Los Rios. 238 - Misiones Diocesanas Vascas

Josetxu Canibe
Noticias
de CASA
30
Xabier Goicouría, misionero, 45 años sirviendo en Congo
PREMIO BILBAO “NORTE-SUR 2011”
Xabier Goicouria a lo largo de 45 años ha
desarrollado una gran labor como misionero
diocesano en la ciudad de Likasi (República
Democrática del Congo). Recibió el premio
“Bilbao Norte-Sur 2011” el pasado día 10
de noviembre en el salón del Ayuntamiento
de manos del teniente de alcalde. Hace tres
años que se estableció este premio, que en
su cuarta edición ha recaído en Xabier y en
el colegio público Luis Briñas de Santutxu (Bilbao).
Como señaló la concejala Nekane Alonso,
este premio abriga la voluntad de “superar
esa brecha” entre ambos mundos. En esta
ocasión se ha concedido “en reconocimiento
a la trayectoria solidaria de Goicouria en la
R. D. del Congo, donde reside desde hace
45 años”. Durante esta etapa no ha perdido
el tiempo, pues ha desarrollado una labor gigantesca:
ha creado el centro para personas
minusválidas físicas, escuelas, incluso profesionales,
ha levantado el poblado llamado
Kabolumbu, tres puentes, kilómetros de carreteras,
etc, sin olvidar su tarea directamente
pastoral, evangelizadora. Xabier responde
perfectamente al dicho: largo en hechos y
corto en palabras.
Xabier Goicouría, recibiendo el premio en el Ayuntamiento de
Bilbao.
Xabier responde al dicho:
“Corto en palabras y largo en
hechos”.
Nuestra revista tiene la suerte de contarle entre
sus colaboradores. Últimamente han sido
frecuentes sus escritos cargados de fi na ironía.
En esta época que estamos atravesando,
en la que se ha impuesto el “sálvese quien
pueda”, Xabier nos da una bella lección de
entrega, de responsabilidad, de sensibilidad.
Desde estas páginas le agradecemos su
testimonio ejemplar y le felicitamos cordialmente,
principalmente a él y también a todos
sus numerosos colaboradores, de los cuales
no se olvidó. En las palabras con motivo de
recibir el premio recordó que habían creado
una Fundación, que lleva su nombre y sería
la encargada de continuar sus obras, porque
“¿quién sabe cuántos años de propina me
dará el Señor?” Confi emos en que muchos.
Es mi deseo y el de muchos.