Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
MODA<br />
CHIC DE MENTA<br />
FOTO-<br />
GRAFÍA<br />
Lorentzo Antúnez<br />
I<strong>mag</strong>ina algo así. Recibes la noticia de que<br />
en dos semanas tienes que coger un avión<br />
rumbo a Italia. Pongamos Roma, para que<br />
sea más fácil. Supongamos que aceptas,<br />
que preparas la maleta y que terminas, sin<br />
haberlo pensado ni meditado, en la cuna<br />
del sol mediterráneo. No te ha dado tiempo<br />
a idealizar un viaje que se está convirtiendo<br />
en la mejor experiencia de tu vida.<br />
Recorres Roma, paseas por la Plaza de España,<br />
por la Piazza del Popolo, por San Pietro.<br />
Comes en la pizzería más auténtica que<br />
nunca has visto, con manteles de cuadros<br />
rojos y blancos, con la mala suerte de que<br />
un trozo de, supongamos, pepperoni, se cae<br />
en tu camisa y te hace una mancha enorme.<br />
Intentas limpiarte, pero lo único que haces<br />
es empeorar la situación. Como uno de tus<br />
amigos se está riendo de ti, no dudas en<br />
convertirte en la bestia más temible del infierno<br />
y con mucha lentitud viertes el agua<br />
de tu vaso en los pantalones nuevos de ese<br />
ser cuya sonrisa te ha desesperado. Ahora<br />
el que ríes eres tú, pero con la emoción del<br />
momento no ves cómo por detrás de ti se<br />
ha acercado sigilosamente un nuevo combatiente,<br />
que te ha colocado medio plato<br />
de pasta en la cabeza.<br />
En ese momento en el que todo puede ir<br />
muy mal, decides cerrar los ojos, coger algo<br />
de los espaguetis que se caen poco a poco<br />
de tu cabeza y lanzarlos contra ese amigo<br />
que te acaba de atacar. Para esquivarlos,<br />
pongamos que se llama Daniel, se agacha<br />
demasiado rápido, cae sobre la acera y<br />
termina haciéndose el agujero de su vida<br />
en el pantalón, con sangre y herida de por<br />
medio. Los espaguetis terminan en la camisa<br />
de flores de una señora americana que<br />
come con su familia. Maldita sea. Lo único<br />
que se te ocurre es reír, pero ella lo único<br />
que quiere es verte morir con dolor. Sales<br />
corriendo con tus amigos. El camarero grita<br />
en italiano algo que es mejor no traducir,<br />
atraviesas la avenida sorteando varios Fiats<br />
y Vespas y te topas de repente con una<br />
gran mole de piedra y un caballo gigantesco<br />
en el centro de una escalinata. No sabes<br />
lo que es ni a quién está dedicado pero<br />
miras alrededor y ves una placa que reza<br />
“Prohibido sentarse en<br />
las escaleras”. I<strong>mag</strong>ina<br />
que te da igual y que<br />
a tu lado hay por casualidad<br />
una señora<br />
gitana vendiendo cámaras<br />
desechables.<br />
Compras una por<br />
10 euros y le pides<br />
a ella misma que te<br />
tome una foto a ti y<br />
tus amigos.<br />
Subís las escaleras corriendo. El tiempo<br />
apremia. Os colocáis en la escalera. Un policía<br />
os ve. Viene corriendo para advertiros.<br />
Gritas a la gitana que haga la foto rápido. El<br />
policía llega y te coge del brazo. Das un traspié<br />
y caes. El policía y tus amigos también.<br />
La gitana hace la foto. Años después, esas<br />
manchas, heridas y esa foto en general, tendrán<br />
detrás una historia que nadie i<strong>mag</strong>inará,<br />
y que sólo unos cuantos elegidos habéis<br />
sido capaces de disfrutar. Color sepia. Hoy<br />
es ayer y mañana no ha llegado.<br />
150 | <strong>CYAN</strong><strong>mag</strong>.com <strong>CYAN</strong><strong>mag</strong>.com | 151