El milagro de Purun Bhagat Rudyard Kipling - Ataun
El milagro de Purun Bhagat Rudyard Kipling - Ataun
El milagro de Purun Bhagat Rudyard Kipling - Ataun
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>de</strong> trigo, una mujer que quiera lucirse pue<strong>de</strong><br />
hacer algo nuevo, y cuando el sacerdote volvió<br />
con el cuenco para entregárselo a <strong>Bhagat</strong>, traíalo<br />
bien colmado.<br />
-¿Pensaba quedarse allí? -preguntó-. ¿Necesitaría<br />
un chela (un discípulo) que fuera mendigando<br />
para él? ¿Tenía una manta para abrigarse<br />
cuando hiciera frío? ¿Le gustaba la comida<br />
aquella?<br />
Comió <strong>Purun</strong> <strong>Bhagat</strong> y dio gracias al donante.<br />
Su intención era quedarse; al oír lo cual el<br />
sacerdote dijo que le bastaba con saber esto. No<br />
tenía más que <strong>de</strong>jar el cuenco fuera <strong>de</strong>l templo<br />
abandonado, en el hueco que formaban dos<br />
raíces retorcidas, y diariamente recibiría su<br />
alimento, porque el pueblo se tenía por muy<br />
honrado con que un hombre como él (y al <strong>de</strong>cirlo<br />
miró tímidamente a <strong>Bhagat</strong> en el rostro) se<br />
quedara entre ellos.<br />
Aquel día terminó para Prun <strong>Bhagat</strong> el andar<br />
vagabundo. Había llegado al sitio que le<br />
estaba <strong>de</strong>stinado... a un lugar todo silencio y