Los Rios. 238 - Misiones Diocesanas Vascas

TELES Y DANI
Teles y Dani, con
la gente de las
comunidades de
Palenque.
Bisitatu
genituen
elkarte
guztiek
arrasto
ahaztezina
utzi dute gure
oroimenean
eta
bihotzetan.
Nuestra
experiencia
allí ha sido
maravillosamente
positiva
a nivel
personal.
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HERMANAMIENTOS
HERMANAMIENTO LA LLANADA ALAVESA – PALENQUE
¡QUÉ ALEGRÍA PONERLES CARA
A TANTOS HERMANOS Y HERMANAS!
Somos Dani y Teles, un matrimonio residente en Agurain, que este
verano hemos estado en Ecuador del 26 de julio al 15 de agosto.
Fuimos enviados como matrimonio (siendo el primero que es enviado
como tal), por nuestra comunidad parroquial de la Llanada, ya que los
pueblos de Araia, Alegría y Agurain, tienen lazos establecidos desde
hace unos cuantos años con aquellas comunidades.
Nuestra experiencia allí ha sido maravillosamente
positiva a nivel personal. Por eso al regreso
hemos querido compartirla con nuestra querida
comunidad. Hicimos la devolución en los distintos
pueblos de la Llanada. Fue sencillo pero
emotivo; fue nuestro testimonio hablado pero
también lo ilustramos con un amplio reportaje
fotográfi co de las distintas comunidades que
tuvimos la suerte de visitar.
Todas y cada una de las comunidades que visitamos
dejaron una huella que no se borrará de
nuestras memorias, ni de nuestros corazones,
son gente sencilla y acogedora.
Recordar, cómo no, al Padre Benja y al resto del
equipo con el que tan agradablemente convivimos:
Manu y Eguz, dos seglares que están allí
residiendo en Palenque por dos años. Ellos son
de Bilbao y están haciendo un trabajo con los
jóvenes importantísimo.
Resaltamos también a María Gutiérrez, ingeniera
agrónoma. Qué gran persona y qué buena
profesional, con qué sencillez trabaja con los
campesinos y evangeliza a la vez. Es, a todas
luces, un valioso fi chaje. Por supuesto está invitada
a venir a nuestra casa con su hijo Jeen, un
chico jovencito y muy cariñoso.
Bueno, queremos decir que aquí también tenemos
gente buena que nos están apoyando
siempre, desde los sacerdotes Josetxu y Jesús
Mari, éste último desde septiembre en Arenillas
(Ecuador), hasta mucha gente sencilla que se
han molestado en escucharnos y darnos fuerza
tanto en la despedida como en esta devolución
de lo vivido.
Gracias a todos de corazón y, cómo no, a tantas
personas que se han disculpado por no
poder acompañarnos en esto tan bonito para
nosotros dos.
No queremos olvidarnos de todas las personas
que han visitado anteriormente a las Comunidades
de Base por el buen sabor de boca que han
dejado allí, del cariño y el buen hacer que sembraron
en aquella gente. También queremos dar
las gracias al pilar principal que ha sido para
nosotros nuestra hija Amara, por su fuerza y su
interés para que pudiéramos vivir esta experiencia.
Ella lo vivió como un regalo, del que quiso
que nosotros también participáramos. Gracias
de corazón, cariño, ha sido un verdadero regalo
de Dios para nosotros.
Ojalá siga habiendo gente dispuesta a continuar
con esta labor tan buena y bonita a la vez, como
es el hermanamiento con nuestros hermanos
de allí. Nosotros garantizamos la alegría que
supone ponerles cara a tantos y tantos hermanos
y hermanas y nos ofrecemos a hacer lo que
esté en nuestras manos para que os animéis.
Un abrazo.