Los Rios. 238 - Misiones Diocesanas Vascas

Josetxu Canibe
Lorenzo Neto,
profesor en
Luanda, Angola.
En Angola
se detecta
un cierto
movimiento
inconformista,
de protesta
ante la
situación
que vive la
juventud.
Ventana a otros Continentes Beste kontinenteera zabalduriko leihoa
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ANGOLA. DIALOGANDO CON EL PROFESOR LORENZO NETO
LA JUVENTUD ANGOLEÑA,
UNA FUERZA ¿NO UTILIZADA?
Behar adina baliabide ekonomiko
duten irakasle bokaziodunak
eskatzen ditu Angolako gizarteak.
Para Lorenzo Neto, profesor y actualmente
asesor de la dirección provincial de Educación
de Luanda (capital de Angola) y que
ejerce de creyente cristiano, lo más destacable
de Angola o en Angola “es la juventud; la
fuerza que posee y, en segundo lugar, la falta
de oportunidades que sufre. Existe un deseo
enorme de saber, de conocer, pero carecen
de medios. No hay escuelas sufi cientes y
maestros bien formados. De hecho, aunque
un tanto oculto, pero se detecta un cierto movimiento
inconformista, de protesta ante esta
situación”.
Por otro lado, ante los comentarios de que
algunos maestros abusan de sus alumnos,
Lorenzo da un giro a la conversación y anota
que un peligro que amenaza al maestro es el
del facilismo, el no actuar con rigor y no exigir
esfuerzo y disciplina. Por lo que la sociedad
angoleña pide profesores con vocación y
con medios sufi cientes.
Ante la pregunta de si hay que ayudar a África,
el profesor Neto responde sin titubear
que sí, “pero no como se está haciendo en
Líbia. En el siglo XXI tiene que haber otros
medios distintos a las bombas. África necesita
de personas bien formadas. Necesita una
ayuda honesta, una colaboración leal, entre
iguales que se respetan”.
En cuanto al aspecto religioso y ante las preguntas
de si los evangelistas (grupos protestantes)
están creciendo en número y se están
instalando en el barrio, Lorenzo admite que
sí. Señala dos razones: “primera, porque promueven
soluciones a los problemas que tiene
la gente normal. Otra cosa es que los resuelvan.
Y esto parece que no. Por ejemplo, problemas
económicos o de salud. En segundo
lugar, porque la Iglesia católica deja demasiado
campo en el sentido de que debiera estar
más cerca del pueblo, sentir lo que el pueblo
siente. Se da demasiada distancia entre los
de arriba y los de abajo. Por otra parte, la
secularización está llegando a algunos sectores
de Angola, sobre todo a los dirigentes
del país, aunque no con la intensidad que se
observa en Europa”.
Por cualquier sendero o calle que uno camine
queda asombrado del “enjambre” de niños y
jóvenes que aparecen por doquier. ¿Qué les
va a ofrecer el país dentro de quince o veinte
años? “Pienso que Angola es un país con
enormes posibilidades y en el cual se podrá
vivir muy aceptablemente. Para ello tendremos
que luchar mucho más contra la droga,
el alcohol, que castigan a la juventud, y crear
una sociedad más democrática, seguidora de
valores positivos y constructivos”.