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EL ECONOMISTA LUNES, 20 DE FEBRERO DE 2012
Lo cierto es, con todo, que Pekín
superará en breve a París como primer
socio de Berlín.
Alemania y China han contemplado
estos últimos años una explosión
en sus intercambios. Mientras
que los flujos se limitaban a
6.300 millones de euros en 1990 y
a 28.000 millones en 2000, superaron
los 131.000 millones de euros
en 2010 y ya alcanzaban los 132.000
millones de euros en los once primeros
meses de 2011.
Las empresas alemanas venden
en masa la maquinaria que sirve para
fabricar los objetos de consumo
corriente que codician los consumidores
del mundo entero, así como
los coches de lujo que garantizan
el reconocimiento social a las
nuevas fortunas chinas. En contrapartida,
los chinos exportan aparatos
electrónicos y ropa hacia Alemania.
China, que sigue mostrando
unas tasas de crecimiento
impresionantes, se convertirá pronto
en el primer socio comercial de
Alemania, por delante de Francia
(150.200 millones de euros de intercambios
en 2010).
La brecha se reduce
Alemania siempre ha acusado un
déficit comercial frente a China pero,
tendencia interesante, la diferencia
entre importaciones y exportaciones
tiende a reducirse. En
2010, año de fuerte repunte económico
al otro lado del Rin, las exportaciones
hacia China progresaron
más (44,3 por ciento) que las
importaciones (36,3 por ciento).
Mismo fenómeno en los once primeros
meses de 2011, durante
los que el déficit comercial se
limitó a 13.500 millones de eu-
Al detalle
BMW Y PORSCHE
POR LAS CALLES
DE HONG KONG
Que las marcas alemanas de
automoción causan furor en
China es un hecho conocido.
Las germanas de bandera, como
Volkswagen, han adaptado sus
modelos a ese mercado asiático
como un guante; como prueba
su modelo ‘Tiguan’, uno de los
más cotizados allí. Esta semana
conocíamos que el grupo BMW
subió en enero sus ventas hasta
112.163 vehículos, un 6,6 por
ciento más que en 2010 y que en
China, su tercer mejor mercado,
el pasado ejercicio, mejoró un
30,5 por ciento, hasta las 26.505
unidades. La marca de lujo
Porsche tiene en China su segundo
mercado. En enero, la
marca de lujo alemana consiguió
mantener su nivel
de ventas, con 2.261
unidades. El año
pasado vendió
en China hasta
24.340 vehículos.
GETTY
ros, contra 23.500 millones de euros
en 2010. Lo que no significa que
los exportadores alemanes estén
satisfechos por las condiciones que
les impone China.
En la Federación de la industria
alemana (BDI), Friedolin Strack, al
mando de la sección Asia, se queja
de que “en numerosos casos, las empresas
extranjeras están excluidas
de las licitaciones públicas, en el sector
financiero, aún existen barreras
para la entrada en el mercado. La
BDI desea además que China reconozca
los estándares de la OCDE sobre
la financiación de la exportación
o que, por lo menos,
elabore estándares
compatibles.
En el ámbito de la
protección de la propiedad
intelectual, se
ha progresado estos últimos
años. Pero queda
por mejorar los procedimientos
judiciales contra
las infracciones”.
En el sector fotovoltaico,
han aparecido
litigios comerciales:
el especialista alemán
Solarworld
se ha asociado
con empresas
americanas
para presentar
una demanda en Estados Unidos contra
subvenciones públicas y créditos
bonificados de los que se beneficiarían
sus competidores chinos. Por el
contrario, la cuestión de la depreciación
del yuan no es una prioridad para
la industria alemana: “Los productos
y servicios alemanes no compiten
con las ofertas chinas sobre el
precio, sino sobre la calidad y el contenido
tecnológico”, declara la BDI.
Merkel en Pekín
Cualquier oportunidad es buena para
reforzar la presencia de compañías
alemanas en el gigante asiático.
China podría convertirse en 2012 en
el principal mercado de exportación
para la Unión Europea (UE), superando
al de EEUU, debido al aumento
del consumo interno chino, ha destacado
recientemente el embajador
de la UE en Pekín, Markus Ederer.
Y por ello, la visita oficial que realizó
la canciller alemana Angela Merkel
a China para convencer a Pekín
de que invierta en los mecanismos
deapoyoaleuroseconvirtióenla
excusa perfecta para poner una nueva
pica en Flandes. La delegación de
la canciller incluía a un nutrido grupo
de empresarios que acudían con
objeto de mejorar las relaciones comerciales.
En Pekín, escucharon atentamente
a Merkel. Primero, porque
ha asumido el liderazgo en la gestión
de la crisis del euro. Segundo,
porque el comercio entre Alemania
y China ha explosionado estos
últimos años. China debería convertirse
este año en el segundo mercado
de exportación de Alemania,
y debería superar a Francia rápidamente,
dado el ritmo de crecimiento
de los intercambios.
Merkel acudió a Pekín
con una veintena
de empresas alemanas
para mejorar las
relaciones comerciales
A dos semanas de una cumbre
Unión Europea-China, Wang Yigui,
director ejecutivo del Instituto
de investigación sobre asuntos
internacionales de Shanghai, considera,
en el rotativo Global Times,
que Pekín haría mal en poner el
acento en las relaciones con la Unión
europea como bloque, y debería
centrarse en algunos países, con
Alemania a la cabeza.
Angela Merkel, acompañada de
una veintena de empresarios alemanes,
deseó dejar claro el mensaje
de que las inversiones chinas son
bienvenidas en Alemania, a pesar
de una ley de control de las adquisiciones
extraeuropeas en los sectores
“sensibles”.
© Les Echos
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Economía
INTERNACIONAL
La fortaleza
exportadora
germana
se extiende
La balanza comercial
de 2011 se situó
en 158.100 millones
elEconomista
MADRID. Bien sea por excelencia
industrial, por músculo productivo
u olfato comercial, lo cierto
es que la locomotora europea de
Alemania extiende su ímpetu exportador
por todo el mundo. El
superávit de la balanza comercial
alemana se situó en 2011 en
los 158.100 millones de euros, lo
que representa un aumento del
2 por ciento con respecto a 2010.
Ese año, el saldo del comercio
exterior fue de 154.900 millones
de euros.
Las exportaciones superaron
por primera vez en la historia la
marca del billón de euros para
situarse en 1,06 billones, lo que
significa un alza del 11,4 por ciento
frente al año anterior. Las importaciones,
mientras tanto, crecieron
un 13,2 por ciento, con lo
quetambiénalcanzaronunnivel
récord y se situaron en los
902.000 millones de euros.
La balanza de cuenta corriente
cerró con un superávit de
135.900 millones de euros. Las
exportaciones a los países de la
UE crecieron un 9,9 por ciento
para situarse en los 627.300 millones
de euros y las importaciones
de los mismos países crecieron
un 13,8 por ciento, para
alcanzar los 572.600 millones
de euros.
La mayor parte del intercambio
comercial dentro de la UE se
dio con los países de la zona del
euro a donde se exportaron mercancías
por valor de 420.900 millones
de euros (+8,6 por ciento)
y de donde se hicieron importaciones
por valor de 401.500 millones
de euros (+12,9 por ciento).
En diciembre de 2011, Alemania
hizo exportaciones por
valor de 85.100 millones de euros,
un 5 por ciento más que en
diciembre de 2010, e importó
mercancías por valor de 72.100
millones de euros lo que representa
un 5,4 por ciento más que
en el mismo mes de 2010.
Los analistas sin embargo interpretaron
negativamente la desaceleración
de diciembre, “la
crisis de deuda en Europa se tradujo
en una débil demanda exterior”,
señaló Andreas Scheuerle,
analista de Dekabank.