capitulo i - Repositorio de la Universidad Estatal de Milagro - Unemi

capitulo i - Repositorio de la Universidad Estatal de Milagro - Unemi capitulo i - Repositorio de la Universidad Estatal de Milagro - Unemi

repositorio.unemi.edu.ec
from repositorio.unemi.edu.ec More from this publisher
13.06.2013 Views

(elementos ambientales). De la interacción entre ambas surgirá la conducta más característica de un individuo, que irá creando su propia historia de aprendizajes y experiencias. Atribuciones cognitivas como causas de la conducta Muchos autores se han centrado, dentro del enfoque interaccionista, en el estudio de las expectativas. Las expectativas permiten explicar las diferencias individuales ante una misma situación objetiva. Serían los pensamientos que tenemos ante una situación, las predicciones sobre lo que va a ocurrir y cuál es la respuesta más adecuada. Se puede hablar, en general, de dos tipos de expectativas: Las vinculadas a los resultados previsibles de la conducta. Los individuos, por nuestra propia historia de aprendizajes, tenemos una idea sobre qué resultados se suelen obtener tras nuestras conductas. Esta experiencia nos ayuda a la hora de evaluar una situación nueva, a anticipar o predecir cuáles pueden ser las consecuencias de nuestras conductas. Las consecuencias asociadas a determinados estímulos presentes en las situaciones. No todos los estímulos de las situaciones aportan la misma información. Su influencia sobre las expectativas es clara en dos sentidos: en primer lugar, porque el conjunto estimular configura una situación particular y, en segundo, porque aprendemos a diferenciar que ciertos estímulos predicen con más frecuencia unos acontecimientos que otros. Por ejemplo, el aula en un día de clase es un contexto bien conocido por los alumnos; pero no todos los estímulos del contexto tienen el mismo significado: la iluminación, la temperatura o el color de las paredes, en general, suelen ser menos informativos como estímulos que la cara del profesor, el lugar en el que se coloca o un jersey nuevo de un compañero. Por ello, cuando uno de estos estímulos presenta variaciones (un día que el profesor llega sonriente frente a otro en el que llega muy serio) da más información que cualquier otro. 46

El tema de las atribuciones ha estado habitualmente relacionado con las explicaciones que los sujetos damos a los resultados de nuestras conductas. Por ejemplo, frecuentemente imaginamos cuáles han sido las causas que han hecho que, a pesar de nuestra voluntad de ayudar a un ciego a pasar la calle, alguien nos haya reprochado que los hiciéramos para impresionar a los que nos veían. Las atribuciones que realizamos para evaluar cada conducta y su resultado, a la postre, se han de convertir en nuevo conocimiento, nueva información con la que modificar las expectativas para adaptarnos mejor a las futuras situaciones. El autocontrol es la capacidad que nos permite controlar a nosotros mismos, nuestro comportamiento y emociones y no que estas nos controlen, sacándonos la posibilidad de elegir lo que queremos sentir y hacer en cada momento de nuestras vidas. Cada uno de nosotros es actor y hacedor de su propia vida que de las pequeñas y grandes elecciones depende nuestra existencia. El interior del ser humano no es algo sencillo. Lo importante y lo valioso es que cada persona pueda conocerse a sí misma. Esta capacidad de controlar o regular la propia conducta esta dentro de un conjunto de capacidades para soportar problemas y adversidades, el nombre de dicho conjunto se denomina “Fortalezas”. Estas herramientas ayudan al hombre a ser mejor persona y además a lograr una mayor felicidad. El autocontrol no es cuestión de voluntad, sino el resultado de una manipulación de los antecedentes y consecuentes de los principios de aprendizaje (la persona, el ambiente y el conocimiento). El pensamiento ejerce control sobre el comportamiento. Los pensamientos son comportamientos internos que están sujetos a los mismos principios de aprendizaje que se aplican a la conducta exterior. Goleman (1995), menciona el autocontrol como una herramienta que permite no dejarnos llevar por los sentimientos del momento, es saber que es pasajero en una crisis. Equilibrio a nuestro espirito, proyectando nuestra existencia desde la autenticidad del más puro y noble entendimiento con nosotros mismos. La forma de ver tanto la 47

(elementos ambientales). De <strong>la</strong> interacción entre ambas surgirá <strong>la</strong> conducta más<br />

característica <strong>de</strong> un individuo, que irá creando su propia historia <strong>de</strong> aprendizajes y<br />

experiencias.<br />

Atribuciones cognitivas como causas <strong>de</strong> <strong>la</strong> conducta<br />

Muchos autores se han centrado, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l enfoque interaccionista, en el estudio <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s expectativas. Las expectativas permiten explicar <strong>la</strong>s diferencias individuales ante<br />

una misma situación objetiva. Serían los pensamientos que tenemos ante una<br />

situación, <strong>la</strong>s predicciones sobre lo que va a ocurrir y cuál es <strong>la</strong> respuesta más<br />

a<strong>de</strong>cuada. Se pue<strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r, en general, <strong>de</strong> dos tipos <strong>de</strong> expectativas:<br />

Las vincu<strong>la</strong>das a los resultados previsibles <strong>de</strong> <strong>la</strong> conducta. Los individuos, por<br />

nuestra propia historia <strong>de</strong> aprendizajes, tenemos una i<strong>de</strong>a sobre qué resultados se<br />

suelen obtener tras nuestras conductas. Esta experiencia nos ayuda a <strong>la</strong> hora <strong>de</strong><br />

evaluar una situación nueva, a anticipar o pre<strong>de</strong>cir cuáles pue<strong>de</strong>n ser <strong>la</strong>s<br />

consecuencias <strong>de</strong> nuestras conductas.<br />

Las consecuencias asociadas a <strong>de</strong>terminados estímulos presentes en <strong>la</strong>s<br />

situaciones. No todos los estímulos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s situaciones aportan <strong>la</strong> misma información.<br />

Su influencia sobre <strong>la</strong>s expectativas es c<strong>la</strong>ra en dos sentidos: en primer lugar, porque<br />

el conjunto estimu<strong>la</strong>r configura una situación particu<strong>la</strong>r y, en segundo, porque<br />

apren<strong>de</strong>mos a diferenciar que ciertos estímulos predicen con más frecuencia unos<br />

acontecimientos que otros. Por ejemplo, el au<strong>la</strong> en un día <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se es un contexto<br />

bien conocido por los alumnos; pero no todos los estímulos <strong>de</strong>l contexto tienen el<br />

mismo significado: <strong>la</strong> iluminación, <strong>la</strong> temperatura o el color <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pare<strong>de</strong>s, en<br />

general, suelen ser menos informativos como estímulos que <strong>la</strong> cara <strong>de</strong>l profesor, el<br />

lugar en el que se coloca o un jersey nuevo <strong>de</strong> un compañero. Por ello, cuando uno<br />

<strong>de</strong> estos estímulos presenta variaciones (un día que el profesor llega sonriente frente<br />

a otro en el que llega muy serio) da más información que cualquier otro.<br />

46

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!