Los Rios. 238 - Misiones Diocesanas Vascas

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❚país vasco
No sé si somos conscientes de la singularidad
de un santuario en la iglesia local.
No sé la valoración que se hace del Santuario
de Urkiola.
Tampoco sé si nuestra iglesia prevé alguna
solución cara a su futuro.
El año 1969 desapareció el último sacerdote
que pastoreó Urkiola.
Se creó un vacío y la iglesia no supo cómo
rellenarlo.
La iglesia no estuvo a la altura de la demanda
popular.
Hubo una oferta franciscana que no prosperó.
Unos sacerdotes, conocedores de Urkiola,
llevaron al Consejo de Presbiterio la opción
misionera.
Han sido 41 años de acogida y servicio, de
impulso misionero y en ello nos han ayudado
un grupo de laicos.
Echo de menos una evaluación de nuestra
experiencia y de un estudio pastoral del Santuario.
Hay que analizar Urkiola desde sus varias vertientes:
-El Santuario tiene la base de una piedad popular
enraizada en nuestras tres diócesis.
-El entorno ofrece el silencio y la soledad que
posibilita “el cargar las pilas”.
-Urkiola es un lugar emblemático en la cultura
de nuestro pueblo.
-Urkiola es un espacio natural privilegiado al
que acuden miles de personas.
-El Santuario ha posibilitado la acción misionera
de las tres diócesis vascas.
Asko dira Urkiola maite dutenak eta Urkiola
behar dutenak.
Bakea-adiskidetasuna, edertasuna eta lasaitasuna
eskaintzen ditu inguru honek.
¿Seremos capaces de imaginarnos alguna fórmula
que garantice la presencia cristiana en
Urkiola?
¿Podremos responder adecuadamente a la
demanda y posibilidades de Urkiola?
Este año, también, hemos felicitado la Navidad
y saludado el Nuevo Año con una bonita
tarjeta.
La hemos vestido de blanca nieve para acercaros
el frío de tantos pobres del mundo.
Con ella os decimos: ZORIONAK!
NOS HA DEJADO
AMELIA KAWAJI
SUPERIORA
GENERAL
DE LAS MMB
Amelia Kawaji, de Bilbao, se nacionalizó en Japón y cambió su
apellido.
Amelia Kawaji, mercedaria misionera de Berriz,
nació en Bilbao hace 68 años. Gran parte de
su vida misionera la pasó en Japón. Tras treinta
y seis años trabajando con enfermos psíquicos
en el país, la nombraron Superiora General de la
Orden, el año 2002. A partir de entonces, desarrolló
su labor principal desde la sede de Roma.
En medio de esa etapa estuvo varios años
trabajando en la delegación de Misiones de Bilbao
junto con Miguel Mari Larburu, padre blanco,
siendo Mikel Urresti delegado de misiones.
Hicieron una gran labor de Animación Misionera.
Muchos misioneros y misioneras que han pasado
por Ecuador durante los años ochenta fueron
acompañados por Amelia y Miguel Mari.
Los años vividos en Japón la marcaron profundamente,
tanto que se cambió el apellido y
se nacionalizó. Su ilusión hubiera sido volver allí.
El día 14 de noviembre pasado falleció en
Bilbao acompañada por su familia y sus compañeras.
El funeral, presidido por el obispo de
Bilbao, D. Mario Iceta, se celebró en el convento
de Berriz, siendo una celebración muy profunda
y emotiva.