Los Rios. 238 - Misiones Diocesanas Vascas
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Ventana a otros Continentes Beste kontinenteera zabalduriko leihoa<br />
BREVE REFLEXIÓN SOBRE LAS PRIMAVERAS ÁRABES<br />
PAÍSES ÁRABES<br />
EN REVOLUCIÓN POR<br />
LA DIGNIDAD HUMANA<br />
El padre blanco Justo Lacunza es uno de los máximos exponentes en<br />
cuestiones islámicas y estudioso de las relaciones entre cristianos y<br />
musulmanes. Participó en el encuentro de OMP de Azpeitia de este<br />
año. Nos comparte sus refl exiones acerca de los acontecimientos del<br />
mundo árabe.<br />
El eje central de las revoluciones árabes es la<br />
búsqueda infatigable de la dignidad humana.<br />
Esa es la razón fundamental de las manifestaciones<br />
de plaza que, como viento huracanado,<br />
están sacudiendo todos y cada uno de los estados<br />
árabes. Aunque aparentemente en muchos<br />
de ellos reinan la calma y el orden exteriores, la<br />
semilla del descontento general ha caído ya en<br />
el surco.<br />
Ha cambiado el ciclo de la historia en los países<br />
árabes y se ha inaugurado una nueva época de<br />
esperanza en medio de la violencia, la incertidumbre<br />
y la desesperación. Nada volverá a ser<br />
como era antes. Como en el desierto cuando el<br />
huracán enfurecido cambia el diseño y horizonte<br />
de las dunas.<br />
El término revolución en la lengua árabe (alzawrat)<br />
es precisamente el simún del desierto<br />
que erguido en torbellinos verticales arranca<br />
con fuerza, embiste todo lo que encuentra a su<br />
paso y siembra la destrucción. Eso es lo que<br />
está produciendo la embestida revolucionaria<br />
en las naciones árabes: vuelco feroz de las instituciones,<br />
protagonismo de la ciudadanía y siembra<br />
fatigosa en el campo fértil de la dignidad<br />
humana: libertades civiles, derechos humanos<br />
y progreso democrático. Con todos los problemas<br />
y escollos que hay que afrontar, gestionar<br />
y superar. Un proceso arduo, lento y doloroso.<br />
Se ha inaugurado una nueva<br />
época de esperanza en medio de<br />
la violencia, la incertidumbre y la<br />
desesperación. Nada volverá a ser<br />
como era antes.<br />
Justo Lacunza Balda<br />
Ahí están las heridas imborrables de los muertos,<br />
heridos y desaparecidos. Nadie podrá olvidar<br />
el pisoteo de los dictadores y la zarpa de<br />
los tiranos que han tenido a la población atemorizada,<br />
amarrada, amordazada. Las insurrecciones<br />
populares han destapado la maldad de las<br />
dictaduras políticas, de los extremismos religiosos<br />
y de las ideologías infames.<br />
Si la dignidad humana es la roca fi rme de toda<br />
sociedad civil, los hombres y mujeres no pueden<br />
ya ser sujetos aborregados de un régimen<br />
sino ciudadanos libres de un estado de derecho.<br />
Ese es el gran reto de los pueblos árabes<br />
constituidos en naciones independientes y el desafío<br />
frontal de los líderes políticos y religiosos.<br />
Dignidad humana por encima de toda frontera<br />
ideológica, división étnica y afi liación religiosa.<br />
Para hacer mejor la humanidad. Un largo camino<br />
sembrado de imprevistos.<br />
Justo Lakunza, autor del artículo, en el centro.<br />
Hori da<br />
herrialde<br />
arabiarren<br />
erronkarik<br />
handia:<br />
ideologiamuga,<br />
zatiketa<br />
etniko eta<br />
afi liazio<br />
erlijioso<br />
ororen<br />
gainetik giza<br />
duintasuna.<br />
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