Los Rios. 238 - Misiones Diocesanas Vascas

MARTÍN
ARETA:
Ha sido
un tiempo
fecundo de
presencia,
de actividad
y de ilusión
compartida.
10
ECUADOR
MARTÍN ARETA
Martín, tú has tenido una relación maja
con un cantante famoso, de talla internacional.
¿Qué razones aducen estas fi guras
del espectáculo para colaborar, para
acercarse a un misionero? ¿Has descubierto
cómo es el interior de estos divos
tan criticados y tan admirados al mismo
tiempo? Puedes hablarnos también de
otras vivencias.
Han sido casi 16 años de presencia misionera
en las Misiones Diocesanas. Trece en
Quevedo, en la parroquia urbana marginal de
San Antonio de Padua en la Venus y otros dos
en Vinces en la parroquia de San Lorenzo y
todos sus alrededores montubios. Ha sido un
tiempo fecundo de presencia, de actividad y
de ilusión compartida con todos los compañeros
con los que he tenido la suerte de vivir.
La realidad empobrecida y su gente sencilla
y a veces entusiasta ha permitido que este
tiempo de presencia misionera haya sido un
tiempo que no se olvida y que traspasa emociones,
recuerdos y vivencias que acompañan
para toda la vida.
Tiempo de construcción, de acompañamiento
a comunidades, de soñar posibilidades
como las casas de Hogar de Cristo para los
más pobres. La escuela Nuestra Señora de la
Natividad, y generar posibilidades de mejoramiento
y de dignidad para quienes se asentaban
en un lugar y en otro. El trabajo con
grupos de mujeres en talleres de formación
y de capacitación, pequeñas microempresas
de costura, panadería..., la presencia en la
cárcel, acompañando realidades sufrientes
de quienes teniendo poco o casi nada luchan
por un tiempo mejor.
Dios ha acompañado el crecimiento y la ilusión
de tantas personas que las sientes cercanas
y vivas. Gracias a la participación de
personas generosas y de las Misiones Diocesanas,
se ha podido generar este sueño y
presencia que ha permitido que muchos hayan
podido ir descubriendo desde la Palabra
de Dios, desde su espíritu alegre y decidido,
ir creciendo como personas y creyentes en
un mundo más justo y digno.
Mi participación y presencia en las misiones
en unión a los compañeros tanto del Grupo
Martín Areta, en el taller de casas de hogar de Cristo
de Quevedo.
misionero como de otros compañeros diocesanos,
ha sido un regalo de la vida y de
Dios que desde la distancia uno valora más
si cabe.
No se trata de si uno ha hecho más o menos,
sino de valorar que nuestra presencia en la
realidad de la Iglesia diocesana de los Ríos ha
sido una presencia generosa de entrega y de
ilusiones compartidas con los más sencillos y
empobrecidos que ha permitido que la buena
semilla haya crecido en bastantes personas
que han sentido a la Iglesia cercana, solidaria
y de palabra oportuna. No cabe otra postura
que la de agradecer a unos y a otros por tanta
gracia vivida y compartida.
Se pueden relatar anécdotas que no se dan
tan fácilmente por acá, como que el cantante
Alejandro Sanz que por causas y circunstancias
de la vida también aportó su colaboración
económica para que parte de la infraestructura
inicial del taller de Hogar de Cristo fuera
posible. Participé siempre en los conciertos
que ha dado en Ecuador y he tenido la oportunidad
de hablar largo con él. Hombre afable,
sensible y creyente a su manera. Tanta vida
abundante durante estos años no se reduce
al recuerdo y a la nostalgia sino que permanecen
como un eslabón en esa gran cadena que
ha signifi cado Misiones Diocesanas desde laicos,
sacerdotes y personas solidarias desde
nuestra querida tierra de Euskal Herria. Toca
vivir de otra manera y de ser presencia acá,
nada es comparable, todo se hace diferente,
que no se aparten de nosotros las ilusiones
que durante un buen tiempo de mi vida me
han acompañado.