Discurso de todos los diablos, o infierno emendado - Ataun
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dicen que yo le aconsejé cruelda<strong>de</strong>s para<br />
quitarle el amor <strong>de</strong>l pueblo y disponer mi<br />
levantamiento, ¿quién le aconsejó las que hizo<br />
conmigo? El caso es, Lucifer, que <strong>los</strong> príncipes<br />
tienen por disculpa <strong>de</strong> lo que permiten, la ruma<br />
<strong>de</strong>l medio que para ello escogieron, y que<br />
nuestra culpa es ser sola. mente la suficiente<br />
satisfacción <strong>de</strong> <strong>los</strong> odios nuestras muertes; y al<br />
cabo, reyes, la nota cae sobre vosotros y vuestra<br />
inconstancia, y la lástima sobre nuestros<br />
castigos. Las historias, contando nuestras<br />
caídas, dicen siempre: «Este fin tienen <strong>los</strong> que<br />
se llegan al favor <strong>de</strong> <strong>los</strong> reyes y príncipes»; y<br />
nuestra <strong>de</strong>sdicha en cada corónica es<br />
advertencia <strong>de</strong> un mal paso. Hacer un privado<br />
po<strong>de</strong>roso, rico, es mostrar el po<strong>de</strong>r; conservarle<br />
es acreditar el juicio que dél hiciste y tu<br />
elección; <strong>de</strong>shacer es <strong>de</strong>s<strong>de</strong>cirte y darte a<br />
partido con <strong>los</strong> mal contentos. Mirad, mirad lo<br />
que somos.<br />
Y volviendo, jugaban a la pelota<br />
Santabareno, favorecido <strong>de</strong>l emperador