

CANIJO<br />

¿Dónde está ese perro del sargento, que le viá rajar las tripas? ¡Me he jugao el pellejo pa<br />

que trinquen la patera con los negros y el alijo! ¿Y ahora me dejan tirao? ¡Por mis<br />

muertos que le meto dos mojás!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 37 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Canijo, suave la canoa! Si te han hecho la pirula a mí me han robao los guardias.<br />

CANIJO<br />

¿Y a mí qué? ¡Me juraron porcentaje por el soplo! ¡Yo he cumplío! Han trincao la<br />

patera, nueve fardos y la mitad los negros...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Y la otra mitad?<br />

CANIJO<br />

Ahogaos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Criaturitas…<br />

CANIJO<br />

Que hubieran aprendío a nadar. ¡Me han cargao los muertos pa dejarme sin paga y<br />

repartirse el cargamento! ¡Cuando me lo eche a la cara le meto dos mojás! ¡O tres! ¡Y<br />

luego, me oye!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si no te has quedao afónico… (Pausa. El CANIJO la mira) Sí… Ahora chillas mucho y<br />

enseñas la navaja, pero luego delante el sargento te desinflas como un globo picao.<br />

CANIJO<br />

¿Qué pasa, que no tengo razón?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Mucha... Pero, ¿tú te has visto? Sudando, desencajao, con los ojos por fuera las<br />

cuencas...<br />

CANIJO<br />

¡Eso es el mono!, ¿vale? (Pausa. Cierra la navaja y la guarda.) Con la guerra que le<br />

han montao al Facundo han subío los precios y no hay quien pille un puto gramo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y tú, encima, jodiendo el comercio. ¿No estabas cumpliendo en el Puerto?<br />

CANIJO<br />

Me han soltao con la condicional. (Pausa.) Con esos kilos hubiera subío al norte del<br />

tirón, pa bajar empetao. Un poquito de heroína pal consumo y el resto a cambiarlo por<br />

hachís. Y otra vez parriba, a por más caballo. Y en dos meses, ¡un Onassis!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y yo la reina de Saba... ¡Eso es el cuento la lechera, Canijo! En esto los de arriba ganan<br />

siempre. Si hay mucho caballo venden mucho. Si no hay suben el precio y a ganar lo<br />

mismo. Y nosotros, bien agarraos por el moño. Y pobres de por vida.<br />

CANIJO<br />

¿Y qué quieres? ¿Que humille los hocicos?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Tú, por qué? ¿No has prestao un servicio? ¿No has colaborao con el sargento pa<br />

lavarle el expediente? A él, sus jefes, medalla en la pechera. Y a ti, los dueños del alijo,<br />

dos tiros en la nuca. ¡No hay derecho!<br />

CANIJO<br />

¿Dos tiros en la nuca?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 38 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

En cuanto les vayan con el cuento. Yo que tú, ¡mataba!<br />

CANIJO<br />

Tienes razón, caballo. ¡A mí me jode un taco la injusticia!<br />

Vuelva a sacar la navaja.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y a mí. Pero, ¿tú estás bien seguro de lo de las mojás?<br />

CANIJO<br />

(Dudando.) ¡Joé, Caballo! ¿En qué quedamos?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa) Canijo, escucha a una vieja. Si tu rabia es tan grande como una<br />

montaña protesta bien protestao, aunque te maten. Pero si esa sangre tuya tan caliente se<br />

te va a quedá helaíta al primer grito y te vas a acoquinar cuando te mire el sargento,<br />

mejor coge el portante y sal corriendo mientras puedas.<br />

CANIJO<br />

¿Corriendo por qué?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cacho carne… ¡porque estás acojonao!<br />

CANIJO<br />

(Tras una pausa.) No... Yo me quedo. Me quedo... ¡y le meto dos mojás!<br />

Se oye acercarse el helicóptero. Aparece con prisa el SARGENTO.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Pues ahí lo tienes. Pero no me lo cabrees en balde que no quiero pagar yo el pato...<br />

El SARGENTO sigue avanzando y llega hasta la <strong>CABALLO</strong>. El CANIJO<br />

esconde la navaja.<br />

SARGENTO<br />

¡Caballo, el comandante! ¡Ya viene! Te lo advierto: La cosa está que arde. Y el que me<br />

pringue, la paga.<br />

El SARGENTO vuelve a alejarse. El CANIJO duda, guarda la navaja y<br />

corre tras él.<br />

CANIJO<br />

Mi sargento...<br />

SARGENTO<br />

¿Quién eres tú?<br />

CANIJO<br />

(Acojonado.) Soy... el confidente. (El SARGENTO le mira dudando.) Lo de la patera.<br />

Los negros...<br />

SARGENTO<br />

Ah... (Saca un paquetillo del bolsillo y se lo pone en la mano.) Buen trabajo, colega.<br />

Buen trabajo.<br />

Se aleja deprisa por el otro lado. El CANIJO, con la papela en la mano, no<br />

da crédito.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 39 de 74


CANIJO<br />

Hijo puta el picolo... ¡Me ha dao un paquetillo!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Qué bien nos conocen…! Ya te puedes olvidar de los tres kilos.<br />

El ruido sigue creciendo. Ambos miran al cielo.<br />

CANIJO<br />

¡Me cago en toas mis muelas...!<br />

Guarda el paquetillo y sale corriendo. El ruido se hace ensordecedor. La<br />

<strong>CABALLO</strong> mirando al cielo. Luego grita.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Espera, Canijo! ¡Yo también me abro...!<br />

Se aleja corriendo tras él. El helicóptero pasa muy cerca y continúa su<br />

camino sin detenerse.<br />

Cuando torna el silencio se oyen a lo lejos nuevos cantes.<br />

Dinero es caballo,<br />

caballo es veneno,<br />

malditos los jurdós<br />

que mueven el veneno.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 40 de 74


5.- Afueras de un poblado chabolista. Noche. Una semana después.<br />

En el poblado de chabolas policías y gitanos se enfrentan a tiros en<br />

auténtica batalla. No muy lejos, el furgón se niega a funcionar impidiendo<br />

la huida. La CATI, al volante, lucha inútilmente con la llave de contacto. La<br />

<strong>MADRE</strong>, nerviosa, salta fuera de la cabina gritando.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Más despacio, Cati, que lo ahogas...!<br />

La CATI golpea el volante con desesperación. La <strong>MADRE</strong> corre a la<br />

trasera y empuja con todas sus fuerzas sin mover ni un ápice el vehículo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Mierda de furgón! ¡Tenía que joderse en el peor de los momentos!<br />

La <strong>CABALLO</strong> patea la furgona. La CATI le hace unas señas.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Que yo no tiro la carga!<br />

Sigue empujando. Armados y sudorosos llegan corriendo del poblado<br />

ROMPETECHOS y el FACUNDO, que se apoya en la furgona sin resuello,<br />

seguidos del CANIJO, con otra pipa en la mano y un tres cuartos de cuero<br />

negro.<br />

CANIJO<br />

¡Caballo…!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Habéis visto al Curita?<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Hay mucho laberinto!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Cómo ha empezao este jaleo?<br />

ROMEPETECHOS<br />

De repente. Llegaron los maderos con los coches, buscando al tío Facundo, y<br />

empezamos a salir de las chabolas dando fuego tos los primos. ¿Es o no?<br />

CANIJO<br />

(Acojonado) Yo venía a comprar y me he visto en la boca el lobo.<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Facundo, de aquí no nos sacan ni con aceite hirviendo! ¡Con el traje de pino y los pies<br />

por delante!<br />

El FACUNDO calla.<br />

CANIJO<br />

Caballo, ¿tienes polvo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Pa qué queréis drogaros en mitad de la refriega?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 41 de 74


ROMPETECHOS<br />

¡Pa matá la policía con más ganas!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Darme un rempujón y luego os sirvo.<br />

Los tres se unen al esfuerzo y empujan la furgona. Ni se inmuta.<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Niña, mete punto muerto y quita el freno!<br />

CANIJO<br />

¿Qué llevas, que no hay modo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Un quintal de quincalla, na más.<br />

CANIJO<br />

(Desistiendo) No pué se. Pásame un gramo.<br />

La <strong>CABALLO</strong> le pasa la papela.<br />

ROMPETECHOS<br />

¿Cómo es?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Como siempre: mu malo, mu corto y mu caro.<br />

CANIJO<br />

Puta madre.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Los talegos.<br />

ROMPETECHOS<br />

Ahora. Ahora vamos…<br />

El CANIJO toma la platita y allí mismo se prepara con mucha agilidad un<br />

chino que comparte con ROMPETECHOS.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Ahora cuándo?<br />

FACUNDO<br />

Déjalos. Se han portao como jabatos. ¡Tos los primos!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Y tú?<br />

FACUNDO<br />

¿Yo qué?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué vas a hacer?<br />

FACUNDO<br />

No me han matao de milagro.<br />

MADE <strong>CABALLO</strong><br />

No estás tú pa tanto pistoleo.<br />

FACUNDO<br />

Yo soy tronco de faraón.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 42 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No haberte metío en el negocio.<br />

FACUNDO<br />

Lo hecho, hecho está. Si me largo dejo al rebaño sin guía. Y si me quedo puede haber<br />

una masacre… ¡Y luego están las mujeres, los niños…!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Tú aquí ya no sirves pa na bueno. Si anda el furgón te saco del fregao. Con el taxímetro<br />

puesto.<br />

FACUNDO<br />

Escondío entre los fardos…<br />

El FACUNDO corre a esconderse en el furgón. Llega el CURITA con las<br />

manos manchadas de sangre.<br />

CURITA<br />

¡Caballo, las vendas! ¡Deprisa!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué vendas?<br />

CURITA<br />

¡Las del botiquín de la furgona!<br />

ROMPETECHOS<br />

¿Es que hay muertos?<br />

CURITA<br />

Han herido a tu mujer en el chabolo.<br />

ROMPETECHOS<br />

¿Y los niños?<br />

CURITA<br />

El chico está con ella.<br />

ROMEPETECHOS<br />

Me cago en tos sus muertos… ¡Canijo, espabila!<br />

CANIJO<br />

(Apurando la plata) Espera que funda la gota…<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Al CURITA) Ayúdame con el furgón. No arranca.<br />

CURITA<br />

¡Trae las vendas!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No me quedan!<br />

CURITA<br />

¡Son los mismos que mataron a tu hijo!<br />

La <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong> duda.<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Coge la escopeta y vente con nosotros a vengarlo!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No! ¡Tengo más hijos!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 43 de 74


CURITA<br />

(A los otros) ¡Vosotros, dejad la plata y echad una mano!<br />

El CANIJO arroja la platita, cargan las pistolas y salen corriendo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Canijo, el dinero! (No hay respuesta) Facundo, ¡baja y empuja!<br />

CURITA<br />

¿Facundo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Tú déjalo en paz.<br />

CURITA<br />

¡Se están partiendo la cara por él!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Está descansando!<br />

FACUNDO saca la cabeza del furgón.<br />

FACUNDO<br />

Me he quedao sin balas.<br />

CURITA<br />

Coge la mía. (Se la ofrece) ¡Vamos!<br />

FACUNDO duda. Baja del furgón y coge la pistola.<br />

FACUNDO<br />

Con el traje pino y los pies por delante. ¡Vamos!<br />

FACUNDO se marcha con el CURITA. La <strong>CABALLO</strong> se vuelve y encuentra<br />

a la CATI mirándola con desprecio.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué miras? He dicho que no tengo vendas y no tengo.<br />

La CATI abre con furia la puerta del furgón y arroja fuera unos manteles<br />

bordados. La <strong>MADRE</strong>, al verla, trata de impedirlo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Deja los manteles!<br />

Forcejean hasta que la <strong>CABALLO</strong> consigue quitarle los manteles y<br />

volverlos a su sitio. Entonces llega corriendo el CURITA con la <strong>MADRE</strong><br />

GITANA en los brazos.<br />

CURITA<br />

¡Esas vendas, Caballo!<br />

La <strong>CABALLO</strong> se planta desafiante ante la puerta.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡No doy nada!<br />

CURITA<br />

¡Se está desangrando!<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

(Débil) Llevarme con mi niño…<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 44 de 74


CURITA<br />

¡Trae los manteles!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Son míos!<br />

CURITA<br />

¿No tienes corazón?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Ni falta que me hace! ¡Tengo el furgón estropeao, los impuestos, gasolina que pagar,<br />

hijos que mantener y un cura que ayuda a to el mundo menos a mí!<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

Caballo, demonio… Te veo y no te veo…<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No me eches sortilegios que no creo en vuduses. (La CATI coge un paraguas del furgón<br />

y se planta ante ella amenazante.) ¿A tu madre? ¿Quieres ver que te caliento? (Se lanza<br />

hacia la CATI, pero el CURITA la agarra. Ella se defiende a puñetazos.) ¡Soltarme! (El<br />

CURITA la tumba y agarra los manteles.) ¡Esos no, que son bordaos!<br />

Trata de levantarse del suelo pero la CATI se interpone con el paraguas. El<br />

CURITA asiste a la <strong>MADRE</strong> GITANA rompiendo los manteles para usarlos<br />

como vendas.<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

¡Mi niño, Curita! ¡Sacarlo del chabolo!<br />

CURITA<br />

¡Se desmaya! ¡Cati, más manteles!<br />

La <strong>MADRE</strong> GITANA cierra los ojos. La CATI obedece. La <strong>MADRE</strong> da la<br />

batalla por perdida.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Dale también mi traje de novia!<br />

Llegan corriendo ROMPETECHOS y el CANIJO, cargando un bebé en<br />

brazos.<br />

ROMPETECHOS<br />

Han matao al Facundo. Se le encasquilló la pipa y lo trincaron entre cuatro.<br />

CANIJO<br />

Lo han rematao en el suelo como a un bicho.<br />

CURITA<br />

(Rezando.) Señor, acoge en tu seno al Facundo y perdona sus pecados.<br />

Se santiguan todos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Amén.<br />

CURITA<br />

¿Y el niño?<br />

ROMPETECHOS<br />

Dormío.<br />

Se lo pasa. El CURITA lo envuelve con un mantel.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 45 de 74


CURITA<br />

¿Por qué no llora?<br />

CANIJO<br />

Le hemos mojao el chupe en jaco, pa calmarlo.<br />

El CURITA lo mira. El CANIJO se aparta y prepara otra platita.<br />

CURITA<br />

Cati, coge al niño.<br />

La CATI lo acuna con cariño a la vista de la <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong> que<br />

contempla el cuadro. El CURITA asiste a la <strong>MADRE</strong> GITANA.<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

Mi angelito…<br />

CURITA<br />

Tranquila, madre, que te vamos a llevar a un hospital.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(A la CATI.) ¿Contenta? ¿Te crees que el niño es tuyo? ¡Deja a la criatura con su madre<br />

y sube a la cabina! (La CATI se niega) ¡Arriba!<br />

La CATI deja al niño en brazos de su madre y sube llorando a la cabina. El<br />

CANIJO termina la platita. ROMPETECHOS carga de nuevo la pistola.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Y vosotros, el dinero del gramo! ¡Paganini!<br />

ROMPETECHOS<br />

Yo no tengo jurdó...<br />

CANIJO<br />

Yo me he dejao la cartera en el chabolo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Pero, ¿quién coño os creéis que soy? ¿La camella de la Caridad? ¡Venga la chupa!<br />

CANIJO<br />

¡Es un recuerdo!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Pues lo olvidas!<br />

EL CANIJO se quita el tres cuartos y se lo entrega. La <strong>CABALLO</strong> se pone<br />

la chupa. El CURITA la mira limpiándose las manos con los restos de un<br />

mantel ensangrentado.<br />

ROMPRTECHOS<br />

Canijo, vamos al lío.<br />

CANIJO<br />

Yo me abro.<br />

ROMPETECHOS<br />

Payo tenías que ser. Dame la pipa.<br />

Se la entrega. ROMPETECHOS se marcha corriendo. El CANIJO corre en<br />

dirección contraria.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 46 de 74


CURITA<br />

Al final, siempre sales ganando.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Tú empuja y calla, a ver si salimos de este infierno.<br />

CURITA<br />

¿Y la madre y el niño?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Son familia tuya?<br />

De repente, la <strong>MADRE</strong> GITANA empieza a cantar una nana y rompe a<br />

llorar. El CURITA se acerca.<br />

CURITA<br />

¿Qué pasa, madre?<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

Mi niño está frío.<br />

La <strong>MADRE</strong> GITANA llora. El CURITA duda. Silencio.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Empujas o te quedas?<br />

CURITA<br />

Yo aquí no la dejo.<br />

Trata de cogerla, pero se resiste con el niño en brazos.<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

¡Dejarme! ¡Mi niño está frío! ¡Dejarme los hombres sin alma! ¡Llevarme a lo oscuro y<br />

matarme!<br />

El CURITA consigue meterla en el furgón. Luego lo empuja con la caballo<br />

y se alejan haciéndola rodar. A lo lejos se oye se oye de nuevo la soleá.<br />

Madre Caballo, ¿a dónde vas<br />

por el camino del alquitrán?<br />

Soy la caballo, huyo del hambre,<br />

hay que tirar palante<br />

y nunca mirar atrás.<br />

Madre Caballo, huye del hambre,<br />

tira palante y no mira atrás,<br />

tira palante, palante, palante,<br />

palante, palante y no mira atrás.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 47 de 74


6.- Páramo cercano al poblado, tres días después. Mañana de entierro.<br />

El furgón parado en un camino entre los árboles. Llegan la <strong>CABALLO</strong> y la<br />

CATI, con velos de luto y rosario, y el CURITA, con traje de oficiante y<br />

guitarra. Abren el furgón, dejan velos y rosarios y sacan sillas de playa. El<br />

CURITA abre una botella de aguardiente, sirve unas copas y alza la suya.<br />

Beben.<br />

CURITA<br />

Por el tío Facundo, que estará en la gloria.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Qué pena más grande. Deja tres mujeres, veinte hijos, veinte nueras y más nietos que un<br />

judío de la Biblia.<br />

CURITA<br />

El velorio y el entierro han estao cumbres. Han venío sus primos hasta de Rumanía,<br />

emisarios del rey de los gitanos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Los <strong>Antonio</strong>vich son mucho clan. Pero ahora sin patriarca...<br />

CURITA<br />

A rey muerto, rey puesto. Dicen que ya se han reunío los viejos, pero se lo están<br />

pensando.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué va ser del negocio, Curita?<br />

CURITA<br />

Seguirá como siempre.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No está claro. Los maderos buscaban al Facundo pa coger las riendas del negocio. Los<br />

vieron de putas en Marbella con esos italianos que nos quieren quitar el pan a<br />

garrotazos.<br />

CURITA<br />

Los <strong>Antonio</strong>vich buscarán venganza.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ese hombre no se debía haber muerto.<br />

CURITA<br />

Sólo el Señor es eterno.<br />

Mientras beben aparece el CANIJO muy nervioso.<br />

CANIJO<br />

Caballo, ¿tienes jaco?<br />

CURITA<br />

Ya ni el luto se respeta.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El kiosko está cerrado.<br />

CANIJO<br />

Pásame un paquetillo.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 48 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Que no hay nada. Y aguanta el tirón porque aventuro sequía.<br />

El CANIJO advierte de lejos la llegada del SARGENTO.<br />

CANIJO<br />

Hostia, el picoleto...<br />

Corre a ocultarse detrás del furgón. La <strong>CABALLO</strong> y el CURITA se<br />

incorporan levemente en la silla para mirar. El SARGENTO, con cara de<br />

pésame, se acerca caminando muy tranquilo y saluda.<br />

SARGENTO<br />

Buenos días, Dorita y la compaña.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Buenos, ¿pa quién?<br />

SARGENTO<br />

Pa nadie, supongo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Niña, una copa pa el sargento.<br />

La CATI busca un vaso y le sirve. Luego se aleja coqueta.<br />

CURITA<br />

No se ha visto la representación del Cuerpo en el entierro.<br />

SARGENTO<br />

La prudencia aconsejaba discreción, pero he dado el pésame a las viudas. Apreciaba<br />

mucho al muerto. (Bebe.) Vengo a deciros que tengáis cuidado, que el patio se ha<br />

puesto peligroso.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Sirviendo otra ronda de copas.) Lo sabemos.<br />

CURITA<br />

Nosotros limpios como una patena.<br />

SARGENTO<br />

Mejor. Además está lo del Eligio. Se ha señalado mucho en la movida.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ese hijo mío... ¿Quién le mandará ir siempre por delante? Pero, vamos a ver, ¿la guerra<br />

no es entre ustedes y la pasma?<br />

SARGENTO<br />

No hay que mezclar a los Cuerpos. El asunto es de unos cuantos.<br />

CURITA<br />

Lo que yo quería decir en la homilía con lo del cesto y las manzanas.<br />

SARGENTO<br />

Que no venía a cuento.<br />

CURITA<br />

Pues gustó mucho. Lloraban.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Por el muerto. El caso es que esos italianos vienen dando fuerte. Tienen compinches y<br />

buenos jurdós. Y los <strong>Antonio</strong>vich reculando… ¡Esto es el fin del negocio!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 49 de 74


SARGENTO<br />

Date una tregua. Las aguas volverán pronto a su cauce.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Me da muy mala espina. ¿Qué hago yo si se acaba la droga?<br />

CURITA<br />

No se acaba. ¿No ves que sobra juventud? (Pausa.) Antiguamente, pa regular la<br />

población, se hacían muchas guerras, pa que los que se libraran cupieran a más. Ahora,<br />

con la droga, se duerme al pueblo y lo mismo. (Se enardece.) La gente toma drogas pa<br />

evadirse de la sociedad que les margina.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y pa divertirse, ¡qué carajo!<br />

CURITA<br />

¡Los ricos! Los pobres, picotazo y a olvidar. Y luego entra el negocio, que es el quid de<br />

la cuestión.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El negocio ni tocarlo. Porque vamos a ver... ¿Y el tabaco? ¿Y el alcohol? ¡To el mundo<br />

tiene cáncer y cirrosis!<br />

SARGENTO<br />

To el mundo no, Caballo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡To el mundo! Hasta Cristo hizo el vino sacramento pa repartirlo en las fiestas. ¿Y pa<br />

qué? ¿Pa catarlo? ¿Y los moros? ¡To el día fumando petardos! Y aquí, ni un porro.<br />

CURITA<br />

En cambio, te pides un cubata en Argelia y te cortan el pescuezo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

To el mundo se droga.<br />

SARGENTO<br />

También hay quien se mata a trabajar.<br />

CURITA<br />

¡Otra droga! ¡La peor!<br />

El SARGENTO termina su aguardiente. La CATI sirve otra ronda.<br />

SARGENTO<br />

Lo dicho. Paciencia y mucho tiento.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Aconséjame, Sargento. He apalabrao unos gramos de lo poco que quedaba en la<br />

palanca...<br />

SARGENTO<br />

¿A los <strong>Antonio</strong>vich? Ni acercarte.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Con la sequía puedo pillar un pellizco.<br />

SARGENTO<br />

Si no te majan los italianos a palos, que es su ley.<br />

CURITA<br />

Son mu bestias. Y eso que tienen religión...<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 50 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Entonces, ¿qué hago?<br />

SARGENTO<br />

El cojo la estación.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El cojo es confidente de la pasma.<br />

SARGENTO<br />

Pues por eso. Hazme caso y trabaja con él.<br />

CURITA<br />

¿Y los <strong>Antonio</strong>vich?<br />

SARGENTO<br />

Gitanos.<br />

Largo silencio. El CURITA se revuelve en la silla.<br />

CURITA<br />

La madre que me parió...<br />

SARGENTO<br />

Es lo que hay.<br />

CURITA<br />

¿Cuándo han pasao a la historia?<br />

SARGENTO<br />

(Tras una pausa.) Mira, Curita, yo no me caso con nadie. Y no pasa el que quiere, sino<br />

el que puede. Antes, los <strong>Antonio</strong>vich. Ahora, los italianos. Si queréis seguir con el<br />

negocio, a trabajar con ellos. Si no, piojitos y quincalla. Y a vivir, que son tres días.<br />

Se levanta para marcharse.<br />

CURITA<br />

Qué rápido cambian los tiempos...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Al SARGENTO.) Espera. Yo no me hablo con el cojo.<br />

SARGENTO<br />

Manda a la Cati.<br />

CURITA<br />

¿A la niña sola?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ya está grande.<br />

SARGENTO<br />

Si quieres, la acompaño.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) Pero no me la desgracies... (El SARGENTO sonríe.) ¡Cati!<br />

La CATI, que estaba al otro lado del furgón dando unos pasos de baile, se<br />

acerca. La <strong>CABALLO</strong> se aparta con la CATI y saca del sostén un fajo de<br />

billetes. Luego se los da.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 51 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Llégate con el sargento al cojo la estación y le pillas cien talegos de caballo. Los<br />

escondes en las bragas y te vuelves corriendo. Y no dejes que te tangue...<br />

SARGENTO<br />

Hasta más ver. (A la CATI.) Vamos, niña.<br />

La CATI guarda el dinero, sonríe cortada y sale corriendo. El CANIJO, que<br />

seguía escondido tras el furgón, asoma la cabeza.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Espera al sargento!<br />

SARGENTO<br />

Deja. Ya la alcanzo.<br />

Sale. El CANIJO les sigue sin que nadie lo advierta. La <strong>CABALLO</strong> saca la<br />

boquilla que usaba el CANTINA, le pone un cigarro y vuelve a sentarse.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Se acabó la sequía.<br />

CURITA<br />

¿Qué has hecho, Dora? Los <strong>Antonio</strong>vich no perdonan las traiciones.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Yo no traiciono.<br />

CURITA<br />

Cambias de bando, que es lo mismo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Velo por los míos.<br />

CURITA<br />

¿Y quiénes son los tuyos?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

La Cati, el Eligio y el furgón.<br />

CURITA<br />

¿Y yo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Cada cual que ocupe su lugar. Dame candela.<br />

El CURITA, le da fuego. La <strong>CABALLO</strong> empieza a fumar.<br />

CURITA<br />

(Reparando en la pipa.) ¿Qué es eso?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿El qué?<br />

CURITA<br />

La boquilla del Cantina.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si sabes, ¿pa qué preguntas? Me la mandó del talego.<br />

CURITA<br />

(Tras una pausa.) No me gusta ese sujeto.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 52 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

A mí mucho.<br />

CURITA<br />

Es revenío y juslai.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Hablemos de otra cosa.<br />

CURITA<br />

Fíjate en la boquilla. Recomía de morderla con los dientes apretaos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Qué jartible eres!<br />

Silencio. El CURITA se sirve otro aguardiente.<br />

CURITA<br />

Aquí estoy perdiendo el tiempo. En América me hubiera hecho de oro. Allí son mu<br />

religiosos. Y mientras más ricos, más beatos. Sueltan la guita a carrillos, por lo de los<br />

impuestos...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Tú por qué te crees mejor que los demás?<br />

CURITA<br />

Porque lo soy. Por eso escuchan mi mensaje.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si no hay quién te aguante.<br />

CURITA<br />

¿Que no? ¿Has oído mi sermón en el sepelio? Cada día hablo mejor. Abro la boca y<br />

dejo al personal traspuesto, levitando. Cantan, se presignan... ¡y corren al cepillo a soltar<br />

la tela!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Vanidades. Tú no eres nadie. Ni yo, ni el Facundo. “¡Qué gran hombre…!” Muerto.<br />

Muerto y olvidao. Y ahora más de veinte luchando por el puesto. Veinte que se creerán<br />

buenos, como tú, y no lo son. Por eso se echa a perder el negocio, porque los de arriba<br />

no lo pueden hacer todo, tiran de los nuevos, se confían y se jode la marrana. ¡No,<br />

señor! Pa que el tinglao funcione hace falta mano dura.<br />

Silencio. Siguen fumando y bebiendo.<br />

CURITA<br />

Dorita, algún día tendrás que jubilarte.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Del furgón? ¿Y de qué vivo?<br />

CURITA<br />

Yo puedo mantenerte.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Tú?<br />

La <strong>CABALLO</strong> se parte de risa.<br />

CURITA<br />

Sí, con la parroquia.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 53 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿A costa de tus pobrecitos viejos, tus pobrecitos yonkis y tus pobrecitas putas? ¡Amos,<br />

anda! ¡Ni sin brazos vivía yo de las limosnas!<br />

CURITA<br />

Mira que lo del Facundo ha sido una señal celeste.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Ah, sí? ¿Desde cuándo pegan tiros allí arriba?<br />

CURITA<br />

Dios escribe derecho con renglones torcidos<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Qué pena, porque no sé leer.<br />

CURITA<br />

¡Escucha su voz!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si estoy bien, ¿pa qué cambiar?<br />

CURITA<br />

¡Esto no es vida!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Que me dejes! ¡A mí no me engatusas con sermones ni aunque te vistas de Papa!<br />

Aparece corriendo la CATI, llorando, con la cara ensangrentada, emitiendo<br />

sonidos ininteligibles. Ambos se levantan.<br />

CURITA<br />

¡La niña...!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué te han hecho?<br />

CURITA<br />

¡Le han rajao la cara!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Ha sío el sargento? (La CATI niega.) ¿Te ha dejao sola?<br />

La CATI hace gestos de pincharse.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Te has picao? (La CATI niega) ¿Un yonky?<br />

CURITA<br />

¡El Canijo!<br />

La CATI asiente.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Te ha quitao el caballo?<br />

La CATI niega. Se da la vuelta y se saca una bolsa pequeña de heroína que<br />

llevaba escondida en las bragas. La <strong>CABALLO</strong> se hace cargo de la bolsa.<br />

La abraza.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Ay, pobrecita, mi niña! ¿Te duele?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 54 de 74


La CATI asiente.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Qué malas entrañas! (Al CURITA.) Trae las vendas. (El CURITA le mira.) Están en la<br />

guantera. (El CURITA obedece. Luego a la CATI.) Anda a lavarte al botijo.<br />

La CATI se lava con sin dejar de llorar. La <strong>CABALLO</strong> guarda la bolsa y<br />

coge su costurero del furgón.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

No llores, Cati.<br />

La CATI hace gestos desesperados.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Y eso te importa? ¡Los hombres no traen más que disgustos!<br />

El CURITA limpia la herida con alcohol. La CATI se queja. La <strong>CABALLO</strong><br />

enhebra una aguja de coser.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Vamos a coser la herida...<br />

La CATI se asusta y se aparta.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Dónde vas? ¡Si luego no se nota!<br />

La CATI niega. Coge una venda y se la pone sobre la raja.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Cuidao con la niña! ¡Esto me pasa por tenerla tan consentía!<br />

CURITA<br />

(A la CATI.) ¿Quieres un poco de jaco, pa que no te duela?<br />

La CATI niega con la cabeza y se venda como puede sin acercarse. La<br />

<strong>CABALLO</strong>, entra un segundo en el furgón y sale con los zapatos de la<br />

FRANCESA.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Mira, Cati... ¡Los tacones de la Francesa! (Se los muestra.) Los guardé pa ti. ¡Pa que te<br />

jartes de bailar flamenco! Toma…<br />

La CATI se acerca cautelosa a coger los zapatos. Los coge. La madre y el<br />

CURITA tratan de agarrarla. La CATI huye corriendo con los zapatos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Niña, ven aquí!<br />

La CATI desaparece.<br />

CURITA<br />

¿La traigo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Déjala que se calme.<br />

CURITA<br />

Sale a ti. Mira cómo ha defendío el jaco.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 55 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Muda y con la cara averiá, ¿con quién la caso yo ahora? Cuando era chica unos<br />

malasombras se la llevaron a un descampao y la violaron por la boca. Desde entonces<br />

no ha dicho ni mu. El Caraculo muerto. Y el Eligio, trajinando con los diablos. Y pa<br />

colmo la niña, la cara hecha un Cristo. A ver cómo termina esto...<br />

A lo lejos suena una guitarra. Empiezan a recoger.<br />

Un árbol tenía tres ramas<br />

una rama se quebró,<br />

el tronco siguió creciendo,<br />

siguió creciendo<br />

y quedaron dos.<br />

El árbol tenía dos ramas<br />

una rama se quebró,<br />

el tronco siguió creciendo<br />

siguió creciendo<br />

y una rama le quedó.<br />

El árbol tenía una rama,<br />

la rama se le quebró,<br />

el tronco siguió creciendo,<br />

siguió creciendo<br />

y solito se quedó.<br />

El tronco se quedó sólo,<br />

sin sabia, sin corazón,<br />

sin hijos que dieran vida,<br />

el arbolito no marchitó,<br />

y el arbolito no se murió.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 56 de 74


7.- Amanecer a las afueras de Algeciras. Un año después.<br />

El furgón de la <strong>CABALLO</strong> aparcado y solitario con las luces apagadas. El<br />

CANIJO, en chándal de colores, bastante quemado por las drogas, se<br />

acerca deprisa, escondiendo una bolsa de plástico entre la ropa. Trata de<br />

vislumbrar a través de los visillos. Luego golpea con los nudillos y llama en<br />

voz baja. La CATI duerme en la baca del furgón.<br />

CANIJO<br />

Caballo... ¡Caballo!<br />

Se enciende una luz en el interior del furgón. Al poco asoma el CURITA en<br />

camiseta por una ventanilla. El CANIJO no para de rascarse.<br />

CURITA<br />

(Desde dentro.) ¿Quién es?<br />

CANIJO<br />

Soy yo, el Canijo. ¿Tenéis jaco?<br />

El CURITA baja la ventanilla con rapidez, saca la cabeza muy enfadado y<br />

le abronca en voz baja.<br />

CURITA<br />

¿A quién se lo ocurre, Canijo? ¡Lárgate o te corro a ostias!<br />

CANIJO<br />

¿A mí? ¿Por qué?<br />

CURITA<br />

¿No te da ná por el cuerpo lo que le hiciste a la Cati?<br />

CANIJO<br />

¿Yo qué le he hecho?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Desde dentro.) ¿Quién es?<br />

CURITA<br />

Nadie. Sigue durmiendo.<br />

CANIJO<br />

Soy yo, el Canijo. ¿Tienes argo?<br />

Silencio. Al momento se abre la puerta de golpe y sale la <strong>MADRE</strong><br />

<strong>CABALLO</strong> en camisón, despeinada, y armada con una garrota. El CANIJO<br />

se aleja corriendo. La <strong>CABALLO</strong> se planta muy tranquila ante el furgón. El<br />

CURITA asoma tras ella, expectante.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Qué quieres?<br />

CANIJO<br />

¿Qué viá a querer? Caballo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Tienes dinero?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 57 de 74


CANIJO<br />

Traigo un loro de coche y un puñao de cintas. Lo cambio por tres gramos. (Saca de la<br />

bolsa un radio-cassette de coche y unas cintas. Se lo muestra. La <strong>CABALLO</strong> no se<br />

inmuta.) Bueno, por dos.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Sin dinero no vengas a buscarme.<br />

CANIJO<br />

También traigo una cadena de oro. Se la he sirlao a una señorita de postín. (La saca.)<br />

¡Pesa un kintal!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) A verla...<br />

La <strong>CABALLO</strong> adelanta la mano. El garrote cuelga de su muñeca. El<br />

CANIJO se acerca receloso y le entrega una gruesa cadena de oro. La<br />

<strong>CABALLO</strong> la sopesa, busca el contraste y lo encuentra. El CURITA baja<br />

del furgón y enciende un cigarro.<br />

CANIJO<br />

Es buena. Vale por lo menos cien talegos.<br />

La <strong>CABALLO</strong> le mira escéptica.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Medio gramo.<br />

CANIJO<br />

¿Por todo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Lo tomas o lo dejas.<br />

CANIJO<br />

¡Es un abuso, Caballo! ¡Dame un gramo por lo menos!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa) Un cuarto por el loro y medio por el colorao.<br />

CANIJO<br />

Hecho.<br />

El CANIJO le pasa el material.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Espera aquí.<br />

La <strong>CABALLO</strong> se cuelga la cadena al cuello, deja la bolsa dentro del furgón<br />

y sube a la cabina. Allí coge un botecito de la guantera y baja por la otra<br />

puerta. Al otro lado del furgón saca una papela, vierte el contenido del bote<br />

sospechoso y completa la mezcla con tierra del suelo sin que el CANIJO,<br />

que se impacienta rascándose, la vea. El CURITA, entretanto, ha ido a ver<br />

qué hace y se percata del asunto.<br />

CURITA<br />

(En voz baja) ¿Qué estás haciendo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Igual) Ve con él.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 58 de 74


CURITA<br />

¡Dame eso!<br />

CANIJO<br />

(Alto) ¡Date prisa, Caballo!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Igual) ¡Ya va!<br />

CURITA<br />

¡Dame la estricnina!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡La papela se la lleva por mis muertos!<br />

CURITA<br />

¡Dame el bote!<br />

Pausa. La <strong>CABALLO</strong> se lo entrega enfadada, se reúne con el CANIJO al<br />

otro lado del furgón y le pasa la papela. El CURITA guarda el bote en un<br />

bolsillo y la sigue.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El cartucho.<br />

CURITA<br />

Canijo...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Adelantándose) ¡Que vayas a ponerte a tu casa!<br />

El CURITA calla.<br />

CANIJO<br />

Dabute.<br />

Se larga a paso ligero. El CURITA mira con reprobación a la <strong>CABALLO</strong>.<br />

CURITA<br />

¡La estricnina lo mata!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si no te gusta, ¡carretera y manta!<br />

Silencio. Por el sendero aparece el CANTINA, muy contento, empujando<br />

una silla de ruedas en la que va sentada la FRANCESA, que aparece<br />

patética, vestida de colorines, con un ridículo sombrerito, tacones de aguja,<br />

casi paralítica y en fase terminal. Sobre las rodillas lleva una maleta<br />

propiedad del CANTINA.<br />

CANTINA<br />

¡Dora...! ¡Dorita!<br />

La <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong>, al ver al CANTINA, salta de alegría. Luego se<br />

recompone la ropa y el pelo muy coqueta. El CURITA no muestra ninguna<br />

simpatía por su oponente.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Cantina! ¡La madre que te parió! ¿De dónde sales, Cantina?<br />

CANTINA<br />

Del talego vengo. ¡Me han soltao por bueno!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 59 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Seguro que se han equivocao.<br />

CANTINA<br />

Por un fin de semana, pero no pienso volver.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Dale un abrazo a tu reina!<br />

Se abrazan con fuerza. El CANTINA la achucha sin pudor.<br />

CANTINA<br />

¡Qué carnes más prietas!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Tate quieto, manos largas!<br />

CANTINA<br />

¿Recibiste mis cartas?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Y la boquilla! Qué gordo estás…<br />

CANTINA<br />

La buena vida a costa del contribuyente. Ejercicio, cerámica y televisión. Al salir me<br />

han entrao ganas de romper un escaparate.<br />

CURITA<br />

Haberlo roto.<br />

Pausa. Repara en el CURITA que le mira con frialdad.<br />

CANTINA<br />

¿Este qué hace aquí?<br />

CURITA<br />

Me ayuda con la quincalla y le pago.<br />

CANTINA<br />

¿En carne?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

En lo que me da la gana.<br />

CANTINA<br />

No me gusta<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ni a mí que me repliques.<br />

CURITA<br />

¿Pasa algo?<br />

CANTINA<br />

La boquita cerrá, que contigo no estoy hablando.<br />

El CURITA achanta y se mete en el furgón rezongando.<br />

CURITA<br />

Me cago en mi padre...<br />

El CANTINA le sigue chulesco con la mirada. Luego mira a la <strong>CABALLO</strong>.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 60 de 74


CANTINA<br />

Este, jubilao...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Del tirón! ¡Ya estamos arreglaos!<br />

Ríen. El CANTINA le mete mano de nuevo.<br />

CANTINA<br />

Esta vez no te escapas, pichona. ¡Ven que te achuche!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Espera un poco, salvaje...<br />

Se escabulle coqueta y repara en la FRANCESA que sigue aparcada, medio<br />

catatónica, con la maleta del CANTINA sobre las piernas.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Y esta prenda? ¿Dónde la has recogido?<br />

CANTINA<br />

Estaba aparcada en la Renfe. Me la he traío echando el ratito. Como no había carritos pa<br />

los equipajes...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Riendo y a gritos.) Francesa, ¿estás despierta o dormía?<br />

FRANCESA<br />

(Con un hilo de voz.) ¡Quitarme la maleta de encima, joé...!<br />

Se la quitan entre risas.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Cómo te trata la vida?<br />

FRANCESA<br />

Mu bien. Me han dicho los médicos que estoy mejor... Que viá salir bailando en<br />

cualquier momento...<br />

CANTINA<br />

Por bulerías...<br />

FRANCESA<br />

¿Caballo, te gusta el vestío que me he comprao? Es precioso... De lujo... Y el<br />

sombrerito a juego... Cuando me vea el Aduanero se me tira en lo arto...<br />

Las risas iniciales se van perdiendo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El Aduanero… ¿Cuánto te dejó en el testamento?<br />

FRANCESA<br />

¿Quién?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

El Aduanero. Tu novio.<br />

FRANCESA<br />

¡Ah...! Seis millones y el piso... Ya no me quea ni un billete... Dentro de na me viá tirá<br />

otra vez a la calle... (Se detiene. Los otros se miran.) ¿Me habéis quitao la maleta de<br />

encima?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 61 de 74


CANTINA<br />

Hace un rato.<br />

FRANCESA<br />

Es que no veo... Qué poca luz... A ver si me busco unas gafas, porque veo menos que un<br />

gato de escayola...<br />

CANTINA<br />

Oye, y a ti, ¿por qué te llaman la Francesa?<br />

FRANCESA<br />

Porque yo sé francés.<br />

CANTINA<br />

¿Sí? Venga, di buenos días, buenas tardes, pásame un paquetillo...<br />

FRANCESA<br />

¿Canto una canción?<br />

Silencio. La FRANCESA empieza a cantar desafinando, patética, con su<br />

hilo de voz.<br />

FRANCESA<br />

Frereshaque, frereshaque...<br />

Dolmebú, dolmebú...<br />

Sonelematine, sonelematine...<br />

Din, dan, dun...<br />

Se detiene. Los otros la miran en silencio.<br />

FRANCESA<br />

¿Qué hora es?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Temprano. (Al CANTINA.) ¿Has desayunao?<br />

CANTINA<br />

Un café al bajar del tren.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Voy por unos churritos.<br />

Saca un vestido del furgón y se lo pone mientras sube unos peldaños de la<br />

escalerilla de la baca.<br />

CATI<br />

¡Cati, levanta, que ha llegao el Cantina!<br />

La CATI se revuelve y se tapa con las mantas.<br />

FRANCESA<br />

Caballo, ¿tienes porvo?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Ni pa una plata. ¡Cati, levanta y prepara un café!<br />

FRANCESA<br />

Así estamos tos. Qué sequía más mala. A ver si se matan ya los italianos y los<br />

<strong>Antonio</strong>vich y se acaba el mosqueo, pa que nos podamos poner a gusto…<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 62 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Niña, que voy por unos churritos!<br />

CANTINA<br />

¿Está mala?<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Le rajaron la cara y se ha vuelto mu vergonzosa. Tú espérame aquí.<br />

CANTINA<br />

No tardes.<br />

FRANCESA<br />

Caballo, llévame a la estación, que he quedao con el Aduanero... Dijo que venía en el<br />

tren, pero no ha llegao... Me tiene mu preocupá...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Tú tranquila, mujer. Ya aparecerá.<br />

Se aleja la <strong>CABALLO</strong> empujando el carrito. Al poco asoma el CURITA con<br />

una bolsa en la que va metiendo algunas ropas. El CANTINERO le observa.<br />

La CATI saca la cabeza y la vuelve a esconder.<br />

CANTINA<br />

¿Tienes argo?<br />

CURITA<br />

Yo no tomo.<br />

CANTINA<br />

¿Y Dora?<br />

CURITA<br />

Pregúntale a ella.<br />

CANTINA<br />

No te cabrees, Curita. En algún lao me tenía que cubicar. Y la Caballo es mucha madre<br />

pa ti...<br />

Silencio. El CURITA termina de cerrar su bolsa y coge alguna otra<br />

pertenencia.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿De verdad no tienes ná de ná?<br />

Pausa. El CURITA le mira.<br />

CURITA<br />

Sé dónde lo guarda. Tú controla.<br />

Deja la bolsa y se dirige al otro lado de la furgoneta. Allí fabrica una<br />

papela, saca el bote de estricnina y repite la operación de la <strong>CABALLO</strong>,<br />

tierra incluida. Entretanto el CANTINA mira dentro del furgón y encuentra<br />

una botella de vino. La abre y se la bebe de un trago. El CURITA regresa y<br />

le pasa la papela.<br />

CURITA<br />

Toma. Pero no le digas que te la he dao yo.<br />

CANTINA<br />

Soy una tumba. (El CANTINA abre la papela. El CURITA se inquieta.) ¿Es buena?<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 63 de 74


CURITA<br />

De muerte. Pero conviene cargarla.<br />

CANTINA<br />

Que Dios te lo pague, Curita. Y perdona que haya sío tan brusco...<br />

CURITA<br />

No importa, hombre. Estamos en paz.<br />

Se dan la mano. El CURITA se larga rápidamente. El CURITA desaparece<br />

sin volverse. El CANTINA se apoya en la furgona y vuelve a abrir la<br />

papela. Moja el meñique en saliva, cata el contenido y bufa con<br />

satisfacción.<br />

CANTINA<br />

¡Joé, sabe peor que la del talego!<br />

Saca un chute del bolsillo, pero al momento se detiene al oír la voz de<br />

ELIGIO en la distancia.<br />

ELIGIO<br />

¡Madre...! ¡Madre...!<br />

Aparece el SARGENTO con ELIGIO maltrecho y esposado. El CANTINA<br />

esconde la papela y la chuta. La CATI asoma la cabeza bajo la manta y<br />

observa la escena con miedo.<br />

CANTINA<br />

Eligio, ¿eres tú?<br />

ELIGIO<br />

¡Cantina! ¡Que me llevan preso!<br />

SARGENTO<br />

Viene a despedirse.<br />

ELIGIO<br />

¿Dónde está mi madre?<br />

CANTINA<br />

Salió a un mandao.<br />

ELIGIO, exhausto y esposado, cae a tierra.<br />

ELIGIO<br />

¡Madre, soy yo! ¡Su hijo!<br />

CANTINA<br />

¿Qué ha hecho?<br />

ELIGIO<br />

Lo de siempre.<br />

SARGENTO<br />

Pero a destiempo, juslai. (Al CANTINA) Mató a dos italianos pa quitarles un alijo y se<br />

ha ganao unas vacaciones.<br />

ELIGIO<br />

¡Por hacer lo de siempre!<br />

SARGENTO<br />

¡Por no respetar las normas!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 64 de 74


ELIGIO<br />

¿Qué normas? Antes me llevaban en palmito y ahora me quieren castigar.<br />

CANTINA<br />

Si la madre se entera no consiente.<br />

SARGENTO<br />

Tendrá que tragar. Las leyes se escriben para todos.<br />

ELIGIO<br />

¿Tienes porvo, Canti? ¡Pa darme un homenaje!<br />

CANTINA<br />

Tu madre salió a comprar churros.<br />

SARGENTO<br />

Entonces, despídete, que nos vamos.<br />

CANTINA<br />

Tiene que estar al caer.<br />

SARGENTO<br />

No puedo entretenerme.<br />

Trata de levantarlo.<br />

ELIGIO<br />

¡Seguro que no tarda!<br />

SARGENTO<br />

¡Levanta, que vamos de paseo!<br />

ELIGIO<br />

¡Madre, soy yo!<br />

ELIGIO trata de escapar pero cae de bruces a unos metros desequilibrado<br />

en la carrera. El SARGENTO se acerca muy tranquilo.<br />

SARGENTO<br />

¿Dónde vas? Esto me pasa por blando.<br />

Trata de levantarlo. ELIGIO se revuelve a patadas.<br />

ELIGIO<br />

¡Mierda de civil! ¡Quiero ver a mi madre!<br />

SARGENTO<br />

¿Quieres que te dé dos tiros a mí mismo?<br />

El CANTINA reacciona y se acerca con la papela en la mano.<br />

CANTINA<br />

¡Sargento! (Pausa) Esto es lo que tengo...<br />

El SARGENTO y el ELIGIO dejan de forcejear.<br />

SARGENTO<br />

¿Tienes chuta?<br />

CANTINA<br />

La mía. Pero no tengo limón.<br />

ELIGIO<br />

No me importa.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 65 de 74


SARGENTO<br />

Hazle un pico y acabemos de una puta vez.<br />

El CANTINA saca la chuta y una cuchara que lleva y empieza a prepararlo<br />

con agua del botijo.<br />

ELIGIO<br />

¿Es buena?<br />

CANTINA<br />

De tu madre.<br />

ELIGIO<br />

Superior.<br />

SARGENTO<br />

No te entretengas.<br />

CANTINA<br />

Acabo en un segundo.<br />

ELIGIO<br />

Gracias, sargento.<br />

SARGENTO<br />

Dáselas a tu madre.<br />

ELIGIO<br />

Es que con el mono descontrolo un taco. Me da la mala leche en la barriga y me pongo<br />

fatal.<br />

SARGENTO<br />

Ahora te quedarás tranquilito.<br />

El CANTINA empieza a verter el contenido de la papela en la cuchara. El<br />

SARGENTO le observa.<br />

SARGENTO<br />

Echa. (El CANTINA obedece.) Echa más.<br />

CANTINA<br />

(Sorprendido.) ¿Tanto?<br />

SARGENTO<br />

¡Todo!<br />

ELIGIO<br />

¡Todo no!<br />

SARGENTO<br />

¿No querías un homenaje? Pues así nos ahorramos el paseo.<br />

CANTINA<br />

Sargento, no quiero líos...<br />

SARGENTO<br />

¡Por eso! ¡Las leyes son las leyes! Ponle el pico si no quieres tener también problemas.<br />

El CANTINA obedece y termina a toda velocidad.<br />

ELIGIO<br />

(Revolviéndose.) ¡Tanto, no, mi Sargento, por sus muertos!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 66 de 74


SARGENTO<br />

¡No seas marica al final, Eligio! ¡Te vas a morir a gusto!<br />

El CANTINA se acerca con la chuta en ristre. El SARGENTO sujeta a<br />

ELIGIO que trata de zafarse. El CANTINA trata de pincharle las venas del<br />

brazo. La CATI, desde la baca, trata de gritar. ELIGIO la ve.<br />

ELIGIO<br />

¡Cati, que me matan!<br />

La CATI salta del furgón y se lanza sobre ellos.<br />

SARGENTO<br />

¡Cuidado, la niña!<br />

La CATI trata de impedir la acción. El SARGENTO le da un manotazo que<br />

la tumba. La CATI cae al suelo. El SARGENTO sujeta al ELIGIO. El<br />

CANTINA trata de pincharle. ELIGIO se resiste.<br />

SARGENTO<br />

¿Acabas a qué?<br />

CANTINA<br />

No encuentro la vena…<br />

SARGENTO<br />

¡Pínchale en el cuello, para que le suba antes!<br />

El CANTINA duda. El SARGENTO le quita la chuta de la mano y<br />

sujetándole manos y piernas consigue inyectarle.<br />

SARGENTO<br />

¡Así, en la yugular!<br />

El CANTINA recula. La CATI se aleja corriendo hasta desaparecer.<br />

ELIGIO se debate entre temblores y muere en un instante. El SARGENTO le<br />

suelta por fin y deja que ruede con las piernas y los brazos encogidos.<br />

SARGENTO<br />

Así aprenderán todos a cumplir las ordenanzas.<br />

El SARGENTO le agarra por el cuello de la chupa y se lo lleva a rastras. El<br />

CANTINA, impactado, guarda la chuta. Al poco reacciona, coge su maleta<br />

y se dispone a largarse. Entonces aparece la <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong> con un<br />

churro en la boca y el resto en un cartucho. Se sorprende.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Cantina! ¡Cantinita! (El CANTINA se detiene.) ¿Qué pasa?<br />

CANTINA<br />

Lo he pensao mejor. Me largo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Si acabas de llegar...<br />

CANTINA<br />

Pues me vuelvo al talego.<br />

Echa a andar.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 67 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Alarmada.) ¡Cati! ¿Dónde está la niña?<br />

CANTINA<br />

(Sin volverse) Se fue con el Curita...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Extrañada, cerrándole el paso) ¿A qué viene esta prisa?<br />

CANTINA<br />

Dora, ni siquiera tengo la condicional. No quiero líos.<br />

La <strong>CABALLO</strong> le mira muy seria.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Habla y deja la espantá!<br />

CANTINA<br />

¡Yo aquí no me quedo!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Y dónde vas a ir?<br />

Pausa. El CANTINA deja la maleta en el suelo.<br />

CANTINA<br />

A Puerto Real. Mi primo se jubila y traspasa la taberna. Pensaba proponértelo. ¿Quieres<br />

venir? Mejor bregar con toneles que andar to los días rodando. Yo atendería la barra y<br />

tú harías la cocina.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Yo dejo el furgón pa viví como una reina, con las patas por alto y mesa puesta.<br />

CANTINA<br />

(Tras una pausa.) Entonces, me vuelvo al talego.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Cantina, te estaba esperando! ¡No te vayas!<br />

CANTINA<br />

Allí también hay negocio, Dora, y es una ciudad, con tiendas, un mercao y un piojito<br />

más grande que un estadio...<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Y con lo que tengo debajo el lebrillo podíamos tirar. Pero estoy hecha al furgón...<br />

CANTINA<br />

Eso se olvida. Ven conmigo.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Pausa.) A Puerto Real... ¡Qué demonios! A lo mejor, hasta encontraba un novio pa la<br />

Cati y me moría tranquila. ¿Te imaginas, Cati?<br />

CANTINA<br />

La Cati no viene con nosotros.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Por qué? Ella sí que entiende de pucheros…<br />

CANTINA<br />

¡No quiero cargar con la niña!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 68 de 74


<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) ¿Y qué hago con ella? ¿La ahogo?<br />

CANTINA<br />

¡Que se busque la vida!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Cómo? Si ya ni pa puta sirve. Canti, te he esperao tres años. He echao al Cura. ¡No me<br />

pidas que deje a la niña en la cuneta!<br />

CANTINA<br />

¡No la quiero en la taberna, Dora!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡O las dos o ninguna!<br />

CANTINA<br />

¡Me da asco!<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

(Tras una pausa.) Vete de aquí, mala sangre. ¡Vete de mi vista! (Se aparta) ¡Cati!<br />

La <strong>CABALLO</strong> se aleja del furgón buscando a su hija. El CANTINA suspira,<br />

toma su maleta y se larga. Se oye un cante.<br />

Corales y anillos de oro,<br />

zarcillos puros de nácar,<br />

los rosales se le inclinan<br />

cuando la Madre Caballo pasa.<br />

Madre Caballo no hay más que una,<br />

y no hay un hombre en el mundo<br />

que te mida las hechuras.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 69 de 74


8.- Noche cerca del poblado. Seis meses después.<br />

La furgoneta aparcada con las luces encendidas. En el radio-cassette<br />

puesto al mínimo volumen, canta un flamenco. La CATI, sola, con sus<br />

tacones rojos, baila suave junto al furgón. De repente se detiene. Corre a la<br />

cabina y apaga el radio-cassette. Escucha que alguien viene y sube<br />

corriendo a esconderse en la baca. Al poco entra ROMPETECHOS<br />

procedente del poblado, seguido de la <strong>MADRE</strong> GITANA que trata de<br />

agarrarlo.<br />

ROMPETECHOS<br />

¡Saca los niños al campo!<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

¡No, Manué! ¡Vuerve!<br />

ROMPETECHOS<br />

¿Por qué me sigues? ¡Estas son cosas de hombres!<br />

<strong>MADRE</strong> GITANA<br />

¡Manué, antes muerto que chivato! ¡Tú eres gitano!<br />

ROMPETECHOS<br />

¿Yo? ¡Soy un pringao!<br />

Entran ligeros el COMISARIO y el SARGENTO con las armas en la mano.<br />

La <strong>MADRE</strong> GITANA se marcha corriendo.<br />

SARGENTO<br />

¿Y esa compaña?<br />

ROMPETECHOS<br />

A la paz de Dios, señores. Es mi mujer. No hay cuidao.<br />

COMISARIO<br />

¿Están fijos tus primos?<br />

ROMPETECHOS<br />

Al otro lao de los pinos. Si vais ahora les pilláis durmiendo.<br />

SARGENTO<br />

Tú vienes con nosotros.<br />

ROMPETECHOS<br />

Más despacio. Si sale to bien…<br />

COMISARIO<br />

Tendrás lo que hemos hablado.<br />

ROMPETECHOS<br />

Me juego mucho en esto.<br />

SARGENTO<br />

Como todos.<br />

ROMPETECHOS<br />

Y ni un tiro de más.<br />

SARGENTO<br />

Rompetechos, saldrá bien.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 70 de 74


COMISARIO<br />

Ve tú delante.<br />

ROMPETECHOS<br />

Donde veáis el Mercedes aparcao, allí entráis.<br />

ROMPETECHOS se marcha corriendo. La CATI asoma la cabeza desde la<br />

baca de la furgoneta y espía sin que la vean.<br />

COMISARIO<br />

Al llegar, le das un tiro. No quiero un gitano vivo.<br />

Entre los pinos se oye un silbido en clave.<br />

SARGENTO<br />

Ahí están los espaguetis.<br />

El COMISARIO responde con otro silbido.<br />

COMISARIO<br />

Empezamos por los padres y acabamos por los hijos.<br />

Montan las armas y salen decididos. Al momento la CATI saca la cabeza,<br />

salta de la baca y trata de gritar mirando al poblado. Luego pone el loro a<br />

todo volumen, trepa al techo del furgón y empieza a dar zapatazos que<br />

acaban en frenético taconeo. Al momento regresan corriendo el<br />

COMISARIO y el SARGENTO al escándalo que monta.<br />

COMISARIO<br />

¡Apaga esa radio!<br />

El SARGENTO corre a la cabina y apaga la radio. La CATI sigue bailando.<br />

SARGENTO<br />

¡Niña, deja los tacones! ¡No hagas ruido!<br />

COMISARIO<br />

¡Quiere dar el agua a su manera!<br />

SARGENTO<br />

¡Está medio loca, comisario! Conozco a la madre.<br />

COMISARIO<br />

¡Loca o cuerda hay que pararle los pies! ¡Va a despertar al poblao! ¡Niña!<br />

Apunta su arma hacia la CATI.<br />

SARGENTO<br />

¡A tiros no! ¡Sabrían que hemos venido!<br />

COMISARIO<br />

¡Coño, pues dale dos hostias, tú que la conoces!<br />

La CATI sigue taconeando. El SARGENTO trata de trepar al techo de la<br />

furgoneta, pero la CATI le rechaza golpeándole con una pieza de tela.<br />

SARGENTO<br />

¡Cati, déjalo ya!<br />

COMISARIO<br />

¡Sargento, hay que acabar con esto!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 71 de 74


SARGENTO<br />

¡Arranca la furgoneta y sácala de aquí!<br />

COMISARIO<br />

¡No tiene las llaves!<br />

La CATI taconea cada vez más feliz.<br />

SARGENTO<br />

Cati, ¿quieres parar?<br />

COMISARIO<br />

¡Te voy a prender fuego, hija de puta!<br />

SARGENTO<br />

¡El olor despertaría a los gitanos!<br />

COMISARIO<br />

¡Se van a despertar de todas formas!<br />

SARGENTO<br />

¡Niña!<br />

El COMISARIO apunta y dispara varias veces contra la CATI. Esta recibe<br />

los impactos, pero sigue taconeando a duras penas hasta que se dobla y cae<br />

muerta sobre el furgón. Al momento se oyen voces dando el agua. Luego<br />

empiezan a oírse más disparos. El COMISARIO silba y salen corriendo en<br />

dirección contraria al poblado. Comienza a sonar una guitarra que ahoga<br />

el ruido de la balacera.<br />

SARGENTO<br />

(Al cadáver.) ¡Estarás contenta...!<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 72 de 74


9.- Al amanecer de esa noche, un bosque de pinos.<br />

La <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong>, sola, vestida y enjoyada como una gitana rica, con<br />

grandes pendientes, pulseras y cadenas de oro y un clavel grande en el<br />

moño, espera quieta, con la mirada fija, mientras el SARGENTO termina de<br />

clavar sobre la tumba de tierra una pobre cruz formada por dos cañas<br />

atadas con una cuerda. A su lado una pala y a los pies de la tumba los<br />

zapatos de flamenca. El SARGENTO termina y se aparta.<br />

SARGENTO<br />

Listo. ¿Necesitas algo más? (La <strong>MADRE</strong> calla) Dora, ya sabes que lo siento. Es culpa<br />

del negocio. La niña se empeñó y hubo que callarla.<br />

La <strong>CABALLO</strong> le mira. El SARGENTO no le aguanta la mirada.<br />

SARGENTO<br />

Si decides quedarte, sabes que puedes contar conmigo. Dora, esto es una puta mierda,<br />

pero nosotros no lo hemos inventado. La Cati, el Caraculo, tú, yo mismo… Siempre los<br />

mismos pringaos pagando el pato para que el negocio siga en marcha.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Has acabao?<br />

SARGENTO<br />

No te tortures. Hay que tirar palante, como siempre.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¿Has acabao? (El SARGENTO calla) Entonces, déjanos solas…<br />

SARGENTO<br />

Caballo…<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

¡Vete a decir pamplinas a otro sitio!<br />

Silencio.<br />

SARGENTO<br />

Si me buscas, seguiré en mi puesto.<br />

El SARGENTO se santigua y se aleja. La <strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong> se quita el<br />

clavel del moño y lo deja sobre la tumba.<br />

<strong>MADRE</strong> <strong>CABALLO</strong><br />

Te lo tenía dicho, Cati. ¿Quién te manda a ti meterte en líos? Esta guerra no es nuestra.<br />

Si quieren matarse, que se maten. Nosotras a lo nuestro. De aquí pa allá, de allá pa acá y<br />

sin casarnos con nadie. He comprao una resina mu rica, pa subir al norte, a lo verde...<br />

Por eso he tardao. (Pausa) Qué faena me has hecho. ¿Quién va a conducir la furgoneta?<br />

Si volviera tu hermano… Pero sabrá Dios dónde andará ese demonio. El sargento dice<br />

que lo han visto en un mercante. Mala entraña de hijo que se va sin despedirse. Como<br />

tú. Como el Caraculo. Me habéis dejao sola. (Pausa) ¿Quién va a conducir ahora el<br />

furgón? Yo no sé. Yo soy mu bruta. Si no subo al norte son capaces de quitarme la<br />

palanca. ¡Y eso, ni pensarlo! (Pausa) Te hubieran gustao las montañas.<br />

Besa la cruz y sube a la furgoneta. La arranca. Echa a andar a<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 73 de 74


trompicones, acelerando con mucho estruendo y haciendo crujir la caja de<br />

cambios, hasta que por fin desparece entre los pinos. Detrás queda sola la<br />

tumba y una soleá.<br />

Madre caballo, qué te ha pasao,<br />

¿que a tos tus hijos has devorao?<br />

Madre Caballo, huye del hambre,<br />

tira palante y no mira atrás.<br />

Tira palante, palante, palante,<br />

palante, palante y no mira atrás.<br />

Madre Caballo, ¿a dónde vas,<br />

por el camino del alquitrán?<br />

Soy la caballo, huyo del hambre,<br />

hay que tirar palante<br />

y nunca mirar atrás.<br />

Y al compás de la soléa se va haciendo el oscuro final.<br />

<strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong><br />

Sevilla, 1997.<br />

Madre Caballo <strong>Antonio</strong> <strong>Onetti</strong> Página 74 de 74

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!