Sentencias de Viena del Delfinado contra Servet - Catedu

[Los documentos anteriores se refieren a las actividades de Servet en torno a 1532, pero es
sabido que, a pesar de vivir con nombre falso, Michel de Villenueve, fue descubierto mientras
ejercía de médico en Vienne del Delfinado, por las pruebas que Calvino envió desde Ginebra
a través de intermediarios. Estas pruebas sirvieron para que se supiera que el prestigioso
médico era también el autor de varios textos considerados heréticos. Aunque después fue
apresado y muerto en Ginebra, esas pruebas sirvieron para acusarlo y condenarlo en Vienne,
aunque fue quemado en efigie. Por tratarse de un país católico y de autoridades eclesiásticas
católica, se considera oportuno adjuntar también estos documentos. No hay que olvidar que
ahora estamos en el verano de 1553]
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CIVIL DE VIENA DEL DELFINADO CONTRA SERVET
(15 de junio de 1553)
Entre el procurador del Rey Delfín, demandante en crimen de herejía escandalosa,
dogmatización, composición de nuevas doctrinas y libros heréticos, sedición, cisma y
perturbación de la unión y el orden públicos, rebelión y desobediencia a las ordenanzas
dictadas contra las herejías, evasión y fuga de las cárceles reales delfinales, por un lado, y por
otro, el maestro Miguel de Villanueva, médico, preso en las cárceles del palacio delfinal y al
presente fugitivo, acusado de tales crímenes.
Vistas por nosotros las piezas justificativas de dichas herejías, incluso las Epístolas y
los escritos de la mano del dicho Villanueva dirigidas al señor Juan Calvino, predicador de
Ginebra, y por el dicho Villanueva reconocidas sus respuestas, confesiones y negaciones; las
respuestas y otros procedimientos relativos a Baltasar Arnoullet, impresor; ciertos folios y
libros impresos, cuyo título es Christianismi restitutio; examinados los testimonios sobre que
el dicho Villanueva había compuesto y hecho imprimir el tal libro a su costa, los informes de
los doctores en Teología y otras personas notables sobre los errores contenidos en dicho libro
y en las Epístolas, los cuales errores y herejías son simplemente manifiestos por su lectura;
levantadas las actas sobre la evasión de la prisión y las diligencias para capturar al dicho
Villanueva; aplazadas en tres días y ausente de los lugares; recogidos los testimonios, las
conclusiones definitivas del fiscal del Rey Delfín, y todo lo que nos ha sido remitido.
Considerado todo, hemos dicho y decimos que los fallos han sido bien y debidamente
obtenidos. Para beneficio de los cuales hemos proporcionado al dicho Villanueva todas las
excepciones y defensas; le hemos declarado y declaramos culpable y convicto de los delitos
que se le imputan, para represión de los cuales le hemos condenado y condenamos a una
multa pecuniaria de mil libras pagaderas al Rey Delfín, e inmediatamente de que sea
capturado, a ser conducido sobre una carreta con sus libros, en día y hora de mercado, desde
la puerta del palacio delfinal, por las encrucijadas y lugares acostumbrados, hasta el lugar de
la Hale [mercado] de la presente ciudad y subsiguientemente a la plaza llamada de Charnéve,
para ser quemado allí a fuego lento hasta que su cuerpo sea reducido a cenizas. No obstante,
la presente sentencia será ejecutada en efigie, con la que serán quemados dichos libros. Y
como lo hemos condenado y condenamos al pago de las costas del juicio, de las cuales
reservamos la tasa, declaramos todos y cada uno de sus bienes adquiridos y confiscados en

eneficio de quien corresponda, siendo primeramente entregadas y pagadas dichas costas de
justicia y la multa.
En la corte, el vicebaile y el juez delfinal
Gratet, asesor
Carier, asesor
Putod, asesor
Duprat, asesor
A. de la Bais, asesor
Beraud, asesor
Philip Morel, asesor
Damptezieu-Passard, asesor
Bertier, asesor
P. Le Court, asesor
Loys Moret, asesor
Christofle, asesor
Dictada esta sentencia en juicio pleno en la audiencia del
dicho fiscal del Rey Delfín. En sesión, nosotros, susodichos
vicebaile y juez, en el auditorio del palacio delfinal, el día
diecisiete del mes de junio de mil quinientos cincuenta y tres.
Dicho día, alrededor de la hora del mediodía quedó
hecha la efigie de Villanueva ante el palacio delfinal. Hizo la
efigie François Berodi, verdugo de la alta justicia, al que se
mandó buscar para este fin, y fue puesta sobre una carreta
con cinco fardos de los libros compuestos por Villanueva. Y,
cargada la carreta con la efigie y los libros, fue llevada por
el verdugo desde la puerta del palacio por las encrucijadas
y los lugares acostumbrados hasta el lugar de la Hale de la
presente ciudad, y después a la plaza llamada de Charnéve,
donde la efigie fue atada a un poste expresamente erigido y
después quemada con los dichos libros a fuego lento por
dicho verdugo, el cual ha aplicado enteramente la dicha sentencia respecto a
la citada efigie, según su forma y tenor, en
presencia de Guigues Ambrosin, pregonero y trompeta,
Claude Reymet y Michel Basset, sargentos reales delfineses,
Sermet des Chains, preboste, y otras varias gentes allí reunidas para ver la
ejecución. Así se ha procedido, y por mí, escribano que suscribe, recibido.
Chasalis.

SENTENCIA DEL TRIBUNAL ECLESIÁSTICO DE VIENA CONTRA SERVET
(23 de diciembre de 1553)
Vistas por nosotros ciertas anotaciones manuscritas por el mismo Villanueva en el margen de
dos hojas impresas cuyo título es “De Baptismo” diecisiete cartas escritas por el dicho
Villanueva a Juan Calvino y reconocidas por él, las respuestas dadas por él ante el Rvdo. Sr.
Mathieu Ory, inquisidor general de la herética pravedad, ante el noble, respetable y egregio
Sr. Antoine de La Court, vicebaile de Viena, y ante Nos, vicario general del Rvdmo. Sr.
Arzobispo de Viena, durante el mes de abril último pasado, por las que él reconoció y confesó
haber escrito las dichas anotaciones y cartas; las pesquisas y testimonios de lo que consta que
este Villanueva se fugó el 17 de dicho mes de las cárceles del palacio delfinal de Viena,
donde estaba preso por el susodicho crimen de herejía; las cartas de citación y de excomunión
dictadas por el mencionado Rvdo. Señor Inquisidor y por Nos, vicario general, y otras por el
citado respetable señor vicebaile reiteradas tres veces, concedidas y debidamente ejecutadas;
el libro Christíanismi restitutio, en el que se contienen varios tratados, a saber: «De la
Trinidad divina», en la cual no existe esa ilusión de tres realidades invisibles; «Dos diálogos
sobre la Trinidad»; «Tres libros sobre la fe y la justicia del reino de Cristo que sobrepasa la
justicia de la Ley y de la caridad»; «Cuatro libros sobre la regeneración celeste y el reino del
Anticristo»: libro i, de la caída original y de la redención; libro II, de la verdadera
circuncisión, con los otros misterios del Cristo y del Anticristo todos ya cumplidos; libro iii,
de los ministerios de la Iglesia de Cristo y de su eficacia; libro iv, del orden de los misterios
de la regeneración; la Apología contra Felipe Melancbton sobre el misterio de la Trinidad y
sobre la disciplina de los antiguos.
Vistos además los testimonios producidos durante el proceso contra Balthazar
Arnoullet a propósito de la impresión de dicho libro y en el del mismo Villanueva, de los que
consta que el propio Villanueva compuso el dicho libro, el cual fue impreso a su costa y por
orden suya por este Arnoullet y sus empleados hasta la cantidad de ochocientos ejemplares, y
que en el tal libro se insertaron las susodichas diecisiete cartas de Juan Calvino con otras hasta
el número de treinta.
Hecha censura y firmada por el dicho señor inquisidor de varios errores defendidos en
dicho libro; hecha otra censura por personas religiosas y venerables, nosotros, Laurent
Molard, prior de los dominicos de Viena y vicario del citado señor inquisidor, y Thomas
Hochard, del convento de carmelitas de la misma ciudad, doctores en Santa Teología, y Jean
Ferrer, guardián del convento de frailes menores de Sainte-Colombe, los cuales, convocados a
consejo por el Rvdmo. Sr. Arzobispo de Viena, han opinado que hay muchas blasfemias y
herejías contra la santa y divina Trinidad, sobre todo en los cinco libros y los dos diálogos De
Trinitate, en la segunda y tercera de las Epístolas susodichas y en la Apología contra
Melancbton, y también que en los libros sobre los ministerios de la Iglesia el mencionado
Villeneuve no otorga eficacia sino a tres ministerios del apostolado: afirmando en el primero
que el bautismo no les sirve de nada a los niños y rechazando la autoridad del soberano
pontífice y de toda la Iglesia; escribiendo en el tercero muchas cosas abominables sobre la
misa y el misterio del altar y despreciando los ritos eclesiásticos; y, finalmente, que en todos
los libros antes mencionados se encuentran escritas y sostenidas en gran número cosas

erróneas, abominables, impías, sacrílegas y más que heréticas; de todo lo cual consta que el
dicho Villeneuve fue un máximo hereje.
Vistas, finalmente, las conclusiones definitivas del fiscal y otras piezas de toda esta
causa, en consecuencia, con consejo del Rvdmo. Sr. Arzobispo y de egregias personas, los
susodichos asesores, después de madura deliberación y bien considerado todo en cuanto a las
cosas que de las dichas y otras resultan de las actas y del proceso, hemos declarado y
declaramos hereje a Michel Villeneuve y que todos sus bienes han sido y son confiscados en
provecho de los señores condes de Viena, salvo deducir las costas judiciales incurridas y por
incurrir, a las cuales le condenamos, reservando nuestra tasa. Ordenando además que todos y
cada uno de los libros compuestos por el dicho Villeneuve, además de los que ya han sido
quemados, sean entregados a las llamas doquiera se los pueda descubrir; y que los procesos de
Villeneuve y de Balthazar Arnoullet, en razón de la conexión de la causa, sean conservados
juntos.
Arzelier, vicario general
Molard, vicario del inquisidor
Étienne Roland, funcionario asesor
Bus, prior de los carmelitas de Lyon, asesor
Thomas Hochard, asesor
Étienne Maron, asesor
Fuente: Miguel Servet, Obras Completas. I. Vida, muerte y obra. La lucha por la libertad de
conciencia. Documentos, edición de Ángel Alcalá, Prensas Universitarias de Zaragoza,
Institución “Fernando el Católico”, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Departamento
de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Zaragoza, 2003, pp. ,85-88,
93-95.