14.06.2013 Views

corazón de tinta - bibliotecaelroble

corazón de tinta - bibliotecaelroble

corazón de tinta - bibliotecaelroble

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Fuera se alzaron voces masculinas. Procedían <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong>l<br />

muro. Meggie saltó fuera <strong>de</strong> la cama a toda velocidad y corrió hacia la<br />

ventana abierta. Oyó pasos presurosos, <strong>de</strong> alguien que tropezaba y<br />

huía... y <strong>de</strong>spués tiros. Se asomó tanto a la ventana que estuvo a<br />

punto <strong>de</strong> caerse, pero, como es lógico, no logró ver nada. El ruido<br />

parecía provenir <strong>de</strong> la plaza <strong>de</strong> la iglesia.<br />

--¡Eh, eh, ten cuidado! -cuchicheó Fenoglio sujetándola por los<br />

hombros.<br />

Se escucharon más tiros. Los hombres <strong>de</strong> Capricornio se gritaban<br />

algo unos a otros. Sus voces sonaban furiosas, excitadas. ¿Por qué<br />

no podía enten<strong>de</strong>r sus palabras? Miró a Fenoglio muerta <strong>de</strong> miedo. A<br />

lo mejor él había entendido algo <strong>de</strong> todo ese griterío, alguna palabra,<br />

algún nombre...<br />

--Sé lo que estás pensando, pero seguro que no era tu padre -la<br />

tranquilizó-. No está tan loco como para introducirse <strong>de</strong> noche en la<br />

guarida <strong>de</strong> Capricornio -la apartó con suavidad <strong>de</strong> la ventana.<br />

Las voces se extinguieron y la noche volvió a quedar en calma,<br />

como si nada hubiera sucedido.<br />

Meggie trepó <strong>de</strong> nuevo a su litera con el <strong>corazón</strong> palpitante.<br />

Fenoglio la ayudó.<br />

--¡Haz que mate a Capricornio! -susurró-. ¡Haz que la Sombra lo<br />

mate! -Ella misma se asustó <strong>de</strong> sus palabras.<br />

Pero no las retiró.<br />

Fenoglio se frotó la frente.<br />

--Sí, creo que tendré que hacerlo -murmuró.<br />

Meggie cogió el jersey <strong>de</strong> su padre y lo apretó contra ella. En<br />

algún lugar <strong>de</strong> la casa se oyeron portazos y pisadas aproximándose.<br />

Después volvió a reinar el silencio. Un silencio amenazador. «Un<br />

silencio sepulcral», pensó Meggie. Esa frase ya no se le iba <strong>de</strong> la<br />

cabeza.<br />

--¿Qué ocurrirá si la Sombra tampoco te obe<strong>de</strong>ce a ti? -preguntó-.<br />

Como en el cuento <strong>de</strong> la mujer <strong>de</strong> flores. ¿Qué pasará entonces?<br />

--Es preferible no pensarlo -contestó Fenoglio muy <strong>de</strong>spacio.<br />

Sola

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!