Clásicos ganaderos en Las Ventas: Sánchez Cobaleda

Clásicos ganaderos en Las Ventas: Sánchez Cobaleda Clásicos ganaderos en Las Ventas: Sánchez Cobaleda

las.ventas.com
from las.ventas.com More from this publisher
14.06.2013 Views

28 CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS Un precioso berrendo en negro remendado y capirote, bajo de agujas y corniveleto, prototipo de la ganadería de Sánchez Cobaleda. Sánchez Cobaleda La ganadería de Sánchez Cobaleda es una de las más representativas del Campo Charro, y probablemente la de más acusada personalidad. Su distinción estriba en ser el principal reducto de la casta Vega-Villar, la de los inconfundibles “patitas blancas”. Toros variopintos, serios pero terciados, de amplia cornamenta, cuya embestida brava a la par que templada y de gran nobleza, los convirtió en bocado apetecido por las grandes figuras durante buena parte del siglo XX. Cuando se impuso la dictadura del toro grande, los cobaledas no cambiaron su tipo clásico y por ello tuvieron que refugiarse en el toreo a caballo, donde propiciaron éxitos memorables y hoy siguen mostrando su proverbial calidad. Texto: Joaquín López del Ramo Fotos: Manuel Durán, Martín y Joaquín López del Ramo En el año 1910, José Vega, hombre excéntrico, rumboso, aficionado práctico y buen amigo de toreros como el propio Joselito, hizo un singular ensayo ganadero: el cruce de 40 vacas del duque de Veragua con un semental de Santa Coloma. Fue quizás un impulso o una ocurrencia, porque apenas a los cuatro años de haberla formado, transfirió su jovencísima vacada a los hermanos Francisco y Victorio Villar, quienes la trasladaron desde las dehesas del Guadarrama hasta la finca “La Granja”, del término zamorano de Vadillo de la Guareña, donde años más tarde pastó la muy buena y, por desgracia, extinta vacada de los hermanos Molero.

28<br />

CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS<br />

Un precioso berr<strong>en</strong>do <strong>en</strong> negro rem<strong>en</strong>dado y capirote, bajo de agujas y corniveleto, prototipo de la ganadería de <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong>.<br />

<strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong><br />

La ganadería de <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong> es una de las más repres<strong>en</strong>tativas del Campo Charro, y probablem<strong>en</strong>te<br />

la de más acusada personalidad. Su distinción estriba <strong>en</strong> ser el principal reducto de la casta Vega-Villar,<br />

la de los inconfundibles “patitas blancas”. Toros variopintos, serios pero terciados, de amplia cornam<strong>en</strong>ta,<br />

cuya embestida brava a la par que templada y de gran nobleza, los convirtió <strong>en</strong> bocado apetecido por<br />

las grandes figuras durante bu<strong>en</strong>a parte del siglo XX. Cuando se impuso la dictadura del toro grande, los<br />

cobaledas no cambiaron su tipo clásico y por ello tuvieron que refugiarse <strong>en</strong> el toreo a caballo, donde propiciaron<br />

éxitos memorables y hoy sigu<strong>en</strong> mostrando su proverbial calidad.<br />

Texto: Joaquín López del Ramo<br />

Fotos: Manuel Durán, Martín y Joaquín López del Ramo<br />

En el año 1910, José Vega, hombre excéntrico, rumboso,<br />

aficionado práctico y bu<strong>en</strong> amigo de toreros como el propio<br />

Joselito, hizo un singular <strong>en</strong>sayo ganadero: el cruce<br />

de 40 vacas del duque de Veragua con un sem<strong>en</strong>tal de Santa<br />

Coloma. Fue quizás un impulso o una ocurr<strong>en</strong>cia, porque<br />

ap<strong>en</strong>as a los cuatro años de haberla formado, transfirió su jov<strong>en</strong>císima<br />

vacada a los hermanos Francisco y Victorio Villar,<br />

qui<strong>en</strong>es la trasladaron desde las dehesas del Guadarrama hasta<br />

la finca “La Granja”, del término zamorano de Vadillo de<br />

la Guareña, donde años más tarde pastó la muy bu<strong>en</strong>a y, por<br />

desgracia, extinta vacada de los hermanos Molero.


BRAVURA CON CLASE<br />

Los Villar fueron unos extraordinarios <strong>ganaderos</strong>,<br />

pues seleccionaron magistralm<strong>en</strong>te<br />

y fijaron los caracteres de la cruza<br />

original, convirti<strong>en</strong>do lo que <strong>en</strong> su orig<strong>en</strong><br />

sólo fue un experim<strong>en</strong>to caprichoso<br />

<strong>en</strong> una raza con id<strong>en</strong>tidad propia y clase<br />

excepcional. El toro de Vega-Villar es<br />

completam<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te a los de otras<br />

sangres. Uno de sus rasgos más característicos<br />

son las capas, con predominio del<br />

berr<strong>en</strong>do rem<strong>en</strong>dado, bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> negro, cárd<strong>en</strong>o<br />

o colorado, que llega incluso al <strong>en</strong>sabanado<br />

capirote sobre estos mismos tonos.<br />

Asimismo, son muy frecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> estas<br />

reses las particularidades de tono<br />

blanco, sea el bragado, girón, lucero, careto,<br />

coliblanco o calcetero; por este<br />

motivo se les ha d<strong>en</strong>ominado g<strong>en</strong>éricam<strong>en</strong>te<br />

como “patitas blancas”.<br />

En cuanto a las hechuras, el prototipo<br />

tradicional de Vega-Villar da un<br />

toro bajo de agujas, de manos muy cortas,<br />

gordo, algo panzudo, corto de esqueleto,<br />

de cara rizada y bi<strong>en</strong> armado,<br />

con predominio de los veletos y astifinos,<br />

aunque sin llegar a lo exagerado.<br />

En la lidia, el comportami<strong>en</strong>to clásico<br />

del toro de Vega-Villar muestra gran nobleza,<br />

una forma de embestir humillando<br />

mucho, con gran <strong>en</strong>trega, fijeza<br />

y un ritmo templado. Esta <strong>en</strong>trega <strong>en</strong> la<br />

acometida derivó <strong>en</strong> una cierta blandura,<br />

que se ha dado <strong>en</strong> muchas ganaderías<br />

originarias de esta sangre.<br />

Los hermanos Villar pusieron la ganadería<br />

<strong>en</strong> un altísimo nivel y estuvieron<br />

lidiando conjuntam<strong>en</strong>te hasta 1922,<br />

año <strong>en</strong> que se indep<strong>en</strong>dizaron uno de<br />

otro. A raíz de la segregación, surgieron<br />

las dos ramas que dieron orig<strong>en</strong> a las ganaderías<br />

contemporáneas más repres<strong>en</strong>tativas<br />

de esta raza. La parte de Vitorio<br />

Villar fue v<strong>en</strong>dida luego a Pepe Encinas<br />

y finalm<strong>en</strong>te pasó a la familia Galache;<br />

la de Francisco Villar fue adquirida <strong>en</strong> el<br />

año 1928 por el salmantino don Arturo<br />

<strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong>, dueño, <strong>en</strong>tre otras, de<br />

las magníficas dehesas “Castillejo”, “Terrubias”<br />

y “Barcial”, que con el tiempo<br />

acabaron dando nombre a otras divisiones<br />

ganaderas de la familia.<br />

Don Arturo debutó <strong>en</strong> la vieja plaza de<br />

Madrid durante la temporada de 1929.<br />

En sus manos la ganadería continuó la<br />

misma línea de éxitos que v<strong>en</strong>ía mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<br />

desde tiempo atrás. En ello jugó<br />

un papel muy importante la figura de Lucio<br />

López, el viejo mayoral de esta casa,<br />

que <strong>en</strong> tiempos fue cabestrero de la pla-<br />

Don Manuel <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong>, <strong>en</strong> la época dorada de la ganadería.<br />

za de Madrid y de allí marchó a trabajar<br />

a la finca de los hermanos Villar cuando<br />

éstos adquirieron la ganadería. Lucio,<br />

natural de Colm<strong>en</strong>ar Viejo, acompañó a<br />

la vacada cuando fue v<strong>en</strong>dida al señor<br />

<strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong>, y se quedó con ella <strong>en</strong><br />

tierras charras, convirtiéndose <strong>en</strong> una<br />

verdadera institución.<br />

LOS COBALEDAS EN MADRID<br />

Tras la guerra civil, los toros de <strong>Sánchez</strong><br />

<strong>Cobaleda</strong> vinieron por vez primera a<br />

<strong>Las</strong> V<strong>en</strong>tas el 23 de mayo de 1940; fue<br />

una corrida de poco juego que despacharon<br />

Cagancho, Domingo Ortega y El<br />

Estudiante. El 22 de agosto sigui<strong>en</strong>te se<br />

anunció una novillada del mismo hierro<br />

que fue brava y noble a carta cabal,<br />

con la que salieron por la puerta grande<br />

Rafael Boni y Rafael Ortega Gallito, el<br />

cual despedía como novillero y destapó<br />

las mejores es<strong>en</strong>cias de su arte. Hubo<br />

una tercera comparec<strong>en</strong>cia del ganadero<br />

salmantino esa misma temporada,<br />

concretam<strong>en</strong>te el 1 de septiembre, con<br />

otra bu<strong>en</strong>a novillada que estoquearon<br />

Mariano Domínguez, Domingo y Pepe<br />

Dominguín.<br />

Volvieron los cobaledas a la Monum<strong>en</strong>tal<br />

<strong>en</strong> 1941 y 1942, y lo más destacado<br />

fue el éxito logrado con ellos por<br />

Marcial Lalanda, Juanito Belmonte y<br />

Pepe Luis Vázquez <strong>en</strong> la corrida del<br />

Montepío de Toreros celebrada el 11 de<br />

junio de 1942. Aquél mismo año falleció<br />

don Arturo <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong>, y sus herederos<br />

debutaron el 22 de octubre <strong>en</strong><br />

Madrid con una novillada. En 1943 la ganadería<br />

salmantina lidió dos veces <strong>en</strong> Madrid,<br />

la primera un desigual lote de novillos<br />

con los que Luis Miguel Dominguín<br />

salió por la puerta grande y la segunda<br />

fue una corrida brava, codiciosa y noble<br />

con la que triunfaron El Estudiante y Mor<strong>en</strong>ito<br />

de Talavera.<br />

Durante el resto de la década de los 40,<br />

los hermanos <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong> no faltaron<br />

a la cita madrileña ningún año, y<br />

algunos lo hicieron por partida doble,<br />

como <strong>en</strong> 1944, 1946 y 1949. De aquella fecunda<br />

y brillante época quedaron para el<br />

recuerdo un puñado de fa<strong>en</strong>as memorables<br />

con toros de este hierro; fue el caso<br />

de la realizada por Pepín Martín Vázquez<br />

el 30 de mayo de 1946, o la de Manolo Es-<br />

29


30<br />

CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS<br />

cudero al muy bravo y noble Guapito, un<br />

25 de mayo de 1947. Magnífico por bravura<br />

y clase fue también el juego de varios<br />

novillos, como Papelero y Pesaíto, ambos<br />

lidiados el 17 de julio de 1949.<br />

La ganadería se <strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> un<br />

mom<strong>en</strong>to de juego s<strong>en</strong>sacional cuando<br />

<strong>en</strong> 1950 se dividió <strong>en</strong> cinco lotes, correspondi<strong>en</strong>tes<br />

a los hermanos Jesús, Ignacio,<br />

María, Pilar y Manuel <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong>.<br />

Los dos primeros fundaron respectivam<strong>en</strong>te<br />

las ganaderías de “Barcial”<br />

y “Castillejo”, que desde <strong>en</strong>tonces funcionaron<br />

de forma indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te. El hierro<br />

original correspondió a Manuel <strong>Sánchez</strong><br />

<strong>Cobaleda</strong>, qui<strong>en</strong> llevó su parte de<br />

forma conjunta con las de sus hermanas<br />

María y Pilar, las cuales anunciaron sus<br />

toros a nombre de “Terrubias” y “Salamanca”,<br />

si bi<strong>en</strong> se trataba <strong>en</strong> realidad de<br />

una misma vacada con tres hierros.<br />

ÉXITOS EN LOS 50<br />

Don Manuel <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong> fue una<br />

persona seria y fiel a la línea tradicional<br />

de la casa, que mantuvo por <strong>en</strong>cima de<br />

las modas a lo largo del tiempo. En sus<br />

manos, los “patitas blancas” vivieron una<br />

segunda época de espl<strong>en</strong>dor, llegando incluso<br />

a lidiarse varios años con gran éxito<br />

<strong>en</strong> la feria de Sevilla. La primera corrida<br />

que lidió <strong>en</strong> Madrid tuvo gran nobleza,<br />

aunque pecó de blanda, igual<br />

que la del debut <strong>en</strong> la feria de San Isidro<br />

de 1952. Días después, el 8 de junio, <strong>en</strong>vió<br />

una novillada de lujo para el mano<br />

a mano <strong>en</strong>tre Montero y Pedrés, y éste se<br />

anotó un gran éxito, cortando la oreja<br />

Natural de Pedrés a uno de los nobilísimos novillos de <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong> con los que se consagró<br />

<strong>en</strong> Madrid el 8 de mayo de 1952.<br />

del segundo, Dudoso, y las dos del sexto,<br />

Granicero, ambos de gran clase. Pedrés<br />

salió otra vez por la puerta grande<br />

de Madrid el 3 de julio de aquél 1952,<br />

esta vez junto a Jumillano, después de<br />

cortar <strong>en</strong>tre ambos cinco orejas a un precioso<br />

<strong>en</strong>cierro de esta misma divisa <strong>en</strong> el<br />

que destacaron Rosito, Pavito y, sobre<br />

todo el extraordinario sexto, de nombre<br />

Currito.<br />

El ganadero charro lidió un lote flojito<br />

<strong>en</strong> la corrida de B<strong>en</strong>efic<strong>en</strong>cia de 1953,<br />

Una imag<strong>en</strong> de Chicuelo II la tarde de su consagración <strong>en</strong> Madrid con los serios novillos de <strong>Sánchez</strong><br />

<strong>Cobaleda</strong>, el 6 de agosto de 1953.<br />

que despacharon Aparicio, Jumillano y<br />

Pedrés. Lo gordo vino con el éxito clamoroso<br />

de Chicuelo II <strong>en</strong> la novillada del<br />

6 de agosto del mismo año; cuatro orejas<br />

cortó el val<strong>en</strong>tísimo espada albaceteño<br />

a los bravos y muy nobles novillos<br />

Granicero, Colillito y Coletero, consagrándose<br />

como primera figura. Curiosam<strong>en</strong>te,<br />

la ganadería no volvió a Madrid<br />

hasta el 4 de agosto de 1957, de nuevo<br />

con otra bu<strong>en</strong>a novillada que despacharon<br />

Victoriano Val<strong>en</strong>cia, Manuel<br />

Blázquez y Antonio Mahillo, <strong>en</strong> la que sobresalieron<br />

por su gran clase y bravura<br />

los llamados Cacharrero y Zurito.<br />

La pres<strong>en</strong>cia de la ganadería <strong>en</strong> Madrid<br />

se fue reduci<strong>en</strong>do de forma progresiva,<br />

y así <strong>en</strong> la década de los 60 sólo<br />

lidió muy pocos festejos; el primero fue<br />

una corrida pastueña y floja <strong>en</strong> la feria<br />

de San Isidro de 1962, que despacharon<br />

Antonio Bi<strong>en</strong>v<strong>en</strong>ida, Curro Girón y El<br />

Viti. Parecido fue el juego de los cuatro<br />

toros corridos el 19 de mayo de 1965, salvo<br />

el último de la tarde, Colillito, magnífico<br />

ejemplar que según el com<strong>en</strong>tario<br />

de la revista El Ruedo, “toma la muleta<br />

con la suavidad de los antiguos cobaledas<br />

y no cesa de embestir”. Por <strong>en</strong>cima<br />

del halago, póngase énfasis <strong>en</strong> la palabra<br />

“antiguos”, como significativa de un<br />

mom<strong>en</strong>to de espl<strong>en</strong>dor ya pasado.<br />

Entre finales de los 60 e inicios de los<br />

70 confluyeron varios factores muy negativos<br />

para esta ganadería: una cierta


Fermín Bohórquez fr<strong>en</strong>te al toro “Cornicorto”, de <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong>, al que cortó las dos orejas el 24 de mayo de 1997.<br />

pérdida de regularidad <strong>en</strong> el juego, cierto<br />

exceso de flojedad y, sobre todo, la desmedida<br />

exig<strong>en</strong>cia de peso y tamaño impuesta<br />

<strong>en</strong> las plazas importantes. En toros<br />

como los “patitas blancas”, que por<br />

naturaleza no admitían más de 500 kilos,<br />

esa era una barrera insuperable sin<br />

cambiar su tipo clásico. La mejor salida<br />

era, por tanto, lidiar <strong>en</strong> corridas para rejones,<br />

pues además ya t<strong>en</strong>ían muy bu<strong>en</strong><br />

cartel <strong>en</strong>tre las figuras del toreo a caballo,<br />

como los Peralta o Álvaro Domecq,<br />

que desde años antes v<strong>en</strong>ían logrando<br />

éxitos con ellos <strong>en</strong> las corridas donde actuaban<br />

junto con matadores a pie.<br />

Así las cosas, la ganadería se aus<strong>en</strong>tó<br />

de Madrid durante más de 20 años.<br />

Hubo un amago de reaparición el 1 de<br />

octubre de 1978, pero la corrida fue susp<strong>en</strong>dida<br />

porque algún toro no dio el<br />

peso… ¡otra vez el “torismo” haci<strong>en</strong>do de<br />

las suyas! El retorno llegó por fin <strong>en</strong> la<br />

feria de San Isidro de 1979 con una corrida<br />

de rejones de magnífico juego <strong>en</strong><br />

la que triunfaron los hermanos Peralta<br />

y los lusitanos Zoio y Oliveira. Esta década,<br />

salpicada con la lidia a pie de<br />

bu<strong>en</strong>os toros sueltos y algunas corridas<br />

poco lucidas, tuvo su episodio más<br />

triunfal el 30 de mayo de 1981, gran<br />

tarde de rejoneo concluida con la salida<br />

a hombros de Moura, Bu<strong>en</strong>día,<br />

Arranz y Telles. Fue muy noble la corrida<br />

de la feria de San Isidro de 1984,<br />

<strong>en</strong> la que destacó Granitero, un toro de<br />

triunfo grande lidiado por Ruiz Miguel,<br />

y el 3 de junio de mismo año se lidiaron<br />

otros dos ejemplares excel<strong>en</strong>tes, Cacharrero<br />

y Batanero, que correspondieron a<br />

Curro Durán y Pepe Luis Vargas respectivam<strong>en</strong>te.<br />

ESTRELLAS DEL REJONEO<br />

Fallecido don Manuel <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong><br />

<strong>en</strong> 1985, su sobrina Pilar Majeroni y el esposo<br />

de ésta, José Manuel <strong>Sánchez</strong>, heredaron<br />

tres hierros de la casa: <strong>Sánchez</strong><br />

<strong>Cobaleda</strong>, “Terrubias” y “Salamanca”;<br />

<strong>en</strong> el primero de ellos mantuvieron<br />

los “vega-villares”, mi<strong>en</strong>tras que los<br />

otros dos adicionaron reses de difer<strong>en</strong>tes<br />

proced<strong>en</strong>cias. Este matrimonio sigue<br />

actualm<strong>en</strong>te al fr<strong>en</strong>te de la vacada, con<br />

la colaboración de sus hijas Pilar, Carm<strong>en</strong>,<br />

María José y Teresa.<br />

Durante las dos últimas décadas, los<br />

“cobaledas” han consolidado su magnífico<br />

cartel <strong>en</strong> las corridas de rejones, pero<br />

también se han lidiado bastantes ejemplares<br />

notables <strong>en</strong> festejos de lidia a pie.<br />

Recordamos la extraordinaria la corrida<br />

de la feria de San Isidro de 1989, <strong>en</strong> la<br />

que salieron a hombros Vidrié, Bu<strong>en</strong>día,<br />

Ginés Cartag<strong>en</strong>a y Antonio Correas, junto<br />

con el mayoral de la vacada. Por bravura,<br />

clase y recorrido, <strong>en</strong> el estilo de las<br />

grandes corridas de los años 50, es digno<br />

de resaltar el <strong>en</strong>cierro lidiado el 2 de<br />

agosto de 1987 por Nimeño II, Juan Antonio<br />

Esplá y Mor<strong>en</strong>ito de Maracay, que<br />

salió <strong>en</strong> hombros. Esa tarde hubo varios<br />

ejemplares s<strong>en</strong>sacionales, sobre todo el<br />

berr<strong>en</strong>do Baratero y el bragado Paisano.<br />

Otro gran lote para rejones, con galope,<br />

clase y todos los toros ovacionados, fue<br />

el lidiado el 29 de mayo de 1999, que culminó<br />

con la salida de Andy Cartag<strong>en</strong>a<br />

por la puerta grande.<br />

Aparte de las anteriores corridas, los<br />

actuales <strong>ganaderos</strong> de <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong><br />

han lidiado <strong>en</strong> <strong>Las</strong> V<strong>en</strong>tas bastantes toros<br />

sueltos de gran nota, <strong>en</strong>tre otros los<br />

sigui<strong>en</strong>tes: Cacharrero, un excel<strong>en</strong>te berr<strong>en</strong>do<br />

jugado el 22 de octubre de 1989;<br />

un sobrero muy noble y codicioso al que<br />

Frascuelo le cortó una oreja el 2 de septiembre<br />

de 1990; Peregrino, toro de alegre<br />

y franca embestida lidiado para rejones<br />

por Luis Domecq el 5 de octubre de<br />

1996; Cornicorto, otro clásico berr<strong>en</strong>do<br />

rem<strong>en</strong>dado al que Fermín Bohórquez le<br />

cortó las dos orejas el 24 de mayo de<br />

1997, y un astado de gran calidad estoqueado<br />

<strong>en</strong> la corrida del 13 de julio de<br />

ese mismo año por El Madrileño. Cierra<br />

esta relación la bu<strong>en</strong>a corrida lidiada<br />

para rejones el 10 de junio de 2006, y<br />

d<strong>en</strong>tro de ella el toro Batanero, que le<br />

tocó a Bohórquez.<br />

La ganadería de <strong>Sánchez</strong> <strong>Cobaleda</strong> va<br />

camino de un siglo <strong>en</strong> manos de la misma<br />

familia, con la misma sangre y <strong>en</strong> las<br />

mismas tierras donde ha pastado tradicionalm<strong>en</strong>te.<br />

En tiempos de monotonía<br />

g<strong>en</strong>ealógica y pérdida irreversible de castas,<br />

sus toros son una refer<strong>en</strong>cia no sólo<br />

simbólica sino pujante por su tipo, clase<br />

y bravura, de una raza personalísima,<br />

la de Vega-Villar, de la que quedan ya<br />

muy pocos expon<strong>en</strong>tes.<br />

31

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!