14.06.2013 Views

corazón de tinta - bibliotecaelroble

corazón de tinta - bibliotecaelroble

corazón de tinta - bibliotecaelroble

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

los hombres <strong>de</strong> Capricornio te habrían encontrado antes que yo.<br />

Miró a Meggie y la niña le <strong>de</strong>volvió la mirada con expresión hostil.<br />

Mo calló un instante antes <strong>de</strong> contestar.<br />

--Capricornio está en el norte -dijo por fin-. Así que nos dirigimos<br />

hacia el sur. ¿O es que mientras tanto ha plantado sus tiendas en otro<br />

lugar?<br />

Dedo Polvoriento contempló la carretera. La lluvia caída la noche<br />

anterior brillaba en los baches.<br />

--No, no -repuso-. Continúa en el norte. Esto es lo que se oye, y<br />

ya que evi<strong>de</strong>ntemente has <strong>de</strong>cidido no darle lo que busca, lo mejor<br />

será que yo también me encamine sin <strong>de</strong>mora hacia el sur. Sabe Dios<br />

que no me gustaría ser el que dé la mala noticia a las huestes <strong>de</strong><br />

Capricornio. Así que si quisierais llevarme un trecho con vosotros...<br />

¡Estoy listo para partir!<br />

Sacó a rastras <strong>de</strong> <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l muro dos bolsas que parecían haber<br />

dado la vuelta al mundo una docena <strong>de</strong> veces. Aparte <strong>de</strong> ellas, Dedo<br />

Polvoriento sólo llevaba consigo una mochila.<br />

Meggie apretó los labios.<br />

«¡No, Mo! -pensó-. ¡Que no venga con nosotros!» Pero le bastó<br />

mirar a su padre para saber que respon<strong>de</strong>ría lo contrario.<br />

--¡Vamos, hombre! -exclamó Dedo Polvoriento-. ¿Qué les voy a<br />

contar a los hombres <strong>de</strong> Capricornio si llego a caer en sus manos?<br />

Plantado allí, parecía tan perdido como un perro abandonado. Y<br />

por más que Meggie se esforzaba por <strong>de</strong>scubrir algo sospechoso en<br />

él, nada pudo encontrar a la pálida luz <strong>de</strong> la mañana. A pesar <strong>de</strong> todo,<br />

no <strong>de</strong>seaba que los acompañase. Así lo <strong>de</strong>cía claramente la expresión<br />

<strong>de</strong> su rostro, pero ninguno <strong>de</strong> los dos hombres le prestaba atención.<br />

--Créeme, no podría ocultarles mucho tiempo que te he visto -<br />

prosiguió Dedo Polvoriento-. Y a<strong>de</strong>más... -vaciló antes <strong>de</strong> terminar la<br />

frase- a<strong>de</strong>más... todavía estás en <strong>de</strong>uda conmigo, ¿no?<br />

Mo agachó la cabeza. Meggie vio cómo su mano se cerraba<br />

agarrando con fuerza la puerta abierta <strong>de</strong>l coche.<br />

--Si quieres consi<strong>de</strong>rarlo así -dijo-. De acuerdo, lo admito, estoy<br />

en <strong>de</strong>uda contigo.<br />

En el rostro <strong>de</strong> Dedo Polvoriento, surcado por las cicatrices, se<br />

dibujó una expresión <strong>de</strong> alivio. Rápidamente se echó la mochila al<br />

hombro y se dirigió con sus bolsas hacia el autobús.<br />

--¡Esperad! -gritó Meggie cuando Mo salía a su encuentro para<br />

echarle una mano con las bolsas-. Si va a venir con nosotros, quiero<br />

saber primero por qué huimos. ¿Quién es ese tal Capricornio?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!